INQUISIDORES DE LIMA
Fuentes:
http://www4.congreso.gob.pe/museo/inquisicion/inquisidores.html
Ricardo Palma, Anales de la Inquisición de Lima; Paulino Castañeda
Delgado y Pilar
Hernández Aparicio, La Inquisición de Lima, tomos 1 y 2; René Millar,
La Inquisición de Lima,
tomo 3; José Toribio Medina, Historia del Tribunal de la Inquisición
de Lima, tomos I y II.
1. Dr. Andrés de Bustamente (1569). Murió en Panamá cuando se hallaba
en viaje a Lima para asumir el cargo de inquisidor. Anteriormente, se
había desempeñado como fiscal del Santo Oficio en Toledo.
2. Lic. Serván de Cerezuela (1569-1582). Clérigo, licenciado en
Cánones y Leyes. Llegó al Perú junto con el Virrey Toledo quien lo
había propuesto para el cargo. Estableció el Tribunal limeño (1570).
Fue promovido al obispado de Charcas pero, alegando razones de salud,
no aceptó. Falleció cuando se hallaba de viaje de retorno a España,
siendo enterrado en la catedral de Cartagena de Indias.
3. Lic. Antonio Gutiérrez de Ulloa (1571-1597). Por su prolongada
gestión, desde los primeros años de este Tribunal hasta fines de la
centuria, es considerado como el más importante inquisidor del siglo
XVI. Su gestión fue muy polémica. A la Suprema llegaron numerosas
quejas en su contra, por lo cual se envió al visitador Ruiz de Prado.
Este lo acusó de negligencia, irregularidades en los procesos y tratos
deshonestos con mujeres. Fue condenado a suspensión del cargo por
cinco años, reprensión grave, comparecencia ante la Suprema y penas
pecuniarias.
4. Dr. Juan Ruiz de Prado (1587-1594 y 1596-1599). Canónigo de
Tarazona y oficial eclesiástico de la sede vacante de Calatayud. Fue
nombrado por la Suprema visitador e inquisidor de Lima.
5. Dr. Pedro Ordóñez Flórez (1594-1613). Rector del Colegiode la Orden
de Alcántara en Salamanca. Vino a Lima como confesor y ayudante del
Virrey Toledo, participando en la visita del valle de Yucay y en la
pacificación de los chiriguanos; asimismo, se desempeñó como consultor
del virrey en las materias de jurisprudencia para la formación de los
códigos y ordenanzas. También fue consultor del Santo Oficio. Toledo
lo propuso como sustituto de Cerezuela. Se doctoró en Cánones en la
Universidad de San Marcos, donde fue elegido rector (1580). Después
regresó a España donde fue presidente del Tribunal de Contratación de
Sevilla y consejero de Indias. En 1613 tomó posesión del cargo de
Arzobispo de Santa Fe, en cuya condición falleció. Su cadáver fue
trasladado a España.
6. Dr. Francisco Verdugo Carmona (1601-1623). Realizó sus estudios en
el Maese Rodrigo de Sevilla doctorándose en ambos derechos. Luego
enseñó Cánones y Leyes, llegando a ser rector de la Universidad de la
ciudad referida en la que, además, fungió como abogado y fiscal del
Santo Oficio. En esta última calidad se trasladó a Murcia y luego fue
promovido a inquisidor de Lima. Ejerció como tal hasta que pasó a
desempeñarse como Obispo de Huamanga, en cuya condición falleció
(1636). Cabe destacar que denunció los graves perjuicios acarreados a
los indígenas por la mita.
7. Dr. Andrés Juan Gaitán (1611-1651). Se doctoró en la Universidad de
Salamanca en ambos derechos. Fue fiscal de la Inquisición de Cuenca y
Sevilla. Falleció en Panamá, cuando se hallaba en viaje a España,
siendo enterrado en el convento de La Merced.
8. Lic. Juan de Mañozca (1624-1639). Se graduó en Artes en la
Universidad de México y se licenció en Cánones en la Universidad de
Salamanca. Fue uno de los fundadores del Tribunal de Cartagena de
Indias (1610). Después de desempeñarse como inquisidor en Lima fue
promovido a consiliario de la Suprema y luego al arzobispado de México
(1645), donde concluyó la construcción de la catedral.
