martes, 15 de julio de 2014

 S. Francisco Solano y el terremoto de 1940
Por otro lado, el 24 de mayo de 1940 dos terremotos conmocionarán la Parroquia, uno telúrico y otro religioso.
El primero fue el fuerte sismo a las 11:35 de la mañana, con epicentro localizado a 120 Km. al NW de la Ciudad de Lima, y tuvo una magnitud de 6.6 mb con foco situado a una profundidad de 50Km. El sismo castigó duramente las localidades de Lima, El Callao, Chorrillos, Barranco, Chancay y Huacho; dejó un balance de 179 muertos y más de 3.500 heridos entre graves y leves; los daños materiales fueron cuantiosos, siendo las más afectadas las construcciones de quincha y adobe. Por su localización, profundidad e intensidad, este terremoto provocó un pequeño tsunami: las aguas marinas se retiraron unos 150 m. mar adentro, frente a las playas de Lima, y retornaron gradualmente a su nivel con olas de hasta 3 m. de altura. En el templo parroquial hubo rotura de imágenes, floreros, cuadros, ventanas y grietas de paredes, etc.
Si el terremoto telúrico llenó de pánico a toda la población de La Punta, el "terremoto" religioso no les causó menos asombro. Transcribimos el acta que levantó el Párroco, D. Leocadio Mendoza, y que remitió al Arzobispo de Lima: "La Punta, 31 de Mayo de 1940 – Exmo. Sr. Arzobispo de Lima – Exmo. Mons.: - Respetuosamente voy a exponer a su Excia. Rvma. el hecho siguiente: - Un momento después del movimiento sísmico del 24 de éste, se presentó en el despacho parroquial el Dr. Carlos Arenas Loayza acompañado de un empleado quien conducía un cuadro de ampliación fotográfica iluminada de San Francisco Solano, y me dijo: Mire, Padre, esta estampa de San Francisco Solano suda. – Yo tomé en mis manos la imagen del Santo estaba llena de gotas grandes de agua por la parte interior – El expresado doctor se fue diciéndome: Padre, le dejo el cuadro para que sea testigo de lo que pasa. – Encontrándome solo con el cuadro lo sacudí para hacer caer las gotas, las que se juntaron unas con otras y corrieron al fondo y después volvieron a aparecer nuevas gotas grandes. En el fondo del cuadro corría de un lado a otro una porción de agua sin mojar el papel a semejanza del mercurio".
"Encontrándome ante un hecho extraordinario no natural, resolví mostrar a varias personas que estaban en casa y todas constataron lo que dejo expuesto. – Cuando este grupo de personas contemplaban con religioso recogimiento el cuadro, llegaron la señora Consuelo P. de Arenas y la señorita María Teresa Arenas Loayza y me dijeron: Hay muchas personas que desean ver el cuadro. Inmediatamente se lo entregué y se fueron".
"Horas después me devolvieron el cuadro sin una gota de agua y me dijeron que lo habían visto muchas personas y que una de ellas en su deseo de explicar que el hecho era un fenómeno natural, revisó todos los cuadros vecinos cubiertos en la misma forma, y a todos los encontró secos, y después examinó los focos eléctricos para ver si en su interior había gotas de agua, y tampoco encontró; todos estaban secos; son poder explicar que lo que tenía ante sus ojos era un fenómeno natural".
"Las personas que han visto el cuadro con la estampa de San Francisco Solano en el estado que dejo expuesto son las siguientes:
El doctor Arenas, quien vive en altos y declara que el cuadro hace cuatro años más o menos que estaba en su dormitorio sobre una consola que se halla a un costado de un balcón, y con el movimiento sísmico se cayó hacia el balcón sin dañarse, quedándose con la luna hacia arriba en el sol por un tiempo máximo de veinte minutos, desde su caída hasta que él lo levantó"
"Pongo en conocimiento de su Excia. este hecho enteramente ajustado a la verdad".
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"Ha habido otras muchas personas que han visto el cuadro, pero los apuros del momento no han dado lugar a concretar sobre quiénes eran para hacerlas figurar en la lista… Leocadio Mendoza, Párroco".
El cuadro al que se refiere el testimonio se encuentra actualmente en el templo parroquial. La única modificación que ha tenido es que sobre el marco de madera se ha puesto un sobre-marco de plata. D. Juan B. Valle Ferreccio, residente en de La Punta desde 1930, testigo de los hechos referidos (aparece su nombre en la relación de D. Leocadio Mendoza), Contador Público Colegiado y fallecido en el año 2007. Pocos años antes de su fallecimiento hizo un testimonio escrito y firmado de su experiencia al respecto cuando él tenía 16 años. Los hechos que relata son similares a lo expuesto. Lo más interesante es la explicación que se dio del hecho: "El día 24 de Mayo de 1940, terremoto en El Callao y sus Distritos a las 12 a.m., lo recibí en El Callao, en la Plaza Independencia [produjo numerosos daños materiales en El Callao y otros lugares]... Ante este suceso no nos quedó más que venir corriendo a La Punta pensando qué habría pasado en nuestras casas. Al llegar comprobamos que no habían caído casas, pero sí rajaduras, etc... Luego...[fui] a ver el mar de Cantolao: cual sorpresa e impresión recibí al verlo completamente retirado no menos de 200 o 300 metros, viéndose el fondo del mar... El mar volvió a su nivel normal y ese fue el gran Milagro de San Francisco Solano, ante la fuerza e ímpetu de su oración a nuestro Señor Jesucristo, obtuvo lo pedido. Ese sudor manifestó la fuerza de la oración y culminó con el milagro obtenido por San Francisco Solano en favor del Callao y sus Distritos...".
Como hemos visto, en diciembre de 1947 se superaron los obstáculos relativos a la propiedad del terreno necesario para realizar la construcción de un templo nuevo y de mayor capacidad, proyecto soñado por el párroco y la feligresía desde hacía tiempo. Como era algo pensado largamente, sin demora se solicitó y se consiguió la aprobación del Arzobispo sobre los planos y la correspondiente licencia municipal para la construcción.
9.- Le segunda ampliación, el templo de 1950:
El nuevo templo tendría una planta rectangular con tres naves, ocupando una superficie de 39,5 m. x 15,4 m.; pero la nueva construcción contemplaba también, anejas al templo, las dependencias parroquiales (sacristía, salón, despachos, baños) y la casa parroquial. Obra de gran envergadura que sólo fue posible por la tenacidad del P. Leocadio, la colaboración de muchos y la generosidad de D. Augusto N. Wiese Eslava (1886-1977), y su esposa Dª Virginia de Osma Porras de Wiese, que tomaron a su cargo todos los gastos de la misma. Una placa situada el salón parroquial y colocada el 27 de marzo de 1950, con motivo de la inauguración oficial del complejo parroquial, deja testimonio del agradecimiento de la parroquia a la familia Wiese. La construcción estuvo a cargo de la firma: Ingenieros Cillóniz-Olazabal-Urquiaga.
El P. Leocadio Mendoza nos cuenta como se llevó a cabo la demolición-construcción del nuevo templo-: "Como el antiguo templo parroquial resultara, después de 34 años, estrecho para el público de La Punta, se proyectó y se pusieron los medios necesarios para llevar a cabo un nuevo templo parroquial y una casa para el Párroco, que no la tenía; con este objeto, el 25 de agosto de 1948 se inició la demolición del antiguo templo parroquial del Sagrado Corazón de Jesús"

