domingo, 3 de febrero de 2019

LA SANTIDAD EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD PANAMA 2019

LA SANTIDAD EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD PANAMA 2019

Pablo Rizalme Quispe

Universidad Católica san José

Seminario de Historia de la Iglesia: Perú, tierra ensantada (Discípulos y misioneros)

 

La santidad es el rostro más bello de la Iglesia[1]

En mi participación en la Jornada Mundial de la Juventud, pude contemplar ya alegría y la santidad de muchos jóvenes, de otros que están en camino a la búsqueda de la santidad, otros aun quizás en el mundo con lleno de desafíos y retos buscan la santidad, pero así como el papa francisco dice, la santidad es el rostro más bello de la Iglesia, podemos decir la también la juventud de Cristo es el rostro más bello de la iglesia la actualidad. De esta manera pude ver este trabajo en  tres puntos:

1.     LOS JÓVENES EN LA JORNADA MUNDIAL – PANAMÁ 2019

Es una alegría ver a tantos jóvenes peregrinos. Y decir con juntos a una sola voz,  como nuestra madre la virgen María, "He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu Palabra  (Lc 1, 38)" palabras que como lema, de esta jornada resonara en la voz de muchos jóvenes del todo el mundo, pero no solo en la voz sino también en nuestros corazones." De la misma manera las palabras del Mons. José Domingo Ulloa nos motiva vivir la jornada : "Sí, somos peregrinos, somos buscadores de Dios, y hemos venido al encuentro vivo y cercano con el Señor, unidos de todo el mundo que sumaremos la riqueza de culturas, tradiciones y experiencias para celebrar la gloria de Dios, para confesarlo en muchas lengua, para glorificarlo con nuestra oración, para sentir alegría de su amor en el perdón, en la comunión con lo hermanos, en la voz de los Pastores que ha puesto para que nos lleven al amor mas puro, a la esperanza más firme, a la fe que nos llena de luz, alegría y esperanza"[2].

Por ello hemos venido de distintos países y culturas como peregrinos en busca de Cristo y compartir nuestra fe, la alegría, la cultura y las tradiciones de nuestros pueblos, y fraternidad, y sobre toda la esperanza de cambiar este mundo, que le falta amor y santidad, alegría y esperanza. El papa Francisco en su discurso a los jóvenes, nos dice: Queridos jóvenes, ¡Qué bueno volver a encontrarnos y hacerlo en esta tierra que nos recibe con tanto color y calor! Juntos en Panamá, la Jornada Mundial de la Juventud es otra vez una fiesta de alegría, una fiesta de esperanza para la Iglesia toda y, para el mundo, un enorme testimonio de fe[3].

El papa Francisco invita a todos a vivir esta jornada mundial viviendo a ejemplo de nuestra madre que dijo: "He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu Palabra  (Lc 1, 38)", que estas palabras como lema, deben palpitar en nuestras vidas, esta jornada es un espacio oportuno para mostrar la energía y la alegría de la cual todos ellos han sido participes al encontrarse como los discípulos de Emaús, con un Jesús que peregrina a nuestro lado. El libro del peregrino nos dice que "el camino hasta Panamá lo hemos recorrido bajo el amparo maternal de María, dejándonos motivar por un simple mensaje de servicio, "He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu Palabra  (Lc 1, 38)", un mensaje con el que buscamos seguir el ejemplo de aquella, que con un sí cambio el curso de la historia, preparando en silencio el camino de Jesús y que con ello pudiese manifestar al mundo la misericordia del Padre"[4].

De la mima manera el papa Francisco, nos motiva a caminar juntos como un solo pueblo: "Pienso en ustedes empezando a caminar primero en esta jornada, los jóvenes de la juventud indígena. Fueron los primeros en América y los primeros en caminar en este encuentro. Y también los jóvenes de la juventud descendiente de africanos que también hicieron su encuentro y nos ganaron la mano"[5].

De esta manera el Papa, llamas a los jóvenes a construir puentes de fraternidad, sin tener miedo…pero si miedo de perder a Jesús de nuestras vidas: "Sé que llegar hasta aquí no ha sido nada fácil. Conozco el esfuerzo, el sacrificio que realizaron para poder participar en esta Jornada. Muchos días de trabajo y dedicación, encuentros de reflexión y oración hacen que el camino sea en gran medida la recompensa. El discípulo no es solamente el que llega a un lugar sino el que empieza con decisión, el que no tiene miedo de arriesgar y ponerse a caminar. Si uno empieza a caminar ya no tiene miedo"[6].

