domingo, 14 de diciembre de 2014

Con apenas cinco metros de ancho, y flanqueada por restaurantes, casinos y tiendas de zapatos, para el peatón es más fácil pasarla por alto que reparar en su existencia. Sin embargo, la capilla Nuestra Señora del Rosario, en el Rímac, es un lugar que bien vale la pena conocer, pues se trata de la capilla que más se asemeja a una iglesia... en perfecta miniatura.

La capilla pertenece a la parroquia de San Lázaro, a dos cuadras de distancia. Tiene 12 metros de largo y 10 de alto, donde caben un altar mayor, un oratorio y dos altares laterales. Según una placa conmemorativa, habría sido fundada en 1555, pero no existen registros oficiales de ella hasta el siglo XVII.

La imagen de Nuestra Señora del Rosario está en el retablo del altar mayor y sería del siglo XVII, según precisiones del Ministerio de Cultura. Debajo de ella aparece el Señor del Triunfo. En las paredes laterales están las imágenes de San Judas Tadeo -la que presenta la mayor cantidad de placas de agradecimientos por milagros concedidos, la mayoría vinculados al trabajo-, San Hilarión, San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, el Señor Crucificado con la Virgen de la Puerta debajo, Almas Benditas y la Virgen del Carmen.

La capilla está abierta de lunes a sábado de 8 a.m. a 12:30 p.m., y de 4 p.m. a 6:30 p.m. Los domingos solo abre de 8 a.m. a 12:30 p.m. El ingreso es libre.