martes, 30 de septiembre de 2014

FELIPE II Y LA IGLESIA DEL PERÚ

FELIPE II Y LA IGLESIA DEL PERÚ

 

Durante el gobierno de Felipe II gobernaron la arquidiócesis de Lima dos arzobispos: Jerónimo de Loaysa (1543-1575) y Toribio Alfonso de Mogrovejo (1581-1606). En ambos casos el monarca ejercitó su autoridad como Patrono de la Iglesia del Perú en forma plena y constante, al punto d que –según todos sus biógrafos- invadía con frecuencia las facultades pontificias y-desde luego- las propiamente arzobispales. El Regio Patronato era la perla preciosa de la corona y ello explica el excesivo celo y ardor con que el Rey Prudente procedió en todos sus actos.

En tiempos de Loaysa Felipe II pidió al Papa Pío IV la creación de dos Patriarcados de las Indias occidentales: uno para el Perú y otro para Nueva España. Pero la petición no fue concedida. Fundó el Tribunal de la Santa Inquisición. Autorizó la ejecución de los decretos del Concilio de Trento, que tuvieron la calidad de "Leyes del Reino", y sólo después de la intervención del monarca pudo el arzobispo promulgar los dichos decretos. Y reúne en Madrid la Junta Magna para "ordenar" la vida eclesiástica en Indias. Sobre todo, según el monarca, y para que el Real Patronato fuese guardado estrictamente, ninguna autoridad eclesi8ástica podría designar un cargo eclesiástico sin la previa presentación real.

Por cierto que Felipe II se preocupó por asegurar el buen éxito de la evangelización en Indias enviando numerosas expediciones de religiosos a las provincias de Ultramar. Tanto franciscanos y dominicos, como agustinos, mercedarios y jesuitas llegaron a nuestras para misionar estas tierras y edificar sus iglesias, conventos y residencias.

Aunque es algo anecdótico, pero que ilustre las larguísimas demoras o retrasos en las comunicaciones entre la Península y nuestro Virreinato, puede citarse el hecho de que el 5 de agosto de 1577 el rey Felipe II firmó una Real Cédula en que se ordena al arzobispo de Lima efectúe la visita del territorio del Arzobispado. Pero resulta que el arzobispo Jerónimo de Loaysa había fallecido en Lima el 25 de octubre de 1575, es decir, casi dos años antes de la Real Cédula. (La elección de Santo Toribio fue en 1578).

Con la llegada de Toribio Alfonso de Mogrovejo a su arquidiócesis y felizmente desaparecidas las turbaciones de las guerras civiles, el prelado inicia las trabajosas tareas de las visitas pastorales de su extensa arquidiócesis, tal vez la más extensa del mundo católico de entonces. Al llegar a Lima se encuentra con quien hay en su despacho  cuatro Reales Cédulas de Felipe II, fechadas en noviembre y diciembre de 1578. La primera es la dirigida al virrey Toledo "para que guarde y cumpla todo lo relativo al Real Patronato. La segunda contempla las sanciones que el obispo debe imponer a los clérigos que maltraten a los indios. La tercera dispone la obligación de los clérigos de i9ndios de conocer la lengua general (es decir, el quechua). Y la cuarta establece que "no se concedan las sagradas órdenes a los mestizos" y prohíbe que se nombren párrocos de indios a quienes ignoren las lenguas nativas.

El gobierno eclesiástico de Santo Toribio se vio muy perturbado con la llegada del virrey García Hurtado  de Mendoza, marqués de Cañete, personales de modales bruscos hacia el arzobispo, a quien hizo sufrir mucho pro su autoritarismo destemplado. El virrey denuncia al arzobispo –en cartas a Madrid- porque no se halla en Lima; porque hace colocar el escudo episcopal en el nuevo Seminario; porque convoca sínodos sin la autorización del Patronato, etc.

Si bien en el asunto del escudo Felipe II se pone del lado del arzobispo con una reprensión al virrey (20 mayo 1592), el 29 de mayo de 1593 ordena a Hurtado de Mendoza que reprenda al arzobispo por su "mal proceder" en los asuntos del Real Patronato.

Al nuevo virrey Luis de Velasco, Felipe II le envía una extensa Instrucción de 72 capítulos sobre el mantenimiento del Real Patronato. Y el 7 de agosto de 1596 el rey amonesta a la real Audiencia de Lima "por no haber urgido al arzobispo el cumplimiento del Real Patronato". Y no terminan allí las tribulaciones del Santo. El virrey, aunque de suave condición, se ve obligado a cumplir órdenes de Madrid que le mandan reprender al arzobispo por de obediencias al poder civil durante el gobierno del marqués de Cañete. Esta fue la última reprensión de Felipe II al arzobispo Mogrovejo, hecha sólo seis meses antes del fallecimiento del monarca.

Un dato sí muy positivo y edificante sobre el período gubernativo de Felipe II es el relativo al numeroso personal eclesiástico enviado al Perú durante los 42 años del reinado filipino: fueron 2.682 religiosos y 376 clérigos seculares.

Armando Nieto Vélez S.J. 

