«Señor de los Milagros, ícono de la misericordia, a los 250 años de la formación de las primeras cuadrillas»[1]
P. Lic. Armando Nieto Vélez, SJ
Presidente de la Academia de Historia de la Iglesia
Muy buenas tardes a todos. En primer término, quiero agradecer la invitación del padre Carlos Rosell, rector de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima. Agradezco esta generosidad por la cual vuelvo después de tanto tiempo a estos claustros.
Mi agradecimiento y felicitación a José Antonio Benito porque acaba de comunicar -como se sabe-, una completa historia del Seminario de Santo Toribio, que data desde su fundación en 1590, esta es una obra fundamental para conocer no solamente la vida del seminario, sino la historia viva de la Iglesia desde los primeros años de la evangelización.
El tema que me han señalado es muy sugerente desde el título "Señor de los Milagros, icono de la Misericordia", es realmente lo que significa la devoción al Señor de los Milagros, la misericordia viva del Señor en el hecho supremo, en el acto supremo de su entrega por los hermanos, en servicio de la voluntad de Dios por la redención del mundo. Con frecuencia se olvida esto.
Más allá de los terremotos, de la entraña del pueblo
Por otra parte, les confieso que esta historia del Señor de los Milagros es una historia impresionante, piensen ustedes una cosa muy puntual: ¿Cuántos terremotos fuertes y violentos ocurrieron en nuestra capital?, por lo menos la historia recuerda los terremotos de 1655, 1687, 1746 y 1970 en el Callejón de Huaylas; después en 1974 muy fuerte también. La pintura no se ha perdido, la pintura del Señor de los Milagros no se ha perdido, está ahí en la Iglesia de las Nazarenas; ha tenido que ser evidentemente retocado por el paso del tiempo, pero es esencialmente la pintura que fue realizada por un negro esclavo Angola. Ahí tenemos una cosa extraordinaria.
Cuántas veces lo hemos comentado en grupos de historiadores. La devoción al Señor de los Milagros no ha ocurrido por un decreto episcopal o pontificio, sino que ha salido de la entraña del pueblo peruano, de los siervos esclavos y que se ha mantenido, y que se ha mantenido no sólo en fervor sino en número a lo largo de los siglos. Cuando uno ve lLa historia en su sucesión ve que ha sido una devoción salvadora para nuestro país.
Quisiera citarle al profesor José Sánchez del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lo que dice acerca del Señor de los Milagros es muy interesante y muy agudo. No se trata tanto del milagro objeto de complejos y después de discernimiento sociológicos, sino de hechos y acontecimientos que forman parte de la realidad de necesidades casi urgentes del pueblo: necesidad de trabajo, necesidad de curación, el hambre de restablecer la armonía familiar, reparar una ofensa, recobrar la fe perdida por la muerte de un ser querido y tantas otras. Son fuente de milagro, en que el pueblo ha puesto toda intervención positiva y estas dimensiones de la vida cotidiana constituyen un verdadero milagro -tan extraordinario y divino, como lo fue la resurrección de Lázaro. Tras los milagros está la presencia sagrada, sobre todo la vida de Jesucristo del Evangelio, el mismo Señor de los Milagros, es la pura verdad.
Tras la imagen, el verdadero Jesús del Evangelio
Hace poco Pedro Gjurinovic publicó el libro "Señor de los Milagros", una antología de artículos que se han ido publicando desde hace mucho tiempo en libros y revistas de teología, es muy valiosa porque nos hace ver cómo describían la procesión, no solamente los cronistas e historiadores religiosos, sino los mismos publicistas y hay una cosa que quiero repetirles de la presentación del autor me pidió. Dice así:
Es notable la sinceridad con que el autor es poco afecto al tema religioso, pero describe con respeto y devoción admirativa el paso de la procesión del Señor de los Milagros. Asimismo, quiero citar al autor Abraham Valdelomar, porque no era precisamente fervoroso. Menos aún Jose Carlos Mariátegui, fundador del Partido Socialista; sin embargo, Alfonso Tealdo y Luis Alberto Sánchez, tienen artículos sobre la devoción, aunque no coincidan con la creencia o la fe que tenemos todos nosotros; sin embargo, hay algo que los conmueve y no lo hacen con ironía, como alguna vez lo hizo Mario Vargas Llosa; en ello no coinciden con lo que nosotros pensamos de una devoción tan sagrada. Pero estos autores siempre son cuidadosos en respetar esa sinceridad, que es la devoción, qué es tesoro para nosotros, y no solamente en nuestro país. Sabemos por lo que el mismo José Sánchez dice: "Cómo se ha proyectado esa devoción a este Señor de la Misericordia", que es el Señor de los Milagros en países como España, Italia, Estados Unidos, y en otros países de América. Es decir una expansión, el peruano, siente la necesidad de continuar y proyectar esa devoción salvadora.
