Primera Misa Solemne del Padre Alejandro Arenas en el Buen Pastor, Los Olivos
¡Qué alegría tan grande participar en el besamanos de un sacerdote!
Acabo de hacerlo, hoy domingo, 9 de julio, coincidiendo felizmente con
el aniversario de la llegada de san Josemaría al Perú, en la Iglesia
del Buen Pastor del distrito de Los Olivos, a las 7:30 de la noche.
Ahí me enteré que la semilla de su vocación la sembró el Señor en un
Retiro de EJE cuando estaba como párroco el columbano P. Leo Grant, a
los 15 años. Luego, al prepararse para entrar a la UNI, tomó contacto
con un centro de la Obra y allí "encontró lo que buscaba, la
santificación en la profesión y ayudar a que los compañeros hiciesen
lo mismo".
Yo tuve la suerte de conocerle en la Biblioteca de Humanidades de la
Universidad de Navarra donde pasé buena parte de mi año sabático. Fue
una grata sorpresa encontrarme con un ingeniero, empresario, sacerdote
a punto de ser doctor en Teología, natural del lugar en el que se
ubica la UCSS alma mater en la que ejerzo como docente.
Providencialmente he podido gozar de su primera misa solemne en la
misma parroquia en la que rezó, alimentó su vocación, hasta coincidió
con el que actualmente es su párroco P. Edgard.
En sus palabras de agradecimiento bromeó acerca de sus canas, de su
vocación "tardía" que podría corresponder a las bodas de plata…pero lo
real es que la prelatura del Opus Dei, la Iglesia, cuenta con otro
Cristo, que nos pidió un avemaría diaria para rezar por los sacerdotes
y quien prometió encomendarnos a diario también en la Santa Misa.
¡Laus Deo!
NOTICIAS 6 de Julio de 2017
http://opusdei.org.pe/es-pe/article/primera-misa-solemne-del-padre-alejandro-arenas/
El Padre Alejandro Arenas es el primer miembro agregado de la
Prelatura del Opus Dei en el Perú en ser ordenado sacerdote.
¿Cómo es que nace en ti una vocación al sacerdocio?
Hace unos años, el Prelado del Opus Dei, en ese entonces monseñor
Javier Echevarría, me propuso que yo siga estudios en la Universidad
de Navarra, con la posibilidad de ordenarme sacerdote. Los numerarios
y agregados estamos entregados indiviso corde y como la Prelatura del
Opus Dei tiene fieles y necesita sacerdotes acepté.
A fines de agosto de 2010 viajé a España con este fin y allí realicé
mis estudios que incluyen varios años de Teología, luego la
licenciatura y por último la tesis para el doctorado en liturgia. Para
esto último investigué los aportes realizados por el monje benedictino
Manuel Garrido Bonaño, fallecido en el 2013, experto en liturgia que
colaboró con los obispos españoles en el Concilio Vaticano II para la
Constitución Sacrosantum Concilium. Dentro de un tiempo debo volver a
la Universidad de Navarra para la defensa de mi tesis.
Fui ordenado sacerdote el 4 de setiembre de 2016 por monseñor Javier
Echevarría y desde entonces alternaba la preparación de la tesis con
una limitada atención a varios centros del Opus Dei donde era
necesario. A la semana de ordenarme sacerdote fui al Santuario de
Torreciudad por el Día de la Familia para atender confesiones.
A tu retorno al Perú, ¿Qué actividades vienes desempeñando?
Aún no he podido saludar a todos mis amigos porque tras retornar al
Perú de inmediato recibí los encargos de capellán de los colegios
Humtec y Miravalles, en Comas, así como del Centro Cultural
Universitario Sama.
Regreso también como capellán al Sama, el centro cultural que me vio
nacer en mi vocación al Opus Dei. Aquí vine por primera vez en 1983
para unas clases de técnicas de estudio, cuando tenía 17 años y
postulaba a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Después de
tres años de recibir formación, pedí la admisión a la Obra. Luego de
graduarme en 1990 he trabajado durante muchos años en varias empresas,
especialmente en el noble ejercicio de las ventas de ingeniería
hidráulica.
Ahora dedico las mañanas a los colegios y las tardes al Sama, con un
aprendizaje lento, como sacerdote nuevo, cero kilómetros, pero
dispuesto a trabajar al cien por cien en mi nueva misión.
¿Qué significa para ti ser sacerdote?
El sacerdocio es un gran don que el Señor me ha dado. Cuando nos
preparamos numerarios y agregados para una posible ordenación no
sabemos si al final nos vamos a ordenar. Algunos no se ordenan y
regresan a trabajar a sus lugares de origen como laicos; a otros les
llama el Padre para ordenarse y aceptan libremente.
Con la ayuda de Dios espero no defraudar las expectativas que se han
tejido con mi ordenación, trabajar y ser buen instrumento, un
instrumento santo. Antes, ingeniero, hoy sacerdote cien por ciento,
preparado para administrar los sacramentos en nombre de Cristo.
Por Facebook me he comunicado con amigos de secundaria que no veía
hace 30 años. Hace poco administré la unción de los enfermos al
padrino de un amigo que estaba grave y a los tres días falleció.
Cuando me encuentro en el barrio con amigos y conocidos hay grandes
abrazos y parabienes por tener la cercanía de un sacerdote. Algunos no
me reconocieron porque peino más canas, ya no tengo bigote y he
adelgazado.