domingo, 28 de septiembre de 2014

RELIGIOSIDAD POPULAR EN EL PERÚ EN TIEMPOS DEL REINADO DE FELIPE II (1556-1598). José Antonio Benito

RELIGIOSIDAD POPULAR EN EL PERÚ EN TIEMPOS DEL
REINADO DE FELIPE II (1556-1598)
José Antonio Benito Rodríguez Centro del Patrimonio Cultural Universidad Católica Sedes Sapientiae (Lima – Perú) I. Introducción. II. El mundo religioso del Tahuantinsuyo.
III. La Junta Magna de 1568 y el Virrey Toledo.
IV. Cofradías y hermandades.
V. Colegios, novenas, prédicas, misiones populares.
VI. Leyes y costumbres: concilios, sínodos, consuetas, anales.
VII. Sucesos extraordinarios considerados como milagros.
VIII. Devoción al Señor y a la Cruz.
IX. Devoción mariana, advocaciones, santuarios.
X. Conclusión.
XI. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN
A la hora de sumergirme en el proceloso mar de la religiosidad peruana en la segunda mitad del siglo XVI, correspondiente al reinado de Felipe II, tengo en cuenta el documento
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vaticano Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (Principios y orientaciones de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos) que publicó en el 2002. Su detallado índice temático nos habla a las claras de la importancia de nuestro estudio y de la dificultad de acometerlo en todas sus dimensiones. Para ser completo debe comprender cinco rubros: Año litúrgico y piedad popular, veneración a la Virgen María, devoción a los santos y beatos, los sufragios por los difuntos y santuarios y peregrinaciones.
De igual manera, considero obligada la referencia a los estudios del P. Manuel Marzal, S.J.1 que tanto y tan bien escribió sobre el asunto, procurando siempre clarificar lo que término tan complejo significa. De manera muy didáctica en su obra definitiva "Tierra encantada" se refiere a la religiosidad popular con el término "sincretismo"; en metáfora deportiva le lleva a concluir con cinco posibilidades acerca de quién ganó el partido. La primera de fusión, hay un cierto empate; la segunda, de la victoria de las religiones indias, la tercera del triunfo del catolicismo español, la cuarta de la importancia del proceso político sobre el cultural y la quinta la complejidad y creatividad del resultado, la que mejor explica el fenómeno fruto de un proceso que "entraña una creativa y muy selectiva recombinación de formas y significados simbólicos"2 .
En ella, están siempre presentes ocho elementos: el santo, el devoto, la procesión o peregrinación, la promesa, el castigo, el milagro, la bendición y la fiesta; podíamos añadir el sermón o propaganda y la preparación mediante el triduo o la novena. Todos ellos se manifiestan de modo clarividente en el culto, con cuyo esplendor "se trataba de cautivar superficialmente a los indígenas, como medio, para luego elevarlos a una religiosidad espiritual superior, con el auxilio de métodos más aptos: catequesis, sacramentos, etc."3. Se prodigan las procesiones con música y canto que cautivan a los indios por recordarles la tradición de sus haravicus, haillis y yaravíes y a quienes sorprendían por la novedad de los órganos, chirimías, arpas, flautas, vihuelas, bajones, orlos, trompetas, guitarras, tambores, acompañados de danzas.
Creo interesante comenzar con la Carta en que da cuenta de una visita de Felipe II a la Compañía de Jesús en Valladolid (5 de agosto de 1592). En ella, su autor -Padre José de Acosta- da muestras de gran cercanía al Rey, nos brinda un excelente testimonio de la religiosidad del monarca, de su estrecha relación con los Jesuitas y de la más representativa muestra de devoción popular, la celebración de la Santa Misa. Elementos indispensables: las reliquias, la cera, las flores, los olores. El Rey, como no conocía al P. Provincial, habló conmigo, diciéndome que su venida nos había embarazado de nuestras confesiones y comuniones y que le pesaba de ello. Dije que para toda había lugar con la traza que Su Majestad había dado, dando las gracias por la merced que nos hacía… y en estas pláticas llegó a su cortina y se comenzó luego la misa, la cual cierto se ofició muy bien y con harta decencia y
1 Uno de los artículos más completos sobre su vida y obra el de José Sánchez Paredes "Manuel Marzal, S. J. Trayectoria de uno de los fundadores del Instituto de Pastoral Andina", en Revista Allpanchis (Cuzco), 73/74 (2009) 107-145
2 Tierra encantada: Tratado de antropología religiosa en América Latina Trotta, Madrid 2002, p. 197. 3 ARMAS MEDINA, F. de: Cristianización del Perú: (1532-1600). Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Sevilla, 1953, 412.
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devoción…Acabada la misa, llegó el P. Provincial y algunos otros Padres al Rey, y yo dije a Su Majestad: Es el P. Provincial nuestro. Con esto el Rey volvió el rostro, y el Padre le dio las gracias de la merced que había hecho a aquella casa. Saliéndose, el Rey mostró contentarle la iglesia. Díjele que todavía quería parecer a la de Su Majestad de San Lorenzo. Dijo el Rey con donaire: Esta debió de ser primero. Y preguntando otras no sé qué cosas, en fin salió por la misma iglesia. Fueron realmente todos muy contentos, porque la iglesia parecía muy bien así desembarazada, y los altares y reliquias estaban muy bien adornados con cera y flores y pomos de olor4.
Para el presente artículo considero algunas variables del inabarcable campo de la religiosidad popular: el mundo religioso peruano que encuentran los evangelizadores, los protagonistas de la misión tanto religiosos, sacerdotes como laicos, la organización política y religiosa en torno al patronato regio configurado especialmente con los virreyes y obispos, las asambleas conciliares y sinodales, las crónicas civiles y religiosas de la vida cotidiana, algunas manifestaciones de religiosidad popular y específicamente las procesiones.
II. EL MUNDO RELIGIOSO DEL TAHUANTINSUYO
La religiosidad popular cotidiana es el resultado de la síntesis de las creencias y las prácticas ordinarias de la sociedad que se plasman en la cultura de un pueblo. Como el Papa Benedicto XVI señalase en la apertura del V CELAM, en Aparecida, el 13 de mayo del 2007 "la sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían", marcando en primer lugar en el alma de los pueblos latinoamericanos. La presentó como "el precioso tesoro de la iglesia católica en América Latina". Invitó a promoverla y protegerla. Esta manera de expresar la fe está presente de diversas formas en todos los sectores sociales, en una multitud que merece nuestro respeto y cariño, porque la piedad "refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer". La religión del pueblo latinoamericano es expresión de la fe católica. Es un catolicismo popular, profundamente inculturado, que contiene la dimensión más valiosa de la cultura latinoamericana" y que se manifiesta en claros perfiles:
"El amor a Cristo sufriente, el Dios de la compasión, del perdón y de la reconciliación; el Dios que nos ha amado hasta entregarse por nosotros;- El amor al Señor presente en la Eucaristía, el Dios encarnado, muerto y resucitado para ser Pan de Vida; - El Dios cercano a los pobres y a los que sufren; - La profunda devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe, de Aparecida o de las diversas advocaciones nacionales y locales [...] Esta religiosidad se expresa también en la devoción a los santos con sus fiestas patronales, en el amor al Papa y a los demás Pastores, en el amor a la Iglesia universal como gran familia de Dios que nunca puede ni debe dejar solos o en la miseria a sus propios hijos".
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La religiosidad popular católica no brota de fuentes desconocidas, uno de los surtidores lo proporciona la religiosidad precristiana andina. Para adentrarnos en la religiosidad popular es indispensable conocer las originales creencias andinas y amazónicas del territorio peruano sembrado por la fe cristiana. El mundo religioso, antes de llegar los españoles y primeros cristianos, era múltiple y con jerarquías nada claras, variables entre sí de región a región. Sobre dos pilares fundamentales se basa el Incario: el religioso y el estatal. La base del primero lo constituía el "ayllu" o grupo con sus divinidades propias o totems, sobre los que los incas imponen los suyos. Sobre este politeísmo animista prevalecía en la Sierra el culto a Viracocha y en la Costa a Pachacamac. Los incas aceptaron este dualismo convergente y, considerándose hijos del sol, sobrepusieron a ambos el culto del sol (Apu Inti o Punchao). En otro nivel inferior se daba culto al rayo (Illapa), a la luna (Quilla), a las siete cabrillas (Orcoy y Choque Chinchay), al mar (Mamacocha), a la tierra (Pachamama), a las piedras (Pururaucas), a los dobles o momias del Inca (Huanques), a los cerros (Apus) y a las Huacas, adoratorios diversos de cosas insólitas. Hubo dioses de culto restringido como Tunupa entre los aimaras, Pariacaca entre los yauyos, Atagujo en Huamachucho, Huari en los nevados centrales, Rímac en Lima5.
En la conciencia popular, la cosmovisión del indio se nutría esencialmente del animismo de la naturaleza y adoraba fuentes, ríos, cerros y toda realidad extraordinaria en "huacas". Elemento esencial es la "huaca": adoratorio, objeto sagrado, sobre todo en el pueblo; hay que añadir además los seres sagrados como las conopas o madres de los alimentos y las pacarinas o lugares de donde saldrían los hombres; los apus o espíritus de los cerros; los malquis, antepasados momificados, adorados. El culto era atendido por el Inca y los curacas; rituales con diversos elementos como la chicha, la cumbi (ropa fina), la hoja de coca y el mullu (spondilus).
Como se ve, se adoraba a diversas wakas o huacas, tanto como cuerpos celestes –sol o inti en el Cuzco, luna o quilla, rayo o illapu o libiac en el sur o norte, las estrellas, los luceros, las constelaciones-; o como fenómenos orográficos -las montañas, lagos, puquios, el océano-, muchos de ellos considerados además pakarinas o lugares de origen de sus etnias. También rendían homenaje y culto a héroes diversos como Equequ o Taparaku en el mundo aimara, Cachi, en el área cuzqueña, Cuniraya en Huarochirí, Huari en el callejón de Huaylas, o Guamansuri en las sierras de La Libertad, que nos llegan de manera fragmentaria, a través de algunos relatos míticos recogidos posteriormente como el de Wiracocha, inka o héroe, que como otros, existían en el imaginario de los pobladores surandinos. Este Wiracocha o dios creador, el Pachayachachiq, término usado por los evangelizadores para designar su carácter en términos andinos, según las investigaciones de Pierre Duviols y César Itier6. El agregado Contiti o Conditi Wiracocha no sería sino el uso del término latino Conditor muy usado por la patrística y los himnos cristianos para designar al Dios Creador (Conditor Deus).
5 FERNÁNDEZ GARCÍA, E., Perú Cristiano PUCP, Lima 2000, p. 81.
6 "Estudios Introductorios a Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui" (1613), en Relación de antigüedades deste reyno del Pirú, CBC-IIFEA Cuzco 1993. El iniciador de las reflexiones modernas respecto a uso catequético del héroe Wiracocha es Henrique Urbano, "Thunupa, Taguapaca, Cachi. Introducción a un espacio simbólico andino", en Revista Andina, 11 (1988). Sobre los orígenes reales del relato previo de Wiracocha véase ARMAS ASÍN, F., "Wiracocha, pastoral católica y mitología del Titicaca", en Anuario de Historia de la Iglesia (Pamplona), XI (2002) 191-213.
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III. LA JUNTA MAGNA DE 1568 Y EL VIRREY TOLEDO
Difícilmente se entiende la compleja y múltiple gama de la vida sociorreligiosa peruana sin valorar el papel representado por la Corona Española como suprema rectora de su organización a través del Real Patronato o Vicariato Regio. A través del organismo del Consejo de Indias o de funcionarios indianos interviene en todos los aspectos y protagonistas de la vida eclesiástica, excepto los sacerdotales: selección y envío de misioneros, distribución, alimentación, construcción de iglesias. Tras la conquista sigue un período sangriento centrado en la aplicación de las Leyes Nuevas y las guerras civiles. Tal inestabilidad asestó un duro golpe a la evangelización. La era de paz inaugurada por Lagasca, dio comienzo a una etapa ordenadora protagonizada por la prudente labor de los virreyes. Tras el malogrado Blasco Núñez de Vela, sólo uno de los virreyes –el veterano Antonio de Mendoza- corresponde al reinado de Carlos I, el resto de los mencionados gobiernan en nuestro periodo filipino.
Repasamos brevemente los virreyes peruanos en tiempos de Felipe II El primero A. Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete 1556-1561), se caracterizó por su política de fundación de ciudades, la mejora de las comunicaciones, la creación del Gran Hospital de Lima, la Casa de recogimiento de mujeres y mestizos; potencia el desarrollo minero y acomete una política indigenista admitiendo los alcaldes de indios y potenciando los tambos (almacenes de víveres y paradores). Los 4 años de gestión de Diego López de Zúñiga, conde de Nieva 1561-1564) terminan en el juicio de residencia negativa en el que descubren desfalcos e irregularidades. Lope García de Castro (1564-69) es enviado como juez residente y gobernador suplente con el fin de sanear la Hacienda.
Llega por fin don Francisco de Toledo (1569-1581). El elegido estará en la Junta bien consciente de su decisiva misión de organizador del virreinato peruano conforme la nueva política de Felipe II. Las Instrucciones se articulan en tres partes, la primera (1-11) que trata de la organización general netamente centralista con la propuesta de un patriarca de Indias en Madrid- de las iglesias, diócesis, provisión de obispados, facultades de los obispos, visitas pastorales, celebración de concilios provinciales, erección y provisión de parroquias, presentación real, jurisdicción de los párrocos; la segunda (12-24) versa directamente sobre la evangelización y sus protagonistas (religiosos y agentes de pastoral), ordenando la reducción de los indios para formar poblaciones con vida política y poner en cada poblado un doctrinero; la tercera (25-36) regula el problema económico de los diezmos7.
El virrey llega al Perú cuando ya la autoridad de la Corona se había afirmado sobre levantamientos y banderías. Cuatro años de visita le dieron un cabal conocimiento del virreinato, y él fue sin duda quien dio al Perú y sur de América su organización política, social y económica. Pero también su gobierno tuvo gran influjo en lo religioso, pues promovió con gran celo la reducción de los indios a poblados, y por tanto la erección de doctrinas; e impulsó desde 7 TINEO, P., "La evangelización del Perú en las instrucciones entregadas al virrey Toledo (1569-1581)", SARANYANA, J.I., et al., Evangelización y teología en América (siglo XVI). X Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra, Universidad de Navarra, Pamplona 1990, vol. 1, pp. 273-295.
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el Patronato real, de acuerdo con el arzobispo Loaysa, la celebración de asambleas eclesiásticas. Por último, hizo cuanto pudo para facilitar la celebración del Concilio III de Lima, y para ello esperó «con muchos apuntamientos» al nuevo arzobispo, pero hubo de partir de Lima días antes de la llegada de Santo Toribio.
Le sucede otro gran virrey Martín Enríquez de Almansa (1581-1583), quien crea el primer Colegio Mayor con los Jesuitas donde se forman las personalidades más relevantes de Perú; colabora con Santo Toribio de Mogrovejo en la promoción del indio; fija el servicio del Correo y Transportes, evitando el abuso de los indios. Mostró también un gran celo misional, y con su gobierno conciliador calmó los ánimos de aquellos que se habían sentido turbados por la impetuosidad de Toledo. Fernando de Torres y Portugal, Conde de Villar Don Pardo (1585-1589) pretende aumentar los recursos por la reforma fiscal y el desarrollo minero; refuerza la flota de barcos para defenderse de los ataques piráticos. García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, (1589-1596) visita el territorio, ayuda a Chile, acomete la reforma fiscal con nuevos medios de tributación como la composición de tierras (legitimación de tierras mediante pago de una tasa al tesoro). Mantendrá a lo largo de su vida una actitud hostil y de recelo hacia el santo arzobispo. Luis de Velasco, marqués de Salinas, (1596-1604), hace frente a las incursiones de piratas, promulga 44 leyes sobre la actividad de los corregidores de indios, una cédula para reprimir los abusos de los servicios personales de los naturales y mejorar el trabajo de los indios mitayos, aprueba la Universidad de San Marcos de Lima...
IV. COFRADÍAS Y HERMANDADES
Las Cofradías nacen de la agrupación de miembros de una misma profesión bajo la advocación de un santo protector y cumplen fines espirituales y caritativos.Conviene insistir en la repercusión social de la fe en el ordinario ambiente laboral ya que es la fuente principal de la actividad del seglar. Teniendo en cuenta este aspecto corporativo, gremial, típicamente medieval, el P. Rubén Vargas Ugarte señalará con acierto cómo
"los llamados gremios medievales evolucionaron con el tiempo y se multiplicaron, dando origen a las cofradías y hermandades, cuyos asociados se vinculaban no sólo con fines de devoción sino que también se proponían ayudarse mutuamente y aun mirar por los intereses de la clase u oficio a que pertenecían"8.
W. Vega cita un documento de 1585 acerca de un litigio entablado para determinar qué cofradía debe acompañar más de cera al Santísimo Sacramento durante la procesión del Corpus, y en el que se enumeran hasta 16 cofradías de Lima9. De indios: Nuestra Señora del Rosario en Santo Domingo; Santa Ana en la Parroquia de Santiago de Surco; Santiago en la Parroquia de Santiago del Cercado; Santísimo Sacramento en la Parroquia de Santiago de Surco; Niño Jesús en la Compañía de Jesús; Nuestra Señora de Copacabana. De negros y mulatos: N.S. de la Antigua, catedral; Nuestra Señora de los Reyes, San Francisco; Santa Justa y Santa Rufina, Merced; San Sebastián en la parroquia del mismo nombre; San Antón en San Marcelo; S Bartolomé, Santa Ana; Nuestra Señora del Rosario, Convento Santo Domingo; San Salvador,
8 Historia de la Iglesia en el Perú Imprenta Sta. María, Lima y Burgos, t. I, pp. 86-87.
9 Archivo Arzobispal de Lima, Cofradías, LXIV: 2, ff. 30-31v
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Compañía de Jesús; San Agatón, Convento S. Agustín; Nuestra Señora de Aguas Santas, Merced. De españoles: Nuestra Señora de la Piedad, Nuestra Señora de la Soledad, S. Crispín y san Crispiano, S. Eloy, S. José , Santísimo Sacramento, Santa Catalina de Sena, Veracruz.
El Memorial de Santo Toribio, 1598, dirigido al Papa Sixto V, nos da cuenta pormenorizada de las seis cofradías más importantes, de las que enfatiza su identidad y repercusión social y espiritual:
1. "hay muchas cofradías de españoles, negros é indios, adornadas con muchas indulgencias, la del Santísimo Sacramento que está en Santo Domingo y acude á la administración del Viático de esta Iglesia Catedral y demás parroquias con lo necesario que es menester, y cuando sale el Santísimo Sacramento van once clérigos con sobrepellices y estolas de carmesí, que llevan las varas del palio, pendón y mazas de plata con gran cantidad de cera.
