LA ARQUIDIOCESIS DE LIMA EN EL SIGLO XX
Publicado en José Antonio Benito (coord.) Pasado, presente y futuro de Lima Norte: construyendo una identidad, UCSS -Fondo Editorial UCSS, 2007, pp. 231-240
Armando Nieto Vélez. S.J.
Señor Rector, muchas gracias por su invitación. Siempre sentí una gran simpatía por esta Universidad Católica Sedes Sapientiae desde los años en que Monseñor Lino Panizza se aprestaba a fundarla y por mi amistad con colegas y amigos aquí presentes.
Es un tema bastante amplio el que me propuso José Antonio Benito cuando me invitó a dar esta charla, porque abarca todo un siglo. Sin embargo voy a fijarme en algunos puntos, a mi juicio importantes, del tema "La Arquidiócesis de Lima en el siglo XX". Es un tema, para mí, no puramente histórico sino un tema de recuerdos personales. El tema de Punchauca, claro está para todos nosotros es un tema de la información a través de documentos, y de libros, pero aquí mucho de lo que voy a decir son cosas que yo he percibido, que he vivido y por eso se mezcla el recuerdo con la documentación sobre lo que es la vida de una arquidiócesis.
Tengo que comenzar con los antecedentes de la Arquidiócesis ya desde el siglo XVI. Por antigüedad las primeras diócesis peruanas son Cusco y Lima, en ese orden. Cusco es más antigua, es del año 1536, Lima es posterior, de 1541; pero por ser sede del virreinato, Lima pasó a ser rápidamente en 4 años, en el año 1546, a arquidiócesis, mientras el Cusco quedó como diócesis hasta 1943. A finales del siglo XVI, se crean las diócesis de Trujillo y Arequipa y se elevan a arquidiócesis en 1945; las cédulas reales son de fines del XVI, sin embargo, se da siempre como fechas de creación real: 1609, para Trujillo y Arequipa. Ese mismo año se crea también una cuarta diócesis: Huamanga, que cambia su nombre a raíz de la batalla de Ayacucho (1824). Huamanga o Ayacucho son los nombres clásicos, de la actual arquidiócesis. Todos sabemos que los criterios para la creación de nuevas diócesis depende de diversas variables, por ejemplo: la cantidad de población, el número de sacerdotes disponibles, de congregaciones presentes, de dificultades geográficas, etc.
En la segunda mitad del siglo XX ocurren varios cambios que van recortando la extensa arquidiócesis de Lima. Por orden de creación tenemos los siguientes –es la muestra de cómo un organismo, un ente demasiado grande tiene que cumplir su eficacia segregándose, recortando su extensión geográfica: Ica, diócesis en 1946; Yauyos y Cañete, entre el 1957 y el 1962; Huacho, 1958; Callao, 1967; y las tres diócesis que hace 9 años se crearon. Una de ellas es ésta: Carabayllo, junto con Chosica y Turín. Las tres se crean el mismo día, 14 de diciembre de 1996. Anteriormente habían sido creadas, a finales del siglo XIX, Huaraz, 1899; y Huánuco, 1866. La promoción de Cusco, Trujillo y Arequipa, designados como arzobispados por el Papa Pío XII, en 1943, significó también la confirmación de Lima como Arquidiócesis Primada del Perú. Asimismo, el Obispado Castrense se llamó al comienzo Vicaría General Castrense, ya desde 1957 es autónoma sin vinculación con el al arzobispo de Lima. Recuerdo todavía, que ser Arzobispo de Lima era automáticamente, ser Vicario General de las Fuerzas Armadas. Han existido diversos nombres ligados al cargo de Obispo Castrense. Recuerdo los nombres de Monseñor Jurgens, redentorista; Monseñor Hermoza, que fue Obispo del Cusco; Monseñor Mendoza Alcides, Monseñor Eduardo Picher; Monseñor Cabrejos, actual arzobispo de Trujillo; y actualmente Monseñor Salvador Piñeiro, que comparte el cargo con el de obispo auxiliar de Lurín.
