Muere en Lima un gran jesuita bogliasquino: P. Carlo Spallarossa, una vida en misión[1]
Hace unos días, nos enteramos de la desaparición del padre Carlo Spallarossa Pozzo, sacerdote de Liguria, el 25 de mayo en Lima, Perú, que cumplió noventa años en marzo pasado. Trabajó en Arequipa desde 1958, fue conocido y estimado por la población y las autoridades peruanas. Del padre Carlos nos habló su sobrino, Luis Ángel, que vive en Perú.
El padre Carlo Spallarossa nació en Bogliasco el 28 de marzo de 1918, hijo de Luigi y Maria Lia Pozzo. A los diecisiete años emigró con su familia a Perú. Uno de los tantos viajes de emigrantes de Liguria en busca de trabajo y más suerte. Vivían en El Callao, donde Carlo ayudó a la familia en la actividad financiera que llevaban a cabo. La suya fue una vocación tardía que le llegó en 1946, a la edad de veintiocho años, cuando comenzó sus estudios con los Padres Jesuitas en Lima-Miraflores. Diez años más tarde, el 15 de julio de 1956, fue ordenado sacerdote en Granada, España. Regresó al Perú en 1958 para enseñar en el Instituto Jesuita de San José en Arequipa, donde quiso tomar el apellido de la madre, Pozzo, porque como él mismo dijo, era más fácil de pronunciar por la población local. En esos años, Arequipa conoció una inmigración imparable y dos terremotos violentos, en 1958 y 1960, que contribuyeron a crear una gran miseria. Frente a esto, el padre Carlo respondió con su trabajo y con el cuidado de las almas y muchos recuerdan las palabras que solía decir: "Trabaja, trabaja". Así fundó los Círculos Sociales Católicos (CIRCA-MAS) en Arequipa, comenzando un largo trabajo que lo llevó a la construcción de 6500 viviendas para jóvenes de la Ciudad Blanca (la ciudad tiene numerosos edificios de la época Colonial, muchos fueron construidos con una roca volcánica de color claro: "sillar", de ahí el nombre de Ciudad Blanca. NdR), más de treinta escuelas en los suburbios con 16,000 estudiantes, 8 guarderías-orfanatos que albergan 430 niños, adolescentes, jóvenes en total abandono, sin ropa, ni casa, ni estudios, ni alimentos. Estos CIRCA, encontraron la colaboración de muchas personas, obteniendo ayuda y reconocimiento de las mismas autoridades locales, consiguiendo sus objetivos de justicia y amor en el camino, de manera desinteresada, organizada y generosa bajo la dirección de la Iglesia Católica. El padre Carlo siempre estuvo en primera línea, con ejemplo y con oración; a los que le ofrecieron ayuda, lo primero que les pedía era: "Reza por el CIRCA". Ésta frase se había convertido en el hilo conductor de su vida y de los que estaban cerca de él. Y son precisamente estas personas las que escriben hoy en el sitio web de CIRCA "... muchos son los méritos del Padre Pozzo y agradecemos a Dios y a la Virgen por habernos dejado conocerlo, por haber vivido con él, por haber aprendido de él y ahora debemos mirar hacia el horizonte y continuar el camino que él mismo delineó, con valor, coraje y amor por el prójimo, pensando en aquellos que lo único que poseen es su vida". El padre Carlo había celebrado con su familia y sus parientes su nonagésimo cumpleaños el 28 de marzo, en la casa de los jesuitas de Lima-Miraflores, donde residía últimamente y, hace poco, recibió los más altos honores del gobierno peruano: reconociendo el importante trabajo realizado por ese sacerdote, el Congreso de la República del Perú le otorgó el título de Gran Comendador el 17 de junio de 2005, que le fue otorgado por el mismo presidente del Congreso Ántero Florez Araos.
Pier Luigi Gardella
(Il Citadino, p. 4,
Misioneros, gloria de Bogliasco.
La muerte del padre Carlo Spallarossa Pozzo.
Súbitamente ha fallecido el 25 de mayo en Lima del Perú, el sacerdote bogliasquino Carlo Spallarossa Pozzo quien el pasado 28 de marzo había cumplido noventa años. Trabajó en Arequipa desde 1958, conocido y estimado por la población y las autoridades peruanas. Del padre Carlos nos ha hablado su sobrino Luis Ángel, que vive en Perú.