2. En la cofradía de las Ánimas que está en la Iglesia Mayor, se dicen más de seis mil misas cada año, y se da de limosna al sacerdote ocho reales cada vez que dice misa.
3. Hay una cofradía de la Caridad, en la cual se casan cada año veinticuatro doncellas pobres, y se les da para su casamiento, veinticuatro pesos de á nueve reales, y un hermano de la dicha cofradía que pide limosna para los pobres vergonzantes, que se llama Vicente Rodríguez, hombre de mucha caridad y buen cristiano, ha repartido desde el año ochenta y cuatro hasta el noventa y siete, ciento cincuenta y tres mil quinientos noventa y tres pesos y seis tomines de á nueve reales el peso.
4. En el monasterio de San Francisco está fundada otra cofradía de Nuestra Señora de la Concepción, la cual casa cada año doce doncellas pobres y da á cada una seiscientos ducados de dote.
5. La cofradía de las cárceles que está fundada en una de las capillas de ellas, da de comer, cada día, á todos los pobres de todas las cárceles, y por su turno se escogen de treinta hombres, dos que solicitan y procuran los negocios de los pobres presos; tienen letrado para ello y procurador
6. Hay otra de la clerecía que llaman la Cátedra de San Pedro, tiene cuidado de regalar y curar los clérigos pobres y enfermos, dan todo lo necesario para su sustento á les sacerdotes pobres, entierra á los difuntos de la dicha cofradía con mucha pompa y se hace muchos sacrificios por ellos, la cual es de mucha utilidad y provecho.
Conocemos por el Diario de la Visita cómo en julio de 1593 el prelado Mogrovejo visitó las cofradías de Nuestra Señora del Rosario, san Sebastián de Huaraz, Santo Domingo de Yungay, Manturpata, Cochangara, Paucaarbamba, San Juan de Illimo. En 1603 la Cofradía de la Visitación del pueblo de Uchubamba, Concepción en Mochomí, Nuestra Señora en Callanca, Monzebú... En los pueblos y las doctrinas que veía sin cofradía, la impulsaba el propio Prelado.
Alguna como la de San José, del gremio de carpinteros, fundada en Lima en 1560, contaba con capilla propia. Los gremios de carpinteros, albañiles y canteros indios y morenos se
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agrupaban en otras cofradías como la de San Juan Bautista de los Pardos en la iglesia de Santa Ana, la de Nuestra Señora de los Reyes en San Francisco o San Miguel en El Cercado.
Particular actividad desarrollan las de indígenas. Sus miembros daban de comer a los pobres, visitaban a los enfermos, celebran misa, tenían instrucción religiosa diaria y pláticas espirituales regularmente; los sábados se dedicaban a la Virgen y las comuniones eran en todas ellas frecuentes.
En el Diario de la Visita, Santo Toribio da razón de numerosas cofradías y hermandades a lo largo de su dilatada arquidiócesis. En el mismo se ofrece rica documentación del dinamismo de estas asociaciones que vertebran buena parte del pueblo fiel. Baste un ejemplo referido para la visita realizada en el mes de enero de 1584:
Hay en el pueblo de Callanca una Cofradía de Nuestra Señora, dícese cada sábado una misa y en las festividades de Nuestra Señora se dice otra misa cantada con sus vísperas, dase de limosna dos patacones de cada una y SU SEÑORÍA la mandó mudar a otro día que no esté el cura obligado a decir misa por los indios y al cabo del año se dice otra misa de réquiem cantada con vigilia, dase de limosna 3 pesos10.
Proliferaron en tal cantidad que el III Concilio de Lima de 1583 declara que "en cuanto sea posible se reduzcan a menor número y no den licencia para ordenarse otras de nuevo sin causa de mucha importancia" (III, 44).
Vinculadas con las cofradías están las procesiones, sobre todo las de la Semana Santa. Santo Toribio las describe detalladamente:
"El miércoles, jueves y viernes santos salen cinco procesiones de diversas vocaciones de penitentes, la una se dice de Nazarenos que sale de Santo Domingo y salen mucho número de hombres en forma de penitentes, todos con cruces grandes en hombros; otra que sale del propio monasterio que se llama de la Veracruz sale el jueves por la noche y van en ella más de cuatrocientos penitentes; otra la propia noche de San Francisco, en la cual salen quinientas cincuenta personas, disciplinándose; otra de San Agustín á devoción del Santo Crucifijo de Burgos, cuyo retrato tienen, lleva más de ochocientas personas disciplinándose. Otra el viernes en la noche que llaman la Soledad de Nuestra Señora, sale de la Merced, es muy devota procesión, salen más de mil personas disciplinándose, y sacan todas las insignias de la pasión, va con gran silencio. Otra sale de San Agustín la mañana de la Resurrección".
V. COLEGIOS, NOVENAS, PRÉDICAS, MISIONES POPULARES Uno de los documentos más importantes para asomarnos al proceso evangelizador y el crecimiento del fervor religioso popular nos lo brindan las Cartas Anuas de los jesuitas del Perú, como la dirigida al P. Everardo Mercuriano, Prepósito General de la Compañía de Jesús,
10 BENITO, J. A., Libro de visitas de Santo Toribio (1593-1605), Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima 2006, p. 54v.
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desde Lima, el 15 de febrero de 157711. Conviene destacar una realidad notable ya en el 1557, apenas 30 años después de la llegada de los españoles, al constatar que "han cobrado estos indios a los de la Compañía un amor y respeto cual nunca he visto en parte ninguna". Aparte de constatar este afecto particular del pueblo por los jesuitas, se informa del gran número de estudiantes entre los mestizos y criollos, los cuales participan en los sacramentos, oraciones y sermones con motivo de las fiestas: Vanse aprovechando en virtud nuestros estudiantes, y muestran su devoción en el uso de los sacramentos, en acudir a los hospitales, en las disciplinas que hacen, y en devoción, que para ser mozos desta tierra no es pequeña edificación... Las octavas de Corpus Christi se hizo fiesta por las tardes en nuestra iglesia, habiendo un día sermón y otras oraciones que los estudiantes recitaban en latín y composición de romance. El último día hicieron un Coloquio que dio mucho gusto y fue de provecho[…] Ese día a la misa, sermón y fiestas que a nuestro modo hicimos al Sacramento con mucha devoción y edificación del pueblo vino Su Excelencia y los oidores y de todas las religiones y otro concurso de gente grande". Pero los intrépidos y celosos hijos de Ignacio no se contentan con sus colegiales criollos y mestizos. Salen de sus aulas, van a las calles y plazas, buscan a los naturales, a los indios: Los sermones que se hacen a los indios los domingos y fiestas en la plaza donde se juntan a oír misa, se han proseguido siempre con fruto, como se ve por sus confesiones y por la devoción que muestran, especialmente cuando se sienten enfermos y con algún peligro, que entonces se conoce en ellos particular sentimiento de las cosas de la fe, y aun tienen por persuasión que para cobrar la salud corporal es medio muy cierto acudir de todo corazón al sacramento de la penitencia, y con efecto se ha visto muchas veces convalecer luego y sanar con este sacramento. Pero lo más importante para los Jesuitas son los Ejercicios Espirituales, las Misiones: Hanse hecho este año deste Colegio cuatro Misiones: la primera a los Andes, que son las montañas que caen a la parte del norte, donde estuvieron un padre y un hermano dos meses y llegaron hasta los indios infieles, que son innumerables hacia la mar del norte. La segunda a unos pueblos de indios aquí cerca, donde estuvieron como otros dos meses. La tercera a la provincia de Chucuito, donde fueron cuatro padres y tres hermanos para tener la Doctrina de Juli, que es un gran pueblo de aquella provincia. La cuarta al Potosí, donde estarán de asiento un padre y un hermano que han ido, y otros dos que con el favor divino irán prestos… VI. LEYES Y COSTUMBRES: CONCILIOS, SÍNODOS, CONSUETAS, ANALES
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Aunque la religiosidad popular tiene mucho de improvisación, de creatividad, de informalidad, lo cierto es que siempre hay cauces jurídicos y hábitos que acaban conformando una identidad peculiar. Para introducirnos en su mundo pueden ayudarnos documentos como los concilios, sínodos, consuetas, anales. Los Anales de la Catedral de Lima son un documento bien surtido en información de primera mano de todos los actos litúrgicos y apostólicos llevados a cabo en la Catedral. Así para el año 1543 se nos da cuenta de las "dignidades" que atienden a la Catedral: En el mismo año de 1543, el 17 de Setiembre, erigió esta Catedral, en virtud de letras apostólicas de la Santidad de Paulo III, dadas en Roma el 14 de Mayo de 1543, para cuyo servicio instituyó cinco dignidades: Deán, Arcediano, Chantre, Maestre-Escuela y Tesorero; diez canónigos, seis racioneros enteros y seis medios; dos curas rectores, seis acólitos, seis capellanes, un sacristán, un organista, un perdiguero, un ecónomo, un cancelario o notario, y un caniculario, debiéndoseles dar a todos sus estipendios, por distribuciones cuotidianas, del producto de los diezmos, según se fuese adelantando; de modo, que los que no asistiesen sin causa legítima no ganaran la cuota que les corresponda, y el oficial que no cumpla sea multado.. En el año 1551 se empezó a celebrar el primer Concilio Provincial de Lima, convocado y presidido por Jerónimo de Loayza. De los 81 cánones o capítulos, el más notable es el primero, "que se reduce a que los prebendados ganen por distribuciones cuotidianas, y asistan a las horas canónicas con sobrepellices y capas, cuando fuere tiempo de ellas, so pena de que se les apunte si así no lo practicaren […] y todos los beneficios y prebendados sean obligados a residir en el coro a todas las horas, con propios sobrepellices y capas de coro; de las cuales dichas capas han de usar desde las vísperas de los Difuntos después de haber dicho las de Todos los Santos, hasta las de Pascua de Resurrección a todas horas, si no fuere a las fiestas de primera, segunda y tercera dignidad, sirviendo por su concierto y orden y por semanas a Prima, Tercia, Misa Mayor, Sexta, Nona, Vísperas y Completas".
En los concilios y sínodos se legisla acerca del calendario litúrgico y la obligatoriedad de guardar las fiestas. Así el Concilio I de Lima, 1552, en el c. 21 se enumeran las fiestas obligatorias para los indios: todos los domingos del año, la fiesta de la Circuncisión, la fiesta de Reyes Magos, los primeros días de las tres Pascuas, la fiesta de la Ascensión, Corpus, las cuatro fiesta de la Virgen maría (Natividad, Anunciación, Purificación, Asunción) y la fiesta de San Pedro y San Pablo; además, debían ayunar las vigilias de la Navidad y Resurrección y todos los viernes de Cuaresma (c. 21). La c. 55 enfatiza "que todos los fieles cristianos se abstengan de hacer toda obra servil". Si los indios tenían 12 fiestas, a los españoles se les señalaban 37: Pascua del Espíritu Santo y días posteriores, todos los domingos del año, la Circuncisión, Epifanía, Purificación, San Matías, Anunciación, San Marcos (en Lima), San Felipe y Santiago, la invención de la Cruz, San Bernabé Apóstol (Lima), San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo,
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Santa María Magdalena (Lima), Santiago, Santa Ana (Lima), San Agustín (Lima), Transfiguración, Natividad de María, Santo Domingo (Lima), San Mateo, San Lorenzo, San Miguel, la Asunción, San Bartolomé, Todos los Santos, San Lucas, San simón y Judas, San Andrés, Concepción de Nuestra Señora (Lima), Santo Tomás, San Esteban, la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, San Juan Evangelista, Pascua de Resurrección y los dos días siguientes, la Ascensión, la Pascua del Espíritu Santo y dos siguientes, el día del Corpus.
Con la llegada del Virrey Toledo, en 1569, se potencia la fiesta como elemento de carácter asimilatorio: "conviene que pongamos en ella más fuerzas humanas en lo exterior con todas las apariencias posibles…por ser estos indios plantas nuevas…y darles doctrina y ejemplo para que crean y entienda, lo que es necesario para salvarse"12.
El sínodo de 1582 especificará que los capellanes, curas y beneficiados asistan a la Misa Mayor cada día y los domingos y Fiestas a primeras y segundas Vísperas y Misa mayor… Y que asimismo acudan a los Maitines de la Navidad, resurrección, Pentecostés y Corpus Christi, y Asunción y Natividad de Nuestra Señora y día de san Juan Evangelista y san Pedro, so la pena de la dicha constitución tercera, en lo que toca a los capellanes y los clérigos que fuesen en los entierros vayan en silencio y lleven y tengan las candelas encendidas, y hasta que se acabe el oficio: so pena de tener las velas perdidas aplicadas para la Iglesia donde se enterrase el difunto (c. 7).
El Sínodo de 1584 legislará sobre algunas cuestiones relativas a la vida cristiana de los fieles. El segundo capítulo manda a los beneficiados y curas que celebren tanto en Iglesias de españoles como de indios las Misas de los Domingos y fiestas de guardar ofreciendo la intención por los feligreses que los sustentan sin recibir por ello estipendio alguno. El capítulo cuarto mandaba tañer las campanas de las Iglesias al mediodía como señal del ejercicio de la oración (rezo del "Ángelus"). El capítulo 8 refiere que este sínodo dispone celebrar las memorias de San Sebastián, San Marcelo, la conversión de San Pablo, San Bernardo y San Blas.
El Sínodo de 1585 especifica distintas situaciones relacionadas con los derechos sociolaborales del indio: "Que nadie perturbe a los indios estando en la doctrina (...) so color de llevar los dichos indios a sus granjerías" (c. 47). "Que ninguna persona compela a los indios a trabajar en las fiestas que ellos quisieren guardar, no estando obligados a ello" (c. 52) "Que los indios de los obrajes vengan a la doctrina a las iglesias los días de obligación entre semana (...). Y donde los dichos obrajes estuvieren distantes en manera que no puedan acudir a la Doctrina los dichos días de obligación se les provea de sacerdote (...) para que los indios de los dichos obrajes puedan ir a trabajar a ellos, mandamos a los curas de indios digan la Doctrina muy de mañana para que los indios puedan ir a sus labores" (c. 54).
El Sínodo de 1592 nos ofrece diversos cánones relativos a la liturgia y sacramentos. Los curas puedan decir dos Misas los domingos y fiestas de guardar, pero en dos lugares distintos y lejanos, no en el mismo pueblo y si no hay otro sacerdote. (Cap. 3º). Que celebren las fiestas del Santísimo Sacramento el día de Corpus Christi con mucha devoción, y hagan y exhorten que todos los fieles cristianos se ejerciten en ayunos y oraciones y otras cosas santas y
12 LORENTE, S., Relación de los virreyes y audiencias que han gobernado el Perú, Lima 1867, t. I, 9º I, 48.
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buenas (Cap. 10º). Se renueva la constitución Capítulo 50º del Sínodo de Yungay (1585), sobre las fiestas de guardar. A pedido de los Cofrades de la Cofradía de San José, se manda guardar la fiesta de San José en la ciudad de Lima sin obligación de guardar la dicha fiesta en el campo (Cap. 29º).
El sínodo de Piscobamba, 1594, sale al paso de que "las reparticiones de indios que se hubieren de hacer para españoles se hagan en días desocupados" y no en los domingos y fiestas de precepto (c. 4). Sin embargo, hay una visión clara de procurar a diario un buen tiempo para la formación doctrinal y catequética (c. 6).
Hay un cuidado evidente por acercar la Eucaristía y fomentar la devoción eucarística en el pueblo: Que se ponga y tenga el santísimo sacramento de la eucaristía en las iglesias de los indios por considerarlo "grande amparo y admirable defensa de pueblo cristiano y gran comodidad para socorrer del viático a los enfermos y negocio de desear y procurar que las parroquias de los indios gocen de tan gran bien" (c. 24). Como medio de dignificar la liturgia resulta altamente elocuente el capítulo 42 dedicado a motivar que "los sacerdotes y ordenantes que no supieren cantar acudan a aprender el canto":
Los pastores de nuestra tierra tuvieron muy en cuenta este momento decisivo del ser humano, plasmándolo en exhortaciones "para ayudar a bien morir". El Primer Concilio Limense, por ejemplo, determinará: "A los que están por morir procuren los curas hallarse presentes , y ayudar a las almas que están a su cargo en aquel tiempo tan peligroso; y si no pudieren asistir por sí mismos, a lo menos envíen en su lugar a alguna persona cual convenga para que anime y esfuerce el doliente, y particularmente a los indios que se les dé este socorro y ayude con la exhortación "que para el efecto ha compuesto este Sínodo" (I, 334).
Otro documento capital para conocer las costumbres de acuerdo a sus reglamentos es la Regla Consueta de la Catedral de Lima elaborada por la iniciativa del Arzobispo Santo en 1591. En su número 15, titulado. "Del oficio de Nuestra Señora" prescribe:
"El Oficio de Nuestra Señora se ha de decir los días que acostumbra esta Santa Iglesia y se ha de cantar todo en tono bajo, excepto el himno de ve Maris Stella que se ha decir en tono alto. Han de estar todos los del coro en pie, así a los salmos como a los himnos y todo lo demás, salvo el Ave Maris Stella y al verso ' Quia respexit' que han de estar todos de rodillas, como se acostumbra en esta Santa Iglesia. Maitines y Laudes de Nuestra Señora se han de decir ante de los del Oficio mayor y lo mismo las vísperas antes de las mayores y las demás horas mayores se irán alternando, de manera que en acabando las horas del Oficio mayor, se dirá la de Nuestra Señora"13.
VII. SUCESOS EXTRAORDINARIOS CONSIDERADOS COMO MILAGROS
La notable vivencia del catolicismo por parte de gran parte de los fieles, particularmente de los religiosos, hizo que se diesen acontecimientos religiosos extraordinarios
13 Reglas consuetas o instituciones consuetudinales de la Iglesia metropolitana de san Juan Evangelista de Lima publicadas por el venerable siervo de Dios DON TORIBIO ALFONSO MOGROVEJO, ARZOBISPO DE LA MISMA IGLESIA, Imprenta de José D. Huerta, Lima 1862.
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para muchos de ellos auténticos milagros. Las crónicas civiles y eclesiásticas, las actas de los procesos de beatificación, las historias de las congregaciones así lo refieren.
Los Anales de la Catedral de Lima (10 de noviembre de 1574) refieren que el Rector de la Compañía se presentó relatando un milagro hecho por el P. Ignacio de Loyola con Álvaro de Molina, religioso dominico, que, habiendo estado tullido seis años, anda por la casa: visto lo cual comisionó el Cabildo a los canónigos magistral y doctoral para que yendo al convento de Santo Domingo, donde se dice está dicho religioso, se informen del caso en forma y den cuenta al Venerable Deán y Cabildo. Ese mismo año, el 10 de Diciembre habiendo tenido voces en el día de la Concepción, en su monasterio, el racionero Pedro González de Mendoza con el bachiller Castillo, hijo del doctor Castillo, médico, propuso el Deán que se averiguase la verdad del caso, y fecho se prendiese al racionero en su casa y al bachiller en la cárcel eclesiástica. Así se resolvió para que en adelante ningún prebendado salga de la Catedral a otra Iglesia u otros lugares públicos a fiestas, si no es capitularmente o con licencia, o a decir misa o predicar, bajo de multa, evitando de este modo tales descomedimientos con los prebendados.
