martes, 11 de abril de 2023

ECCE HOMO: EL SEÑOR DEL BUEN SUCESO Patrono de la ciudad de Riobamba Por: Brayan Israel Lluay Pilco, OFM, FTPCL. Lima


Desde que era muy pequeño y tengo uso de razón, mis abuelos y especialmente mi madre me inculcaron en la fe católica. Es algo asombroso saber que, nuestros mayores tienen una creencia tan arraigada y profunda que transmitía ese noble gesto de querer "imitar" aquella piedad que a ellos los caracteriza, y las manifestaciones de Semana Santa no son la excepción para aflorar dicha  devoción, pues desde pequeño se me vienen a la memoria muchos acontecimientos, pero recalco un día específico, el Martes Santo, una fecha muy importante en Ecuador, Provincia de Chimborazo, en la ciudad de Riobamba, se lleva a cabo la "procesión del Señor del Buen suceso" , es un día en que en la ciudad se prepara en regocijo y ahínco para ver pasar por las calles a su patrono. ¿Quién es este Cristo que causa conmoción en la ciudad?

La efigie del Señor del Buen Suceso data del año 1650 aproximadamente. Un detalle importante es que la imagen se la pudo rescatar del terremoto del 4 de febrero de 1797 que suceso en la antigua Riobamba que quedó sepultada y donde actualmente comprende los territorios de Cajabamba en el Cantón Colta.

Señor ¿Del Buen Suceso?, Sí, pues la historia nos relata que una noche en el taller de esculturas donde se estaba tallando el Cristo, sin razón alguna, se comenzó a iluminar como si se estuviese incendiando, pero lo que pasaba en realidad es que la imagen destellaba como si fuera una fuente intermitente de luz y es en honor a este milagro que lo nombraron Señor del Buen Suceso riobambeño.

Cada Martes Santo, cientos de feligreses, grupos, hermandades, cofradías, instituciones salen a procesionar por las principales calles de la ciudad de Riobamba con sus respectivas imágenes que representan desde la Virgen Dolorosa a los típicos "cuadros vivos" que son personas que se disfrazan y representan cada una de las escenas de la Pasión del Señor.

La procesión comienza desde el monasterio de La Concepción, en donde las custodias del Cristo son las Madres Concepcionistas Franciscanas. Queda claro que la efigie, como expresión de arte y que es usado con fines catequéticos y evangelizadores, nos invita a fortalecer nuestra fe en Dios Padre por medio de su Hijo Jesucristo del cual somos creyentes.