Hay una un hecho que vuelvo a repetir, cómo se ha cuidado la devoción a pesar de tantas adversidades. Todos ustedes saben que cuándo surge la pintura, hay desgraciadamente por un cierto tiempo, duda de la autoridad eclesiástica, porque la celebración era un motivo muchas veces de juergas y fiestas populares en Pachacamilla –donde está actualmente la iglesia de las Nazarenas. Y la autoridad cuando se dispuso a destruir la pintura, no lo logró. De hecho cuando el Conde de Lemos al darse cuenta de eso, dice que es la mano de Dios, por tanto "no podemos destruir esto" y ese fue el comienzo de una historia larga de la devoción
Ocurren esos terremotos y llegó el momento en que muchas personas piensan ¿Por qué no hacer una reproducción fiel de la pintura del muro de Pachacamilla que estaba en Las Nazarenas?, ¿una representación igual para que se conozca en otros barrios de Lima? Y éste es el origen de la procesión de las procesiones, han sido muchas réplicas; y también en ese correr y recorrer de la imagen se ha llegado a llevar la imagen -ha sido muy difícil-, recuerdo hace unos 20 años cuando estaba del Cardenal Vargas Alzamora como Arzobispo de Lima, salió la imagen hasta el Cono Sur y Cono Norte, eso significa que hay una verdadera fe de nuestro pueblo por la devoción al Señor de los Milagros. Cuántos sacrificios, cuántas oraciones se elevan al Señor de los Milagros y con esto quiero también referirme a que nuestros hermanos evangélicos desgraciadamente tienen una idea equivocada de lo que es el culto público con las imágenes. Cuántas veces incluso he tenido discusiones con taxistas que me mueven el tema, les digo que es una cosa de sentido común, por ejemplo, usted tiene en su casa un retrato de su abuela de su padre y de su madre difuntos, usted no está adorando la tela fotográfica, sino lo que significa y ello en establecer en el Concilio de Trento mediante decreto. La imagen nos hace llevar, se puede decir, los ojos del alma hacia la realidad que está representada. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, cuando la gente te dice que esto es una idolatría, ¡nada de idolatría! sino la verdadera fe que se ve en el Evangelio.
Una bendición para el Perú
Entonces vengo a terminar diciendo, la devoción al Señor de los Milagros es una bendición para nuestro país para nuestra gente también ahora para mucha gente que ya tiene esa devoción en otros países. Yo me permití hacerle a Pedo Gjurinovic un artículo en una revista que no es cristiana, es decir, es una revista de artículos de toda diversas secciones; en esta revista norteamericana "Selecciones ue comprende un conjunto de resúmenes de artículos de diversa índole dice Juan de Oníss, periodista de origen español:
"Traje popular en el Señor de los Milagros está tan extendido en el Perú que este acontecimiento se ha convertido en una de las ceremonias de la cristiandad", la cristiandad abarca pues miles de miles personas que adoran a Dios y a la Virgen María, esta devoción en el Perú se ha convertido en una de las grandes ceremonias de la cristiandad, pocas procesiones -yo creo- que congreguen esa cantidad de fieles, que no van simplemente por curiosidad, sino por una voz; ya son miles y miles que acuden a la salida del Señor de los Milagros si usted desea ponerse a contar desde 1687, actualmente según la tradición el Señor sale el 17, 18, y si no me equivoco el 28 de octubre.
Tantos siglos, tantos miles de miles de devotos, se puede decir que aquí está el dedo de Dios y el amor del Señor. Que esa misericordia por Cristo crucificado se mantenga siempre.
Aquí hay una cosa anecdótica, la he traído porque puede ser interesante. Esta foto es una publicación. Qué hizo El Comercio, qué es propaganda de la Pluspetrol, firma peruana, cuya frase "Tu devoción es energía", es una frase que indica la fuerza que tiene la devoción, si ustedes se pueden visualizarlo o verlo de cerca, aquí hay un defecto en esta fotografía, está al revés, porque no hay margen de las Nazarenas, en la imagen del anda la Virgen María -al lado derecho de ustedes- figura en el lado izquierdo; me di cuenta de eso bueno, para recuerdo y sobre todo por el escudo del Señor Cardenal que figura al revés las personas están cargando por el hombro derecho. El escudo dice "Consummati in unum", cómo le gusta al P. Carlos Rosell, "Unidos en la unidad", es una frase de San Juan Evangelista. En cambio sí se podría con un espejo poder leer correctamente, sea como sea, al revés o al derecho, esto es muy valioso, esa página entera cuesta muchísima plata y está en un instante muy importante.
Bien. Agradezco mucho la invitación.
[1] Transcripción facilitada por Angélica Carazas. MESA REDONDA: «LA IGLESIA CATÓLICA DEL PERÚ: PATRIMONIO HISTÓRICO DE BELLEZA Y MISERICORDIA». En la Tercera Feria del Libro Católico organizada por la Facultad de Teología Pontificia Civil de Lima. 18.05.16