En los procesos de canonización encontramos abundante documentación. Por ejemplo, el taumaturgo, Francisco Solano, en Trujillo, protagonizó un concierto para violín que tuvo como curioso auditorio a decenas de pájaros. Fue en Trujillo cuando el santo añadió a sus formidables aptitudes expresivas un elemental rabel, que llevaba consigo bajo el manto. Con él hacía grandes cortesías musicales ante el Santísimo, y ante cada uno de los altares de la iglesia. Estos conciertos devotos se prolongaban especialmente por las noches, cuando ya todos se habían retirado, en el coro -ya conocemos, desde que en el convento sevillano de Loreto se arregló aquel rincón, su querencia hacia el coro de la iglesia-. Los testimonios son numerosos, y siempre admirativos, pues aquellas efusiones musicales, llenas de ternura y entusiasmo, mostraban bien a las claras que estaba enamorado del Señor.
VIII. LA DEVOCIÓN AL SEÑOR, EN LA CRUZ Y EN LA EUCARISTÍA
Desde el Primer Concilio Limense (1552) se dispone que en los pueblos de indígenas se haga una iglesia o al menos una ermita con una imagen o una cruz (Const. 2); de igual modo, se advierte que los ídolos y adoratorios sean destruidos, y si fuese lugar apropiado, se edifique una iglesia o al menos una cruz. Con este criterio y para cristianizar lo pagano, allí donde había huacas y apachetas, se colocaron cruces. De tal manera caló en el corazón del indígena la devoción a la santa cruz, que en los cerros, los caminos y las casas de nuestras poblaciones campesinas está presente la cruz. Devoción que aún en nuestros días conserva plena vigencia y tiene el sustento de su profunda raigambre popular.
En un recorrido rápido de norte a sur del Perú, para fines del siglo XVI, contamos con diversos cristos y cruces como el Cristo Crucificado de la nave central de la iglesia franciscana de San Antonio, conocida como de San Francisco, en la ciudad de Cajamarca, "uno de los primeros templos católicos erigidos por los españoles en el Perú", el Cristo de la Conquista, en la iglesia de santa Ana, una de las más antiguas y parroquia de indios de la ciudad de Chachapoyas, capital del Departamento de Amazonas, y que llegó poco después de fundada la ciudad. En Huaraz, contamos con el Cristo de la Soledad, venerado en el barrio de La Soledad, provincia de Huaraz, cerca del cerro Pumacayán, patrono de la ciudad de Huaraz (Ancash) y que
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fue enviada por Carlos V junto con las imágenes del Señor de Cochas, Chanacallán y Santa. En la diócesis de Huacho, colindando con Carabayllo, nos encontramos el Cristo de Huamantanga, así llamado por el pueblo donde se encuentra su santuario, en la provincia de Canta. Ya en Lima, para la época tenemos el Santo Cristo del Auxilio (talla en madera policromada, 1.90 m., de Juan Martínez Montañés) y el Cristo de la Conquista en la iglesia de La Merced. Otro muy popular es el Cristo de Burgos en la iglesia de San Agustín, de Lima (talla en madera policromada, de autor anónimo, aunque según el cronista Calancha pudo ser del escultor Jerónimo Escorcero; su aspecto arcaizante se debe a que se trata de una copia de la imagen medieval del Cristo de Burgos, venerado en la catedral de esa ciudad El Cristo de los Favores, en la cripta del nuevo santuario de Santa Rosa de Lima: se trata de un Cristo Crucificado "hecho en maguey y tela encolada y policromada", de 1.25 m., de autor indígena anónimo del siglo XVI. El Cristo Crucificado, de Juan Bautista Vázquez (1582), en el remate del retablo de la Virgen del Rosario, de la iglesia de Santo Domingo en Lima. El Cristo Crucificado del altar mayor de la iglesia de la Veracruz, al lado de la iglesia de Santo Domingo. Allí mismo, la reliquia del "lignum crucis", constituida por un trozo de la Cruz de Cristo. El restaurado Cristo de la Agonía, en la iglesia parroquial de Santiago de Surco, en madera policromada, con las extremidades articuladas, donación del rey Carlos V de España, según la tradición. El Cristo Crucificado del coro del convento de San Francisco el Grande, de Lima
Ya en el Cuzco, contamos con el famoso Señor de los Temblores (siglo XVI), en la Catedral, que representa a Cristo Crucificado, obra de maguey en los hombros y en la nuca, mientras que la cabeza, brazos y pies están tallados en madera liviana, encontrándose toda la imagen recubierta con tela encolada, quedando el tórax hueco. La cruz es de madera de la zona del Cusco, decorada con plata cincelada y dorada; parece que se trata de la talla del Cristo de la Buena Muerte, venerado en el Cusco ya desde 1535, que pasó a denominarse Cristo de los Temblores después del terremoto de 1650; es una imagen de raigambre popular, muy patética y dotada de cabellera natural, que obedece a un prototipo de finales del siglo XV que siguió produciéndose durante la siguiente centuria. En Arequipa, tenemos el Cristo Crucificado de la iglesia de Santa Ana de Maca, en el Valle del Colca: obra en maguey y pasta, de 1.04 m.
La devoción al Santísimo Sacramento. En Lima se creó el año mismo de la fundación de la ciudad por Francisco Pizarro14. Parece ser que fueron los dominicos quienes la instituyeron en una capillita cercana a la futura Catedral y consiguieron bula de confirmación de Roma un 25 de mayo de 1540 con las mismas gracias jubilares que la archicofradía de la Minerva de Roma. Hubo un litigio con la catedral para ver dónde debería estar y después de muchos encuentros y desencuentros se decidió que estuviese en el convento, con la condición de que con sus rentas acuda al culto del Señor en ambas iglesias.
Hay constancia del culto eucarístico en las Actas de los cabildos municipales que recogen el día a día o en momentos críticos como profanaciones o festejos. Figura en las Actas del Cabildo de 27 de mayo de 1552 la determinación de la Municipalidad de tributar culto solemne de adoración a "Jesús presente en el Santísimo Sacramento" y que "todos los de oficios mecánicos salgan todos juntos debajo de un pendón en la procesión del Corpus". El Archivo Municipal es un garante de excepción para asegurarnos que el pueblo arequipeño, con sus
14 Archivo Arzobispal de Lima, Cofradías, XLII: 26, ff. 9-13v.
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autoridades al frente han rendido culto público al Santísimo Sacramento. Lo mismo sucede en las de Lima, entre otras, donde se habla de preparar el Corpus en 1551, de participar en la subvención económica en 1557; en el gasto de las representaciones teatrales en loor del SS; la participación de los indios.
La fiesta del Corpus. En el Cercado se celebra en la Catedral y la procesión recorre el cuadrilátero de la Plaza de Armas, en cada una de cuyas esquinas se levanta un artístico altar portátil. El arzobispo lleva el Santísimo en la pequeña custodia, decorada con un ascua de oro con innumerables incrustaciones de diamantes. Asisten las autoridades y las instituciones más representativas, así como el pueblo fiel. De las ventanas y balcones cuelgan ricos tapices, adornados con altares de flores, al tiempo que repican las campanas y las notas de las bandas. En domingos sucesivos, salía la misma procesión de cada uno de los diversos templos de la ciudad. En el Cuzco revistió gran solemnidad desde los primeros momentos de la evangelización, siendo acompañada la procesión por todos los santos venerados en sus iglesias.
IX. DEVOCIÓN MARIANA, ADVOCACIONES Y SANTUARIOS
Víctor Andrés de Belaúnde, en el capítulo de su obra Peruanidad, dedicado al culto mariano, concluye que en Perú la "profunda transformación religiosa adquiere una mayor palpitación de vida y un sentido de amorosa intimidad con el culto de la Virgen [...], la expresión religiosa por excelencia [...] Este es el hecho capital y definitivo de la historia espiritual de América"15.
Ninguno de los cronistas aventajará en su devoción mariana al Inca Garcilaso. Baste con citar la significativa narración de lo que él consideraba "un milagro de Nuestra Señora a favor de los cristianos y una batalla singular de los indios" sucedido un mes de mayo de 1536, cuando el lnca Manco Cápac se sublevó con 200.000 indios en Suntur Huasi. Como consecuencia
"de aquí nació que después de apaciguado aquel levantamiento de los indios los naturales del Cusco y las demás naciones que se hallaron en aquel cerco, viendo que la Virgen María los venció y rindió con su hermosísima vista y con el regalo del rocío que les echaba en los ojos le hayan cobrado tanto amor y afición (demás de enseñárselo la fe católica que después acá han recibido". Y termina dándonos a conocer bellísimos nombres referidos a la Virgen en su lengua: "Dicen Maman chic que es Señora y Madre Nuestra; Coya, Reina; Ñusta, Princesa de Sangre Real; Zapay, Única; Yurac Amancay, Azucena; Chasca, Lucero del Alba; Cotoccoyllor, Estrella resplandeciente; Huarcapaña. Sin Mancilla; Huc hanac, Sin pecado; Mana Chancasca... no tocada; Tazque, Virgen Pura; Diospa Maman, Madre de Dios. También dicen Pachacamacpa Mamam, que es Madre del Hacedor y sustentadora del Universo. Dicen Huac Hucayac que es amadora y bienhechora del pobre, por decir madre de misericordia, abogada nuestra, que no teniendo estos vocablos en su lengua con las significaciones al propio se valen de los asonantes y semejantes.
15 Banco Central de Reserva del Perú-Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú, Lima 1983, 5ª ed., pp. 234-240.
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Demás de la afición a la Virgen pasaran con la devoción y amor a la bienaventurada Señora Santa Ana, y la llaman Manmanchicpa Manac, madre de nuestra madre. Coyanchicpa Maman, madre de nuestra reina, y por el semejante los demás nombres que arriba hemos dicho. Dicen también Diospa Payan, que es abuela de Dios"16.
La toponimia es sólo una firme expresión del sentir mariano del Perú. Así, en el Valle del Colca hay un pueblo que lleva el nombre de la Inmaculada Concepción, el de Yanque, con un templo dedicado a María y que data del S.XVI. Otro, Lari, lleva el nombre de La Purísima Concepción. De igual modo, múltiples santuarios marianos del Perú están dedicados a esta advocación: el de Huanchaco y el de la Virgen de la Puerta de Otuxco, los dos en Trujillo; Nuestra Señora de Huambalpa y Nuestra Señora de los Socos, en Ayaucho; la Purísima de Quiquijana, en Cuzco.
La devoción a María está presente en las costumbres del Perú virreinal, particularmente de alguna de sus localidades como la recia Arequipa: rezo del Ángelus, el Rosario en familia, el hecho de haberse fundado la Ciudad Blanca el 15 de agosto, fiesta de la Asunción; en casi todas las iglesias se tributa culto a alguna advocación mariana: la Asunción en la Catedral, con una cofradía que data de 1563; en la Merced, La Portera y Nuestra Señora del Consuelo; en la Recoleta, La Napolitana, hermosa efigie de La Dolorosa; en Santa Marta, la Virgen de la Cueva Santa; en la Compañía, La Candelaria o La Chiquita, donada a los jesuitas en 1598 por D. Juan Ramírez Segarra Casos; en San Francisco, la Inmaculada; en Santo Domingo, Nuestra Señora del Rosario; en Miraflores, Nuestra Señora de Alta Gracia...y las modernas parroquias dedicadas a Fátima, Corazón Inmaculado de María, Lourdes...Lo mismo sucede con los santuarios, Chapi, Cayma, Characato, Quilca, Nuestra Señora de las Peñas de Aplao, La Virgen del Buen Paso de Caravelí, La Virgen de Yato en Castilla, Nuestra Señora de Uñón en Viraco, Nuesta Señora de Las Nieves...
Conocemos que a medida que avanza la evangelización, las órdenes religiosas, las cofradías, las personas a título personal o familiar, van privilegiando advocaciones y construyendo santuarios y ermitas, Guadalupe en Pacasmayo, Consuelo en Arequipa, Copacabana y Peña de Francia en Lima.
Conocemos algunos pormenores de la devoción del santuario de uno de ellos -Guadalupe- por la narración de Fray Diego de Ocaña, Viaje por el Nuevo Mundo: de Guadalupe a Potosí, 1599-160517 que nos describe tanto la vida cotidiana de los religiosos y fieles como las fiestas populares de la advocación que propaga, Nuestra Señora de Guadalupe:
"La imagen [de Ntra. Sra. de Guadalupe] trajeron de España. Es pequeña y no tan morena como la de nuestra casa de Extremadura, y hace muchos milagros y tienen con ella mucha devoción; y cuando la enseñan a los pasajeros, es con mucha
16 Los comentarios reales de los incas, Librería e Imprenta Gil, Lima 1941, 2ª parte, lib. L cap. XXV, ed. de H. H. Urteaga, con anotaciones y concordancias, 6 ts.
17 Edición crítica de Blanca López de Mariscal y Abraham Madroñal, Universidad de Navarra. Iberoamericana- Vervuert, y otras, 2010, 504 pp.
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devoción, porque para quitarle los velos salen de la sacristía los frailes con ciriales encendidos y vestidos de dalmáticas y el preste con capa; y mientras quitan los velos, tañen los indios las chirimías y repican las campanas, y el preste inciensa la imagen con mucha devoción... para la cual hora está la gente que quiere ver la imagen junta; les dan mucha limosna, y los frailes, a imitación de Extremadura, hospedan a los pasajeros y les dan de comer... Y así todos dejan limosna a la casa, con que se sustenta, y con las rentas que tienen, que son buenas dehesas y tierras de pan, a donde todo el año, en este valle de Guadalupe se coge trigo...".
Este religioso propagará la devoción a la Virgen de Guadalupe gracias a diversas imágenes que él mismo hará en lienzos, a sus fervorosas prédicas y a su hábil apostolado que procura dejar en cada lugar a alguna persona responsable que vele por su culto. Otras veces será la iniciativa personal o familiar como sucedió en Huánuco con la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe que fue fundada por Doña Jerónima de Garay y Muchuy, viuda de Don Diego de Acuña y el Presbítero Don Diego de Garay y Muchuy, hermanos de sangre, como muestra de su filial devoción mariana.
X. CONCLUSIÓN
A pesar de encontrarnos en la primera etapa del proceso evangelizador en el Perú, constatamos numerosas manifestaciones de religiosidad popular. El Virrey Toledo, eenriquecido por las decisivas y programáticas conclusiones de la Junta Magna de 1568 y las Instrucciones recibidas de Felipe II, luchará decididamente en aplicarlas y reorganizar el virreinato por completo, en lo administrativo, económico y social. Para ello, visita personalmente toda su demarcación, desde Jauja hasta Cuzco, en el periodo comprendido entre 1570 y 1575 concentra la población en "reducciones" de indios, tasa el tributo, recoge las "Informaciones" para demostrar el legítimo derecho de España sobre el territorio inca, soluciona el brote rebelde del inca de Vilcabamba, beneficia a los indios mitayos, potencia la Universidad de San Marcos de Lima. Regula todos los aspectos de la vida social en justas "Ordenanzas" atentas a solucionar los problemas del Perú: conformación de mitas mineras y obrajeras, comercialización de la coca, limpieza y conservación de los canales, construcción de iglesias y conventos, normativa sobre la urbanización de las ciudades.
Con respecto a la evangelización, y a una con las autoridades religiosas, se centra en la necesidad de que los caciques y principales diesen buen ejemplo mediante la práctica de virtudes cívicas y cristianas; les recuerda su responsabilidad de creer en un solo Dios todopoderoso, abandonando los ritos idolátricos; amonestaba que la doctrina se enseñase a los indios en su propia lengua, determinando tres días a la semana, antes de ir al trabajo; que no sólo se doctrinase a los indios en los repartimientos, sino que se enseñase a leer y a escribir a los pequeños en escuelas adecuadas y que en ellas los niños aprendiesen castellano. Culmino mi estudio con un relato del mismo gran antropólogo, teólogo y misionero P. José de Acosta, S.J. en su simpática y entretenida narración sobre el Hermano Bartolomé Lorenzo. Corresponde al 8 de mayo de 1586, en el capítulo 23 titulado "Camino de Lima, donde entra en la Compañía de Jesús":
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"En Piura le ofreció un clérigo un caballo ensillado y enfrenado, y por no sé qué escrúpulo tampoco lo quiso recibir sino proseguir su camino hasta Nuestra Señora de Guadalupe, que son otras cuarenta leguas, donde estuvo algunos días, cumpliendo un voto que había hecho a Nuestra Señora, sirviendo a los Padres Agustinos que tienen aquel santuario. Y convidándole que fuese fraile, jamás pudo inclinarse a ello sin saber porqué…En este tiempo, sin haberlo oído, ni tratado con nadie de esto, comenzó a usar algunos géneros de penitencias, vigilias y larga oración, y siempre le parecía que aquel modo de vivir que tenía de presente no era el que le convenía para servir a Nuestro Señor con el agradecimiento que debía a las grandes misericordias que de su poderosa mano había recibido, y los grandes trabajos y peligros de que le había librado. Andando vacilando Lorenzo en estos pensamientos, oyó decir que en la Barranca se ganaba un jubileo, y que unos Padres de la Compañía de Jesús le habían traído y confesaban allí a cuantos acudían a ellos. Con esta nueva, dejándolo todo, se fue allá y topó al P. Cristóbal Sánchez, que esté en el cielo, y quedóse allí algunas días. Él no sabía qué religión era la Compañía de Jesús, ni tenía noticia de ella; pero miró mucho a aquellos Padres, y pareciéronle bien; y especialmente notó su mucha caridad en no negarse a nadie, por bajas que fuesen las personas, y que con todos trataban de su salvación. Y también le agradó mucho que a sus solas en la posada guardaban grande recogimiento, y el ver que traían hábito común de clérigos le tiró la inclinación, porque siempre se le había hecho de mal ponerse capilla". Vemos claramente varios componentes de la religiosidad popular: el voto del peregrino, la vida espiritual de los religiosos agustinos como algo cotidiano, los géneros de penitencia y oración, el jubileo, la caridad en el trato, el recogimiento de los consagrados, el hábito religioso, el santuario mariano como cálido hogar maternal al que todos acuden. XI.BIBLIOGRAFÍA - ACOSTA, A., "La Iglesia en el Perú colonial temprano. Fray Jerónimo de Loaysa, primer obispo de Lima", en Revista Andina (Cusco), año 14, n.1 (1996) 53-72 - ACOSTA, J. de, De Procuranda Indorum Salute (Pacificación y Colonización) Madrid, CSIC, 1984. - ACOSTA, J. de, De Procuranda Indorum Salute (Educación y Evangelización), Madrid 1984 - ACOSTA, J. de, Historia natural y moral de las Indias en que se tratan las cosas notables del cielo y elementos, metales, plantas y animales dellas, y los ritos y ceremonias, leyes y gobierno y guerra de los indios México; Doctrina cristiana y catecismo para instrucción de Indios, CSIC, Madrid 1985. Ed. facsímil de la doctrina, confesionario y sermonario en castellano, quechua y aymará. - ACOSTA, R. Mª., Fiestas urbanas coloniales; Lima, Cuzco y Potosí, Otorongo Producciones, Lima 1997.
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viernes, 26 de septiembre de 2014