Así como ha habido muchísimos presidentes de la república en el siglo XX (yo tal vez no pueda repetirlos de memoria porque son muchos), sin embargo los arzobispos de Lima han sido solamente 8 en el siglo XX. Esto revela también una mayor estabilidad de lo que llamamos la institución eclesial que no se da en el aspecto político. Hemos tenido jefes de estado de apenas una semana o un día, en el caso de Monseñor Holguín, a la caída de Leguía. Después vino una Junta Militar, vino Sánchez Cerro. Sánchez Cerro fue asesinado. En fin, ya todos conocen por la historia de la república cuan agitada fue la historia del siglo XX. Pero, en cambio, en la parte eclesial tenemos lo siguiente –en el siglo XX-: Monseñor Manuel Tovar, el primero, había comenzado como arzobispo en el año 1898, hasta el año 1907; segundo, Monseñor Pedro Manuel García Naranjo, que gobierna nueve años, del año 1908 al 1917; Monseñor Emilio Lissón, un vicentino, gobierna Lima, desde el año 1917 al 1931, esta fue una época bien difícil para la Iglesia, porque coincide con la caída de Leguía, y la caída de Leguía trajo consigo, la dimisión de monseñor Lissón. Leguía estaba muy vinculado con Lissón y Lissón con Leguía pero creo que en esto las rivalidades políticas o los resentimientos complicaron la situación porque el triunfo de Sánchez Cerro trajo consigo que una fuerte corriente de opinión dentro del gobierno quisiese prescindir de Monseñor Lissón, y Lissón se vio obligado a presentar su renuncia aunque él mismo dijo después que la renuncia se la impusieron desde el Vaticano. Monseñor Holguín gobierna temporalmente la arquidiócesis, por poco tiempo, ya después viene una sucesión ordenada de prelados: Monseñor Pedro Pascual Farfán, Arzobispo de Lima desde el año 1933 al 1945, él provenía del Obispado del Cusco, y era cusqueño; luego viene Juan Gualberto Guevara, el primer Cardenal del Perú, que fue Arzobispo de Trujillo. Me acuerdo cuando fue nombrado cardenal. Viajó a Roma para recibir el capelo cardenalicio de Pío XII y se le preparó una gran recepción a su regreso a Lima. Gobernó nueve años. Viene después, Monseñor Juan Landázuri Ricketts, franciscano de la provincia de San Francisco Solano, primero coadjutor de Guevara y a partir del año 1955, arzobispo de Lima.
Quiero recalcar que el gobierno eclesial del cardenal Landázuri fue el más largo en toda la historia del Perú: 34 años, del año 1955 al 1989, en que se produce la jubilación, según las nuevas normas del derecho canónico, en ese momento pasa a ser arzobispo emérito, cardenal todavía, eso no se pierde. Le sucede, el jesuita Augusto Vargas Alzamora, que gobierna del año 1990 al 1999. Según las estadísticas cuatro arzobispos han gobernado 9 años: Tovar, García Naranjo, Guevara y Vargas Alzamora. El cardenal Vargas Alzamora pasa a ser emérito en 1999 y muere el año 2000, y le sucedió el actual cardenal Juan Luis Cipriani Thorne.
Veamos algunos rasgos de este largo siglo XX y algunos elementos que constituyen hitos muy importantes en la marcha de la Iglesia peruana.