9. Dr. Juan Gutiérrez Flórez (1625-1631). Profeso de la Orden de San
Juan y colegial del Mayor de San Bernardino de Toledo. Fiscal de la
Inquisición de Sicilia (1600-1605); inquisidor de Mallorca (1605-1612)
y de México (1613- 1625), desde donde fue trasladado a Lima con igual
cargo y el de visitador de la Audiencia. Elegido Obispo coadjutor de
La Paz, murió en Lima, sin haber llegado a tomar posesión del cargo.
Fue enterrado en la capilla del Tribunal.
10. Lic. Antonio de Castro y del Castillo (1627-1648). Hijo natural de
Felipe IV. Estudió Leyes en la Universidad de Alcalá, se graduó de
bachiller en Cánones en Salamanca y se licenció en la Universidad de
San Marcos. Fue comisario de la Inquisición en Potosí y del Tribunal
de Cruzada así como gobernador del obispado de Charcas. En 1639
reedificó a sus costas la capilla denominada de las Cabezas, nombrando
por patrones de ella a los inquisidores. Se alejó del Tribunal limeño
al ser nombrado Obispo de la Paz, donde contribuyó con su peculio a la
construcción de la catedral.
11. Lic. León de Alcayaga y Lartaun (1637-1640). Clérigo. Se graduó de
bachiller en Artes y Teología y se licenció en Cánones en la
Universidad de San Marcos. Anteriormente fue vicario de la diócesis
del Cuzco, comisario y luego fiscal del Santo Oficio (1628-1637). Fue
enterrado en la capilla del Tribunal.
12. Lic. Luis de Betancourt y Figueroa (1642-1659). Primer inquisidor
criollo, era natural de Cáceres en la provincia de Antioquía de Nueva
Granada. Se licenció en Derecho en la Universidad de San Marcos.
Chantre de Quito; cura de la parroquia de San Sebastián de Lima y de
la catedral; visitador de los arzobispados de Santa Fe y Lima;
consultor de la Inquisición en Cartagena y fiscal en Canarias, vino a
Lima de inquisidor. Electo Obispo de Popayán, falleció en Lima sin
haber tomado posesión del cargo (1659). Fue enterrado en la capilla
del Tribunal.
13. Lic. García Martínez Cabezas (1649-1658). Catedrático de
Instituta, Digesto Viejo, Decreto y Prima de Cánones en la Universidad
de Sevilla y gobernador del arzobispado de Lima. Presentado a la
diócesis de Cartagena, falleció en Lima sin haber tomado posesión del
cargo (1658). Fue enterrado en el convento de los agustinos.
14. Dr. Bernardo Izaguirre (1651-1658) Sólo después de ser nombrado
inquisidor, para poder asumir tal cargo, se ordenó como sacerdote. Se
graduó de Doctor en Leyes y Cánones en la Universidad de San Marcos.
Fue secretario de la Inquisición de Lima y fiscal de la de Cartagena.
Se alejó del Tribunal limeño al ser nombrado Obispo de Panamá (1658).
Promovido a la diócesis del Cuzco (1662), falleció en dicha ciudad
siendo Arzobispo electo de Charcas (1670).
15. Dr. Cristóbal de Castilla y Zamora (1657-1669). Hijo natural del
Rey Felipe IV. Rector y catedrático de Sexto de la Universidad de
Granada, donde también fue abogado de la Real Chancillería y abogado
de presos de la Inquisición. Favoreció la creación del Colegio de
Santa Cruz de niñas expósitas y reedificó la capilla de San Pedro
Mártir. Dejó el cargo de inquisidor al ser nombrado Obispo de
Huamanga. Se le considera uno de los mejores prelados de esta
diócesis, en la que fundó la Universidad de San Cristóbal (1677), el
seminario diocesano y un hospital en Huanta cuyos locales construyó
con su peculio. Se dedicó con loable esfuerzo a la evangelización de
gentiles, para lo cual recorrió territorios silvícolas hasta entonces
virtualmente desconocidos. Fue promovido al arzobispado de Charcas,
lugar en que murió (1683).
