miércoles, 19 de mayo de 2021

LA HERMANA ERMELINDA CARRERA DEL VALLE (1861-1914),

caridad viviente de Lima.

José Antonio Benito

 

Ermelinda Carrera del Valle, nació en Lima el 22 de julio de 1861. Fueron sus padres Santiago Carrera Palacios y María del Valle Sáenz de Tejada. Estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones de Belén, asimilando la excelente educación de sus maestras como alumna ejemplar. Bien pronto aplicó lo recibido en casa y en el colegio a través de su compromiso con las conferencias de San Vicente de Paúl y en la misión de tesorera del colegio de la Tercera Orden Franciscana del Callao[1].

Después de salir del colegio, y sintiendo la llamada a la vida religiosa, ingresó en el Monasterio de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers. La congregación tenía en el colegio del Buen Pastor un internado para niñas de 4 a 14 años y junto a este internado" una casa de salvación para muchachas y mujeres que han llevado una vida licenciosa y que quieren o que deben corregirse aquí, pues en esta clase hay huéspedes obligadas y voluntarias ".

Nuestra protagonista permaneció en este monasterio varios meses como novicia, pero tuvo que salir por consejo del médico debido a una úlcera aparecida en su tobillo. Más adelante reingresó de nuevo y apareció persistente la úlcera, motivo por el cual tuvo que volver a abandonar la congregación, quedándose con la pena de no profesar. De todos modos, no vivió por las puras, sino que asumió una vida de entrega a Dios en la oración, vida de comunidad y servicio a las jóvenes abandonadas.

Después de la salida del monasterio, siguió con un gran deseo de ayudar a remediar la stuación de tantas mujeres y jóvenes perdidas y.abandonadas. De hecho, recogía por su cuenta en su casa a algunas de estas jóvenes, al tiempo que iba madurando la forma de responder de modo efectivo a la demanda.

 

LA CÁRCEL DE MUJERES

En noviembre de 1891, con treinta años, tiende puentes entre familiares y amigos; su tío era presidente de la Corte Suprema, para que el Presidente de la República, el Coronel Rernigio Morales Berrnúdez y el ministro de justicia Epifanio Serpa, creen la Penitenciaría y Cárcel Departamental de Mujeres de Lima, por la cual se separan los penales de hombres y mujeres que venían funcionando en un solo local  en el recinto penitenciario Guadalupe y que era un atentado contra la moral La medida se concretará el 7 de marzo de  1892, y fue Errnelinda su organizadora y primera directora

El 26 de enero de 1892, el Arzobispo de Lima, Monseñor Manuel Antonio y Bandini, autorizó la fundación de la Congregación que llevaba por nombre "Hermanas de la Caridad Franciscana" Errnelinda tomó el hábito el 7 de marzo con cuatro jóvenes que se le habían unido: sor Francisca, sor Clara, sor Magdalena y sor Jesús en la capilla de las religiosas Terciarias de la Inmaculada Concepción, fundadas en 1883 por la joven limeña Clara Álvarez, amiga de Ermelinda.

El director espiritual de Ermelinda Carrera fue el franciscano Bernardino González, de donde procedía la espiritualidad franciscana. Sor Ermelinda, junto con la atención a la cárcel, inició el trabajo de formación de las nuevas religiosas.

 

Una vez que se separaron los penales de hombres y mujeres, designan a Ermelinda como superiora del de mujeres, concediéndole las atribuciones correspondientes a los directores de los otros establecimientos penales. La nueva institución conocida corno Cárcel de Santo Tomás, nace en el local del antiguo colegio de Santo Tomás que el Gobierno les cedió. Este colegio se había construido en torno a 1650 para ser Colegio Mayor de los Dominicos. Poco después de la Independencia, el gobierno lo expropió y fue usado corno cuartel primero, mercado de abastos después y posteriormente cárcel de mujeres. En la actualidad es la Gran Unidad Escolar Mercedes Cabello.

Una vez al frente del establecimiento de mujeres, procedió a clasificarlas en tres secciones que denominó: penitenciadas, rematadas y procesadas, con reglamento interno y manejo independiente cada grupo. Se preocupó primero de impartir la instrucción primaria a las detenidas como un medio importante de regeneración. Otros medíos reeducativos que se implantaron desde el principio, junto con la instrucción, fueron la disciplina, el trabajo, la piedad; y sobre todo, un trato con amor. La cárcel de mujeres se mantuvo en el lugar inicial hasta el terremoto de mayo de 1940, en que fue trasladada provisionalmente una casa particular de Magdalena.

En 1952, el gobierno construyó la cárcel de mujeres de Chorrillos, y las reclusas tuvieron que trasladarse al Centro de Reeducación y Taller para Mujeres Adultas de Chorrillos. El gobierno siguió confiando a la misma Congregación, la dirección y administración de dicho centro hasta 1970, cuando por falta de personal y otras circunstancias, se vieron obligadas, a pesar de las protestas de las presas, a devolverla administración del establecimiento al Estado.

