jueves, 2 de marzo de 2023

Siervo de Dios, trinitario P. Rafael Pascual Salustiano (1915-2011)

Nació el 23 de octubre de 1915, Torregamones (Zamora, España) hijo de Francisco Pascual Mateos y Rosalía Salustiano Iglesias

Hermanos. En el año 1908 nació Diego; en el año 1.910 nació otro hermano que le pusieron por nombre Diego, lo que seguramente ocurrió fue que el primer Diego murió y por eso se le puso el mismo nombre. Falleció en Buenos Aires en 1992.El tercero, Manuel,  nació en 1913. El cuarto, en 1915 nació Emilio, nuestro protagonista. En el año 1918 nació otro hermano al que pusieron el nombre de Rafael.

 

El 9 de febrero de 1928  llega con  su padre y su hermano Emilio a Buenos Aires a bordo del barco Baden que habían partido de La Coruña.

Desde los 9 tuvo el deseo de ser sacerdote; le pedía a Dios cuatro cosas: ser sacerdote, trinitario, misionero y mártir. Eligió ser sacerdote trinitario para redimir a cautivos con la caridad. Luego de 5 años de su muerte sus palabras aún resuenan en la mente de quienes lo conocieron: ¡Ánimo, firme y adelante!

Ingresó en el aspirantado trinitario de Buenos Aires a los 16 años.  En 1941 fue ordenado sacerdote con su hermano Emilio en el seminario de Buenos Aires. Comenzó su pastoral en el colegio Bolívar de Buenos Aires.

En 1948 fue destinado a la Casa de San Carlos de Ñuble en Chile para acompañar a los jóvenes seminaristas trinitarios y a la gente de los alrededores. En Santiago de Chile ejerce como párroco y el 27 de mayo de 1961 llega al Callao para su misión en el Perú.  Contaba 42 años y su maestro espiritual Domingo Cortez, le dio la misión de acompañar a la comunidad de Perú.

El P. Rafael, un joven que apenas contaba con cuarenta años pronto se dejó notar por su sonrisa y su espíritu alegre y entusiasta. Venía de la comunidad de Santiago de Chile. Y así fue como venidos de distintos lugares y con distintas experiencias se formó la primera comunidad de Lima.

El P. Domingo Cortés es el Superior. Ha ido a presentarse al Cardenal Juan Landázuri…Y el mismo nos contaba el buen recibimiento que le dio el Cardenal diciéndole: "Bienvenido sea P. Domingo a nuestra Iglesia de Lima…En esa cruz roja y azul que usted lleva en el pecho ya estoy viendo el crecimiento y expansión de la Orden Trinitaria por todos los rincones del Perú".

Con aquellas precarias instalaciones comienza a funcionar la Parroquia en el año 1959. Los niños que jugaban y correteaban por las calles de Chacra Ríos se acercan al P. Domingo y al P. Rafael para que les bendiga. Ellos con su bendición y con su sonrisa en la cara les acogen como hacía Jesús con los niños.

Recorriendo las calles del barrio de Chacra Ríos Norte, así lo recuerdan los vecinos. Provisto de su bastón amigo, que lo ayudaba a aligerar el paso. Vestía siempre su hábito blanco con la cruz roja y azul en su pecho. Aún a sus 89 años salía al encuentro de enfermos y mendigos. Acogió a los cautivos de la indigencia, del maltrato y del desamor.

Las religiosas Trinitarias de clausura ya instaladas en Barrios Altos en el Rímac, solicitaron la presencia de sacerdotes de la Orden en el Perú, donaron un terreno en Chacra Ríos para la construcción del convento y colegio trinitario. Practicar la caridad, lo convirtió en el mejor testigo de la misericordia de Dios. Provisto tan solo de su maletín, prefería caminar todos los días con pasos largos, antes de tomar el bus hacía la zona de rescate, para llevar la unción y la confesión a los enfermos. El mejor remedio para toda dolencia, narró el sacerdote para un documental peruano.

