P. Juan de Espinosa Medrano. "Oración panegírica a la gloriosa Santa Rosa, patrona de los Reinos del Perú, Cuzco" .La novena maravilla [1695, Valladolid], (Fondo Editorial del Congreso del Perú-Fondo Editorial del Banco de Crédito del Perú, Lima, 2011)
"Es que es la Rosa Limana el primitivo y espantoso parto de santidad de todo este Nuevo Mundo, en que también han brotado gigantes plantas de virtud y perfección. Los Solano, los Mogrovejos, los Ortices, etc. ¿no son palmas de Idumea, no son olivas palestinas que se van por esos Cielos? Pues entre todas esas, es Rosa la exaltada, la reina, la patrona más principal, la cabeza y mayorazgo de la santidad peruana…
Con ese patrocinio compita Lima con Roma, que acá tenemos nuestra Rosa que presentar ufanos al árbitro soberano de los hombres, y cuando Roma aun de dos Apóstoles tan grandes, que son las más sublimes columnas de la Iglesia, apenas hace una Rosa que ofrecer a Cristo: Qualem Rosam Christo mittet Roma! Lima le dará Rosa que equivalga, emule y contrapese a esas dos más ínclitas cabezas del Cristianismo. Con solo Rosa blasonará el Perú tanto como todo el mundo con sus Apóstoles. Pero llevar la Rosa solo en la boca y no en la imitación, oferta será de sabandija, que arrastra. ¿Qué importará galantear con la Rosa si nos quedamos culebras? Aceptará Dios placentero y benigno la flor; pero mandará pegar fuego a las espinas. Si de manosear a Rosa los ámbares de su memoria, no se nos pega algo a la voluntad, perdido va el entendimiento. En Rosa ha mostrado Su Majestad cuánto sabe hacer por quien le ama. Todos podemos ser Rosas, si como Rosa le amamos todos. Amor, amor; temor, temor; miserables de nosotros a quien tan digno es de temor y de amor. Rosa de oro, honra del Mundo, delicias de Dios, fragancia del Evangelio, crédito de la Iglesia, hacédnoslo entender, alcanzándonos muchos auxilios de gracia, que nos aseguren la Gloria. Ad quan nos perducat" (pp.255-256)