Se puede resaltar también las palabras de la apertura: "Los jóvenes son la reserva moral y humana de nuestras sociedades y de la misma Iglesia, ellos son capaces de transformarlo todo, positivamente, arriesgándose como lo hizo la adolescente María de Nazaret, si somos capaces de enseñarles a amar como Jesús lo hizo con nosotros", señaló el Arzobispo de Panamá[7].  "Los jóvenes, son los verdaderos protagonistas de esta JMJ". "Esta es nuestra Jornada, por lo tanto tenemos que prepararla con los jóvenes y para los jóvenes", agregó.

Por ende se debe entender que los jóvenes deben pelear por su espacio hoy, porque la vida es hoy, nadie te puede prometer un día del mañana. Tu jugarte es hoy, tu espacio es hoy, ¿cómo estas respondiendo a esto? Porque ustedes, queridos jóvenes, no son el futuro. Nos gusta decir que son el futuro, no. Son el presente, ustedes jóvenes son el ahora de Dios.

2.     LOS JÓVENES, SON SANTOS DE HOY

La jornada mundial de la juventud, también es una búsqueda de la santidad, porque todos tenemos un sueño en común, ese sueño es Jesús, y nos enseña el camino de la santidad, ese sueño también es el amor, y el papa Francisco, nos pide que este sueño se realice en la santidad: Nos preguntamos: ¿Qué nos mantiene unidos? ¿Por qué estamos unidos? ¿Qué nos mueve a encontrarnos? ¿Saben lo que es? La seguridad de saber que hemos sido amados con un amor entrañable que no queremos y no podemos callar, un amor que nos desafía a responder de la misma manera: con amor. Es el amor de Cristo que nos apremia (cf. 2 Co 5,14)[8].

De la misma manera el arzobispo de Panamá, afirma que la: La santidad tiene desafíos y sacrificios, ser santos no es tener una cara de estampa, todos podemos ser santos, ser santos es ir contracorriente, un santo defiende a los indefensos, al no nacido, a los migrantes, busca la justicia, ora, vive y ama la comunidad, es alegre y vive la misericordia, ser santos no es un mito es una realidad, para esto hemos peregrinado, para ser santos de verdad. Tengamos el coraje de ser santo en el mundo de hoy[9].

Si ser santos es un desafío hoy, tenemos mucha ayuda, de los santos patronos de esta jornada mundial, pero ser santos sin amor, no se puede: "Podremos tener todo, pero queridos jóvenes, si falta la pasión del amor, faltará todo. La pasión del amor hoy y dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana".[10] Solo así seremos ser santos y ayudaremos a los demás que están en el camino de la búsqueda de la santidad, y recemos por aquellos que lo están perdiendo. Tengamos el coraje de ser santo en el mundo de hoy, solo así podremos transformar el mundo, donde falta el amor, la fe y la esperanza.  

3.     LOS SANTOS PATRONOS DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD – PANAMÁ

Los santos, hermanos y hermanas nuestros, enamorados de Jesús y de la vida. Se amigo de ellos y serán tus grandes compañeros de viaje (Papa Francisco)

Con las palabras de nuestra Madre la Virgen María, "He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu Palabra  (Lc 1, 38)", la jornada nos presenta a los santos patronos, que nos ayudaran a ver en los demás la santidad, hombres y mujeres sencillos y humildes, que amaron hasta el extremo y sobre todo por Cristo, hasta alcanzar la santidad, nos guiaran en este camino: Ustedes, queridos amigos, han hecho muchos sacrificios para poder encontrarse y así se transforman en verdaderos maestros y artesanos de la cultura del encuentro (santidad). Ustedes en esto se transforman en maestros y artesanos de la cultura del encuentro que no es "hola que tal, chau"; sino que nos hace caminar juntos[11], hasta alcanzar la santidad.

Los santos patronos de la juventud, nos mostraron su vida, como dice el papa Francisco: Con sus gestos y actitudes, con sus miradas, sus deseos y especialmente con su sensibilidad desmienten y desautorizan todos esos discursos que se concentran y se empeñan en sembrar división, en excluir o expulsar a los que "no son como nosotros". Como en varios países de América decimos, no son GCU: gente como uno. Todos somos gente como uno, todos con nuestras diferencias[12], podemos ser santos, pero unidos en el amor de Dios.

La Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019, que se realizó del 21 al 28 de enero, tuvo a ocho patronos y la mayoría de ellos son de América Latina, y dos de Perú la tierra ensantada:

a.     San Juan Bosco

Nació el 16 de agosto de 1815 en I Becchi (Italia) y se ordenó sacerdote en 1841. En 1859 fundó la Sociedad de San Francisco de Sales (salesianos) con un grupo de jóvenes y más adelante cofunda las Hijas de María Auxiliadora con Santa María Mazzarello. San Juan Pablo II lo declaró "padre y maestro de la juventud". Modelo de juventud: Promovió la amistad y el dialogo afectuoso y cordial, estudioso y honesto, amor a por la educación, los niños y la gente joven. La eucaristía y la confesión.

b.     Beata María Romero Meneses

Nació en Granada (Nicaragua), el 13 de enero de 1902. En 1923 entra a la familia salesiana a través de las Hijas de María Auxiliadora. En 1931, la religiosa, de gran devoción mariana, fue enviada como misionera a Costa Rica, donde desarrolló una incansable labor apostólica, asistiendo a niños y familias de escasos recursos. San Juan Pablo II la declaró venerable en 2000 y dos años después fue beatificada. Modelo de Juventud: Evita caer en el consumismo o materialismo, desapego, preocupación por los pobres y marginados, combina la santidad con el compromiso a la vida.

c.      San Óscar Romero

Mons. Óscar Arnulfo Romero, Arzobispo mártir de San Salvador (El Salvador), nació en Ciudad Barrios, en el este del país, el 15 de agosto de 1917, día de la Asunción de la Virgen María. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. San Pablo VI lo nombró Arzobispo de San Salvador el 8 de febrero de 1977, a puertas del que sería uno de los periodos más sangrientos de la historia de El Salvador por el enfrentamiento entre el gobierno militarizado de derecha y la guerrilla de izquierdas. Fue asesinado por un francotirador mientras celebraba la Misa el 24 de marzo de 1980.

El Papa Francisco reconoció su martirio en febrero de 2015 y fue beatificado el 25 de mayo de ese año. Fue canonizado el 14 de octubre de 2018. Modelo de Santidad: Eligiendo a los pobres, coraje y fidelidad, compromiso con la justicia social y llamando al dialogo, la paz y la conversión.

d.     San Juan Pablo II

Karol Jósef Wojtyla, más conocido como San Juan Pablo II, nació en Wadowice (Polonia) en 1920. Fue ordenado sacerdote finalmente en 1946. En 1958 fue nombrado obispo y escogió como lema "Totus Tuus" (todo tuyo), en honor a la Virgen María. Participó activamente en el Concilio Vaticano II y sucedió a Juan Pablo I como Pontífice en 1978.

San Juan Pablo II inició en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud el inauguró los Encuentros Mundiales de las Familias. Conocido como el "Papa peregrino", realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia. Falleció el 2 de abril de 2005 y es uno de los cuatro Papas que ostentan el título de "Magno" ("el Grande"). Fue beatificado en 2011 por su sucesor, Benedicto XVI, y fue canonizado por el Papa Francisco en 2014. Modelo de santidad: Consagración a la Virgen Madre, descubrir a Dios contemplado la naturaleza, promover el respeto por la dignidad de todo ser humano y a la gente joven "Sean testigos del evangelio".

e.      San José Sánchez del Río

Nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo, en el estado mexicano de Michoacán. San Joselito se sumó a las huestes cristeras en medio de la persecución religiosa que encabezó el Gobierno de Plutarco Elías Calles. Al pedirle permiso para sumarse a los cristeros, le dijo a su madre: "Mamá, nunca había sido tan fácil ganarse el cielo como ahora, y no quiero perder la ocasión". Con solo 14 años, San José Sánchez del Río fue capturado por las tropas del Gobierno el 10 de febrero de 1928. Ese mismo día fue torturado, le cortaron las plantas de los pies y fue conducido descalzo hasta su tumba. En el camino, San Joselito rezaba y gritaba "¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!".

Fue beatificado en 2005 y el Papa Francisco lo canonizó el 16 de octubre de 2016. Modelo de Santidad: Mártir de Jesús, gran fe en Cristo rey, fiel a la Iglesia, Devoto a la virgen María.

f.      San Juan Diego

Juan Diego Cuauhtlatoatzin nació en 1474 en la actual ciudad de Cuautitlán, estado de México, y fue bautizado en 1524, tras la llegada de misioneros franciscanos a la región.  Santa María le encomendó llevarle en su sencilla tilma unas rosas que milagrosamente aparecieron en el cerro. Cuando San Juan Diego le presentó las rosas a Mons. Zumárraga, la imagen de la Virgen se encontraba impresa en la tilma.