Al principio cuando lo contaba resultaba inexplicable, reflexiona sorprendido. Llevé la unción y confesión a un enfermo de cáncer que estuvo a punto de ser operado, a los días de haber sucedido, él mismo regresó para darme la noticia: el cáncer había desaparecido.

Solo con tres aulas el padre Rafael fue el gestor de la labor pastoral de la orden en el Perú en el año 1967 empieza a funcionar el centro educativo. Es la formación en valores el principal servicio de la casa de estudios.

De 1980 al 2002 fungió como párroco de la Santísima Trinidad. El 29/9/1980 solicitó la nacionalidad española desde Perú.  Allí caminaba incansablemente por los pueblos jóvenes y asentamientos humanos de Carrizal del Carmen, Chancadora, el Rescate, visitando enfermos y ayudando a todos los necesitados. Apoyó innumerables proyectos de evangelización y promoción social como las capillas, la edificación del nuevo templo, los consultorios médicos, comedores…

El 27/03/2005, su hermano sacerdote Emilio falleció en la Diócesis de Azul, Argentina .

Su vida ya figura en el catálogo de vidas ejemplares de la Familia Trinitaria en el Perú y América Latina, así lo ha publicado en su libro Evangelio y Liberación: Vidas ejemplares de la Familia Trinitaria", el sacerdote trinitario Ángel García Rodríguez.

"Mi padre estaba en estado semicomático, pero se convirtió al cristianismo pocos meses antes de morir", cuenta Violeta Gordillo, pobladora de las tierras baldías de "Rescate", a quienes este varón entregado a Dios, les devolvió la esperanza.  Debemos ser santamente tercos…decía en sus homilías, sus palabras resultaban tan convincente que incluso sembró el deseo de comulgar en un exsubersivo terrorista.

El 29 de julio del 2011 el P. Rafael Pascual Salustiano falleció a los 93 años. A los 13 años emigró a Argentina. A los 26, se ordenó sacerdote. A los 90 años, falleció habiendo dedicado 64 años de su vida a la Iglesia Católica.

En el año de su aniversario, el 29 de julio del 2012, la comunidad de la familia trinitaria en el Perú ofrecerá una santa misa en el monasterio de clausura de las religiosas Trinitarias en Barrios Altos, al cumplirse un año más de la muerte, de este ejemplar sacerdote, quien demostró estar siempre al servicio de su vocación: acoger a los más pobres.

En el 2021 se abrió la causa de beatificación.

En memoria y recuerdo emocionado, trinitarios.net recoge una carta abierta al padre Rafael que escribe el padre Angel García, veinte años su hermano de comunidad en Lima, hoy residente en Buenos Aires:

