martes, 17 de octubre de 2017

El Padre Juan Antonio Nureña nos identifica cinco claves en sugestivo
y profético asunto de las periferias existenciales, tan prioritario en
Francisco.

El librito editado por el Fondo Editorial de la UCSS fue presentado en
la IV Feria del Libro Católico por las docentes de la UCSS, Graciela
Ozú y Janina Navarro.
Las dos coincidieron en señalar la certera elección del valor clave en
la vida y misión del Papa, que, desde la misericordia, apuesta por el
compromiso con las periferias existenciales, las propias y las de los
excluidos.

En primer lugar, siguiendo el ejemplo del ministerio de Jesús donde se
da un movimiento de reforma de su tiempo, que comienza desde las
periferias de la sociedad judía, pues Jesús comienza su ministerio
desde Galilea, ciudad de las periferias, de los pobres, de los
abandonados, para terminar su vida pública yendo hacia la ciudad de
Jerusalén (Mc 9,30-31), que era el centro de la religión y era también
el centro del poder económico, comercial y centro de la sociedad.
También Jesús, en el evangelio de Mateo (Mt 16,13- 18), en Cesarea de
Filipo, que era la periferia más lejana donde Jesús había estado con
sus discípulos, es donde nombra a Simón como Cefas: ―Piedra‖,
constituyendo así el inicio del ministerio Petrino, así el ministerio
Petrino, comienza por tanto, desde las periferias y es así que el Papa
Francisco constituye su ministerio de esta manera.

En segundo lugar, a través del soplo del Espíritu Santo que suscita y
crea los movimientos comprometidos con la pobreza, como el movimiento
de San Francisco de Asís y las órdenes mendicantes, tan en línea con
la austeridad de la vida del Papa Francisco que es todo un reto,
―"¡cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!" nos repite.

La tercera clave se relaciona con su espíritu innovador, a imagen de
San Francisco de Asís que se identificaba con los pobres como Jesús,
él ha dicho muchas veces que el mundo se ve mejor desde la periferias
(pueblos jóvenes), él vivía allí con ellos en Buenos Aires. Ha tenido
su visión desde la periferia. Y es desde la periferia que está
cambiando el gobierno de la Iglesia, un ejemplo claro de innovar el
gobierno de la Iglesia está en el colegio de cardenales al que ha
nombrado de periferias del mundo como de Myanmar, Isla de Tonga una
isla perdida del Pacifico. De igual modo en sus viajes llega a las
periferias de cada país, por ejemplo en México, viajó de la ciudad a
Chiapas, con los indígenas y celebró la misa en sus lenguas y a ciudad
Juárez, frontera con EEUU. Normalmente se encuentra con gente
indígena, presos, enferma, es consciente que allí en las periferias se
hace presente Jesús. En la exhortación apostólica Amoris laetitia, no
cuestiona la doctrina del matrimonio, sino que busca acompañar las
personas en las fronteras o periferias de sus vidas.

En cuarto lugar se refiere al modo y manera de trabajar. Cuando cambia
la época, las leyes se renuevan para tomar en cuenta la nueva
situación por tanto, la Iglesia debe cambiar, no en su doctrina sino
en su forma de ser y de actuar. Mencionaba por ejemplo que «La Iglesia
es un hospital de campo en donde se curan las heridas», existe para
acompañar, no para condenar las personas sino para ayudarlas, existe
para facilitar un encuentro.

Por último destaca la necesidad de una conversión pastoral a través de
la misericordia de Dios. Por tanto, el Papa nos invita a cambiar la
óptica de la visión cotidiana y fría, en la lógica del amor de Dios y
de la misericordia de Jesucristo para sanar las heridas de las
personas, salir en búsqueda de ellas, tomar riesgos, acompañar las
personas en las fronteras o periferias de sus vidas, recogiendo el
texto del anuncio misionero de Mt 28,19, pone en el umbral, la
solicitud de la Iglesia a ser misionera, el llevar a Cristo a todos
los hombres, a las periferias existenciales.
¡Qué gusto da comprobar que la inspiración del Papa en el momento del
cónclave "no te olvides de los pobres", se está convirtiendo en un
estilo, una actitud, la misma que vivía ya como obispo en Buenos
Aires! El año de la misericordia, sus gestos permanentes, la propuesta
de nueva Jornada Mundial, la de los pobres, "que –como muy bien nos
dice- aporta un elemento delicadamente evangélico y que completa a
todas en su conjunto, es decir, la predilección de Jesús por los
pobres" (n.6) .