martes, 8 de octubre de 2019

LA IGLESIA DEL PERÚ ANTE EL BICENTENARIO

La APHE organiza simposio con expertos de historia de la Iglesia en la PUCP

 

Monseñor Dr. Carlos Castillo Mattasoglio, arzobispo metropolitano de Lima, a las pocas horas de su regreso de Roma, se dio tiempo para pronunciar las Palabras inaugurales del Simposio, que tuvieron como motivo central las dedicadas por el Papa Francisco en el Bicentenario de Argentina en las que  subrayó la importancia de hacer memoria de la contribución de la Iglesia en la forja de la Patria Grande abierta a los signos de los tiempos y acompañando como Pueblo de Dios a la nuevas patrias, agradeciendo al Señor de la historia y pidiéndole su fuerza para ser fieles a la identidad lograda y creativos ante las exigencias de la cultura y la sociedad nueva. Nos animó a dar una lectura evangélica y evangelizadora, cerca de los más llagados de la Patria, como Cristo que no se bajó de la cruz y apostó por todos; necesitamos rescatar tanta riqueza en nuestro pueblo y vivir el bicentenario  con utopía y esperanza.

 

A continuación, Dr. Ernesto Rojas Ingunza, Pbro., presidente de la Academia Peruana de Historia Eclesiástica, trazó los objetivos, agradeció, enfatizó el papel de la Iglesia como protagonista y no sujeto pasivo, forjando Ella el proceso independendiente, en sus personas e instituciones, y siempre con sentido de prospectiva, y sin olvidar nuestra realidad. Con todo ello, declaró inaugurado el congreso.

 

La SESIÓN DE LA MAÑANA fue iniciada con el tema "El episcopado en el proceso independentista: razones y actitudes" de la Dra. Cecilia Bakula Budge, historiadora, experta en patrimonio cultural, fue directora del INC, quien abordó el conjunto de reacciones de los prelados del Perú virreinal tardío con respecto del proceso emancipador, especialmente en los primeros años de la etapa independentista, vale decir, durante la campaña del sur acaudillada por el libertador José de San Martín.

El Dr. Rafael Sánchez-Concha Barrios, coordinador del evento y director de la Revista de la APHE, diserto acerca de "La permanencia de la piedad católica en el tránsito del virreinato a la república (1780-1850)" demostrando que en el paso del Cuerpo Místico de la República (que era referente del orden social del virreinato) al del Cuerpo de Nación (contemplado en la constitución de 1823), no se altera la religiosidad católica, a pesar de que las formas y los caminos de la Iglesia en el Perú finivirreinal fueron cruzados por el influjo de elementos de la Ilustración, característica propia de las élites intelectuales y políticas del tiempo emancipador.

El Mgr. Fernando Valle Rondón nos adelantó un apartado de su tesis doctoral "El clero de Arequipa en el tiempo previo a la Independencia: cuestiones en torno a la formación de los curas en el Seminario de San Jerónimo según el método de estudios del obispo Chaves de la Rosa (1802-1808)", estableciendo una vinculación entre la información sobre la educación recibida por los seminaristas que ejercerán cargos en parroquias y doctrinas de indios en el tiempo de la Independencia y datos biográficos relevantes de los clérigos. Se analiza, por un lado, los cambios en las bases filosófico-teológicas y en la normativa disciplinaria de las reformas educativas ilustradas del obispo Pedro José Chaves de la Rosa a fines del siglo XVIII y comienzos del siguiente. Por otro lado, observaremos la influencia de las reformas en la cultura política de este sector del clero peruano finivirreinal.

El Dr. José Antonio Benito, secretario de la APHE, trató sobre "El arzobispo de Lima Bartolomé María de las Heras y la Independencia del Perú (1805-1823)". Dado su rol de organizador y promotor del evento, dedicó unos minutos a motivar la importancia decisiva de la Iglesia en acontecimiento independentista y en la formación de las nuevas nacionalidades como se pretendió en los congresos organizados en Roma y Lima en el 2009, así como otras iniciativas que buscan resaltar el protagonismo de la Iglesia. De Monseñor Bartolomé María de las Heras destacó que fue el último prelado de la arquidiócesis limeña del período virreinal y el primero durante el proceso de Independencia. Nacido en Sevilla (1743) y muerto en Madrid (1823), vivirá en el Perú desde 1786 en que llega como canónigo a Huamanga hasta 1822, en que presenta su dimisión ante la hostilidad del gobierno emancipador. Son 36 años decisivos en la historia patria, que el dignatario religioso vive con prudencia y responsabilidad.

 Una de las ponencias centrales fue la del Dr. Ernesto Rojas Ingunza, Pbro., presidente de la APHE quien nos habló del "Posicionamiento del obispo Goyeneche en las postrimerías del régimen virreinal", presentándonos elementos de una investigación sobre el obispo de Arequipa, Sebastián de Goyeneche y Barreda (1784-1872), en la coyuntura de la Independencia del Perú, como contribución a la comprensión del realismo eclesiástico en las postrimerías del régimen virreinal, en particular el del alto clero, y su participación en el proceso.