16. Dr. Alvaro de Ibarra Merodio (1659-1666) Al igual que Izaguirre,
sólo se ordenó como sacerdote después de haber sido designado
inquisidor. Natural de la Ciudad de los Reyes. Se doctoró en Cánones y
Leyes en la Universidad de San Marcos, donde fue catedrático de Código
y Prima de Leyes. Como decía Mendiburu: "Fue uno de los peruanos que
en el siglo XVII subieron a las grandes dignidades del Estado por su
extraordinario saber. D. Alvaro tenía un talento brillante: juicio y
discreción que igualaba a su probidad. Docto como pocos en materia de
jurisprudencia, era solicitado para la decisión de los casos más
espinosos y arduos". Asimismo, colaboró con el Virrey Conde de Alba de
Aliste, quien lo nombró protector de los naturales del Perú y
visitador del reino de Chile. Por otra parte, en el Tribunal, se
desempeñó como familiar, abogado de presos e inquisidor, asumiendo
este último cargo a su retorno del referido lugar. Asesoró a los
virreyes Conde de Santisteban y Conde de Lemos, quien en atención a la
antigüedad de sus servicios a la corona lo nombró oidor decano de Lima
y visitador de la Audiencia. Al morir el Virrey Conde de Lemos asumió
las funciones de Presidente de la Real Audiencia, Gobernador y Capitán
General del Virreinato, lo que lo convirtió en el primer criollo que
condujo el gobierno del país. Luego Asesoró al Virrey Conde de
Castellar. Fue preconizado Obispo de Trujillo pero murió sin llegar a
tomar posesión de dicho cargo, fue enterrado en el Colegio de San
Pablo de la Compañía de Jesús.
17. Dr. Juan de Huerta Gutiérrez (1664-1678). Natural de Trujillo,
cursó estudios en el Seminario Conciliar de Santo Toribio donde fue
vicerrector. Se doctoró en Derecho en la Universidad de San Marcos en
la que se desempeñó como catedrático de Decreto y Prima de Leyes.
Además fue abogado de la Audiencia; asesor del Virrey Marqués de
Mancera; consultor, abogado del fisco y de presos del Santo Oficio de
Lima; asimismo, oidor, fiscal y visitador de la Audiencia en Chile.
Regresó a Lima al ser nombrado inquisidor (1664). Fue nombrado
Presidente, Gobernador y Capitán General del Nuevo Reino de Granada
(1674) pero su avanzada edad lo hizo declinar, continuando en su
condición de inquisidor hasta su fallecimiento en 1678.
18. Lic. Bartolomé González Poveda (1671-1674). Abogado de los Reales
Consejos y miembro del Tribunal de Corte, fue nombrado luego
Presidente de la Audiencia de Charcas y, finalmente, Arzobispo de
aquella diócesis.
19. Lic. Juan Queipo de Llano y Valdes (1674-1682). Se graduó en la
Universidad de Salamanca. Se alejó del Tribunal limeño al ser
designado Obispo de La Paz. Finalmente se desempeñó como Arzobispo de
La Plata, donde falleció en 1709.
20. Dr. Francisco Luis Bruna Rico (1675-1688). Catedrático de
Instituta, Vísperas de Leyes, Cánones y Decreto en la Universidad de
Sevilla. En tres oportunidades fue rector del Colegio de Santa María
de aquella ciudad; y fiscal de la Inquisición en Cartagena. Electo
Obispo de Huamanga murió sin haber tomado posesión del cargo (1688).
Fue enterrado en la capilla del Tribunal.
21. Lic. Juan Bautista Cantera y Solórzano (1680-1692). Fue enterrado
en el monasterio de Santa Teresa, fundado por él, en 1656.
22. Lic. Alvaro Bernardo de Quirós y Tineo (1682-1688). Catedrático de
Instituta de la Universidad de Oviedo; catedrático de Instituta y
Prima de Cánones de la Universidad de Alcalá; y fiscal de la
Inquisición en Cartagena. Fue enterrado en la capilla del Tribunal.
23. Dr. José de Burrelo (1701). Falleció sin tomar posesión del cargo.
24. Dr. Francisco Valera Coronel (1688-1702). Natural de Lima. Se
doctoró en Cánones en la Universidad de San Marcos, donde actuó como
catedrático de Instituta, consiliario mayor, juez del claustro y por
dos veces rector. Asimismo, se desempeñó como abogado de presos de la
Inquisición, asesor del arzobispo de Lima e inquisidor de Cartagena
desde donde se le trasladó a Lima con igual cargo. Protegió la
erección del monasterio de Santa Teresa o Carmen Bajo, logrando la
autorización para su fundación. Fue enterrado en la capilla del
Tribunal.