El padre Carlo Spallarossa nació en Bogliasco el 28 de marzo de 1918, hijo de Luigi y Maria Lia Pozzo. A los diecisiete años emigró con su familia a Perú. Uno de los tantos viajes de emigrantes de Liguria en busca de trabajo y más suerte. Vivían en El Callao, donde Carlo ayudó a la familia en la actividad financiera que llevaban a cabo. La suya fue una vocación tardía que le llegó en 1946, a la edad de veintiocho años, cuando comenzó sus estudios con los Padres Jesuitas en Lima-Miraflores. Diez años más tarde, el 15 de julio de 1956, fue ordenado sacerdote en Granada, España. Regresó al Perú en 1958 para enseñar en el Instituto Jesuita de San José en Arequipa, donde quiso tomar el apellido de la madre, Pozzo, porque como él mismo dijo, era más fácil de pronunciar por la población local. En esos años, Arequipa conoció una inmigración imparable y dos terremotos violentos, en 1958 y 1960, que contribuyeron a crear una gran miseria. Frente a esto, el padre Carlo respondió con su trabajo y con el cuidado de las almas y muchos recuerdan las palabras que solía decir: "Trabaja, trabaja". Así fundó los Círculos Sociales Católicos (CIRCA-MAS) en Arequipa, comenzando un largo trabajo que lo llevó a la construcción de 6500 viviendas para jóvenes de la Ciudad Blanca (la ciudad tiene numerosos edificios de la época Colonial, muchos fueron construidos con una roca volcánica de color claro: "sillar", de ahí el nombre de Ciudad Blanca. NdR), más de treinta escuelas en los suburbios con 16,000 estudiantes, 8 guarderías-orfanatos que albergan 430 niños, adolescentes, jóvenes en total abandono, sin ropa, ni casa, ni estudios, ni alimentos.
Estos CIRCA, encontraron la colaboración de muchas personas, obteniendo ayuda y reconocimiento de las mismas autoridades locales, consiguiendo sus objetivos de justicia y amor en el camino, de manera desinteresada, organizada y generosa bajo la dirección de la Iglesia Católica. El padre Carlo siempre estuvo en primera línea, con ejemplo y con oración; a los que le ofrecieron ayuda, lo primero que les pedía era: "Reza por el CIRCA".
Ésta frase se había convertido en el hilo conductor de su vida y de los que estaban cerca de él. Y son precisamente estas personas las que escriben hoy en el sitio web de CIRCA "... muchos son los méritos del Padre Pozzo y agradecemos a Dios y a la Virgen por habernos dejado conocerlo, por haber vivido con él, por haber aprendido de él y ahora debemos mirar hacia el horizonte y continuar el camino que él mismo delineó, con valor, coraje y amor por el prójimo, pensando en aquellos que lo único que poseen es su vida". El padre Carlo había celebrado con su familia y sus parientes su nonagésimo cumpleaños el 28 de marzo, en la casa de los jesuitas de Lima-Miraflores, donde residía últimamente y, hace poco, recibió los más altos honores del gobierno peruano: reconociendo el importante trabajo realizado por ese sacerdote, el Congreso de la República del Perú le otorgó el título de Gran Comendador el 17 de junio de 2005, que le fue otorgado por el mismo presidente del Congreso Ántero Florez Araos.
El miércoles 19 de junio, en la iglesia parroquial de Bogliasco, se celebró una misa en su sufragio, a la que asistieron muchos feligreses. Durante la Santa Misa se mencionó la figura del padre Pozzo Spallarossa.
(foto)
Una vista de Arequipa, la Ciudad Blanca, a los pies del volcán Misti, de 5825 de alto, con su bella cima cónica.
(3 Campanili, Año 2008-XI, Junio-agosto, 2, p.18, Bogliasco)
[1] Gracias a don Luis Spallarossa, sobrino del P. Carlos S. Pozzo, que me ha facilitado estos dos artículos publicados hace 10 años con motivo del deceso de nuestro querido P. Carlos y la traducción de MARISSA PAREDES, puedo compartírselo para su regocijo. Anímense a buscar y publicar tanto bien de nuestro admirado jesuita.