Les comparto el testimonio de mi hermana publicado en la Revista La Madroña, Rollán (Salamanca), nº 29, 2024
De Rollán a Madrid: Una Vida dedicada al servicio de las mujeres
Iluminada Benito Rodríguez
Por nacer y vivir en él hasta los 14 años, mi vida ha estado vinculada estrechamente al pueblo de Rollán. Aunque tuviese que marcharme a Salamanca para continuar mis estudios, después de EGB, mi conexión sigue vigente hasta la fecha. En Salamanca continué mi Formación y me especialicé en técnico de rayos.
Fue en esta etapa cuando -gracias al Centro de Formación Profesional, rama sanitaria-tuve mi primer encuentro con las adoratrices. A los 22 años decidí explorar mi vocación y me sumergí en una experiencia de seguimiento de Jesús, influenciada por el impacto que las adoratrices habían tenido en mí,
A pesar de mis compromisos en otros lugares, siempre mantuve un fuerte lazo con Rollán. Cuando mis padres se fueron haciendo mayores , semanalmente desde Madrid iba al pueblo a echarles una mano al principio y luego se fue convirtiendo en cuidarlos. Esto me permitió participar más activamente de la vida del pueblo
El papel fundamental de mi familia también ha contribuido enormemente a mi arraigo al pueblo. Siendo parte de una familia numerosa de ocho hermanos, aprendimos a mantenernos unidos y apoyarnos mutuamente, lo que fortaleció aún más mis lazos con Rollán.
Para mí, Rollán no es solo un lugar, es un hogar lleno de recuerdos y conexiones profundas que han moldeado mi identidad y han dejado una huella imborrable en mi vida.
Un descubrimiento inicial: Técnico de Rayos y la Inspiración Adoratriz
Mi formación en técnico de rayos y mis estudios en las Adoratrices marcaron el inicio de mi compromiso con el carisma de ayudar a las mujeres más necesitadas. Desde Alicante hasta Valencia, fui forjando mi camino en el trabajo social, encontrando en cada paso una oportunidad para hacer una diferencia significativa.
Mis años en Madrid han sido testigos de mi entrega a proyectos vitales, como el trabajo con drogas y mi actual labor en el Proyecto Esperanza de trata. En cada experiencia, he aprendido valiosas lecciones y he sido inspirada por las mujeres a las que he tenido el honor de servir.
A lo largo de este viaje, he sido testigo del poder transformador del apoyo y la solidaridad. Las mujeres que he conocido han dejado una huella imborrable en mi corazón, enseñándome lecciones de coraje, resiliencia y esperanza. Mi compromiso con ellas es inquebrantable, y mi deseo es compartir su valentía con el mundo para inspirar un cambio positivo.
El camino hacia el Trabajo Social: Un llamado a la acción
Motivada por el deseo de ampliar mi capacidad para generar un impacto positivo y ayudar a las mujeres , decidí embarcarme en el estudio del trabajo social. Esta etapa formativa no solo me proporcionó las herramientas prácticas para abordar las complejas problemáticas sociales, sino que también reforzó mi convicción en la importancia del acompañamiento integral y la defensa de los derechos fundamentales de las personas marginadas.
Reflexionando sobre mi trayectoria del silencioso pueblo natal a la bulliciosa megalópolis, no puedo dejar de reconocer la influencia transformadora que ha tenido la fe en mi vida y en mi labor diaria. Como seguidora de Jesús, encuentro inspiración en las palabras del Evangelio donde se proclama: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor" (Lc 4).
Estas palabras resuenan profundamente en mi compromiso con el servicio a las mujeres en situación de exclusión social. Cada día, encuentro en ellas la fuerza para seguir adelante, recordando que el propósito de mi labor va más allá de lo material, buscando también sanar heridas invisibles y brindar esperanza a quienes la han perdido. En cada rostro y cada historia, veo reflejada la presencia sanadora de Jesús, quien me impulsa a continuar ofreciendo apoyo , solidaridad y compromiso.