25. Bach. Gómez Suárez de Figueroa (1697-1720). Se graduó en Cánones
en la Universidad de Valladolid5 y ejerció los cargos de fiscal y
luego inquisidor en Cartagena. Fue enterrado en la capilla del
Tribunal. En su primera estancia en Indias el Presidente de la
Audiencia de Panamá lo nombró gobernador y capitán general interino de
la provincia de Veragua, donde participó en la defensa de la ciudad de
Concepción amenazada por piratas franceses. En 1671 el Virrey Conde de
Lemos lo designó como capitán de una compañía enviada a recuperar la
ciudad de Panamá
26. Lic. Francisco de Ponte Andrade (1707-1712). Se licenció en
Derecho Canónico en la Universidad de Santiago. Prebendado de la
catedral de Orense y abogado en Santiago de Compostela. Fue enterrado
en la capilla del Tribunal.
27. Dr. Gaspar Ibañez de Segovia (1706-1737). Natural de Lima
(1669-1737). Clérigo, doctorado en Leyes y Cánones en la Universidad
de San Marcos. Fue rector del Colegio Real de San Felipe y San Marcos,
en los que regentó la cátedra de Digesto Viejo, curso que después
enseñó en la referida universidad. Era caballero de la Orden de
Calatrava. Se apartó de la vida académica para hacer profesión
religiosa. Hechos sus votos se retiró al curato de Chilca. En 1701 fue
trasladado a la parroquia del Callao -donde fue vicario y juez
eclesiástico- y a la iglesia limeña de San Marcelo. En 1706 fue
nombrado fiscal y en 1706 inquisidor, cargo que ejerció hasta su
muerte. Poco antes de ella ingresó a la Compañía de Jesús.
28. Lic. José García Gutiérrez Cevallos (1718-1730). Miembro de la
orden de Santiago. Se licenció en Cánones en la Universidad de
Salamanca. Fue nombrado fiscal en el Tribunal de Cartagena, lugar
desde donde fue promovido a Lima como inquisidor. En 1730 fue nombrado
Obispo de Tucumán, lugar en que se hizo famoso por la conversión de
los indios vilelas. Promovido al Arzobispado de Lima tomó posesión del
cargo el 10 de setiembre de 1742. Falleció el 16 de enero de 1745. Fue
sepultado en la catedral, en la bóveda del cabildo.
29. Dr. Cristóbal Sánchez Calderón (1730-1748). Graduado en Cánones en
la Universidad de Alcalá, donde regentó durante tres años la cátedra
de Prima de Cánones. Anteriormente se desempeñó como fiscal del Santo
Oficio.
30. Bach. Diego de Unda (1735-1748). Se graduó en Cánones en la
Universidad de Salamanca. Se recibió de abogado en el Consejo de
Castilla, ejerciendo como tal en Madrid y en Villanueva de La Serena
desde 1712 hasta 1735.
31. Dr. Pedro de Arenaza y Gárate (1744-1751). Graduado en Cánones en
la Universidad de Alcalá. Vicario general del obispado de Valencia,
lugar en que fue designado inquisidor. Miembro del Consejo de la
Suprema y General Inquisición, vino al Perú como visitador del Santo
Oficio. Falleció en Cartagena de Indias, cuando realizaba el viaje de
regreso a España.
32. Dr. Mateo de Amusquívar (1744-1763). Graduado en Cánones en la
Universidad de Valencia. En 1738 se recibió de abogado en el Consejo
de Castilla.
33. Dr. Diego Rodríguez Delgado (1751-1756). En 1713 vino a América
como secretario del Obispo de Cartagena. Luego desempeñó igual cargo
en Panamá. Entre 1725 y 1728 fue tesorero y chantre de la catedral de
Santa Marta. Se doctoró en Teología en la Universidad de San Ignacio
del Cuzco y en Cánones en la Universidad de San Francisco Javier de
Chuquisaca. Asimismo, era canónigo de la catedral de La Plata, vicario
y visitador de dicho obispado así como comisario del Santo Oficio.
34. José de Salazar y Cevallos (1757). Natural de Arequipa. Fue
canónigo doctoral y arcediano de aquella iglesia. Promovido a
inquisidor de Lima falleció antes de tomar posesión del cargo. Su
hermano Alonso Eduardo fue rector de la Universidad de San Marcos.
35. Dr. Juan Ignacio de Obiaga (1759-1777). Se doctoró en Cánones en
la Universidad de San Marcos. Se recibió de abogado en la Real
Audiencia de Lima. En esta misma ciudad fue asesor del juzgado de los
alcaldes ordinarios y del Tribunal del Consulado. Su carrera en la
Inquisición la inició como abogado de presos. Asimismo, fue
administrador de las obras pías del Tribunal y, a partirde 1764,
fiscal.
