domingo, 18 de marzo de 2018

Señor Crucificado del Rímac

Señor Crucificado del Rímac

 

Síntesis: Su historia se remonta al año de 1850, cuando el niño del barrio de Limoncillo, Pedro Salazar Quezada, encontró casualmente a orilla de una acequia de aquel lugar un rollo que resultó ser un lienzo al óleo con la imagen de Cristo Crucificado, asistido por la Virgen de los Dolores y Santa María Magdalena. Se conserva y venera en el altar mayor de la iglesia de Santa Liberata, en la Alameda de los Descalzos, cerca del Paseo de Aguas en el distrito limeño del Rímac. Recorre en solemne procesión las calles del distrito la Víspera del Domingo de Ramos y el Viernes Santo. La Hermandad del Señor Crucificado del Rímac fue reconocida canónicamente el 21 de junio de 1883.

 

¿Cómo nació y se propagó la devoción por el Señor Crucificado del Rímac?

 

Era el 2 de febrero de 1850, cuando en circunstancias que se encontraba un niño del vecindario del Barrio del Limoncillo, tratando de dar caza a una mariposa, vio dentro de un hoyo en las orillas del acequión que por allí corría, un pequeño rollo; su curiosidad lo llevó a tomarlo y cual no sería su sorpresa al extenderlo y ver que era un pequeño lienzo al óleo de la Imagen de Cristo Crucificado, la Santísima Virgen de los Dolores y Santa María Magdalena.

 

Pedro Salazar y Quesada, que así se llamaba el niño, de inmediato llevó el hallazgo a su casa del Solar llamado de Lipe o Lipa, entregándolo a su señora madre, quien caída de rodillas no salía de su admiración por la belleza de las imágenes; enterados los vecinos se sumaron a la contemplación que contagiaba a todos los que se detenían a verlas.  (Con el correr del tiempo, aquel niño fue el primer Mayordomo de la Hermandad del Señor Crucificado del Rímac).

 

El fervor religioso de estas gentes sencillas consideró un milagro el hallazgo de la imagen por lo cual en acción de gracias acordaron rendirle culto bajo la advocación de "Señor de Lipa", primero; y luego de "Señor de los Milagros" por su similitud con el de las Nazarenas.  También acordaron celebrar anualmente la fecha del hallazgo.

 

El año de 1863, Su Ilustrísima José Sebastián de Goyeneche y Barreda, Arzobispo de Lima, dispone que la Imagen sea conocida como el "Señor Crucificado del Rímac"; se constituya la Asociación Piadosa de su nombre y que la Pequeña Imagen hallada, sea trasladada a la Iglesia de Santa Liberata, ya que hasta aquel entonces era venerada en el Solar de Lipa.  Con el natural alborozo de los vecinos y devotos hizo su triunfal ingreso a Santa Liberata en el mes de octubre del mismo año.  Debe dejarse constancia, en honor a la verdad histórica, que el lienzo original hallado por el niño Pedro Salazar, es el mismo que en estos días se venera en el Altar Mayor de la Iglesia de Santa Liberata.  El 21 de marzo de 1876, el Arzobispo concedió "La debida Licencia para que se saque la Procesión del Señor Crucificado del Rímac, en las fechas de sus Festividades".

 

Al término de la celebración de la Festividad del año 1923; el martes 3 de abril al medio día, una infausta noticia circula por todo Abajo el Puente y sube hacia la Capital.  En horas de la mañana un voraz incendio ha destruido totalmente las Andas e Imágenes del Señor Crucificado y de Nuestra Señora del Carmen pese a los esfuerzos desplegados para salvarlas.  Luego de la natural tribulación que hace presa de la feligresía, se abre paso el ferviente deseo de reparar el daño para que el Culto del Señor sobreviva.

 

El Arzobispo de Lima, Monseñor Lissón, acogiendo el clamor público decretó la formación de una Comisión Pro-Andas y a contratar la nueva pintura de las Saradas Imágenes, que fueron encargadas a artistas de renombre, como el imaginero Epifanio Alvarez, que hizo la reproducción del óleo del Señor.

