LOS CIEN AÑOS DEL GRAN LEO (Leo grant) 1917-2012
Pueden ver su busto en el Parque de Sol de Oro, frente a la sede central de la UCSS. La parroquia del Buen Pastor le recuerda nombrando al auditorio principal.
He acudido al Centro Misionero de los Columbanos para saber más de su vida y misión. Me recibieron con suma cordialidad los P. Cristóbal Baker (1928) y el P. Noel Kerins, quienes recuerdan con admiración y cariño a tan comprometido misionero.
Cuentan que uno de sus antepasados fue un irlandés acusado falsamente de haber matado a un policía y desterrado a Australia por "el resto de su vida". Al probar más tarde su inocencia, el Gobierno le resarció con una buena chacra al costado del camino recién abierto entre Sydney y Bathurst.
Leo Grant nació el 25 de enero de 1917 en Canowindra. Fueron sus padres George James Grant y Ruby Frances, ganaderos de la propiedad de Brookside a unos 8 km del municipio de Canowindra.
El mayor de cinco hijos, asistió a St. Edward's, Canowindra y luego St. Stanislaus 'College, Bathurst. Su formación para el sacerdocio continuó en St. Columba's College, Springwood y St. Patrick's College, Manly y fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Bathurst en la iglesia de San Eduardo, Canowindra, el 25 de julio de 1943, por el obispo John Norton. Durante sus 49 años de servicio activo en la Diócesis, los nombramientos de Monseñor Grant incluyeron: Asistente del Sacerdote de la Parroquia de la Catedral, Administrador de la Catedral y Administrador de St. Joseph's Orange. También fue Capellán en Bathurst Teachers 'College, Canciller Diocesano y Capellán de la Asociación de Mujeres Católicas. Uno de sus logros perdurables fue el establecimiento de St. Pats CYMS (Catholic Young Men's Society) en Bathurst el 17 de febrero de 1944.
Cuando el obispo Norton le pidió que "hiciera algo por los jóvenes", sin experiencia en esta área, se propuso hacer precisamente eso. Bailes mensuales, picnics, un equipo de fútbol, misas mensuales especiales y un periódico del club llamado "Sin censura", todos alentaron cada vez más números para unirse al Club, que se expandió a otras actividades deportivas. Durante muchos años animó e inspiró a todos aquellos con los que estuvo en contacto. Su preocupación y completa participación en los problemas de la juventud de la época le valió el respeto y la gratitud de toda la comunidad.
En 1964, fue nombrado Director Adjunto de la Propagación de la Fe y pasó tres años en Sídney, viajando extensamente por el extranjero a varios países de misión, algo que reavivó su interés desde hace mucho tiempo en el trabajo misionero. Recibió el título de "Monseñor" como sacerdote destacado.
Cuando el Papa Juan XXIII pidió voluntarios para Sudamérica, Mons. Leo Grant le pidió permiso al obispo Norton para ir. Al principio se negó, finalmente se otorgó el permiso por un período de tres años, ¡pero finalmente se extendió a casi 25 años!
Fue hacia 1968 cuando se unió como sacerdotes asociado con los Columbanos de Lima. Aprendió castellano en Cochabamba (Bolivia) y, al volver al Perú, apoyó la misión columbana entre el Río Rímac y el Chillón.
Fue nombrado párroco de "El Buen Pastor", en Sol de Oro, Los Olivos, Lima, donde permaneció hasta su jubilación a la edad de 75 años. A su llegada, la participación en su fe de los hombres del área era casi inexistente. El Padre Grant pronto se dispuso a cambiar eso. Al formar un consejo parroquial, los animó a venir a Misa y ponerlos a cargo de todo, y valió la pena. Comenzaron a venir a Misa cada domingo y otros siguieron su ejemplo. Promovió los retiros y encuentros de espiritualidad con jóvenes y matrimonios a través de "Escoge" y "Encuentro Matrimonial". Durante muchos fines de semana los acompañaba en la Casa de Retiros "Cushing" de Chosica, sin dejar las misas dominicales de su parroquia. Uno de los frutos fue la vocación sacerdotal y religiosa de varios jóvenes como recientemente (julio 2017) ha reconocido el P. Alejandro Arenas Herrera, egresado de la UNI, ordenado sacerdote en la prelatura del Opus Dei y que celebró su primera misa en El Buen Pastor.
