sábado, 1 de julio de 2023

DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE HUATA, 2023

José Antonio Benito

Yungay (Áncash) permanece vivo en la memoria por el terrible terremoto de 6.8 MW, seguido de un aluvión que sepultó la ciudad, sufrido el domingo 31 de mayo de 1970, a las 3:23 p.m. en el que fallecieron más de 70 mil personas, 20 mil desaparecidos, 143,331 heridos y más de 3 millones de afectados. Allí celebró el tercer sínodo santo Toribio en 1585.

Cerca de la población se encuentra Huata, uno de los diez distritos que integran la Provincia de Huaylas, Ancash, ubicado a menos de 20 kilómetros de la capital de la provincia de Huaylas en el departamento de Ancash, donde se encuentra la imagen de la Milagrosa Virgen de la Asunción, más conocida como la Mama Ashu y muy visitada debido a sus múltiples milagros realizados a diferentes personas que se encomendaron a ella en los momentos que requerían su ayuda.

Las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción desde los días 12, 13, 14 y 15 de agosto, siendo el 15 su día central. Ese día se celebra una misa en su honor, y luego sigue la procesión de su imagen por las principales calles del distrito. La fe y creencia en la Santísima Virgen va en aumento cada año, ya que en años anteriores cuando los creyentes viajaban a Huata para la fiesta de la Virgen, los carros se estacionaba a la entrada del distrito, este año en cambio los carros dejaban a los creyentes a una hora de camino para poder llegar al distrito. De esta manera, los peregrinos saludan y dejan su ramos de flores y velas a la Virgen de la Asunción. Muchos creyentes caminan con sus hijos en hombros para llegar a su destino y acompañar en la misa y en la procesión a la Mama Ashu. Al término de la misa y procesión, los creyentes retornan a su lugar de origen satisfechos de haber participado en tan importante actividad religiosa

Parece que la imagen fue trasladada por españoles desde Quito (Ecuador) en el siglo XVI al puerto de Santa María de la Parrilla (Santa) para ser traslada a Caraz a través de la ruta Nepeña, Moro, Pamparomás y Huata. Los viajeros españoles al querer iniciar el último tramo del recorrido (Huata a Caraz) notaron que la imagen adoptó un peso imposible de movilizar por lo que los pobladores lo sintieron como un deseo de la Virgen de quedarse a morar con ellos. .Al día siguiente los españoles revelaron el milagro y los agricultores huatinos tomaron el anuncio con mucho entusiasmo. Así el cacique Juan Aquiyán encabezó la construcción del templo.

El primer templo contaba con cinco altares labrados, el principal en pan de oro que correspondía a la virgen. La fachada tenía una torre con dos campanas. Los terremotos de 1725 y 1746 afectaron seriamente la infraestructura y así lo informó el juez visitador Francisco Alzamora en 1759. informó oficialmente al Arzobispado de Lima sobre la imagen.

Posteriormente los devotos reconstruyeron el templo con dos campanarios muy vistosos, uno de ellos era el principal. Cuenta la tradición que el campanario mayor portaba una gran campana, pero el peso provocó su caída. La campana se conserva como reliquia hasta hoy y la torre volvió a erigirse.

El terremoto de 1970 obligó a reconstruir por tercera vez el templo. Uno de los impulsores y benefactores fue el sacerdote misionero español P. Juan Álvarez Hidalgo quien ha atendido en confesión y en la liturgia a los peregrinos en varias de las celebraciones, llegando en una de ellas oficiar la santa misa 14 veces en el mismo día. No supo negarse a las constantes y sucesivas peticiones de los devotos.

Compartimos con gusto la foto que nos ha enviado con motivo de los cincuenta años de la restauración de la imagen y de la capilla en el presente año del 2023.