lunes, 6 de diciembre de 2021

Hacia una antropología de la vida relacional en Aparecida.

Tesis doctoral del P. Miguel Carpio Vargas, de la diócesis de Carabayllo

 

 

El pasado 3 de noviembre, solemnidad de San Martín de Porres, en la Facultad Teologica dell'Italia Centrale (Florencia) el sacerdote peruano Miguel Carpio Vargas discutió la tesis de doctorado titulada "Hacia una antropología de la vida relacional en Aparecida", bajo la guía de los profesores don Alessandro Clemenzia, consultor de la Congregación para la Doctrina de la fe, y don Angelo Pellegrini. Obtuvo la calificación de Summa cum laude, con encomios y publicación de la tesis. Tuve el honor de darle algún curso de historia en la Universidad Católica Sedes Sapientiae, luego en la Facultad de Teología Redemptoris Mater y verle en sus estudios de Licenciatura en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima. Agradezco de corazón su generoso gesto de enviarme las conclusiones de su excelente tesis doctoral que se las comparto con desbordante gozo en la conclusión de la I Asamblea Eclesial de Latinoamérica y el Caribe y culminación del jubileo de la diócesis de Carabayllo de la que forma parte. Todo en víspera de la gran fiesta de la Inmaculada.

 

I.                   SÍNTESIS del contenido. MÉTODO en cuatro tiempos

 

El título de esta investigación: Hacia una antropología de la vida relacional en Aparecida, es el fruto de una "intuición" nacida durante los estudios de licenciatura en Teología Dogmática en Lima (Perú), que se ha visto "confirmada" por las orientaciones de los profesores don Alessandro Clemenzia y don Angelo Pellegrini, así como por el análisis hermenéutico del complejo proceso de preparación, celebración y elaboración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (2007) titulada: «Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14,6)» [1] y de su respectivo documento conclusivo, comúnmente llamado "documento de Aparecida" o sencillamente "Aparecida", compuesto 554 numerales distribuidos en diez capítulos. 

Hacia una antropología desea individuar el "objeto material" de nuestra reflexión para sintetizar armónicamente la preocupación y el contenido neurálgico de la propuesta evangelizadora de los prelados latinoamericanos centrada en la persona humana.  De la vida relacional desea poner en evidencia el "objeto formal" con el uso al genitivo de la categoría "vida relacional", que atraviesa neurálgicamente todo el documento. Entonces, la principal peculiaridad en Aparecida está constituida por una concepción de "vida" humana desde una clave "relacional".

El "método" seguido está compuesto por cuatro momentos consecutivos y conectados entre sí. En el primero se identificó el "tema" de la investigación y se realizó una atenta búsqueda de las tesis y artículos teológicos con el objetivo de elaborar un status quaestionis respecto a la cuestión humana en Aparecida; al mismo tiempo, este momento estuvo acompañado por un útil diálogo con los principales participantes de la V Conferencia [2]. 

En el segundo momento se configuró un esquema de trabajo que sirvió de guía para el análisis y el proceso gradual de la elaboración de la tesis, de manera que ésta adquiera un orden lógico y discursivo dentro de un marco histórico, social y teológico.

En el tercero, se realizó una minuciosa y exhaustiva búsqueda documentaria de primera mano de manera que la V Conferencia sea contextualizada y reconstruida en su génesis y sus etapas, así como de la precisión de una novedosa clave hermenéutica - extrañamente no desarrollada en los estudios analizados- con la cual se ha realizado una relectura de lo humano.

Por último, en el cuarto momento se dio lugar al cuidadoso proceso de redacción de los capítulos de la tesis.

II.                CINCO APARTADOS

El primero, titulado El resurgimiento del catolicismo latinoamericano, articula todo su discurso en presentar una panorámica antropológica en América Latina, donde en menos de cien años se viene realizando un renacimiento del catolicismo que coincide con un renovamiento en su reflexión teológica realizada especialmente en las cuatro primeras Conferencias Generales: Río de Janeiro, Medellín, Puebla y Santo Domingo.

El segundo capítulo, El acierto de Aparecida: una respuesta a la crisis actual, individua la intención original de la Conferencia. Frente a las provocaciones del "cambio de época" generadas por el fenómeno de la "globalización", y expresadas en una profunda "crisis antropológica"- donde el hombre es reducido a sus dimensiones contingentes y concebido desde una mentalidad individualista y hedonista- se indicó el acierto y validez de contenido en cuanto presentación cristiana integral de la vida humana, evidenciada durante el proceso de preparación y celebración de la V Conferencia.

El tercer capítulo, titulado El trinomio antropológico: discípulo-misionero-vida, presentó, a partir de estas tres categorías inseparables, su contenido fundamental y una clave antropológica importante: la persona humana como un ser relacional.