Recuerda el P. Cristóbal como ha recibido en "mi parroquia del Santísimo Sacramento su lista de las parejas quienes habían cumplido bien su Encuentro el día anterior". Un miembro de la congregación Hermanos de la Presentación, Tom Canning, de Irlanda, le apoyó con la catequesis y la dirección de un excelente coro para la Misa dominical de la noche, logrando gran concurrencia de fieles que obligó a ampliar la iglesia.
Debido a su dinamismo y saber compartir las tareas, convocó a nuevas comunidades para la evangelización de los miles de nuevas familias. Pronto va ampliando su radio de acción con once nuevas iglesias, cada una con un sacerdote y una escuela establecida. Cabe recordar, entre ellas, Señor de la Paz, Cristo Nuestra Vida, Santa María de la Providencia, Santa María Reparadora, Nuestra Señora de la Paz, Santa María de la Reconciliación…
A la par de su misión pastoral parroquial, se ofreció para participar en la administración de la Sociedad de San Columbano como consejero regional o ecónomo. Disfrutó e hizo disfrutar de la vida de la comunidad como auténtica familia.
Regresó a Australia en 1992 después de un período de estudio en la Universidad Gregoriana en Roma y, aunque se retiró, continuó trabajando como Director Diocesano de Caritas -hasta 2000- y Misión Católica hasta el 2001. Coincidiendo con su retiro, sucedió la revolución tecnológica, que Mons. Grant –como afirman sus compañeros de Australia- "agarró con ambas manos". En efecto, compró una computadora y se dedicó a aprender cómo usarla con gusto, a menudo instruyendo al personal de la oficina de la Cancillería que se estaba acostumbrando a la nueva tecnología. Desarrolló un interés en la investigación de su árbol genealógico extenso y extremadamente interesante, para el deleite de sus muchos parientes y utilizó sus habilidades informáticas para documentarlo todo. Era un visitante habitual de la oficina de la Cancillería, brindando una valiosa ayuda con los Archivos Diocesanos, ¡el archivero a menudo trabajaba arduamente para seguir proporcionándole asignaciones mientras completaba cada tarea asignada tan rápidamente! Él ya conocía bien los archivos ya que en 1964, a pedido del Obispo Thomas, los había organizado.
Nos comparte el P. Cristóbal que lo visitó en Bathurst en 2010 y todavía gozaba de buena salud, a pesar de pequeños derrames cerebrales. Lo encontró muy afanado con la investigación archivística admirable del árbol genealógico familiar.
Con motivo de su 60 aniversario de ordenación al sacerdocio, el fallecido obispo Patrick Dougherty se refirió a él como "una lámpara ardiendo brillantemente, que al dar un ejemplo de palabra y acción ha sido un faro seguro que emite esperanza y guía".
En el momento de su muerte, Mons Grant era un residente de St. Catherine's en Bathurst, que había sido su hogar durante varios años. Puede él descansar en paz.
La reseña diocesana de Australia (http://www.bathurst.catholic.org.au/?i=589&vale-monsignor-leo-grant-1917-to-2012) le dedica una sentida nota como "el más anciano de nuestros sacerdotes diocesanos, fue llamado a su hogar eterno el domingo 5 de agosto de 2012 después de una caída y una breve enfermedad posterior. Tenía 95 años y había sido sacerdote de la Diócesis de Bathurst durante más de 69 años".
¡Qué don para la diócesis de Carabayllo y el distrito de Los Olivos haber contado con tal misionero!
Felicitaciones a cuantos han tenido la iniciativa de colocar el busto en el Parque para memoria agradecida y desafiante del GRAN LEO.
José Antonio Benito, CEPAC-UCSS
MÁS DATOS sobre los MISIONEROS COLUMBANOS EN LIMA NORTE
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