El año 1935 es un año particularmente significativo en la historia del Perú. Es el año del cuarto centenario de la fundación de Lima, el año del I Congreso Eucarístico Nacional. El campo eucarístico se hizo en la Plaza Dos de Mayo. Se revistió la columna del monumento con una cruz enorme, una cruz gigantesca, iluminada, preciosa, hay fotografías muy hermosas de las jornadas nocturnas con el Nuncio Apostólico, de esa época, Monseñor Cicognani que después fue cardenal. El fue el legado apostólico (siempre todos los congresos eucarísticos nacionales tienen un legado papal). Ese año, en 1935, y como consecuencia del congreso eucarístico, comienza algo importante en el Perú: el surgimiento del laicado católico. Se funda la Acción Católica Peruana, para la promoción y difusión del apostolado de los laicos. La ACP se organizó con dinamismo y con fervor. Comprende varias ramas: la rama masculina, la rama femenina, la universitaria, que después será la UNEC, Unión Nacional de Estudiantes Católicos. Están también ramas que van a surgir toda la parte de lo que llamamos consorcio de profesionales y el movimiento familiar. Todo eso surge el año 1935. Antes, la actividad de los laicos católicos había sido muy tímida, muy escasa, no como fue a partir del año 1935. El año 1946, por primera vez tenemos un cardenal, a veces me preguntan en clase: "Padre, ¿nunca hubo otro cardenal en tiempos del virreinato?" No, no hubo. Es verdad que en los documentos del año 1817, el cabildo de Lima pidió al Vaticano, a Roma- un cardenal, era Monseñor Las Heras (a quien ha recordado hace poco el Dr. De la Puente), pero eran los años de la independencia, entonces todas las gestiones quedaron como detenidas por las luchas de la independencia.
El Cardenal Guevara, es una figura interesante, para muchos poco conocida. Fue como sacerdote una víctima de la tensa relación Perú y Chile. Era Párroco en la diócesis del sur, en las parroquias de Tacna y Arica. Arica estuvo ocupada desde el 7 de Junio de 1 880 hasta 1929. El Tratado de Ancón de 1883 decía: "un plebiscito decidirá la suerte de Tacna y Arica, a los 10 años del Tratado de Ancón". Llegaron los 10 años y no se realizó el plebiscito pactado, ya que a Chile no le convenía, porque la población, mayoritariamente peruana, iba a votar por la vuelta de Arica al Perú, Chile inicia lo que llama la política de chilenización: manda personal chileno a Arica para en un futuro hacer el referéndum, el plebiscito y Chile confiaba en que entonces le iría a favorecer la suerte. Nunca se verificó el plebiscito. La intervención de dos delegados norteamericanos (Pershing y Lassiter). El árbitro de la cuestión entre Perú y Chile era Estados Unidos; el presidente Coolidge. Manda primero al general Pershing, una famosa figura de la primera guerra mundial. Pershing había sido Jefe de las Fuerzas Norteamericanas en Europa. El aceptó en 1925, la propuesta de ser el juez de lo que estaba sucediendo en Tacna y Arica. Llega a Tacna y Arica, y se da cuenta de que había una fuerte presión de las autoridades de ocupación y juzgó que esa situación no daba la garantía de que el plebiscito fuese objetivo y neutral. Por razón de salud Pershing, viaja a Estados Unidos y viene el general Lassiter, también norteamericano, y confirma lo mismo. Entonces en la reunión de la comisión, los delegados eran un peruano, un chileno y un norteamericano: el embajador peruano Freire y Lassiter estuvieron de acuerdo en que no estaban dadas las condiciones para un plebiscito objetivo. El único que quiso el plebiscito fue el delegado chileno Edward. Entonces se produce la votación y el embajador chileno se retira de la reunión.
Al Párroco Juan Guevara en el año 1910, lo expulsan los chilenos, y con él a otro colega sacerdote (Berroa). Estos se llevaron éstos los libros de bautizo a Arequipa, porque eran libros parroquiales que pertenecían a la diócesis de Arequipa. En 1929, por un acuerdo entre el presidente de Chile Ibáñez del Campo y el presidente del Perú, Augusto B. Leguía, se llega a un acuerdo, el Tratado Rada-Figueroa, según el cual Tacna quedaba para el Perú y Arica quedaba para Chile con una particularidad: como Arica había sido siempre peruana, entonces Chile se obligaba a hacer tres cosas: construir un muelle en el puerto de Arica para el servicio del Perú; segundo: construir una estación aduanera para el movimiento de barcos y tercero: construir una estación del ferrocarril Tacna y Arica, también para el Perú. Puede parecer un poco irónico pero este acuerdo, esta tercera, la última parte del acuerdo del año '29, recién se ha cumplido hace algunos años, el último año de Fujimori, Chile cumplió con entregar el muelle, la estación de aduanas y la estación del tren.