El Carisma de Domingo de Guzmán y la Evangelización de América en el siglo XVI según Henrique Urbano


Como gratitud a su misión cultural, como investigador, director del CBC, Revista Andina,  Blog "Idolátrica"... les comparto el resumen que hizo mi alumno Pedro Duarte de su artículo "El Carisma de Domingo de Guzmán y la Evangelización de América en el siglo XVI"

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Henrique Urbano, Cuadernos para la Evangelización de América Latina n.2, Centro de Estudios Rurales Andinos "Bartolomé de las Casas", Cusco, Perú, 1987, pp. 73 - 102

 

Es imposible dar una visión objetiva sobre la Evangelización de América, por lo menos así lo plantea el escritor, es por eso que éste se referirá a los dominicos sin menospreciar lo realizado por otras órdenes religiosas, clérigos seculares, etc.

Según el autor, los dominicos iniciaron su activada en el Nuevo Continente fieles a su identidad como orden religiosa, claro que hubo excepciones, pero en líneas generales fue así, eso se ve en las semejanzas en los distintos puntos geográficos evangelizadores: La Española, México, Perú y Filipinas. El siglo XVI presenta algo común, el espíritu dominicano comienza a decaer por varios motivos, en España fue pasándose el ardor de la reforma, en América los conventos fueron enriqueciéndose; la división entre criollos y frailes hispanos, la ley de "las alternativas" que  en muchos propició la pérdida de la ilusión evangelizadora; la lucha por defender las parroquias, la disminución de frailes, etc., por eso, según el escritor, este siglo es un siglo de fidelidad al carisma.

 

Respecto al carisma en sí, en líneas generales, la voluntad de Santo Domingo fue formar una comunidad regular cuya vida colaborara directamente con la Evangelización. Se inspira en la imitación de la vida Apostólica centrada en dos momentos: "el Cenáculo" y la "predicación itinerante", se abandonaban a la divina Providencia, los miembros de esta comunidad eran guiados por un prior y un capítulo conventual. Sus pilares eran: observancia regular, estudio, oración y apostolado, observar esto no solo para uno mismo sino de cara a la predicación y salvación de las almas. Domingo de Guzmán recibió este carisma para responder a una necesidad concreta de la Iglesia: el Evangelio se anuncia deficientemente, le urgía una Nueva Evangelización, el descubrir nuevamente el significado de la verdad y de la fe y las consecuencias que el error y la incredulidad llevaban consigo. Con el paso del tiempo, en el siglo XIV, el carisma perdió intensidad y vigor: la observancia estricta se relajó y llegó a ser casi inoperante, el estudio y la predicación de la verdad llegaron a casi a desaparecer, en el siglo XV esta decadencia empezó a ser subsanada, se llegó a una "reforma" de la Orden, debido al deseo de volver al Espíritu propio de la vocación dominicana, algunas situaciones y personas hicieron este proceso de reforma más largo: la intrusión del Rey Fernando, entre otros, las disensiones entre los mismos dominicos para llegar a un acuerdo respecto del justo medio entre la observancia y la predicación; este problema no será resuelto del todo. La figura de fray Juan Hurtado de Mendoza es importante por la restauración del carisma de Domingo de Guzmán y de las misiones de la Orden al Nuevo Continente. Fray Juan Hurtado ocupó el cargo de prior del convento de Santo Tomás de Ávila, lugar de donde va a partir la primera expedición de dominicos y cuya influencia posterior dará lugar a un estilo propio de evangelización y a una forma nueva de concebir la misión que después llegará a México, Perú y Filipinas.

 

El carisma dominicano en la evangelización de América se entiende partiendo del carisma de Domingo concretado en un centro: una comunidad evangelizadora viviendo el "dominicanismo" en la evangelización. El carisma de Domingo surgió a partir del contacto que tuvo con la pobreza de la gente, con la humanidad doliente. Esta característica volvió a surgir en los dominicos americanos, van a ver como los indios tantas veces sufrían toda clase de vejaciones. Este período, desde 1503, los dominicos y luego otras órdenes, se muestran en contra del régimen que se vivía en el Nuevo Mundo. El comentario que hace el autor sobre la realidad que se vivía en esta parte del mundo, hace ver de manera más o menos clara que tiene una postura un tanto de la teología de la liberación, por lo que creo suficiente nombrar solo algunos aspectos que se vivían en América por aquellos años, según el autor los indios eran considerados poco menos que bestias, había mucha laxitud política que llevaban a grandes injusticias contra los nativos, según la visión de este autor los soberanos y los encargados del Consejo de Indias tenían buenos deseos que se veían entorpecidos por la actuación de las autoridades interiores en las colonias. Esta situación hizo que los religiosos sentaran postura y criticaran duramente a los encomenderos, quienes los consideraron luego como enemigos.

 

La labor llevada por los dominicos en el siglo XVI en el Nuevo Mundo fue enmarcada por la pobreza, esto les daba una libertad de anunciar el Evangelio sin las ataduras de las riquezas, de forma libre. Esta experiencia de pobreza, que en el fondo era una experiencia de libertad absoluta, les llevó a ser verdaderamente una comunidad, es decir, a vivir en auténtica unidad. A pesar de la simplicidad de vida, una característica notable de la Orden de Predicadores, era que no menospreciaban la formación intelectual, los frailes que iban a España estudiaban en los principales centros de estudio, muchos de ellos eran doctores, maestros o lectores en Teología, Sagrada Escritura o Cánones.

 

Como punto final, no por eso el menos importante, vale destacar que los dominicos fueron ante todo evangelizadores, sus ansias de convertir el Nuevo Mundo a la fe cristiana les hizo abandonar los claustros conventuales y las cátedras. El espíritu de Domingo era el de construir la Iglesia por medio de la Palabra, del anuncio del Evangelio, por ello fundaron conventos en lugares clave como centros de predicación y de misiones itinerantes. El modo de evangelizar era característico, el anuncio era pausado, metodológico  paciente, se funda en la fuerza de la palabra, aprender bien la lengua, que el predicador este respaldado por una vida apostólica y mostrar una paciencia y bondad sin límites. Ellos nunca se presentaron como una autoridad personal, cultural o étnica, su predicación no era otra cosa que obediencia al mandato de Dios. Otra característica de la misión dominicana fue la elección de lugares difíciles como establecimiento, allí donde las otras órdenes no iban.

 

En conclusión, un elemento que estuvo presente durante toda la labor de los dominicos en América en el siglo XVI, que hasta ahora no ha sido nombrado,  fue la función del silencio, la oración y la contemplación; esto diferencia al monje del fraile. Mediante este elemento, los dominicos descubren que el Evangelio no llega con suficiente nitidez a los hombres en aquellas tierras, tanto a españoles como a indígenas, por lo que estos no están en grado de experimentar el don de la salvación. Además el silencio y la oración ayudan a tomar decisiones adecuadas a la hora de realizar una labor evangelizadora. La predicación de los dominicos no se sitúa a nivel meramente moral o moralizante, son muchos más teológicos: todo parte de una experiencia de Dios, pero para ello se necesita que alguien predique el Evangelio. Estos elementos del silencio, la oración y la contemplación les hace capaces de ponerse en dos líneas: son hombres cercanos a Dios y extraordinariamente sensibles a los problemas concretos de los hombres. 

 

Como dijimos al inicio toda esta radicalidad en la observancia de la pobreza y de la unanimidad fue perdiendo intensidad. Los conventos se fueron enriqueciendo,  y la unanimidad desapareció por completo a finales del siglo XVI cuando tuvo lugar el problema de las "alternativas" entre criollos y frailes hispanos. Las crecientes discusiones internas y partidismos entre ambos grupos originaron la pérdida de interés de los frailes por la evangelización que prefirieron discutir y gastar energías en ver quien debía ocupar los cargos más importantes. Todo esto llevó a que también decayese la dedicación a la oración, al estudio, a la preocupación por los pobres, etc. Esta tendencia en el carisma dominicano llegó a su punto más álgido en el siglo XVIII momento en el que muchas provincias de dominicos estaban a punto de extinguirse. Vale destacar que aún con lo que se vivía, la Evangelización en el Nuevo Mundo nunca se ha detenido, el Señor ha suscitado siempre carismas que llevasen la Buena Noticia allí donde fuera necesario hacerlo.

 

 

 

Pedro M. Duarte C. Estudiante de la Facultad de Teología "Redemptoris Mater"

 


jueves, 18 de septiembre de 2014

LA OBRA HISTORIOGRÁFICA DEL P. ARMANDO NIETO VÉLEZ, S.J

Como primicia del número especial que la Revista Teológica Limense dedicará al P. Armando Nieto, SJ, con motivo de sus bodas de oro sacerdotales, les adelanto mi colaboración, agradeciendo a Olga Cuello -responsable de su edición- su gentileza.

Añado las dos entrevistas que le hice para Radio María (mayo 2010) y PAX TV (julio 2013). 


Vol. XLVIII – N° 2/3 – 2014

(pp. 161 – 192)

 

 

 

 

 

La obra historiográfica del

P. Armando Nieto Vélez, S.J

                             Dr. José Antonio Benito Rodríguez

Resumen

Mediante una cuidadosa recolección de datos y una paciente búsqueda, esta contribución bio-bibliográfica nos presenta la vida de nuestro distinguido homenajeado, el P. Armando Nieto Vélez S.J. así como la totalidad de su producción intelectual, presente en sus libros, artículos, conferencias, reseñas y recensiones, e incluso en sus intervenciones en programas de radio y TV.

Abstract

Through careful data collection and patient research, this bio-bibliographical contribution presents the life of our distinguished honoree, Father Armando Nieto Vélez S.J. well as their entire intellectual production, present in his books, articles, lectures, reviews and book reviews, and even in their speeches on radio and TV.

 

 

 

 

 

 

 

¡Q

ué difícil apresar en letra toda una vida dedicada a la historia! A pesar de no haber entrado en la computadora y seguir fielmente su querida máquina de escribir, la búsqueda en google de las voces "Padre Armando Nieto" arrojaron 8.020 resultados el 13 de junio del 2014.

Aun hoy sigue al pie del cañón como Presidente de la Academia Nacional de Historia del Perú y también como Presidente de la Academia Peruana de Historia Eclesiástica. ¡Qué frío me parece un recuento de datos de un currículum académico! Quienes hemos gozado y gozamos del magisterio y de la amistad del P. Armando Nieto sabemos que su mayúscula trayectoria bibliográfica enmudece ante su desbordante vida. ¡Cuántas revistas no corrigió, cuántos trabajos enmendó, a cuántos escolares no atendió, cuántos discursos no pronunció, cuántas entrevistas no concedió, incontables reseñas bibliográficas…! Y, sin embargo, vamos por partes, acerquémonos al peruano, al historiador, al teólogo, al sacerdote, al jesuita, al maestro, al profesor, al académico, al escritor, al orador, pero, sobre todo al amigo, al cristiano, y digámosle: gracias.

Para calificarle me viene a la memoria una estrofa del autorretrato de Antonio Machado: "Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno". Eso, bueno. Y punto. Todos entendemos.

Dejemos para otra ocasión su gran cometido en la Nunciatura Apostólica en tiempos de Monseñor Mario Tagliaferri, su dedicación a la dirección espiritual de tantos jóvenes y hombres del mundo cultural, su papel en la Facultad de Teología con profesores y alumnos, la amistad con los historiadores como Percy Cayo, F. Pease, De la Puente, su trabajo semanal en Radio María durante una década, decenas de intervenciones en emisoras como RPP, canales católicos Jn 19 y PAX TV, así como los del Estado, postulador de la causa del Siervo de Dios Francisco del Castillo, su entrega como docente de historia en la PUCP, su dedicación en el Instituto Riva Agüero… Todos sabemos que podría haber sido mucho más amplia todavía si hubiese tenido más tiempo disponible, pero la misión le requirió para muchas horas de actividad pastoral, dirección espiritual…Dios lo sabe y basta. Nosotros se lo agradecemos de corazón.

Y luego ya, sí, su sobresaliente obra historiográfica. Les presento un intento de catalogación de toda su obra escrita, de acuerdo a la fecha en la que se publicó. Quedan pendientes los numerosos programas de radio, especialmente su sistemático "Iglesia hoy" que viene conduciendo cada 15 días en Radio María, los cientos de artículos en boletines religiosos como las biografías de sacerdotes santos para el "Presbítero diocesano" de la Conferencia Episcopal Peruana, las reseñas bibliográficas y necrologías en la Revista Teológica Limense, Revista Peruana de Historia Eclesiástica y Revista Histórica (Órgano de la Academia Nacional de la Historia de la que fue director por varios años), prólogos e introducciones para numerosas obras que le han querido invitar como sello de calidad e integridad.  

Dentro de su amplia labor histórica podemos distinguir seis rubros que son los que más ha desarrollado:

1.    La época del fidelismo (1808–1810)

2.    La Guerra del Pacífico (1879−1883)

3.    La Iglesia católica en el Perú: de manera especial la evangelización constituyente (el proceso, los evangelizadores destacados, la vida y obra de los santos) y la época de la Emancipación.

4.    Grandes personalidades católicas peruanas del siglo XX: Riva−Agüero, Belaunde, Bustamante y Rivero.

5.    La Compañía de Jesús

6.       La actualidad de la Iglesia

DATOS BIOGRÁFICOS

 

24/10/1931

Nace en Lima, hijo de Manuel Nieto (oficial de la Marina de Guerra del Perú) y de Rosa Vélez Picasso.

1938–1948

Estudios primarios y secundarios en el Colegio de la Inmaculada de Lima.

1949–1955

Estudios de Historia y Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Entre sus profesores se encuentran: José Agustín de la Puente Candamo, Guillermo Lohmann Villena, Raúl Porras Barrenechea.

1953–1956

Es nombrado jefe de secretaría del Instituto Riva–Agüero, durante la dirección de Víctor Andrés Belaunde, de quien es también secretario particular.

1956

Bachiller en Derecho y Ciencias Políticas con una tesis sobre El derecho a la educación y la legislación peruana en el siglo XIX.

Bachiller en Humanidades con una tesis sobre la Contribución a la historia del fidelismo en el Perú.

Obtiene el título de abogado.

Ingresa al noviciado de la Compañía de Jesús.

1959–1961

Estudios de Filosofía en la Facultad de Filosofía de Alcalá de Henares (Madrid).

Bachiller en Filosofía.

1961–1965

Estudios en la Facultad de Teología de Frankfurt am Main (Alemania).

Licenciado en Teología

1964

Ordenado sacerdote en la Catedral de Frankfurt am Main (Alemania)

1966–1969

Profesor de Latín, Griego e Historia del Perú en el Instituto de Humanidades Clásicas de la Compañía de Jesús.

1967

Nombrado profesor asociado en el programa de Letras y Ciencias Humanas (sección Historia) de la Pontificia Universidad Católica.

1967–2000

Profesor de Filosofía de la historia, Teoría de la historia, Teología de la historia, Metodología de la historia e Historia del Perú IV (Emancipación) en la Pontificia Universidad Católica.

1968

Miembro de la Sociedad Geográfica de Lima.

1969–1974

Miembro de la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú

1970

Miembro correspondiente del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú.

1970–2000

Profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.

1972

Miembro de número del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú.

1974

Miembro correspondiente de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina.

1975

Miembro de número del Instituto de Estudios Histórico Marítimos del Perú.

Miembro de número de la Sociedad Bolivariana del Perú.

1975–1980

Subdirector del Instituto Riva–Agüero.

1978

Presidente del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú.

1979

Miembro de número de la Academia Nacional de la Historia.

Miembro de número del Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas.

Incorporación a la Sociedad Peruana de Historia.