El cuarto capítulo, Hacia una antropología de la vida relacional, elabora a partir de la categoría "vida" una novedosa propuesta antropológica, donde se declinan los aspectos fenomenológicos, cristológicos-trinitarios y agápicos de la vida humana presentes en Aparecida, cuyo centro es el amor trinitario expresado en el Misterio Pascual de Cristo. Todo esto permitió articular diversas expresiones de dicha elaboración: una antropología existencial del encuentro con Cristo y una antropología del pobre y del oprimido.

El quinto capítulo, titulado Una ontología relacional, la fundamentación antropológica y Papa Francisco, presenta un salto teológico del fenómeno al fundamento desde el reconocimiento de una "ontología relacional", que permitió una relectura de vida para así descubrir y evidenciar los aspectos más valiosos y originales de la propuesta latinoamericana, su fundamentación antropológica respecto a las Conferencias anteriores, en cuanto reflexiona no primeramente sobre el hacer pastoral de la Iglesia sino en el ser de aquel que realiza la misión evangelizadora, y su íntima relación con Papa Francisco, de manera que esta investigación podría constituir un instrumento útil para comprender el magisterio actual.

III.             EL CÍRCULO "VIRTUOSO": Bergoglio-Aparecida-Francisco

Asimismo, se reflexionó sobre la circularidad receptiva entre Aparecida y el Papa Francisco desde dos momentos: la contribución de Bergoglio a Aparecida, y la contribución de Aparecida al pontificado de Francisco. La triple contribución bergogliana fue: diaconal, ontológica y antropológica.

Diaconal porque Bergoglio como presidente de la Comisión de Redacción del documento conclusivo alcanzó los consensos básicos del entero y plural episcopado latinoamericano, a manera de un "director de orquesta" que supo armonizar en una unidad las diferentes perspectivas. 

Ontológica, en la asunción creativa del método ver-juzgar-actuar a partir de la mirada teologal del discípulo misionero sobre la realidad que nunca puede ser aséptica, sino desde el primado de la fe, presupuesto indispensable para una verdadera hermenéutica. 

Antropológica, debido a la acentuación de la alegría como característica humana necesaria para la evangelización que nace del encuentro con Cristo como característica indispensable del anuncio.

De hecho, si Bergoglio contribuyó con Aparecida, se puede decir que Aparecida contribuyó con Bergoglio en un relanzamiento creativo de sus líneas principales, sin la pretensión de exportar el modelo misionero latinoamericano, sino que la Iglesia asuma su misión de manera inculturada. Por esto, se identificó sobre todo tres grandes aspectos de Aparecida que influencian el magisterio de Francisco: la piedad popular, la conversión misionera de la Iglesia y algunos aspectos antropológicos. El Papa dedicó en la Evangelii Gaudium cinco numerales a la Fuerza evangelizadora de la piedad popular con referencias explícitas al documento de Aparecida para valorizar esta manera inculturada de vivir la fe en el pueblo sencillo, con una fuerza evangelizadora que en Latinoamérica permitió la trasmisión de la fe y la disminución del proceso de secularización continental. Aparecida promovió una nueva evangelización desde el renovamiento vital del discípulo misionero a partir de un estado permanente de conversión pastoral en una síntesis conciliar latinoamericana que Bergoglio hizo suya, y desde la cual invita a la Iglesia a una pastoral en clave misionera, donde la Iglesia está en salida, en un estado permanente de misión. Por último, entre Aparecida y Papa Francisco es posible reconocer algunas "coincidencias" elaboradas a lo largo de nuestra antropología de la vida relacional: el encuentro con Cristo en cuanto acontecimiento amoroso y misericordioso en la vida del discípulo misionero, regeneradora de las relaciones constitutivas, sin dar por descontado una referencia a la antropología existencial del encuentro con Cristo, una antropología del pobre y oprimido, y una antropología del cuidado de la casa común.

 

IV.             LA CUESTIÓN DE LA VIDA RELACIONAL, TEMA ACTUAL.

En la vigente coyuntura latinoamericana las circunstancias después de Aparecida no han cambiado mucho: la globalización continúa desfigurando el rostro del hombre, la inmensa dificultad en la transmisión de la fe de una generación a la otra, el avance de la secularización y el laicismo en todos los niveles de la sociedad, y la tentación en muchos países de un retorno a espiritualidades abstractas que en vez de representar un progreso significarían, al contrario, un retroceso. Es más, a este elenco se añaden los dramáticos problemas de orden sanitario y sociales, consecuencias del Covid-19, y la pregunta urgente sobre el significado último de la vida, cuya falacia postmoderna de omnipotencia se ha visto desenmascarada por la pandemia [3]. Una situación dramática cuyas consecuencias serán percibidas en todo su espesor en los años sucesivos, especialmente en la "remoción de las relaciones". Esta crisis permite reconocer la validez actual de una propuesta teológica centrada en una antropología de la vida relacional en Aparecida, en cuanto reflexión que desde el primado de la fe desea ofrecer una novedosa contribución sobre lo humano para revelar los aspectos esenciales de la identidad cristiana, a partir de una "convergencia" entre las orientaciones más importantes de la tradición teológica latinoamericana, el magisterio conciliar y postconciliar de los últimos pontífices, acontecimiento de madurez eclesial que responde a la vida del hombre concreto de hoy inmerso en el entramado de cambios y que podría constituir una contribución para comprender las enseñanzas principales del Papa Francisco.

