Arzobispado de Arequipa, Arequipa, 2018, 337 pp
Cien años de presencia pasionista en el Perú
Con miras al Centenario de la presencia pasionista en el Perú, Monseñor Miguel Irízar se impuso un trabajo muy propio de su empuje apostólico, hacer la historia pasionista centenaria del Perú. Para ello contactó con todas las congregaciones religiosas, vinculadas a la obra misionera de la Congregación Pasionista, tanto en el Vicariato Apostólico de Yurimaguas como en la Prelatura de Moyobamba. Para garantizar este proceso se puso en contacto con casi todos los Superiores Provinciales de los respectivos institutos religiosos que según él acogieron muy bien sui propuesta y cooperaron con algunos informes a través del correo electrónico.
Como primer paso, a inicios del 2012 diseñó cuatro fichas o documentos con su carta de saludo y solicitud de cooperar al proyecto de documentación para el Centenario Pasionista. El primer documento está dirigido a las Congregaciones Religiosas que han servido a la misión, tanto en el Vicariato, como en la Prelatura. El segundo documento va dirigido a las un autoridades provinciales o regionales de Loreto y San Martín. El tercer documento es la carta con un cuestionario apropiado para los religiosos pasionistas que han servido en el Vicariato de Yurimaguas o en la Prelatura de Moyobamba, solicitándoles información y su visión de la presencia de la Congregación Pasionista desde su propia experiencia. El cuarto documento está dirigido a personas amigas y conocedoras de la obra pasionista en Yurimaguas como en Moyobamba. Yo mismo le propuse abrir un blog para la celebración del Centenario Pasionista en el Perú, invitando a dar su testimonio. El producto final –según él- debiera materializarse en una publicación documentada, gráfica y bien ilustrada que sea amigable e interesante para el público en general. Junto al P. César Antonio Molinero participé como asesor del proyecto, sin saber en qué había quedado. Con la dolorosa noticia del fallecimiento del autor me ha llegado esta gozosa nueva de ver coronada la publicación que considero como un homenaje póstumo que le tributan sus hermanos, especialmente el maestro P. Antonio María Artola quien le dedica un emocionado y entrañable prólogo, firmado en Lima el 18 de enero del 2018. Su objetivo es bien claro: "suscitar un verdadero interés por conocer personalmente la hazaña épica de los misioneros pasionistas", cuyo rico legado histórico "recibe calor y vida de la mano Mons. Miguel Irízar" (p.5)
Se abre la obra con un útil y didáctico "Itinerario histórico" del 1912 al 2007 (pp. 6-12).
El primer apartado lleva por título "Monseñor Emilio Lissón y los Pasionistas" da razón de la génesis de la presencia misionera de la Orden por la iniciativa del celoso prelado de Chachapoyas, quien acude al Papa, al propio superior de los pasionistas y, una vez conseguidos los permisos, se encarga de recibirlos, acogerlos y destinarlos. Toda esta parte tiene el encanto de las florecillas franciscanas por su sencillez, abnegación, vida de familia y misión. Bien completada por la información del contexto del "primer escenario", el Departamento de San Marín y la trayectoria pastoral de los pioneros misioneros.
A continuación el apartado "Vicariato Apostólico de Yurimaguas" se articula a través de sus obispos vicarios: Mons. Atanasio Jáuregui, Mons. Elias Olazar, Mons. Miguel Irizar y Mons. José Luis Astigarraga.
En el apartado III se da cuenta de la obra de los pastores de la Prelatura de Moyobamba, Mons. Martín Elorza, Mons. Venancio Orbe, Mons. Santos Iztueta.
El IV corresponde a los fundadores de parroquias de Lima y otros lugares del Perú: Santa Beatriz en Lince, Virgen del Pilar en San Isidro, Cristo Rey, La Molina, Apata (Huancayo), Sullana, Chiclayo, Hospital Naval. Con un apartado especial dedicado a los misioneros populares considerados "heraldos de Cristo Crucificado"
El V se dedica al martirologio misional con cinco padres (Eleuterio Fernández, Aquilino Iribertegui, Gabino Basares, Cayetano Ardanza, Modesto Erbiti) y la Hermana franciscana de María, Lourdes Fernández.
El capítulo VI brinda nueve semblanzas de misioneros pasionistas: P. Andrés Asenjo, P. Zósimo Rivas, P. Lucas Zarandona, P. Constancio Bollar, P. Iñaki Basauri, P. Benedicto Lekue, P. Inocencio Rodríguez, H. Juan María Odriozola, H. Mauricio Uranga
El VII contiene dos testimonios de misioneros pasionistas, P. Bixente Intxausti y P. Luis Arrieta.
VIII. Giras pastorales (misionales). Se ofrecen las de Mons. Atanasio Jáuregui como crónica de la Obra de la Propagación de la Fe y la de Mons. Martín Elorza acerca de su método de trabajo en las giras y el testimonio del P. Félix Usoz que le acompañaba.
IX. Cartas e informes pastorales. Se refieren a los episcopados de Mons. Jáuregui, Mons. Elorza y Mons. Orbe.
Por último, se recoge abundante documentación en la sección de anexos y que ha sido la respuesta de las congregaciones religiosas al pedido del autor del libro.
El primero titulado "Episcopologio" pasa lista cronológica a los nueve obispos pasionistas en el vicariato de Yurimaguas y la prelatura de Moyobamba (p.233)
Termino consignando el listado de los institutos religiosos que han aportado a la misión pasionista en la Amazonía. En primer lugar los de Yurimaguas (pp.234-286)
1. Franciscanas Misioneras de María
2. Compañía Misionera del Sagrado Corazón
3. Misioneras Lauritas
4. Religiosas de San José de Cluny
5. Misioneras Marianas
6. Canonesas de la Cruz
7. Religiosas Pasionistas
8. Misioneras Carmelitas (Lagunas)
9. Hermanos del Sagrado Corazón
10. Misioneros de Jesús
11. Salesianos. Sociedad Salesiana de San Juan Bosco
12. Misioneros del Sagrado Corazón y Santa María de Guadalupe
13. Madres Carmelitas Descalzas
14. Trabajadoras Sociales (México)
Prelatura de Moyobamba (pp.287-314)
1. Mercedarias de la Caridad
2. Religiosas compasionistas
3. Dominicas de la Presentación
4. Misioneras del Pilar
5. Misioneras de San Vicente de Paul
6. Hijas de la Caridad
7. Padres Vicentinos
8. Padres Claretianos
Vicariato Apostólico de Yurimaguas: Una iglesia de muchos carismas, Carta del P. Pío Zarrabe p. 315
Finaliza con un álbum titulado "fotos del recuerdo" (pp. 324-328).
Agradezco la iniciativa del querido y recordado Mons. Miguel Irízar, así como la culminación por el P. A.M. Artola que nos comparten cien años de vida apasionada de los pasionistas en el Perú. ¡Cuánta entrega, cuánta creatividad, cuánto celo evangelizador por las almas y cuánta acción solidaria en los campos de la educación, la salud, la promoción social! Resalta –es verdad- la obra de la congregación, pero en comunión ejemplar con las familias eclesiales. Los pasionistas han roturado un territorio y lo han ganado para Cristo, su Iglesia, el Perú.
Ojalá que en una nueva edición se logre visibilizar con mayor coherencia y de modo más articulado la magna obra misionera que en este primer esfuerzo vemos a manera de puzzle.
José Antonio Benito