domingo, 25 de mayo de 2014

María Tránsito Murgeytio-Miriam Guerra. Historia de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Purísima Concepción de María

María Tránsito Murgeytio-Miriam Guerra. Historia de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Purísima Concepción de María. Un aporte para el conocimiento de los orígenes y trayectoria de nuestra Congregación hasta el presente

Huánuco, 2013, pp.452

 

Cuenta la obra con un esmerado prólogo de Monseñor Jaime Rodríguez Salazar, actual obispo de Huánuco, y unas "palabras liminares" debidas a la pluma de Virgilio López Calderón uno de los mejores conocedores de la historia de Huánuco.

 

Todo lo demás, se debe a la esforzada labor de Madre María Tránsito, que, a sus 82 años y a pesar de teclear con un solo dedo, corona una monumental historia de medio milenio de trayectoria aportándones mil una peripecia de una congregación religiosa netamente huanuqueña, brotada al calor del carisma franciscano, y que se ha dedicado de lleno a la juventud femenina del Perú. Quien guste de la poesía puede deleitarse con la síntesis versificada de las páginas del "prefacio" (21-24): "Voy a contar una historia-muy sencilla y muy veras,- cuatros siglos transcurridos- no la han podido olvidar".

 

Sus seis capítulos corresponden con las seis etapas que tal como nos indica en las páginas 25 y 26 contienen:

 

  • La primera etapa comprende desde los inicios de la preocupación de los conquistadores españoles para dotar al pueblo recién fundado de un Monasterio para monjas y comprende: de mil quinientos treinta y nueve a mil quinientos noventa y cinco.
  • La segunda etapa comprende: desde mil quinientos noventa y cinco   a mil setecientos quince, año en que aparece en su historia Sor María Joaquina de la Santísima Trinidad.
  • La tercera etapa comprende: desde mil setecientos quince a mil ocho cientos sesenta y cinco, año en que se creó el Obispado de Huánuco.
  • La cuarta etapa comprende: desde mil ochocientos sesenta y cinco a mil novecientos catorce, año en que la Congregación, es anexada a la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción.
  • La quinta etapa comprende: desde mil novecientos catorce a mil novecientos cuarenta y ocho, año de la Restauración en la que Aparece otra santa y ejemplar hermana religiosa, encargada por Dios de esta gran tarea: Sor Matilde Castillo de Jesús.
  • La sexta etapa comprende: desde mil novecientos cuarenta y ocho, hasta los años actuales.

 

Al final se ofrecen valiosos apéndices: Nombre oficial de la Congregación, Monasterio de la Limpia Concepción de María, Beaterio, Congregación, Fraternidades del Congre3gación, la Casa Madre, La Fraternidad de la Unión. Casa Misión, La Casa de la Porciúncula. La Victoria--- (pp.361-405) Por último un resumen cronológico en "historia en fechas" y la bibliografía.

 

En  ésta Historia  se destacan el abnegado trabajo de tres mujeres; dos de la primera hora: Doña Jerónima de Garay y Muchuy Vda. de Acuña y  las Hermanas Joaquina de la Santísima Trinidad y la tercera, la auténtica refundadora, Sierva de Dios Madre Matilde Castillo de Jesús.

 

Después de cuatro siglos su presencia  en Huánuco se ha consolidado, extendiéndose a diferentes lugares del país, como son Cuzco, Sicuani , La Victoria,,San Luis, Huachipa, Salamanca, Huaycán.. Y en Huánuco en donde se encuentra la Casa Madre de la Congregación, que no es otra que la misma que escogieron los fundadores, la Hermita de Nuestra Señora de Guadalupe, se ha extendido a Panao, cuna de nuestra Madre Restauradora Matilde Castillo de Jesús, La Unión, Huácar. con la misma vocación evangelizadora y mística inquebrantables de nuestras fundadoras.

 

"La Historia de la Congregación constituye un verdadero patrimonio religioso, histórico y cultural que Huánuco no debe seguir ignorando, en gratitud a la tarea desplegada durante estos cuatrocientos catorce años por las religiosas que han vivido y siguen viviendo en estos antiguos claustros, que cobijaron desde su creación a las nobles matronas y a las humildes doncellas que con ansias de superación, acudían a recibir las enseñanzas que allí se ofrecían, unas para consagrarse al servicio de Dios y de los hermanos necesitados de asistencia espiritual, moral y material y otras para imbuidas de las enseñanzas de las Hermanas desenvolverse fuera de los claustros, en la misión que el Señor les señalare" (p.18) .