Se retiraron los altares y todo lo que había en el templo llamado a desaparecer, algunos de ellos sufrieron mucho y otros se malograron por completo.
Llevado a cabo la construcción del nuevo templo parroquial, que se inauguró el 27 de marzo de mil novecientos cincuenta (27.03.1950), no se pudo colocar los antiguos altares, tanto por prohibición del superior eclesiástico, por ser dichos altares de distintos estilos entre sí y del nuevo templo, como porque para el nuevo templo resultaban completamente desproporcionados, fuera que algunos de ellos sufrieron mucho y no era posible reconstruirlos… El altar de San José, todo de cedro, en parte dorado, fue obsequiado a la nueva Iglesia de ¿? de Lima… El altar del Perpetuo Socorro fue obsequiado por su antiguo donante, señor Salas Perales; la Iglesia parroquial de Santa Eulalia y el altar del Rosario están en poder de la señora Ada de Lanata, como guardado, como también tiene los objetos del altar, entre ellos un crucifijo de concha perla.
Sólo se volvió a colocar el que fue altar del Beato Martín de Porras, y por haber colocado a la imagen de dicho Beato en el altar mayor se puso en dicho altar la imagen de Cristo Pobre…. [sigue descripción e inventario de todo]…
En el altar mayor un altar antiguo de estilo churrigueresco policromado… En la nave del lado de la Epístola:… un altar antiguo con la imagen de Cristo Pobre…".
 
Desconocemos el origen del retablo situado en el altar mayor. Sin embargo sí sabemos que el único retablo de la antigua capilla que pasó al nuevo templo parroquial, y que está situado en la nave lateral izquierda, "fue obsequiado por el Doctor Don Pablo Antonio Rada y Gamio. 1940", según dice la placa en él fijada.

 

A los ingenieros contratistas se les encargó un plano que sirviera "de base al diseño del tipo y calidad del órgano" que correspondiera a la dignidad del nuevo templo. Y, en efecto, los vecinos de La Punta dieron los pasos para tener un órgano en su parroquia; sin embargo, no se alcanzó a nada más que al armazón y los tubos. Desconocemos de dónde vino éste y por qué no se llegó entonces a culminar el proyecto. Dicho armazón y tubos se encuentran en la actualidad en el coro de la iglesia y, su apariencia, desgraciadamente no su sonido, es impresionante.