36. Dr. Bartolomé López Grillo (1763-1777). Natural de Panamá. Estudio
en Lima en el colegios Real de San Martín y en el de San Felipe. Se
doctoró en Cánones en la Universidad de San Marcos, donde regentó la
cátedra de Digesto Viejo. En 1723 se recibió de abogado en la Real
Audiencia de Lima. Desde 1737 se desempeñó como abogado de presos y, a
partir de 1745 notario del secreto con cargo de servir la fiscalía del
Tribunal. En este último año Arenaza lo nombró fiscal de la visita.
Luego, en 1755, fue nombrado fiscal titular.
37. Dr. Francisco Matienzo Bravo de Rivero (1766-1796). Nació en
Chuquisaca en 1728. Fue hijo de Gabriel Matienzo, Presidente de la
Audiencia de Charcas. Se licenció y doctoró en Leyes y Cánones en la
Universidad de San Marcos. En 1753 se recibió de abogado en la Real
Audiencia de Lima. Ordenado sacerdote se hizo cargo del curato de
Tacna, lugar en que actuó como juez eclesiástico. En 1761 fue
incorporado al cabildo diocesano de Arequipa en calidad de canónigo
doctoral. Ejerció las funciones de provisor de la diócesis y vicario
general. Pocos años después, designado inquisidor de Lima, ejerció ese
cargo hasta 1796 en que fue nombrado Obispo de Huamanga. Falleció en
1800.
38. Lic. Francisco Abarca Calderón (1779-1816). Graduado en Cánones en
la Universidad de Oñate. En el Colegio Mayor del Espíritu Santo
regentó, durante tres años, la cátedra de Cánones. Fue abogado del
colegio de Madrid y ejerció entre 1776 y 1778. Era pensionado de la
Orden de Carlos III, del Consejo y Cámara de Indias y honorario del
Consejo de la Suprema y General Inquisición. Manuel de Mendiburu dijo
que: "Asegúrase que Abarca en las juntas que el Virrey Abascal
celebraba frecuentemente con motivo de la guerra de la Independencia,
opinó siempre porque el Gobierno se limitara a sostener el territorio
del Virreinato, sin emprender fuera de él ninguna operación militar.
Creía que de esta manera los Estados vecinos se anarquizarían agotando
en breve sus recursos".
El Virrey Abascal dirigió algunos informes al Secretario de Estado y
del despacho universal de Indias solicitando la remoción de Abarca,
José Ruiz Sobrino y Pedro de Zalduegui. Se quejaba por su falta de
cooperación al financiamiento de las huestes realistas y sus actitudes
irrespetuosas con su persona y autoridad. Veáse Guillermo Lohmann,
Documentación oficial española, vol. 1º (informes del 30 de marzo de
1815 y del 3 de junio del mismo año.
39. Dr. José Ruiz Sobrino (1798-1819). Se doctoró en Cánones en la
Universidad de Santo Tomás de Quito. En 1778 fue nombrado sacristán de
la iglesia matriz de Guayaquil, lugar en que se desempeñó
posteriormente como secretario del obispo de la diócesis. Entre 1784 y
1787 fue cura y juez eclesiástico del pueblo de Machachi, sitio desde
el cual fue promovido al curato de Quisapincha, donde también ejerció
como juez eclesiástico. Asimismo, fue canónigo doctoral de Trujillo.
En 1797 fue nombrado fiscal del Tribunal.
40. Dr. Pedro de Zalduegui (1803-1820)8. Licenciado y doctorado en
Cánones en la Universidad de San Marcos. Su carrera en la Inquisición
la inició en 1774 como sacristán de la capilla de San Pedro Mártir.
Sucesivamente ejerció los siguientes cargos: capellán mayor (1779),
secretario del secreto (1787), fiscal (1792) e inquisidor (1803).
41. Dr. Cristóbal de Ortegón (1817-1820). Licenciado y doctorado en
Cánones en la Universidad de San Marcos.
42. Dr. Anselmo Pérez de la Canal (1820).
43. Dr. José Navarro Larrea (1820) Palma, Ricardo, ídem, pág. 213.
Este autor lo nombra como José Mariano de Larrea
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sábado, 8 de julio de 2017