El primer obispo de Arequipa, Fray Pedro Perea OSA (La Rioja 1619-Lima 1630)
Fue el primer obispo que efectivamente entró en la ciudad y rigió la nueva diócesis de Arequipa. Nació en Briones (La Rioja, España) en el año 1565; ingresó en la Orden de San Agustín; se formó en la Universidad de Salamanca, donde obtuvo el grado de maestro en teología. Nombrado por Paulo V, fue preconizado en 1617 y tomó posesión de su sede arequipeña el 1 de agosto de 1619, el mismo año en que erigió la catedral y fundó el Seminario de San Jerónimo. Además, tiene lugar la erección de una parroquia especial para los indígenas, la realización de la visita general de la diócesis en la que confirmó en la ciudad y sus contornos a más de 10.000 personas, y dividió algunas doctrinas.
El historiador P. Enrique Fernández dirá de él que "revela su talento, pero escasa discreción, la carta que escribió a Felipe III en abril de 1619 con alguna idea peregrina". Informó en 1623 "que en la diócesis existían 54 doctrinas, de las cuales 14 estaban regentadas por regulares, y que emitió un auto clausurando los conventos con menos de ocho miembros, como el de Camaná, que solo contaba con uno o dos, y el de Arica con cuatro religiosos, ambos de mercedarios". Pensaba que las doctrinas atendidas por regulares debían pasar al clero diocesano como solución al problema de su exención al pago de los diezmos.
También es famosa su carta a Felipe IV consistente en un sólido tratado sobre la certeza de la inmaculada concepción de la Virgen María y que hizo imprimir en Lima el año 1629, felizmente accesible en internet y que va precedida de un bello escrito del célebre cronista agustino P. Antonio de la Calancha [1].
Lamentablemente entró en "conflicto dilatado y ruidoso" con los canónigos de su cabildo, porque reclamaba los haberes de éstos como ilegítimos. Visitó toda su extensísima diócesis hasta Tarapacá, Collaguas y Condesuyos. Labró su propio palacio en la calle que hoy se denomina Palacio Viejo y creó la parroquia de Santa Marta para los Indios. Murió en Lima el 28 de mayo de 1630, pero sus restos fueron trasladados a Arequipa el año siguiente.
En su pueblo natal de Briones fundó la Capilla de los Perea en la que hay una lápida recordatoria. Les comparto la foto que amablemente me envía el 17 de julio del 2015 mi amigo historiador Juan Antonio Teso. De igual modo, agradezco al editor de la Revista del Archivo Arzobispal de Arequipa (nº 7, 2010, p.20) por el cuadro reproducido de la serie existente en la Catedral.
[1] JIMÉNEZ DE LA ESPADA, Marcos. Relaciones Geográficas de Indias..., Tomo II, Apéndice II, pág.XIII. Facsímil completo en https://archive.org/details/copiadelacarta00pere