Durante mi formación académica, tanto en el ámbito técnico como en mis estudios de trabajo social y sociología, tuve la oportunidad de explorar y comprender las complejidades de las realidades sociales y humanas. Fue a través de esta preparación desde la que comencé a vislumbrar la intersección entre mi crecimiento académico y mi desarrollo espiritual.
El aporte de la Sociología: Comprendiendo las dinámicas sociales desde una perspectiva holística
A lo largo de este camino, he experimentado la gracia de poder compartir este mensaje de amor y redención con quienes más lo necesitan. Mi fe no solo es un pilar fundamental en mi vida personal, sino que también ha sido el motor que impulsa mi compromiso con las mujeres que atiendo. Al integrar esta dimensión espiritual en mi labor cotidiana, encuentro un sentido más profundo y trascendente en cada acción realizada.
Mi recorrido académico se vio enriquecido con el estudio de la sociología, una disciplina que me permitió comprender las complejas dinámicas sociales que subyacen a las situaciones de exclusión y desigualdad. Esta comprensión holística ha sido fundamental para abordar las raíces estructurales de las problemáticas que enfrentan las mujeres a las que nos dedicamos a acompañar.
La síntesis: Integrando la formación académica al Servicio Adoratriz
La conjunción de mi formación técnica, mi especialización en trabajo social y mis estudios sociológicos y teológicos han sido esenciales para informar y fortalecer mi compromiso con el carisma adoratriz. Estos pilares educativos han actuado como cimientos sólidos sobre los cuales construir una labor centrada en el acompañamiento respetuoso, la defensa de la dignidad humana y la promoción de un cambio social inclusivo.
Además, el testimonio vivo de las hermanas adoratrices ha sido una fuente inagotable de inspiración. A través de sus vidas consagradas al servicio desinteresado y a la defensa de las mujeres más vulnerables, he encontrado una encarnación tangible del mensaje evangélico citado. Sus acciones han consolidado en mí la convicción de que mi preparación académica no solo es compatible, sino también fundamental para expresar plenamente el carisma adoratriz en el mundo contemporáneo.
El compromiso con la defensa de la dignidad humana: Una trayectoria en el Trabajo Social
Mi compromiso con el carisma adoratriz ha sido moldeado y fortalecido por mi experiencia directa en el trabajo con mujeres en situaciones de exclusión social. Durante dos décadas, he dedicado mi labor a acompañar y apoyar a mujeres que luchan contra la drogodependencia, brindándoles un espacio de contención y esperanza en medio de sus desafíos.
Además, durante los últimos diez años, he tenido el privilegio de trabajar con mujeres atrapadas en situaciones de trata y explotación sexual. A través de esta labor, he sido testigo del sufrimiento profundo y la valentía inquebrantable de estas mujeres, lo que ha fortalecido mi determinación para abogar por su dignidad y derechos fundamentales.
Reflexiones finales y compromiso personal
Esta convivencia no solo fue una experiencia temporal, sino que se convirtió en un tejido vital que integré en mi compromiso personal con el carisma adoratriz. La influencia de esta convivencia se ha manifestado en mi labor diaria, recordándome la importancia de la cercanía, la empatía y la acción solidaria como expresiones tangibles del amor que emana del Evangelio.
En consecuencia, esta convergencia entre mi formación académica y mi compromiso espiritual con las hermanas adoratrices ha moldeado profundamente mi trayectoria y vocación. Esta experiencia ha sido un faro guía que ha iluminado mi camino hacia un compromiso más profundo con el carisma adoratriz, integrando el conocimiento académico con una entrega desinteresada al servicio de los demás.
En el tranquilo pueblo de Rollán, Salamanca, comenzó mi viaje que me llevaría a la bulliciosa ciudad de Madrid. A lo largo de los años, he tenido el privilegio de dedicarme al servicio de las mujeres en situación de exclusión social, un camino que ha moldeado mi vida y mi vocación. De hecho, siempre que vuelvo a mi querido pueblo estoy conectada virtualmente con ellas en total disponibilidad; y, cuando regreso a Madrid, sigo en contacto con Rollán.