Incorporación a la Academia Nacional de la Historia.

1980

Miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela.

1981

Miembro correspondiente de la Academia Argentina de la Historia.

Miembro correspondiente de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala.

1981–1990

Director del Instituto Riva–Agüero.

1983

Miembro de la Comisión Nacional Peruana del V Centenario del Descubrimiento – Encuentro de Dos Mundos.

1986

Miembro correspondiente de la Academia Boliviana de la Historia.

Miembro fundador y Vicepresidente del Instituto Peruano de Historia Eclesiástica (Cuzco).

1988

Nombrado Vicepostulador de la causa de beatificación del P. Francisco del Castillo.

Vicepresidente del Consejo Católico para la Cultura

1991

Miembro de la comisión consultiva de Relaciones exteriores.

1992–2000

Director de Estudios Teológicos de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.

2000

Doctorado honoris causa de la Universidad Marcelino Champagnat.

2008

Presidente de la Academia Nacional de la Historia del Perú

2010

Presidente de la Academia Peruana de Historia Eclesiástica

2012

Premio Sapientia Christiana de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima

Publicaciones

Libros y opúsculos

Contribución a la Historia del Fidelismo en el Perú (1808–1810), Pontificia Universidad Católica, Instituto Riva–Agüero, Lima 1960, 166 pp.

"La campaña literaria fidelista y antinapoleónica en el Perú". La causa de la emancipación del Perú. Testimonios de la época precursora 1780–1820. Actas del Simposio organizado por el Seminario de Historia del Instituto Riva–Agüero, PUCP, Lima 1960.

La Acción del Clero, Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, Colección Documental de la Independencia del Perú, tomo XX, 2 vols. Lima 1971–1972.

Antología de la Independencia del Perú, edición preparada por Félix Denegri Luna, Armando Nieto Vélez y Alberto Tauro con la colaboración de Luis Durand Flórez, Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, Lima 1972, 682 pp.

Oración gratulatoria en el aniversario de la Independencia nacional. Catedral de Lima, 28 de julio de 1977. Ed. Lumen, Lima 1977, 10 pp.

Historia del Colegio de la Inmaculada, Ed. Turística, Lima 1978, 85 pp.

–"La Iglesia Católica en el Perú" Historia del Perú, XI, Juan Mejía Baca, Lima, 1984, 3ª ed. pp. 457–480, reelaborado y actualizado en Editorial Brasa.

"La Iglesia Católica en el Perú" (C. III. La obra creadora de los arzobispos Jerónimo de Loayza y Santo Toribio de Mogrovejo). Historia del Perú, XI, Juan Mejía Baca, Lima, 1984, 3ª ed. pp. 457–480.

El Padre José de Acosta y su comprensión del mundo indígena, Vida y Espiritualidad, Lima 1988, 14 pp.

La primera evangelización en el Perú. Hechos y personajes, Vida y Espiritualidad, Lima 1992, 160 pp.

Francisco del Castillo. El Apóstol de Lima, Pontificia Universidad Católica, Lima 1992, 335 pp.

Artículos

1950

«Riva−Agüero y la Confederación Peruano−Boliviana», en Gleba (Lima), II/2, octubre de 1950, pp. 55–63.

1956

«Notas sobre el pensamiento de la Ilustración en el Mercurio Peruano», en Boletín del Instituto Riva−Agüero (Lima), n. 3, 1956–1957, pp. 193–207.

1958

«Contribución a la historia del fidelismo en el Perú (1808–1810)», Boletín del Instituto Riva−Agüero (Lima), n. 4, 1958–1960, pp. 9–146.

1959

«Las pretensiones de la infanta Carlota Joaquina de Borbón en el Perú (1809)», en Mercurio Peruano (Lima), 389, setiembre de 1959, pp. 384–394.

«Los espectáculos fidelistas en Lima (1808–1810)», en Mercurio Peruano (Lima), 390, octubre de 1959, pp. 456–461.

1960

«La política contra franceses y afrancesados en el Perú (1808–1810)», en Mercurio Peruano (Lima), 394, febrero de 1960, pp. 68–85 [capítulo de su libro Contribución a la historia del fidelismo en el Perú (1808–1810), vid supra].

1965

«El derecho a la educación y la legislación peruana de] siglo XIX», en Derecho (Lima), XV, 1965, pp. 1–55 [tesis de bachillerato en Derecho].

1967

«Joaquín de Fiore y la perspectiva de una plenitud terrena de la historia», en Mercurio Peruano (Lima), 470, noviembre−diciembre de 1967, pp. 373–384.

1971

«Notas sobre la actitud de los obispos frente a la independencia peruana (1820–1822)», en Boletín del Instituto Riva–Agüero (Lima), n. 8, 1969−1971, pp. 363−373.

[También publicado en Documenta, Órgano del Arzobispado de Lima, 4, 1971, pp. 140–149]

«Toribio Rodríguez de Mendoza», en Última Hora (Lima), sábado 24/7/1971, p. 34.

«El influjo ideológico de Wiclef y Hus y la disputa de Leipzig sobre el primado», en Libro anual de la Facultad de Teología de Lima, Lima, pp. 397–417.

«Planteamientos metodológicos de la enseñanza de la historia», en Enseñanzas de la historia, Instituto Riva–Agüero, 1971, año IV, nn. 4–5, pp. 23–33.

1972

«José de Acosta y su obra peruanista», en El Comercio (Lima), 6/10/1972, p. 2.

«El arzobispo Bartolomé de las Heras y la Independencia del Perú», en Revista Teológica Limense (Lima), VI, 1972, pp. 223–233.

«Principios para una interpretación bíblica de la historia», en Boletín del Instituto Riva–Agüero (Lima), n. 9, 1972–1974, pp. 138–150.

«Una descripción del Perú en el siglo XVIII», en Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima (Lima), XCI, 1972, pp. 36–48 [también publicado en el Boletín del Instituto Riva–Agüero (Lima), n. 12, 1982–1983, pp. 283–293].

1973

«La subjetividad del historiador en la evocación del pasado», en Revista del Centro de Estudios Histórico–Militares (Lima), 21, 1973–1975, pp. 199–206.

«La supresión de la Compañía de Jesús», en El Comercio (Lima), 20/7/1973, p. 2.

«Semblanza del Mariscal Mariano Necochea», en Cuadernos del Seminario de Historia (Lima), 11, enero de 1973 – diciembre de 1975, pp. 12–21.

1974

«Teólogos y juristas frente a la conquista y a la independencia de América», en Revista Teológica Limense (Lima), VIII/2, mayo–agosto de 1974, pp. 103– 113.

1975

«Semblanza de San Juan Masías», en Boletín del Instituto Riva–Agüero (Lima), n. 10, 1975–1976, pp. 247–253.

«P. Rubén Vargas Ugarte, S.I. (1886–1975)», en Archivum Historicum Societatis Iesu (Roma), XLIV, 1975, pp. 424–439.

«Contribución peruana a la independencia de Hispanoamérica», en Acta Herediana (Lima), 5/2, setiembre 1975, pp. 5–9.

1976

«Pío XII, el nazismo y los judíos», en La Prensa (Lima), miércoles 2/6/1976, p. 11.

«Hechos ciertos y detalles divergentes», en Enseñanza de la historia (Lima), VI\7, agosto 1976, pp. 14–16.

«John Ogilvie, el nuevo santo católico», en La Prensa (Lima), 17/10/1976, p. 25.

«Conflicto Peruano–Ecuatoriano, 1858–1859», en Historia Marítima del Perú, Ed. Ausonia, Lima 1976, tomo VI, pp. 463–678.

1977

«Rafaela Porras Ayllón, la nueva santa de la Iglesia», en La Prensa (Lima), sábado 22/1/1977, p. 10.

«La hazaña de la Corbeta Unión», en Suplemento Estampa del diario Expreso (Lima), domingo 20/3/1977, pp. 8–9.

«La etapa sanmartiniana», en Bolívar (Lima), 16–17, julio–diciembre 1977, pp. 35–41.

«El bien común», en Expreso (Lima), domingo 21/8/1977, p. 14.

«Nicolás de Ayllón», en Expreso (Lima), lunes 7/11/1977, p. 12.

«Crónicas del Cuzco», en Expreso (Lima), miércoles 16/11/1977, p. 10.

«Reflexiones de un teólogo del siglo XVI sobre las religiones nativas», en Revista de la Universidad Católica (Lima), 2, diciembre de 1977, pp. 133–148.

«Navidad 1977», en Expreso (Lima), domingo 25/12/1977, p. 18.

1978

«Comprensión y juicio histórico», en Revista del Instituto de Estudios Histórico–Marítimos del Perú (Lima), 1, enero–julio de 1978, pp. 9–19.

«Un luchador de la Independencia», en Expreso (Lima), 25/2/1978.

«San Martín y el arzobispo Las Heras», en La Prensa (Lima), domingo 26/2/1978, p. 21.

«La Crucifixión», en Expreso (Lima), viernes 24/3/1978, p. 12.

«Escribas y fariseos», en La Prensa (Lima), viernes 24/3/1978, p. 9.

«Jesuitas en la guerra del Pacífico», en La Prensa (Lima), 8/4/1978.

«Elías Aguirre», en Expreso (Lima), jueves 18/5/1978, p. 20.

«Armando Revoredo y la expedición Kon−Tiki», en El Comercio (Lima), 13/7/1978, p. 2.

«Enseñanza de la historia y formación nacional», en La Prensa (Lima), 28/7/1978.

«Hiroshima o el remordimiento», en El Comercio (Lima), 6/8/1978, p. 2.

«La presencia de Darwin en San Lorenzo», en Suplemento de El Callao (Lima), domingo 20/8/1978, p. viii.

«Lecciones de un bicentenario», en El Comercio (Lima), domingo 20/8/1978, p. 18.

«Darwin y el Perú», en El Comercio (Lima), 2/10/1978, p. 2.

«El final del combate», en La Prensa (Lima), domingo 8/10/1978, p. 15.

«Evocación del 8 de octubre», en La Crónica (Lima), domingo 8/10/1978, p. 7.

«Dos semblanzas de Juan Pablo II», en La Prensa (Lima), viernes 3/11/1978, p. 9.

«Evocación de la victoria», en La Prensa (Lima), sábado 9/12/1978, p. 15.

«Prólogo» al libro de Jorge Carlín Arce, Documentos del siglo XIX para la historia de Tumbes, Lima 1978.

1979

«La batalla de San Juan», en El Comercio (Lima), 13/1/1979, p. 2.

«Precisiones históricas», en El Comercio (Lima), 17/1/1979, p. 2.

«IV Centenario de la Compañía de Jesús en Arequipa», en El Comercio (Lima), 23/2/1979, p. 2.

«IV Centenario del Arzobispo Toribio Alfonso de Mogrovejo», en La Prensa (Lima), 17/3/1979. p.10

«Religión y política», en El Comercio (Lima), 19/3/1979, p. 2.

«El vuelo del Jesús del Gran Poder», en El Comercio (Lima), 23/4/1979, p. 2.

«Recuerdo de Pablo VI», en El Comercio (Lima), 6/8/1979, p. 2.

«El gobierno de García Calderón y la mediación norteamericana en la guerra del Pacífico», en Revista de la Universidad Católica (Nueva Serie), (Lima), 6, 1979, pp. 51–64.

«Las relaciones de la Iglesia con el Estado» (en colaboración con José Dammert Bellido y José Luis Idígoras), en Revista de Derecho y Ciencias Políticas (Lima), 43\1–3, enero−diciembre 1979, pp. 43–46.

1980

«La Iglesia católica en el Perú», en Historia del Perú, Juan Mejía Baca Editor, Lima 1980, tomo XI, pp. 419–601.

«La corbeta Descubierta y la expedición Malaspina», en El Comercio (Lima), 28/2/1980, p. 2.

«La hazaña de la corbeta Unión», en El Comercio (Lima), 17/3/1980, p. 2.

«Centenario del nacimiento del Dr. Manuel Augusto Olaechea», en El Comercio (Lima), 20/3/1990.

«Minería y urbanismo», en El Comercio (Lima), 25/3/1980.

«La última bandera», en La Prensa (Lima), 7/6/1980.

«En la beatificación de José de Anchieta. El Apóstol del Brasil», en El Comercio (Lima), 22/6/1980, p. 2.

«Markham y su obra peruanista», en El Comercio (Lima), 20/7/1980, p. 2 [publicado también en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima].

«Oración gratulatoria por el R.P.... en la Catedral de Lima el 28 de julio de 1980», en Boletín del Arzobispado de Lima (Lima), 3/25, agosto de 1980, pp. 159–161.

«Una nueva biografía de O'Higgins», en El Comercio (Lima), 20/8/1980, p. 2.

«IV Centenario de San Pedro Claver», en El Comercio (Lima), 21/10/1980, p. 2.

«Vicisitudes del gobierno provisional de Arequipa, 1882–1883», en Revista Histórica (Lima), XXXII, 1979–1980, pp. 99–147.

1981

«Valcárcel peruanista», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 8/2/1981, p. 9.

«Cincuentenario de Radio Vaticana», en El Comercio (Lima), 12/2/1981, p. 2.

«Permanencia y adaptación», en La Prensa (Lima), 22/5/1981.

«Historia de la educación naval», en La Prensa (Lima), 17/8/1981.

«Pío XII y los judíos», en La República (Lima), miércoles 18/11/1981.

«Pearl Harbor: la sorpresa que pudo ser evitada», en El Comercio (Lima), 7/12/1981, p. 2.

1982

«Cuarenta años después», en El Comercio (Lima), 29/1/1982, p. 2.

«Tobar Donoso y la tesis del despojo territorial», en El Comercio (Lima), 12/3/1982, p. 2.

«Evocación de Viernes Santo Limeño», en El Comercio (Lima), 9/4/1982, p. 2.

«Necochea en la batalla de Junín», en La nueva provincia (Bahía Blanca, Argentina), domingo 2/5/1982, p. 8.

«Centenario del Cardenal Guevara», en El Comercio (Lima), 11/7/1982, p. 2.

«Un programa limeño de Teología en 1817», en Revista Teológica Limense (Lima), XVI\3, setiembre–diciembre de 1982, pp. 323–328.

«Kolbe, un nuevo santo», en El Comercio (Lima), 10/10/1982, p. 2.

«Irradiación de Francisco de Asís», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 24/10/1982, p. 6.

1983

«Código de Derecho Canónico», en El Comercio (Lima), 25/1/1983.

«Aurora en Copacabana», en El Comercio (Lima), 2/2/1983, p. 2.

«Presentación», en Enseñanza de la historia (Lima), XV/11–12, mayo 1983, p. 3.

«Contexto histórico del III Concilio Limense», en Revista Teológica Limense (Lima), XVII\2, mayo–agosto de 1983, pp. 235–239.

«Los peruanos y la independencia», en ABC (Madrid), sábado 10/9/1983, p. 41.

«La llamada Oración de Robert F. Kennedy», en Revista Teológica Limense (Lima), XVII\3, setiembre–diciembre de 1983, pp. 337–379.

«La Iglesia en 1879», en En torno a la Guerra del Pacífico, Pontificia Universidad Católica del Perú−Fondo Editorial, Lima 1983, pp. 149–168.

1984

«El Arzobispo Goyeneche», en El Comercio (Lima), 19/1/1984, p. 2.

1985

«Homenaje en el bicentenario de don Bernardo O'Higgins en el Perú», en Boletín de la Academia Chilena de la Historia (Santiago de Chile), 96, 1985, pp. 525–529.

«Una imagen del Perú», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 3/3/1985, p. 6.