El Párroco Guevara, después de haber sido expulsado de esa zona del sur del Perú, continúa su trabajo sacerdotal como director del diario "El Deber" de Arequipa, luego es nombrado obispo de Trujillo, y el año 1946 Pío XII le otorga el cardenalato. El año 1954, fallece el cardenal Guevara, el 26 de Noviembre cuando estaba ya dedicado a la preparación del V Congreso Eucarístico Nacional y Mariano, que fue en diciembre del 1954. Hubo una concentración enorme de gente en el Campo de Marte. El Campo de Marte fue el escenario de este Quinto Congreso Eucarístico, para el cual vino de Roma el cardenal Federico Tedeschini, que había sido Nuncio Apostólico en Madrid. El año 1955 es nombrado Arzobispo de Lima, Monseñor Juan Landázuri Ricketts, franciscano, que sería el número 30 en el número de arzobispos de Lima (desde Loayza que fue el primer Arzobispo de Lima). En el año 1962, Landázuri es nombrado cardenal por el Papa Juan XXIII. Es un gobierno largo-, durante el cual Lima misma, eclesiásticamente, experimentó una transformación enorme. Se podría hablar muchos temas: la Misión de Lima, la venida de refuerzos; sacerdotes de diversos países, agentes pastorales, religiosas, congregaciones, numerosas congregaciones llegaron al Perú durante esta época, porque era una población creciente a la que había que atender Hacía falta una atención mucho más ágil, mucho más dinámica y más profunda. El aumento constante de nuevas parroquias y ya para completar simplemente el esquema, el año 1994, el tercer cardenal del Perú, Vargas Alzamora; el año 2001, el cuarto cardenal: el actual, el cardenal Juan Luis Cipriani.
Pasemos pues a éste tema tan importante del crecimiento de Lima. He traído alguna información proporcionada por la Sociedad Geográfica de Lima, para que vean ustedes realmente el impacto de la demografía en la vida de las parroquias.
El incremento demográfico se volvía cada vez más intenso. El año 1955 todavía no se habla de "pueblos jóvenes", se habla de barriadas. Ya el año 1955 se habla de Ciudad de Dios, lo que es el Cono Sur, poco a poco se van formando cada vez más barriadas; la presión demográfica es continua y constante. Cuando yo estudiaba en el colegio la población de Perú hacia la década del 1940 era 7'023,111. Estos 7 millones los tenemos ahora sólo en Lima. Siete millones hay en lo que llamamos Lima Metropolitana, quizás más. Entonces, esta acumulación de lo que hoy se llaman pueblos jóvenes, asentamientos humanos, va creando un desafío pastoral muy serio para la Iglesia. En el año 1975, hace 25 años: La lista de los pueblos jóvenes de Lima Metropolitana se divide en tres sectores: norte, sur y este.