 

Hace más de 50 años (precisamente el 28 de setiembre de 1923) fueron bendecidas en la Iglesia de Santa Liberata, las nuevas andas de madera e Imágenes de Señor y de Nuestra Señora del Carmen, que desde entonces recorren cada año las calles del Distrito del Rímac.

 

Hay que señalar además, que el Señor Crucificado del Rímac ha sido declarado Patrón del Distrito, el 15 de enero de 1940.  Asimismo, la Guardia Republicana lo declaró su Santo Patrón, al igual que la Compañía de Bomberos "Rímac" N° 8.

 

En la Cervecería Backus y Johnston, principal centro industrial del Distrito, son muchos los miembros de su personal, que no sólo son fervientes devotos, sino también miembros de la Hermandad del Señor Crucificado del Rímac.

 

La Iglesia de Santa Liberata

Pocas Iglesias, sin duda, pueden preciarse de tan rico historial, como la de Santa Liberata del Rímac, levantada por el fervor popular en 1713.

 

La Iglesia de Santa Liberata fue llamada así en devoto homenaje a la Virgen y Mártir del mismo nombre que se venera en España.

 

Su Altar Mayor se levanta precisamente sobre el hoyo en que fueron halladas 150 Sagradas Formas (hostias consagradas) en 1711.

 

El robo sacrílego del Copón de oro que contenía el Cuerpo del Señor, consagrado en las hostias, conmovió hondamente el sentimiento no sólo de Lima sino de todo el Perú virreinal.

 

Cuenta la historia que el 31 de enero de 1711 (hace de esto más de dos siglos y medio) la autoridad eclesiástica dio a conocer en un Decreto, que se había producido el robo sacrílego de la Iglesia del Sagrario.

 

Con el anuncio se dispuso que se cerrasen todas las Iglesias de Lima y Balnearios, quedando suspendida la administración de los Sacramentos, hasta que fueran recuperadas las Santísimas Formas.  Las puertas de la Catedral y el Sagrario fueron cerradas y enlutadas.

 

El malestar del pueblo era tan grande como su fervor religioso.

 

La noticia de que el ladrón sacrílego había sido capturado, cundió por todos los rincones de la ciudad.  Se sabía que había tratado de vender el Copón de oro tras de deformarlo para no llamar la atención.  Sin embargo, temeroso tal vez de la reacción popular, el ladrón no revelaba donde había escondido las hostias consagradas.

 

Finalmente y ante la presión de las autoridades, el ladrón (cuya identidad nunca fue precisada) admitió haber enterrado las hostias cerca de un matorral donde se encuentra la Alameda de los Descalzos.

 

Un niño, Tomás Moya, que presenciaba la búsqueda identificó al ladrón.  "Yo vi a ese señor el otro día -reveló Moya- que estaba escarbando la tierra junto a aquel árbol y para que yo no viese lo que él hacía me arrojó piedras y me hizo huir..."

 

Realizada la excavación junto al árbol indicado fueron halladas las Divinas Hostias en medio del júbilo general.

 

Se comprobó que, milagrosamente, pese a que en el hoyo había agua y barro, las Sagradas Formas aparecían blanquísimas en su envoltorio de papel.  Todos los que presenciaron el acto cayeron de rodillas en adoración al Santísimo.

 

Las autoridades destacaron varios guardias para cuidar el hoyo donde se produjo el hallazgo.

 

Se organizó entonces una imponente procesión encabezada por el Reverendo Padre Fray Alonso Mesías, quien llevaba el Santísimo bajo palio, mientras en fuentes de plata se llevaban la tierra húmeda, yerbas y agua de la zona donde fueron halladas las Santísimas Formas.

 

Las campanas de los templos repicaron durante tres días en señal de júbilo y el Arzobispo de Lima y Obispo de Quito estableció como desagravio, una visita diaria al hoyo donde fueron halladas las Sagradas Formas.

 

Dos años después de aquel memorable suceso, fue levantada en 1713 la Iglesia de Santa Liberata, consagrada Monumento Histórico y que fuera reconstruida a raíz de los daños sufridos en el terremoto de 1940.

 

http://www.hscr.com.pe/pages/senorcrucificado.aspx

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