La Dra. Elizabeth Hernández García, de la UDEP, experta en temas independentistas, especialmente en el Norte del Perú, se refirió a "El obispado de Maynas y la acefalía de la Iglesia en el Perú independiente (1821-1838)". Destacó la ubicación de esta región distante, distinta, inaccesible para el Estado virreinal español. Con esas características, el obispado de Maynas llegó a ser parte protagónica del proceso de Independencia, al ser una de las pocas regiones en el norte peruano en abrigar una contrarrevolución, dado que su obispo era un convencido realista. Así, cuando Maynas se proclama independiente, y ante la noticia de que los patriotas lo iban a tomar prisionero, abandonó su diócesis para refugiarse en el Brasil. A pesar de que la contrarrevolución realista triunfó momentáneamente en la selva norte, Sánchez Rangel no regresó nunca más a su obispado. Maynas se convirtió entonces en una diócesis más sin pastor y por ello con grandes problemas derivados tanto del Patronato Regio como del día a día del obispado. Este período de acefalía termina con el nombramiento, después de algunos lustros, del nuevo obispo de Maynas, el piurano José María de Arriaga, en 1838. La ponente dejó en claro la trayectoria del obispo Hipólito Sánchez Rangel en la coyuntura de la Independencia, los problemas que la guerra suscitó en un obispado tan distante del centro administrativo político, y los retos que una diócesis como Maynas suponían para la Iglesia y el Estado a inicios de la república.

 

La SESIÓN DE LA TARDE contó con cinco ponencias. La primera llevó por título "El clero ilustrado y su influencia en la formación del pensamiento independentista" y corrió a cargo de la  Dra. Margarita Guerra Martinière, en la actualidad presidenta de la  Academia Peruana de la Historia, quien expuso como para finales del siglo XVIII el poder de la Iglesia empieza a contrarrestrase por el avance del regalismo en las monarquías católicas, no obstante al ser las sociedades hispánicas esencialmente religiosas los gobiernos no pudieron impedir que tanto el clero secular como el regular mantuvieran un trato frecuente con la élite intelectual y económica de las sociedades americanas, ya fuese a través de la educación (colegios y preceptores), confesores de autoridades y del elemento femenino, prácticas religiosas y demás actividades en las cuales necesariamente había presencia católica.

La segunda ponencia de la tarde "Estado, Iglesia y sociedad: Luna Pizarro, eclesiástico de 1798-1821" corrió  a cargo de la Dra. Carmen Villanueva Villanueva, quien fue la creadora y directora por muchos años de la gran biblioteca de la PUCP. Autora del libro más sólido sobre quien fue político liberal, responsable del primer congreso del Perú y arzobispo de Lima, contextualizó su vida y obra en el encendido debate sobre la tolerancia de cultos. Destacó cómo bajo la orientación del jefe del partido liberal que fue Luna Pizarro se producirían las tres primeras constituciones liberales hasta 1834, cuando se retira a la exclusiva vida eclesiástica y se enfrenta a las autoridades civiles y a su manejo del Patronato, marcado también por el avance general del regalismo y el anticlericalismo. Pero al conocer sus opiniones privadas desde su juventud se descubren los principios de su educación a manos del ilustrado obispo Chaves de la Rosa: apertura hacia las nuevas ideas del siglo, respeto y reconocimiento sin condiciones al Santo Padre, y la defensa del derecho canónico por sobre cualquier circunstancia. Rasgos de su llamado conservadurismo van a descubrirse así desde su juventud, cuando escribió y actuó en consonancia.

Imposible en un evento de historia eclesial no referirse a los santos, especialmente en esta tierra denominada por el actual Papa como "ensantada". Quizá la mejor conocedora de la vida y obra literaria de Santa Rosa, la Dra. Rosa Carrasco Ligarda, experta en las mujeres escritoras del virreinato, en especial la santa patrona de América, nos compartió el tema "Santa Rosa de Lima: una presencia emblemática en la Independencia del Perú", abordando el análisis de diversas circunstancias históricas y sociales que se desarrollaron hasta la proclamación de la independencia del Perú, tiempo en el que el factor religioso manifiesta su vigencia como parte de la cultura que nos identifica como nación. En este contexto, se valora la trascendencia de la imagen de Rosa de Santa María en el imaginario social, que perdura hasta la actualidad.

Las dos últimas ponencias versaron acerca del rol de los religiosos, específicamente los franciscanos y los mercedarios. La primera corrió a cargo de Fray Jorge Cajo, O.F.M., graduado como historiador en la Complutense de Madrid, antiguo guardián de Ocopa, quien habló de "Los franciscanos frente al reto de la Independencia del Perú" de acuerdo lo que señalan los documentos existentes en el Archivo del Arzobispal de Lima, en la serie Emancipación. Recordó también uno de los momentos más apremiantes, no sólo para los franciscanos sino para todas las órdenes religiosas, que se dio a raíz de la promulgación del "Decreto sobre la reforma de los regulares" de 1826.

Por último, el veterano bibliotecario e historiador Fray Saúl Peredo. O. de M. se refirió a "La contribución de los mercedarios a la Emancipación Peruana (1800-1826)", destacando el protagonismo de la orden mercedaria en todos los aspectos de la vida del virreinato peruano, no podía permanecer al margen del acontecimiento decisivo de la Independencia. Para valorarla con precisión, deben estudiarse a sus miembros destacados como sucedió con Melchor de Talamantes, ideólogo precursor en México, la situación de los conventos en sus provincias religiosas de Cuzco, Lima y La Paz, la participación a favor o su resistencia ante la Emancipación, la adaptación y respuesta ante la nueva situación, especialmente creada por el "Decreto sobre la reforma de los regulares" de 1826.