Nos interesa por estar acá, el sector norte. Voy a leer concretamente porque ustedes reconocerán estos topónimos. "Sector norte: distrito de Independencia, Carabayllo, Comas, Puente Piedra, San Martín de Porres, Ancón. Independencia tiene 11 asentamientos -11 poblaciones-: El Ermitaño, El Volante, Túpac Amaru, Villa El Ángel, El Carmen, Tahuantinsuyo, Cerro 6 de Julio, José Olaya, Condorcanqui. Carabayllo tiene: Raúl Porras Barrenechea, La Flor, Federico Villareal, El Progreso, Ciro Alegría, Villa Esperanza y Bello Horizonte. Comas: Clorinda Málaga de Prado, El Carmen, Carmen Alto, La Merced, Pampas de Comas, Santa Rosa, Señor de los Milagros, Uchumayo, Dios es Amor, Vista Alegre, Año Nuevo, Collique, Manco Inca y Milagro de Jesús. Puente Piedra tiene: Cerro de las Ánimas, Santa Rosa, El Carmen, Cerro Choque, 9 de Junio, San Martín de Chavarría, Tacna, Los Ramadales y Chavarría. San Martín de Porres: Urbanización Perú, Jorge Chávez, Santa Rosa, Santa Rosa Alta, Nicolás de Piérola, San Pedro, Villa Angélica, La Esperanza, San José, 28 de Julio, Cooperativa Policial, Ministerio de Fomento, Pedregal Alto, Pedregal Bajo, El Trébol, Pasaje Defensa, Zarumilla, Guillermo Barrios, 9 de Octubre, Cruz de Mayo, Playa Rímac, Valdivieso, Condevilla Señor. Una anécdota: se dice "Condevilla Señor", ¿ustedes saben cuál es el nombre verdadero históricamente? Es Conde Villaseñor, un personaje de la Colonia que tenía una propiedad agrícola, "Conde Villa Señor", entonces ya la gente lo conoce como Condevilla, Condevilla Señor, y ahora último "Condevilla Señor de los Milagros". Son en total, 66 pueblos jóvenes o asentamientos en el cono norte.No he nombrado a Los Olivos.
Los Olivos es una creación posterior al año 1975. Para comparación, vean ustedes lo que ocurre en el sector sur. Tiene 6 distritos: Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, Lurín, Chorrillos, Surquillo y Surco. En total, 62 pueblos jóvenes en el cono sur, hasta el año 1975, hace 30 años. Y finalmente, Chosica, que es otra diócesis. El sector Este tiene los siguientes distritos: Lurigancho de Chosica, Chaclacayo, Vitarte-Ate, El Agustino, La Victoria -eclesiásticamente, pero se consideraba también asentamiento dentro de Magdalena, Lurigancho, Breña y el Rímac: total, 129 pueblos jóvenes hasta el año 1975 en el territorio del Este. El Callao, cuya diócesis fue creada el año 1967 (antes dependía de Lima), tenía entonces 6 distritos y en total 47 pueblos jóvenes entre los cuales hay uno, que se llama Barracones. El Callao tiene una serie de barrios, Ciudadela Chalaca, Rugia, Acapulco, etc.
Esto significa, un desafío pastoral muy grande y muy grave, porque son personas como nosotros que tienen el derecho de ser evangelizados. El mensaje del Señor se dirige a todos: "Vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio a toda criatura". Desgraciadamente, el número de pastores no alcanza a cubrir las necesidades de nuestra patria; el crecimiento vocacional, el crecimiento demográfico va en orden de progresión geométrica y el de vocaciones en progresión aritmética. Siempre hay un desajuste y da pena, muchas veces. Ocurre en nuestra propia Lima "¿Cuándo estuvo por aquí un sacerdote? "Bueno, vino hace varios años ¿No tienen a nadie? No, no hay catequistas, no hay religiosas". Eso pasa actualmente, claro, puede haber una mala distribución, pero vamos al problema que se deriva de la falta de personal.