 

ASILO CORRECCIONAL

Desde el momento en que las Hermanas de la Caridad Franciscana se ocuparon de la cárcel, sor Ermelinda empezó a hacer las diligencias necesarias para fundar un nuevo centro que llamó el Asilo Correccional, para albergar a las menores de edad, con el fin de dar una atención preventiva. En este centro está el origen del actual Hogar de Niñas Ermelinda Carrera. Se cuenta que sor Ermelinda tenía recogidos y escondidos en la cárcel a los hijos de algunas presas, pues, no podían estar con sus mamás, y con estos niños se juntaron algunas niñas que el comisario llevaba, al encontrarlas abandonadas en Lima. Las autoridades se oponían a la creación de una nueva institución y decían que era más prudente atendiese sólo a la cárcel y no pensase en una institución de menores, lo que iba a suponer un doble trabajo. Si la creación de la cárcel de mujeres fue más sencillo por el apoyo de las autoridades, la del Asilo Correccional fue más difícil por la oposición de las autoridades durante varios años. Contiguo a la cárcel de mujeres existía un local propiedad del estado, que tenían alquilado a un comerciante italiano. Sor Ermelinda vio que dicho local era adecuado para el Hogar de Niñas que tenía pensado abrir. Después de casi cinco años de gestiones, el 1 de octubre de 1896, el presidente Nicolás de Piérola, que la ayudó mucho, expide un decreto concediéndole dicho local, donde se habría de construir el Asilo Correccional. Ella cuenta este episodio en su diario:

"Se me entregó el terreno y pasé una nota al Prefecto, comunicándole dicha entrega. A los pocos días se presentó el Prefecto y me dijo: Madre, alzara, dígame ¿ qué quiere hacer con este local? Le contesté: hace mucho tiempo que deseo proteger a tanta criatura abandonada, para salvarla del camino de la perdición. Le causó muy buena impresión mi propósito y me dijo: esta mañana hablaré con el presidente sobre el prm;ecto. Quedé llena de con fianza, formando castillos para su realización. El Señor Presidente acogió con entusiasmo paternal mi propuesta y el 1 º de octubre se dio el Decreto para ejecutar la obra del nuevo local; quedaba por resolver la segunda parte, el sostenimiento de las menores".

 

Entretanto, ingresaron al establecimiento 30 niñas que fueron albergadas, sin ninguna comodidad, en uno de los claustros del colegio de Santo Tomás. Este centro fue inaugurado oficialmente el 12 de octubre de 1896. El primer año se hizo cargo de la alimentación de las menores, la Municipalidad de Lima, posteriormente fueron distintos ministerios como Justicia y Gobernación, quienes asumieron los gastos de alimentación y vestido. El local del Asilo Correccional resultó pronto muy pequeño, estaba formado por un patio con construcciones alrededor, en el primer piso estaban los dormitorios y el comedor y en el segundo piso, las clases y los talleres. La casa era pequeña para el número de internas y no tenían espacio para la recreación y el deporte. A los pocos años de su fundación se pensó en trasladarlo a otro local, a un lugar más espacioso y así poder cambiar el nombre y la idea que tenía la gente sobre la institución, ya que todos la llamaban "Cárcel de Mujeres", apelativo que no era apropiado para el fin que cumplía. El traslado a un nuevo local no se realiza hasta 1940, unos meses antes del terremoto. Pasaron a una casa que les prestaron las Hijas de la Caridad en Magdalena, en la cual permanecieron un año. Las niñas internas se dedicaban a los estudios elementales, los talleres ( que se les dio una extraordinaria importancia); y recibían al mismo tiempo una educación integral con el fin de ser restituidas de nuevo a la sociedad. Nacía así una institución que a lo largo de los años ha contribuido eficazmente a la atención de las menores en estado de abandono moral. El centro fue incrementando su población. Cuando se inició el 12 de octubre de 1896 tenía 30 niñas y el 25 de octubre de 1900 había aumentado a 140 niñas.

Ermelinda Carrera falleció el 9 de agosto de 1914, alos53 años de edad

 

Nadie mejor que el historiador de nuestra república peruana, Jorge Basadre, para sintetizar como punto final su magna labor:

"La energía, el tino la abnegación, el talento y la caridad cristiana de Sor Ermelinda, hicieron verdaderos milagros. Acaso su obra más querida fue la fundación de la Escuela Correccional de Mujeres a la que dedicó buena parte de su tiempo, de sus anhelos y de sus esperanzas. En este plantel estableció clases de primera enseñanza, reguladas por exámenes ante jurados en la época reglamentaria. Hizo alternar allí los estudios teóricos con el trabajo manual tipo vocacional y dio también horas para el recreo apropiado.[2] ".



[1]AYUSO MANSO, María Jesús "Primer hogar tutelar de niñas en Lima Ermelinda Carrera".Docente del Departamento de Educación. Educación: Revista de la Facultad de Ciencias de la Educación, Vol. 8 Núm. 1 (2001):http://revistas.unife.edu.pe/index.php/educacion/article/view/1624/1632

[2] Historia de la República del Perú. Tomo 8, 8ª Ed. La República, Lima pp.2124-2125