Finalmente, es conveniente afirmar junto al Papa Francisco que «Aparecida es un tesoro cuyo descubrimiento todavía está incompleto» [4], puesto que abre la reflexión teológica a nuevas perspectivas y futuras profundizaciones. La elaboración de esta "antropología de la vida relacional" permite una apertura dialogal con reflexiones similares. Así por ejemplo, sería útil un estudio comparativo que desarrollase los elementos en común y en diferencia entre nuestra propuesta con los exponentes más importantes de la teología de la liberación en América Latina, para quienes en un continente donde la vida de las mayorías oprimidas se ve amenazada a diario, Dios aparece como generador, defensor y garante de vida, así esta última aparece como aspecto crucial en la reflexión que conduce directamente a optar por la vida de los pobres [5]. Del mismo modo, no sólo es posible un diálogo a nivel continental, sino en esta línea comparativa, sería útil presentar la sintonía y diferencias entre una antropología de la vida relacional y el desarrollo realizado por algunos teólogos europeos como Moltmann, Bruno Forte, Giulio Maspero, entre otros [6]. Y así se haría más patente la originalidad de Aparecida como una reflexión abierta y dialogal, último gran momento del resurgimiento del catolicismo latinoamericano.


NOTAS:

[1] Cf. Consejo Episcopal LatinoamericanoDiscípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6). V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y de El Caribe, EPICONSA- Paulinas, Lima 2007. El organismo eclesial que reúne a todos los obispos de América Latina se llama Consejo Episcopal Latinoamericano, a partir de ahora y cit. en adelante: CELAM, creado por la Santa Sede en 1958 a petición de éstos mismos con el fin de generar lazos de comunión, reflexión y colaboración entre obispos.

[2] Víctor Manuel Hernández (perito principal y entonces rector de la Pontificia Universidad de Argentina), Carlos María Galli (redactor y perito, profesor de la Pontificia Universidad de Argentina y miembro de la Comisión Teológica Internacional), Filippo Santoro (entonces obispo de Petrópolis), Rodrigo Guerra (consultor de la Comisión Teológica del CELAM y actual secretario de la Pontifica Comisión para América Latina), Guzmán Carriquiry (entonces secretario de la Pontificia Comisión para América Latina), Pedro Morandé (perito y autor de la introducción), Andrés Stanovnik (entonces secretario general del CELAM, responsable del método en la Conferencia y arzobispo de Reconquista) y el cardinal Francisco Javier Errázuriz (entonces presidente del CELAM y arzobispo de Santiago de Chile). Además han sido útiles las indicaciones de los profesores Massimo Borghesi (Italia), Maria Clara Bingemer (Pontificia Universidad de Río de Janeiro) y Anneliese Meis (Pontificia Universidad Católica de Chile)

[3] Cf. P. SequeriLo sguardo oltre la mascherina, Vita e Pensiero, Milano 2020.

[4] S.S. Francisco, «Discurso del Santo Padre al comité directivo del CELAM en la Nunciatura Apostólica de Bogotá», AAS 109/10 (2017), pp. 1048–1056, aquí p. 1050.

[5] Pensemos en los principales escritos dedicados a la cuestión: G. GutiérrezEl Dios de la vida, PUCP, Lima 1982; J. Sobrino, La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas, Trotta, Madrid 1991; Id., Jesús liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret, Trotta, Madrid 1991; J. L. SegundoTeología abierta, II, Cristiandad, Madrid 1983.

[6] Entre estos se puede destacar: J. Moltmann, Die Quelle des LebensGütherslooher Verlagsaus, München 1997 [trad. al esp. El Espíritu Santo y la teología de la vida. La fuente de la vida, Sígueme, Salamanca 2000]; Id., Der lebendige Gott und die Fülle des Lebens, Gütherslooher Verlagsaus, München 2014 [trad. al esp. EDios viviente y la plenitud de la vidaPublicaciones CMI 2016]; B. Forte, Una teologia per la vita: fedele al cielo e alla terra, La Scuola, Brescia 2011; cf. G. MasperoEssere e relazione, Città Nuova, Roma 2013; cf. Id., «Ontologia trinitaria e sociologia relazionale: due mondi a confronto», PATH 10/1 (2011), pp. 19–26.