El gobierno eclesiástico del cardenal Landázuri tuvo ese gran desafío, y yo creo que realmente él hizo lo posible por atenuar la gravedad de ese desafío. Unos datos también tomados de los anuarios eclesiásticos y de la información del Arzobispado. Desde 1955 hasta 1987, en que el cardenal Landázuri cumplió 25 años de cardenal, se crearon 92 parroquias en la Arquidiócesis; 6 de ellas pertenecerían al Callao; en total, en el año 1987 había en la Arquidiócesis de Lima: 138 parroquias. Se crea la Misión de Lima. La Misión de Lima, fue algo importante porque quiso dar una respuesta a tantos retos de la demografía creciente. "Se ha creado la Misión de Lima, entidad que el Cardenal mismo preside y que está formada sacerdotes, religiosos y seglares para prestar atención espiritual y material a las numerosas personas que habitan en los pueblos jóvenes o barrios marginales y que comprende templos, centros de catequesis y asistencia, escuelas parroquiales, dispensarios médicos gratuitos, etc". El cardenal, el año 1967 organizó la Misión Conciliar como un año de pastoral extraordinaria, que llevara el concilio a toda la Arquidiócesis y se señaló tres grandes objetivos: renovación de la conciencia cristiana, vigorización de la vida sacramental y puesta en marcha de una pastoral en conjunto. Durante 6 meses se cumplieron los dos primeros objetivos de la misión conciliar. Vinieron muchos sacerdotes del extranjero, algunos de ellos se quedaron. Vinieron de Centroamérica, de Estados Unidos, de España, de Canada, de Italia, para vigorizar este aspecto de la vida del Perú.
Acababa de terminar el concilio el año 1965 y comenzó esto que se llama: la pastoral de conjunto, luego se forma el consejo Presbiteral, que colabora en la marcha de la Arquidiócesis. El año de 1971 fue dividida la Arquidiócesis en 6 vicarías pastorales para fines de promoción, animación y coordinación de la acción pastoral. Ese mismo año, 1971, comenzó a funcionar el Programa de Profundización Cristiana, se llamaba al comienzo PPC pero por asociaciones políticas se procuró llamarlo Programa de Profundización Cristiana. Esto era para formar agentes pastorales; para que fueran agentes pastorales. No basta la buena voluntad sino tiene que haber una formación doctrinal, muchas veces teológica.
Se crea el Diaconado permanente autorizado por el Concilio, luego algo que nos honra como peruanos: la canonización durante el gobierno del Cardenal Landázuri, de Fray Martín de Porres, el año 1972, y de Juan Masías, el año 1975. Y se crea algo importante. Estábamos en la Comisión Universitaria en el año 1954 me llamaron para trabajar en la Comisión del Congreso Eucarístico, para la parte universitaria. Y un día llega el Arzobispo coadjutor Landázuri, llega y nos dice: "Queridos jóvenes, estoy muy preocupado. Ha llegado una señora de Tacna, que tiene un hijo en un colegio nacional de Tacna, y le ha contado esto (era el mes de abril). La señora me dice: ¿sabe lo que ha pasado, Monseñor? El primer día de clases, el profesor de religión, ¡el profesor de religión!- le dice a los alumnos: "yo voy a explicar el programa, aquí está el programa, pero desde ahora sepan que yo no creo en nada de lo que voy a enseñar". Entonces decía el Cardenal, con toda razón, ¡Señor!, ¡Señor! ¿Cómo puede ser esto?, que el primer día de clases el profesor de religión desacredite en esa forma el curso". Es como si un profesor de historia del Perú dijera: "Yo voy a explicar esto pero sepan que el Perú es una basura". Ahí nació la idea de crear en la Iglesia una oficina de Educación Católica. Antes de eso en un colegio faltaba un profesor de religión, ponían al profesor de Educación Física o de Química, le daban para que preparase las clases, el pobre qué iba a hacer, qué iba a hacer.