El Padre José de Acosta y su comprensión del mundo indígena», en revista «Vida y Espiritualidad», Lima, mayo–agosto 1985, año 1, n. 1, pp. 25-35.

«La compasión y el escándalo de la cruz», en El Comercio (Lima), domingo 15/9/1985, p. E–8.

1986

«El viejo colegio de Moquegua», en Cobre (Lima), 6, julio de 1986, p. 6.

«Ideal y frustración de un proyecto histórico», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 24/8/1986, p. 7.

«Un embate anticlerical», en El Comercio (Lima), 28/10/1986, p. 2.

«Juan de Goycochea», en R. Aubert (dir.), Dictionnaire d'histoire et de géographie ecclesiástiques, XXI, París 1986, cols. 979–980.

«Santa Rosa y su tiempo», en revista «Vida y Espiritualidad», Lima, setiembre–diciembre 1986, año 2, n. 5, pp. 73–86.

1987

«Cáceres en San Pedro», en El Comercio (Lima), 16/1/1987, p. 2.

«Centenario de un español universal: Marañón humanista», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 17/5/1987, p. 6.

«El terremoto de 1687», en El Comercio (Lima), 20/10/1987, p. 2.

«El índice del Thesaurus Indicus de Diego de Avendaño», en Revista Histórica (Lima), XXXVI, 1987–1989, pp. 52–133.

«Grau y la campaña naval de 1879», en El Mar (Lima), 3, setiembre de 1987, pp. 8–9.

1988

«Emilio Romero», en Revista del Instituto Geográfico Nacional (Lima), 1/1, enero 1988, pp. 61–64.

«Martirio en México», en El Comercio (Lima), 25/9/1987, p. 2.

«Prólogo» a Juan Antonio Presas, Nuestra Señora de la Descensión. Trabajo Histórico Documental, Fundación Pérez Companc, Buenos Aires 1988.

«La persona humana y la sociedad. La riqueza de la posición cristiana», en Compromiso Social Católico, Semana Social del Callao, Vida y Espiritualidad, Lima 1988, pp. 21–30.

1989

«El Padre Damián», en El Comercio (Lima), 13/4/1989, p. 2.

«José Luis Bustamante y Rivero. Oración fúnebre», en revista «Vida y Espiritualidad», Lima, mayo–agosto 1989, año 5, n. 13, pp. 103–106.

«Colegios de San Pablo y de San Martín», en Revista Peruana de Historia Eclesiástica (Cuzco), 1, 1989, pp. 79–87.

1990

«Los 450 años de los jesuitas», en El Comercio (Lima), 23/9/1990, p. C–8.

«A los 450 años de la orden jesuita», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 14/10/1990.

«Los primeros jesuitas en el Perú y la pastoral indígena», en La evangelización del Perú. Siglos XVI–XVII. Actas del I Congreso Peruano de Historia Eclesiástica. Arzobispado de Arequipa, Arequipa 1990, pp. 277–281.

«Santo Toribio de Mogrovejo: el más grande obispo misionero del Nuevo Mundo», «Antonio Ruiz de Montoya: misionero de Perú a Paraguay» y «San Roque González: apóstol de los guaraníes», en Romeo Ballán, Misioneros de la primera hora. Grandes evangelizadores del Nuevo Mundo, Editorial Mundo Negro, Madrid 1990, pp. 135–141, 205–210 y 211–214, respectivamente. [La edición italiana del libro de R. Ballán lleva por título I missionari della prima ora, EMI, Bologna 1991. Este último año también se editó en Lima. La edición portuguesa apareció en Lisboa, Alé−Mar, 1992].

«Francisco del Castillo, misionero popular de Lima», en Revista Teológica Limense (Lima), XXIV/1, enero–abril de 1990, pp. 134–143.

«La imagen del sacerdote en los Concilios limenses de 1567 y 1582», en Revista Teológica Limense (Lima), XXIV\2, mayo–agosto de 1990, pp. 208–218.

«Gabriel Marcel. Problema y misterio», en Suplemento Dominical de El Comercio (Lima), 20/5/1990, p. 13 [también publicado en revista «Vida y Espiritualidad», Lima, mayo–agosto 1990, año 6, n. 16, pp. 77–83].

«Bernardo Bitti», en Bernardo Bitti, Catálogo de la Exposición del Banco Continental, Lima 1990, p. 3.

1991

«Los retos del CELAM», en El Comercio (Lima), 17/2/1991, p. 2.

«La evangelización constituyente y el V Centenario», en V Centenario de la llegada de la fe, Vida y Espiritualidad, Lima 1992, pp. 49–64.

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«Tercero Catechismo y Exposición de la Doctrina Christiana. Sermones. 1585», en Revista Teológica Limense (Lima), XXXII\1–2, 1998, pp. 165–170.

«El acuerdo de paz entre el Perú y el Ecuador», en Revista Teológica Limense (Lima), XXXII/3, setiembre–diciembre de 1998, pp. 363–364.

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Un resumen en http://inmemoriam.jesuitas.pe/2012/01/p–felipe–macgregor–sj/

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2014

"La obra memorable de un pastor ejemplar" En Carlos Castillo Mattasoglio Caminando en el Amor El pastor de una iglesia viva.

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"Cronología de la Historia de la Iglesia en el Perú" con José A. Benito, Fondo Editorial de la Universidad Católica Sedes Sapientiae–Academia Peruana de Historia Eclesiástica, Lima.

Entrevistas

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«Ser peruano. Un estilo propio», en Suplemento El Dominical de El Comercio (Lima), 23/7/1995, p. 8.

"Padre Armando Nieto, SJ, una vida comprometida por el Perú" entrevistas de José Antonio Benito: para Radio María y PAX TV y que fueron publicadas en el Correo Mariano, Lima, Julio–agosto 2012.

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nos–habla–de–la.html

http://jabenito.blogspot.com/2011/12/padre–armando–nieto–

preside–celebracion.html

Juan Álvarez http://www.larepublica.pe/10–04–2005/padre–armando–

nieto–no–somos–una–iglesia–democratica

Por. Padre Armando Nieto: "No somos una iglesia democrática".

Discursos y homilías

Oración gratulatoria con motivo de las Fiestas Patrias. [Se reprodujo el texto completo bajo el título «Los principios de la fe cristiana marcan rumbo concreto en el Perú. Dijo R.P. Armando Nieto en Misa Solemne en la catedral», en El Comercio (Lima), 29/7/1977, p. 6].

«Discurso–Memoria correspondiente al bienio 1977−1978 leído por el primer vice–presidente del CEHMP R.P. Armando Nieto el 28 de diciembre de 1978», en Anales del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú, Lima 1979, pp. 25–31.

«La Universidad y la cultura», en Expreso (Lima), lunes 6/2/1978, p. 10 [discurso de orden para recibir al director general de la UNESCO, Amadou Mahtar M'Bow en la Pontificia Universidad Católica del Perú].

«Laudatio», en Revista Teológica Limense (Lima), XXIV\3, setiembre−diciembre de 1990, pp. 435–438 [discurso en el acto de doctorado honoris causa al Cardenal Juan Landázuri en la Facultad de Teología].

«Discurso de orden», en Boletín del Instituto Riva–Agüero (Lima), n. 17, 1990, pp. 535–541 [discurso en la ceremonia de incorporación del Dr. Guillermo Lohmann Villena como profesor honorario del Departamento de Humanidades, Lima, 23/6/1989].

«La voz de la Iglesia», en Oiga (Lima), 3/8/1992, pp. 25 y 69 [texto completo de la homilía patriótica leída en la Catedral de Lima con ocasión del 171 aniversario de la Independencia].

«50 aniversario de la Muerte de José de la Riva Agüero», en Reconstruyendo (Lima), año 1, n. 2, 1995, pp. 31–32 [homilía en la Catedral de Lima, 25/10/1994].

«Fides et ratio, perspectiva histórica», en Revista Teológica Limense (Lima), XXXIII\3, 1999, pp. 385–394 [discurso en la Facultad de Teología].

«Educación y valores», 2000 [discurso en el acto de investidura del doctorado honoris causa en la Universidad Marcelino Champagnat] Revista Studium de la UCSS, Lima  nn 2–3, 2001, pp. 153–170.

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Fuentes

Sobre el P. Armando Nieto, su aporte historiográfico y su lugar en las corrientes de la historiografía peruana, pueden verse los siguientes estudios, de donde hemos tomado gran parte de la información para este trabajo:

1.         Manuel Burga, Para qué aprender historia en el Perú, Derrama Magisterial, Lima 1993.

2.               Gabriel García Higueras, «Armando Nieto Vélez, S.J.: su lugar en la historiografía peruana», en «Nueva Síntesis. Revista de Humanidades», UNMSM, junio–octubre 1994, año 1, nn. 1–2, pp. 15–35. Versión electrónica: http://es.scribd.com/doc/30812

747/Armando–Nieto–Velez–S–J–Su–lugar–en–la–Historiografia–peruana–por–Gabriel–Garcia–Higueras. Nueva versión en Tres historiadores y un presente. Perspectivas para una historiografía peruana Fernando Valle Rondón (Ed). Arequipa, 2010. 67 pp. (Universidad Católica San Pablo–IRA).

3.       Pedro Guibovich Pérez, «Biobibliografía de Armando Nieto Vélez, S.J.», en «Boletín del Instituto Riva–Agüero», 1994, n. 19: Homenaje al P. Armando Nieto.

4.       Teodoro Hampe, «Los miembros de número de la Academia Nacional de la Historia (Instituto Histórico del Perú)», en «Revista Histórica», Lima, tomo XXXIV, 1983–1984, pp. 281–353.

5.       Pablo Macera, «Explicaciones», en Trabajos de historia, UNMSM, Lima 1988.

6.       César Pacheco Vélez, «La historiografía peruana contemporánea», en Visión histórica del Perú en el siglo XX, Studium, Lima 1963, tomo II, pp. 527–580.

7.        Klaus Berckholtz Benavides El P. Armando Nieto y su aporte a la historiografía peruana. Trabajo para el Seminario de Historia de la Iglesia. Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, 2000

8.         Renzo Solís Vidal. Historia viva. Entrevista al P. Armando Nieto Vélez, S.J: Trabajo para el Seminario de Historia de la Iglesia

9.         Protagonistas. Dr. P. Armando Nieto Vélez, S.J. pp. 153–170. Revista Studium nn 2–3, 2001, pp. 153–170.

10.     T. Hampe Diccionario biográfico del Perú contemporáneo: siglo XX / Coordinador Carlos Milla Batres. Lima : Milla Batres, 2004 2

Canal youtube:

1.       http://www.youtube.com/watch?v=_rifLCo7WQw Padre Armando Nieto. Hugo Rendón Parroquia María Misionera, Pamplona Baja. Pequeño homenaje a nuestro guía espiritual, 10 mayo 2010. San Juan de Miraflores el 16 de Mayo de 2010.

2.       http://www.ni78.com/yhlgeEFeCWegt/el–concilio–de–trento–p–armando–nieto/ Descripción de El Concilio de Trento – P. Armando Nieto:– [February 18, 2012]. El P. Armando Nieto reflexiona sobre el Concilio de Trento (Cuestiones de Fe – EWTN) que aclaró la doctrina católica sobre la Eucaristía y la Gracia Santificante, frente a las confusas ideas de Lutero y Calvino.

3.       http://www.ni78.com/yHf_NmyWfhGAt/enrique–viii–y–santo–

tomas–moro–p–armando–nieto/ Descripción de Enrique VIII y Santo Tomás Moro – P. Armando Nieto:– [December 30, 2011]El P. Armando Nieto reflexiona sobre Enrique VIII y Santo Tomás Moro (Cuestiones de Fe – EWTN).

4.       http://www.ni78.com/y4O1UWTMYNlot/los–dogmas–marianos–p–armando–nieto/ Descripción de Los Dogmas Marianos – P. Armando Nieto: – [December 10, 2011]. El P. Armando Nieto reflexiona sobre los Dogmas Marianos: Inmaculada Concepción, Virginidad, Maternidad Divina y Asunción a los Cielos (Cuestiones de Fe – EWTN).

5.       http://www.youtube.com/watch?v=6iB_lAtZuOw Subido por WillaxTV el 30/06/2011 http://willax.tv| El historiador, Armando Nieto, sostuvo que los apóstoles San Pedro y San Pablo plantaron las bases para la organización de la Iglesia como la conocemos actualmente.

Dr. José Antonio Benito Rodríguez

Doctor en Historia

Profesor de la Facultad

De Teología Pontificia y Civil de Lima

Profesor de la Universidad

Católica "Sedes Sapientiae" (Lima).

---------------------------------------------------------------------------APÉNDICE:

 

ENTREVISTA EN RADIO MARÍA CON MOTIVO DEL AÑO SACERDOTAL (MAYO 2010)

 

Buenas amigos, hoy tendremos el gusto de conversar con el Padre Armando Nieto, S.J. Ustedes ya lo conocen; conduce el programa "Iglesia soy" en Radio María; desde hace 10 años. Nos comparte cuanto sabe de historia y actualidad de nuestra Iglesia. Hoy –sin embargo- nos hablará de su vocación sacerdotal y de su misión pastoral. Padre,  muchísimas gracias por este tiempo y digamos como comenzó todo.

 

P. Armando Nieto   :Bueno, cuando salí del Colegio de los Jesuitas en 1948 tenía una gran afición por los estudios de Historia  por eso pensé estudiar  Historia; la Universidad Católica tenía muy buenos profesores y los tiene todavía, pero tenía siempre dentro ese llamamiento un poco difuso, yo al principio no le di mayor importancia, pero como eso continuó, ya tuve que encarar este tema tan vital para mí y al terminar o sea después 7 años de estudio universitario lo decidí entonces lo comuniqué a  mi consultor espiritual , el P. César Toledo, que en paz descanse, y yo le dije que quería ingresar el 1° de enero del 56 – y me dijo  - no, no, tú has estudiado tanto, tú  tienes que presentarte con tus grados y diplomas y títulos- entonces significó par a mí un verano bastante caluroso.

 

Usted ya había participado en los grupos de las congregaciones marianas

P. Armando Nieto: Por supuesto había una congregación Marianista en el Colegio y luego también una Congregación Universitaria.

 

 Entonces cursó Derecho y al terminar Derecho…

P. Armando Nieto Derecho e Historia simultáneamente recuerda que por ese entonces se podría hacer eso, antes se podía estudiar ambos y ya con esto saque los títulos correspondientes e ingresé la compañía el 23/05/1956. En Miraflores ahora donde está la Residencia y Parroquia Fátima, bueno me entusiasmo la vida religiosa sobre todo la vida de los jesuitas, estudié los dos años de noviciado son mas de formación espiritual es verdad, pero también nos dan horas de estudio, entonces el Padre Maestro  me dijo estudia muy bien Latín, Griego para que desde ahora te vayas preparando para la Filosofía Y Teología. Hice un año de Juniorado, mis compañeros hicieron tres el P. Mc Gregor que era el Provincial me dijo – Mira   Los estudios de Literatura por ejemplo lo puedes hacer después, pero  tú tienes que formarte bien en Latín y Griego así que seguirás estudiando en este año en Miraflores -  Teníamos un excelente profesor Pedro Cano un Maestro que me ayudó mucho en esos estudios de las lenguas Clásicas. Y en el año 59 viajé a España para hacer la Filosofía, hice dos años largos en Alcalá  y en lugar de venir al Perú a hacer el Magisterio, continué los estudios pero ya en Alemania  y allí estudié los 4 años de Teología y me ordené el día de San Agustín de 1964. Francia

 

¿Qué recuerdos tiene de su primera misa y del día de la ordenación?