San Juan Pablo II lo beatificó en 1990 y lo canonizó el 31 de julio de 2002, en la Basílica de Guadalupe de Ciudad de México. Modelo de Santidad: Humilde y consciente de sus faltas, fe y devoción a María, servicio y obras de misericordia, escuchar y responder a la voz de Dios con humildad y devoción.

g.     Santa Rosa de Lima

Isabel Flores de Oliva nació en Lima (Perú), el 20 de abril de 1586 y fue bautizada el 25 de mayo de ese mismo año. Fue conocida como Rosa por su familia, por el rostro sonrosado y hermoso que tenía desde muy pequeña. Al momento de su Confirmación, el entonces Arzobispo de Lima Santo Toribio de Mogrovejo le dio definitivamente ese nombre.

Su amor por Cristo la llevó a hacer un voto de virginidad. El 10 de agosto de 1606 ingresó como terciaria en la Orden de Santo Domingo, imitando a Santa Catalina de Siena, su maestra espiritual. Con frecuencia visitaba la iglesia de la Virgen del Rosario y atendía a enfermos y esclavos. En esas labores entabló amistad con San Martín de Porres.

Falleció el 24 de agosto de 1617 a los 31 años. Fue canonizada por el Papa Clemente X en 1671 y se convirtió en la primera santa de América. Modelo de santidad: Buscando y encontrando el camino a la santidad, amor a la Eucaristía y a la oración, preocupación por los pobres y los indígenas  y ejercer las obras de la misericordia.

h.     San Martín de Porres

De madre panameña, San Martín nació en Lima (Perú) en 1579. Desde niño sintió predilección por los enfermos y los pobres y con el tiempo aprendió el oficio de barbero y algo de medicina. A los quince años pidió ser admitido como "donado", es decir, como terciario en el convento de los dominicos. Llegó a cultivar tanto cariño y admiración en la sociedad de su época que el Virrey Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla fue a visitarlo en su lecho de muerte para besar su mano y pedirle que interceda por él en el Cielo.

Falleció el 3 de noviembre de 1639. Al canonizarlo, en 1962, San Juan XXIII dijo: "¡Ojalá que el ejemplo de Martín enseñe a muchos lo feliz y maravilloso que es seguir los pasos y obedecer los mandatos divinos de Cristo!".

Modelo de Santidad: Aceptación silenciosa de la humillación, paso desapercibido y siempre se ponía de último, una vida de servicio, humildad, obediencia y amor y el color de la piel no importa.[13]

En conclusión: Los jóvenes están llamados a la santidad y a tener sobre todo modelos verdaderos de vida, el joven hoy se fija más en la estrella deportiva o artística es necesario que los santos sean punto de referencia para la juventud el día de hoy.



[1]Papa Francisco, exhortación apostólica, Gaudete et Exsultate, n. 9.

[2] Libro de Oraciones, preparado para JMJ Panamá 2019, p. 4-5.

[3]Texto de la ceremonia de acogida y apertura -JMJ Panamá 2019, campo Santa María la Antigua, jueves 24 de enero 2019.

[4]Guía del peregrino, lema de la Jornada, p. 9.

[5]Texto de la ceremonia de acogida y apertura -JMJ Panamá 2019, campo Santa María la Antigua, jueves 24 de enero 2019.

[6]Texto de la ceremonia de acogida y apertura -JMJ Panamá 2019, campo Santa María la Antigua, jueves 24 de enero 2019.

[7]Mons. José Domingo Ulloa, palabras en la preparación de la  Jornada mundial de la Juventud.

[8]Texto de la ceremonia de acogida y apertura -JMJ Panamá 2019, campo Santa María la Antigua, jueves 24 de enero 2019.ibíd.

[9] Mons. José Domingo Ulloa, palabras en la misa de apertura de la  Jornada mundial de la Juventud.

[10] Texto de la ceremonia de acogida y apertura -JMJ Panamá 2019, campo Santa María la Antigua, jueves 24 de enero 2019.

[11]Ibíd.

[12]Ibíd.

[13] Documento, Santos patronos de la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019. p. 12-29.