Se funda el Hogar Sacerdotal en tiempos del Cardenal Landázuri. El Cardenal muda su casa de Javier Prado a La Victoria, en Balconcillo. Luego tenemos la asistencia del Cardenal a la Conferencia General de Medellín y a la de Puebla el año 1979. Él ya había tenido una actuación muy autorizada en el Concilio Vaticano, al presidir determinados comités o comisiones. Luego algo de que el Cardenal, se sentí muy orgulloso: haber ordenado a 35 obispos peruanos desde que comenzó a ser arzobispo hasta el año 1987. Hay una carta muy hermosa del Santo Padre, voy a permitirme leer porque son palabras de Juan Pablo II, cuando le envía la bendición el año 1980. "Al señor Cardenal Juan Landázuri Ricketts con motivo de cumplir sus Bodas de Plata como Arzobispo de Lima, uniéndome espiritualmente a su acción de gracias al Señor le imparto de corazón en testimonio de benevolencia, una especial bendición apostólica". Pero antes, el Papa Pablo VI, un año antes de morir -quiero leer esta parte porque describe mejor que mis palabras la obra del Cardenal- "pero en esta carta gratulatoria deseamos más bien poner de relieve, nominalmente, a aquellas empresas por las que en estos 25 años has tratado de transformar la comunidad eclesial de Lima. Nos referimos a las instituciones, estructuras y otros muchos proyectos que atinadamente has establecido o renovado para llevar a cabo con mayor eficacia la acción pastoral en todos los sectores de la arquidiócesis y entre todas las clases de la sociedad. Pensamos en tu infatigable diligencia expresamente dirigida a la promoción social de tus conciudadanos, especialmente de los más necesitados por medio de tus obras: Misión de Lima y Cáritas de Lima. Recordamos con gozo igualmente tu ardiente celo atestiguado en la Misión Conciliar de Lima; en la Oficina Nacional de Educación Católica; en la Renovación Conciliar de las comunidades cristianas por medio de las Vicarías Pastorales; en el establecimiento de nuevas parroquias, escuelas y centros de salud en los suburbios y lugares de mayor miseria. Deseamos enumerar, pues, los méritos de tu episcopado. Es también nuestro deseo -termina el Santo Padre Pablo VI- que esta misma condecoración sea para ti, espiritual aliento en tus magníficos proyectos y consecuentemente el comienzo de una nueva e igualmente floreciente etapa del sagrado magisterio".
Si me he extendido en esta parte de la historia de la Arquidiócesis es porque esta parte así lo merece. Para concluir, hemos hablado del refuerzo venido en los últimos 50 años a nuestra arquidiócesis. No quiero de ninguna manera ignorar lo que se hizo antes del año 1950 ó 1955 pero era una ciudad (como ha recordado, el Dr. De la Puente), mucho más pequeña, demográfica y geográficamente. Hoy hay 44 institutos religiosos masculinos trabajando en Lima -y al decir Lima estoy hablando también en lo que serían después las diócesis de Lurín, Carabayllo y Chosica-; 10 monasterios de monjas contemplativas; 132 institutos femeninos de vida activa, 13 institutos seculares; 6 sociedades de vida apostólica; 72 asociaciones de fieles; 14 hermandades y cofradías y una Prelatura personal. La población de Lima, el año 1954, era 1'412,215 habitantes y ahora es una población que se ha septuplicado. El año 1954 había 526 sacerdotes en la arquidiócesis, de los cuales 121 eran diocesanos; peruanos, 107; 14 extranjeros; y al revés del clero secular eran 406 sacerdotes; peruanos, 69 y extranjeros, 337. Ese también es un reto para nosotros, para preocuparnos del surgimiento de las vocaciones nativas. Colegios religiosos: había 35 de varones, para 16,000 alumnos, y 61 de mujeres para 19,000 alumnas. Hubiese sido irracional continuar con las estructuras del año 1940 en el año 1975. El número de parroquias hacia 1940, abarcaba Lima, Barranca, Pativilca, Supe, Canta, Cañete, Chosica, Chaclacayo, Huacho, Chancay, Huaura, Huaral, Huarochirí y Yauyos. Una única parroquia en Carabayllo –dice en el Anuario- y el párroco residía en Puente Piedra. Nada más.
Al terminar, agradezco vivamente a los organizadores de este magnífico congreso y a ustedes por su presencia y también por su paciencia. Muchas gracias.