domingo, 6 de diciembre de 2015

Reflexiones al Viento. Un camino a la santidad, por el P. David Pacheco

Reflexiones al Viento. Un camino a la santidad, por el P. David Pacheco

Agradezco al P. David –a quien acabo de conocer- por invitarme a comentar su estupendo librito y a todos ustedes por su presencia.

Al contemplar este bellísimo panorama del Pacífico y disfrutar de la brisa del viento me vienen a la memoria los versos del gran poeta José María Pemán en la obra "El Divino Impaciente" sobre san Francisco Javier –fiesta del día, y presente por la vecina parroquia jesuítica de Fátima:

Soy más amigo del viento,

 Señora, que de la brisa

El bien hay que hacerlo aprisa

Porque el mal no pierde momento.

Sí, no estamos para perder el tiempo. El mal avanza y muy deprisa. Por eso, hay que multiplicar el bien como está haciendo el P. David con su libro.

Reflexiones se titula y no está mal porque "está el mundo mal por falta de alguien que medite en su corazón" dice la Biblia. Qué poco se reflexiona; el mundo parece que vive del ruido y para el ruido. Como Pedro Morandé, pensador chileno, comentó: El drama de nuestro tiempo es llevar varios celulares y que nadie te llame. Problema de la comunicación, de dar mensajes positivos.

Qué bien este manojo de cien reflexiones para ayudarnos a ser personas, a ser más, a llevar lo mejor de nosotros a los demás.

Pero yo veo que más que reflexiones son "Meditaciones" al Viento ( leamos "Espíritu Santo").

En su lectura he encontrado respiración, alimento, alma, vida.

Me ha encantado por su transparencia, su coherencia, su fuerza vital.

Cuando uno lee una enciclopedia busca algo…aquí lo abras por donde lo abras te encuentras una fuente, un surtidor, un alimento que colma, que te llena, da sabor…

¡Qué bien el subtítulo! "camino de santidad": Camino…en medio de tantos vericuetos, senda…Caminante SÍ HAY CAMINO, se hace camino con SANTIDAD

Profundidad, mar adentro, duc in altum, la medida es amar sin medida,  así es el amor, el ES, la santidad

Muy útil. Comienza siempre con la palabra de Dios. Lo importante no es amar sino ser amado y termina con la alabanza, aquí estoy, acción. Ora-acción. Contemplativo en la acción y acción contemplativa. Esto nos da seguridad, certeza; termina con algo práctico, operativo, concreto…

Es un auténtico libro de bolsillo por su cómodo y útil tamaño que se convierte en consejero, brisa, hoguera, aliento, sal, sol, frescor, vitamina…

Ideal para la oración personal y grupal (familia, clase, parroquia)

Es una auténtica BENDICIÓN, como nos dice en el número 55. No he logrado articular, sintetizar su contenido, porque al igual que la vida es imposible aprehenderlo, apresarlo…por esta razón se me ha ocurrido seleccionar diez de los cien acápites, aquellos que formarían un acróstico con las palabras PADRE DAVID.

PERDÓN, 8, 76

ACTORES, 9, protagonistas

Dios basta, 4, 11 Dios en mí

Resucitar, 13

Eucaristía 99

Dejar el ego, 69

Alegría, 10

Virtudes 95

Idioma del hombre, idioma de Dios, 66

De qué te vale…50

Felicito al P. David, le agradezco, y le animo a que siga contemplando, orando, ante el Señor y que nos comparta su vivencia.

JAB