Carta abierta al padre Rafael Pascual Quienes le conocimos y caminamos a su lado, ahora comprendemos que su vida fue la Historia de un Sí a Dios Trinidad Querido padre, hermano y amigo Rafael. En esa fría noche de invierno del viernes 29 de Julio recibimos la triste y fría noticia de que usted había muerto. Nuestro padre Dios le había llamado para salir a su encuentro. Le conozco muy bien, padre Rafael y yo sé que usted amaba la vida. No quería morir, tenía muchos enfermos por visitar, muchos pecadores a los que confesar y muchos pobres a los que ayudar. Pero la muerte ha tocado la puerta de su casa. Sé que usted, feliz y contento, ya venía preparándose con mucha oración y alegría para este encuentro cara a cara con Padre. Y así, sonriente, siempre firme, con su maletín negro en la mano y muy orgulloso de su hábito trinitario, usted ya se ha presentado ante Dios. Seguro que el Padre le ha mirado a los ojos y antes de que usted abriera la boca le ha dicho: "Hermano Rafael pasé adelante a su casa celestial, aquí encontrará la alegría, el amor y la felicidad eterna que usted fue buscando en la tierra recorriendo esas calles de Chacra Ríos en Lima". Lleno de alegría y sin saber qué decirle al Padre Dios, seguro usted Padre Rafael, abrirá sus manos ante Dios. El Padre contemplará que son manos arrugadas encalladas con el correr y el trabajo de los años. Pero el mismo Dios se dará cuenta a primera vista que sus manos no han llegado vacías y cerradas al cielo. El Padre Dios en cada mano contemplará tantos rostros sonrientes de niños, jóvenes, enfermos, pobres, ancianos con los que usted se encontró a lo largo de sus 93 años de vida. ¡El padrecito Rafaelito es un santito! Contemple padre Rafael hoy, usted mismo desde el cielo, su propio funeral y alégrese porque todos los que se acercan a darle su último adiós son verdaderamente hombres y mujeres de fe a los que usted acogió en el confesonario, les regaló una sonrisa o un consejo, una estampita de la Virgen o un rosario. Pero sobre todo muchos están agradecidos porque les regaló a Jesús en la Eucaristía. Fue testigo de su casamiento ante el Señor y bautizó a cientos de niños abriéndoles la puerta de la fe en la Iglesia. Escuche finalmente ese clamor popular que se está corriendo por las calles de Lima: ¡El padrecito Rafaelito es un santito!. Padre Rafael, no se duerma… Abra bien sus ojos desde el cielo y contemple como están llegando a visitarle todos los que realmente le amaron y hoy sienten la pena de su muerte. Desde el Rescate, Parque Unión, Ricardo Herrera, Carrizal Del Carmen, la Chancadora y hasta de la Parroquia de Palomino y Pando, están llegando gente que no le olvida y que un día confió en el buen sacerdote del Padrecito Rafael. Ellos jamás olvidarán sus palabras de bendición en medio del bullicio de la calle..." ¡Ánimo y adelante, que Dios me los bendiga!". Ahora comprendemos todos los que le conocimos y caminamos a su lado que su Vida fue la Historia de un Sí a Dios Trinidad. Recuerde que era usted aún un niño cuando en el Colegio de Buenos Aires de Madres Argentinas conoció al Padre Domingo Cortés con el que tantos años después trabajaría ahí en Lima codo a codo en la fundación de la parroquia y del colegio. Dios le llamó para ser sacerdote. Y usted se fió del Padre y le dijo que Sí. Ciertamente usted Padre Rafael se enamoró de Cristo a primera vista. Y como tantas veces nos contó usted mismo: "Yo me enamoré del hábito trinitario, de esa cruz roja y azul que veía de niño en el pecho del padre Domingo y en aquellos buenos y santos religiosos trinitarios que en el colegio nos enseñaban el camino de Dios Trinidad". Padre Rafael, seguro que el Padre Dios está muy contento de su camino recorrido en esta tierra. Ciertamente Dios y el pueblo ya le han juzgado y ha aprobado con nota de matrícula de honor su examen sobre el amor. Usted ha sido el buen pastor preocupado por sus ovejas; el buen maestro, amigo y hermano sacerdote que entre lágrimas y gozos, sólo ambicionaba una cosa, poder tomar entre sus manos el pan y el vino y decir todos los días de su vida: "Esto es mi cuerpo para que ustedes lo coman. Ésta es la sangre de mi vida, la derramo por ustedes, por cada uno y por todos". Reciba un cálido abrazo fraternal de este hermano trinitario que pasó su juventud a su lado aprendiendo de usted sus grandes virtudes humanas, su vida sencilla y de oración y sus anhelos por la construcción del Reino de Dios en Perú. Ángel García Rodríguez 30 de Julio de 2011 Buenos Aires. Argentina

https://es.aleteia.org/2016/07/26/con-89-anos-seguia-saliendo-al-encuentro-de-enfermos-y-mendigos/

https://www.facebook.com/techyperiodista/videos/1507411673002486/

https://www.trinitarios.pe/index.php/quienes-somos/en-el-peru