P. Armando Nieto Bueno recuerdos gratísimos. Mi primera misa privada fue con una tía que para mí ha sido como mi madre, porque mi Madre murió me dejó muy niño ella fue viajo para mi primera misa, mi Padres estaba muy enfermo y habían unos 4 ó 5 peruanos por allí, entonces les invité y el domingo siguiente día de Santa Rosa fue mi primera misa solemne en una colonia muy fuerte de trabajadores españoles.

 

¿Se acuerda de su primera Homilía? ¿De qué habló?

P. Armando Nieto Fue primero en Alemán para el público Alemán y la segunda hablé de la grandeza de Sacerdocio lo que significaba para mí haber llegado a….para mí el Sacerdocio la Compañía y yo tenía un grupo con el cual hacíamos Catequesis.

 

 Ya que estamos en el Año Santo Sacerdotal ¿Dónde se ha ido la grandeza del Sacerdocio?

P. Armando Nieto: La grandeza, yo diría es la grandeza de Cristo porque en la misa yo hablo en primera persona "este es mi cuerpo" pensar que estoy diciendo eso es algo tan maravilloso; ahora si uno no tiene fe realmente no tiene sentido. Pero si el Señor me ha escogido para ser su presencia de él en este mundo y en este entorno no puede haber una vocación más grande no  y tremendamente indigno lo que uno siente cuando compara el ideal sacerdotal con lo que uno está realizando. Ahora los superiores me respetaron esas dos direcciones que en realidad es  una no. El ayudar a los dos, la vocación pasional, pero al mismo tiempo la vocación de la enseñanza. Porque toda mi vida  de sacerdote me la he pasado enseñando en instituciones de la Iglesia.

 

¿Cuánto tiempo lleva en la PUCP?

P. Armando Nieto: Desde el año 67 al volver al Perú me llamaron para enseñar cursos de Filosofía, Historia y ahora Historia del Perú que es lo que estoy enseñando ahora. En la facultad de Teología que fui pedido por un queridísimo Cardenal Landázuri en el año 70– me dijo Armando dentro de unos meses empieza el curso vas a enseñar Historia de la Iglesia: Y yo le digo Eminencia con todo respeto tengo que pedir respeto a mi Provincial y él me dijo – No te preocupes el permiso está concedido.

 

Cuantos años de Sacerdote

P. Armando Nieto: 45 años

 

Y usted que ha visto tantos Sacerdotes que lo han dejado, o tantos Sacerdotes que han naufragado.

P. Armando Nieto: Yo creo que es que el Señor si me mantiene es porque me ama y quiere que siga en este camino. Un poco lo que dice el Salmo, caen a la derecha o izquierda pero caen, es decir, por diversas circunstancias no continúan. Pero yo digo si el Señor me mantiene es porque ME AMA quiere que continúe este camino para el cual yo he ofrecido mi vida. Pero sobre todo la protección especial del Señor y la Virgen. El Seño le da a uno esa fuerza o esa inspiración para saber que decir en el momento oportuno.

 

Padre nos sorprende como puede abarcar tantos campos porque está en Fátima, está como Presidente en la Academia Peruana de Historia, siempre que puede en la Facultad de Teología, en el Instituto Riva Agüero, en la Católica. ¿Cómo se organiza?

P. Armando Nieto: Allí por supuesto hay que jerarquizar las cosas, por ejemplo para mí la enseñanza es sagrada yo tengo mi compromiso tengo mi horario y yo se los días que tengo que estar o en la Católica o en Teología  luego bueno hay que tener una agenda y no sobregirar tampoco porque una persona estresada no puede ser un buen consejero porque la gente se da cuenta cuando uno está nervioso y no mirara el reloj "haz lo que haces" decían los latinos.

 

Padre este programa quiere ofrecer este riquísimo patrimonio que representan los Sacerdotes en la Iglesia para el mundo usted a escrito varias semblanzas a mi me encanto la biografía del Padre Castillo. ¿Qué privilegió en esta semblanza?

P. Armando Nieto: Primero que todo la santidad, poner metas altas, procurar que los muchachos quieran al Señor, quieran al Señor los otros que tengan esta virtud que se animen en cada momento…

 

Usted conoce muy bien la Iglesia de la Independencia la Iglesia de la Republica si damos más bien un buen salto ya figuras de estos Sacerdotes como que han ayudado a creer la nacionalidad peruana con quien se quedaría o cuál resaltaría.

P. Armando Nieto: Quien me impresiona mucho es Bartolomé Herrera, primero como cura en Cajacay una Parroquia de la Sierra. Después como Rector del Convictorio Carolino formó generaciones. Y como pensador fue un hombre que se dio cuenta y dijo "El Perú no es el Tahuantinsuyo, tampoco la Península sino es algo que Dios ha querido" el mestizaje todo eso que después hemos venido elaborando, es un hombre que ha marcado realmente a marcado una época. Un formador  Rodríguez de –Mendoza época de la ilustración que es una ilustración cristiana, y los primeros alumnos que fueron los primeros congresistas en el año 23 cuando San Martín se retira, entonces son hombres que han formado juventudes, eso entusiasma..

 

Padre usted como Sacerdote en un ambiente laico no estrictamente sacerdotal como la Academia de Historia ¿Cómo ven ahí al Sacerdote?

P. Armando Nieto: Hay un gran respeto. Hay de todo, es decir, personas católicas y personas que no tienen la confesión abierta de la fe, pero todos, como estudiosas de la Historia del Perú tratan a la Iglesia con gran respeto. Por ejemplo, Tauro del Pino era un hombre que no era confesionalmente practicante y  sin embargo siempre la trató con gran respeto, cuando se trató de hacer la Colección Documental sobre la Independencia él dijo "tenemos que dedicar un tomo a la obra de la Iglesia", es un testimonio de una persona que estaba lejos de la Iglesia católica y, sin embargo, se da cuenta de lo que es la Iglesia en la formación del Perú. El artículo 50 no es un como creen algunos un artículo discriminatorio contra las demás religiones como algunos dicen sino el reconocimiento de un hecho histórico como decía  Luis Alberto Sánchez: "Nos guste o no nos guste, la Iglesia ha estado siempre desde el nacimiento del Perú"...

Padre Armando se nos fue el tiempo y nos gustaría Con motivo de este año Sacerdotal, los curas, seminaristas y  el público en general que nos está escuchando, para aprovechar este año.

P. Armando Nieto: Lo primero vivir a fondo nuestra fe, orar por los Sacerdotes trabajar por el bien del país es trabajar por la honestidad, en un momento en que se habla de corrupción el católico tiene que ser un ejemplo, ser  generoso con sus tiempo, con sus medio, yo diría pasar por la vida haciendo el bien.

 Muchas gracias Padre.

 

LA IGLESIA EN LA FORMACIÒN DEL PERÚ: Entrevista en PAX TV (Julio 2013)

Está con nosotros el P. Armando Nieto Presidente de la Academia Nacional de Historia y Presidente de la Academia Peruana de Historia de la Iglesia, sacerdote Jesuita, docente, padre, amigo. Y vamos a recorrer con él momentos estelares de la Historia del Perú  y como la Iglesia ha forjado esta realidad entrañable como es la peruanidad. Bienvenido. Usted estuvo en el programa dedicado a los 25 años de la visita de Juan Pablo II en la visita en el Perú.                                                                         

P. ARMANDO NIETO: Muchas gracias. sí tuve la oportunidad de estar en la segunda visita del santo Padre en la primera estaba enfermo, pero lo vi por la televisión entonces en blanco y negro y tuve seguir esa espléndida de manifestación  de fe sobre todo con los jóvenes en el hipódromo.

 

Y lo ha manifestado en un artículo que escribió en la Revista Teológica Limense.

Padre Armando, siento una gran alegría por su compañía y le agradezco en nombre de la teleaudiencia de PAX.

 

P. ARMANDO NIETO: Estoy encantado de estar acá.

 

Podemos saber ¿cómo comenzó su vocación religiosa? O si fue primera la vocación histórica porque no sé si fue antes que la vocación religiosa.

P. ARMANDO NIETO: La afición a la Historia desde muy chico me encantaba los libros y artículos de Historia tanto Historia Universal como Historia del Perú.

 

Porque en su familia ya tenía ese ambiente.

P. ARMANDO NIETO: Sí, tenía un tío que había trabajado en el Diario El Comercio y que tenía muchos libros de  Historia. Ese fue digamos el cauce por el cual yo avancé. Al terminar el colegio me matriculé en la Católica.

 

Antes de terminar el colegio inclusive. Porque he revisado unos escritos…

P. ARMANDO NIETO: Estaba en una Academia de Historia y Geografía del Hno. García y teníamos que hacer una monografía y escogí un temas de Historia Peruana por ejemplo la Batalla de Chorrillos, la Batalla de Miraflores, la Guerra del Pacífico y también un tema del virreinato que también me gusta mucho. Entonces cuando termina el colegio yo me matriculo en los estudios de letras Humanidades de la Católica todavía en la Plaza de la Recoleta o la Plza. Francia  donde tenía muy buenos profesores uno que vive gracias a Dios, Prof. Agustín De la Puente Candamo Ahora en mayo cumple 90 gracias a Dios, lúcido y siempre vibrante y entusiasta por la Historia Peruana. Bueno allí estuve los años preliminares lo que son ahora los estudios generales y después ya comienza la especialidad de Historia y al mismo tiempo me matriculé en Derecho en ese tiempo se podía  seguir las dos carreras ahora es más difícil siempre es un esfuerzo grande y ya cuando ingreso a la compañía por supuesto ya mi vocación se va perfilando por la Historia de la Iglesia en el Perú.

Claro, pero también ha hecho la Filosofía, la Teología.

P. ARMANDO NIETO: Claro fueron paréntesis, pero naturalmente muy nutritivos que fueron la en Filosofía España y la Teología en Alemania – Francia, allí me ordené Sacerdote en San Agustín del año 64 un 28 de agosto.

 

Lejos de la familia ¿Qué le acompañó?

P. ARMANDO NIETO: Una  tía que vino a Lima fueron gratos recuerdos sobre todo ahora que veo entre los Cardenales está un antiguo profesor mío  el Padre Joseph Bequer, el Santo Padre lo ha hecho Cardenal ha sido Profesor en la Facultad Teológica de Francia y tuve la suerte de escuchar sus primeras clases

La primera misa seguro que es inolvidable me gustaría que nos recordase.

P. ARMANDO NIETO: Sí, un primera misa muy privada con algunos peruanos en la capilla de la Facultad y el domingo siguiente fue en una parroquia cercaba donde había una comuna muy numerosa de obreros españoles que iban a trabajar a Alemania allí tenía un público por supuesto bilingüe y tuve que preparar porque tenía que preparar un saludo a los alemanes fue muy grato ese domingo día de Santa Rosa de Lima, 30 de agosto.

De allí volvió a España.

P. ARMANDO NIETO: Sí volví a España para la tercera aprobación es un año de ajuste digamos en la parte espiritual  hay que hacer el año   nuevamente y el trabajo pastoral en diversos pueblos España, Madrid, Albacete, Murcia, Molina de Segura que es una población muy fervorosa en España

De allí vuelve.

P. ARMANDO NIETO:   Vuelvo en el año 67, me reincorporo a la Universidad Católica ya como profesor, mis primeros cursos fueron Filosofía de la Historia y Teología de la Historia y también a los Juniores Jesuitas en Huachipa les daba Historia de la Iglesia en Griego y Latín esa es una parte de la formación.

En la Facultad de Teología ¿Cuándo?

P. ARMANDO NIETO: En el 70, recuerdo cuando el Cardenal Landázuri que tanto me quería me dice Armando quiero que enseñe en la Facultad, entonces yo le dije "Eminencia primero tengo que pedirle permiso a mi Padre Provincial" y me dijo "ya está pedido", eso fue en marzo del año 70 y estuve hasta    julio del año pasado que tuve un problema de salud

40 años

P. ARMANDO NIETO: Sí.

Yo siento que no ha tenido tiempo suficiente para una obra como la del P. Vargas

P. ARMANDO NIETO: La enseñanza me ha ocupado casi todas las horas de mi vida, muy poco tiempo digamos para la producción de libros, artículos si muchos, la vida del Padre Francisco del Castillo un jesuita limeño cuya causa ya está iniciada; entonces en Roma me dijeron que hacía falta un libro que estuviera más detallado que el del P. Rubén Vargas que había publicado en el año 47 una vida del P. Castillo, pero faltaba toda la documentación que yo encontré después en el archivo romano junto a la Curia general de Roma, cosas inéditas que no figuraban. El P. Molinari que en paz descanse y el P. Gunter me dijeron que la obra estaba bien que podía servirle.

Yo me los dormí, yo estaba haciendo mi tesis del Doctoral era lo más aburrido que he hecho en mi vida y era mi descanso me lo enviaron desde aquí.

P. ARMANDO NIETO: Es una vida muy variada porque él fue Capellán naval en una flota contra los Holandeses que iban a Chile estaba también los sermones populares el baratillo que todavía existe esa plazuela

Donde queda esa plaza exactamente.

P. ARMANDO NIETO: A unos metros del río Rímac a en  Puente de Piedra que todavía queda el nombre de Baratillo que es un nombre colonial.

Porque allí iban los afro descendientes, los negros…

P. ARMANDO NIETO:-iba todos gente de la nobleza iba a escuchar el sermón porque el P. Castillo un Santo varón  y él fue el iniciador del sermón de las 7 palabras.

Aquí en la Iglesia San Pedro esta la cruz.

P. ARMANDO NIETO: Pero esa Cruz estuvo mucho tiempo en los desamparados, mucha gente, muchos compatriotas cree que los desamparados es un nombre sabe Dios tomado de, que es la estación del tren, pero allí estuvo junto a la estación del tren estuvo la Iglesia  que fue construida por iniciativa del P. Catillo con el apoyo del Virrey Conde de Valencia y esa Iglesia se inaugura poco tiempo antes de la muerte de los dos primero muere el virrey en diciembre del 72 y después muere    el P. Castillo, entonces quedo el nombre ahora bien esa Iglesia fue derribada para poder construir el Palacio de Palacio de Gobierno , porque la Iglesia estaba detrás del Palacio de Gobierno,  entonces el año 38 siendo presidente el Gral. Benavides se da la orden de la demolición y se llevó la reliquia del Conde Lemos a la Iglesia San Pedro y la imagen se trasladó primero a San Pedro y luego a la Iglesia Desamparados que es una Parroquia que está en cuadra 10 de al Av. Venezuela que ahora está a cargo del Clero circular está  allí la imagen auténtica del S. XVII  y está también una cruz, crucifijo mejor que no es la Cruz de Baratillo que está en San Pedro todo eso tiene que figurar en el libro  y también por supuesto el trabajo con los negros, el apostolado él iba a las haciendas para ayudar espiritualmente pero para también materialmente alimentos, tabaco como decía él.

Cómo San Pedro Claver, pero aquí en Lima.

P. ARMANDO NIETO: Así es. Es un equivalente de San Pedro Claver en el Perú.

¿Y qué vínculo con Ruiz Montoya?

P. ARMANDO NIETO: Fue discípulo de Ruiz de Montoya del jesuita limeño que organizó las celebres misiones del Paraguay.

Un poco para ver  la `presencia de la Iglesia con ese mundo que a veces como que ha estado como ausente.

P. ARMANDO NIETO: Y Ruiz de Montoya es una figura extraordinaria porque él fue  Madrid para ver cómo defender a los indígenas de las invasiones de los paulistas o bandeirantes del Brasil, pero también para editar sus libros Gramática Guaraní, Vocabulario Guaraní y viene al Perú y cuando ya se iba a volver creo que hubo una congregación  provincial que lo retiene le viene la enfermedad y fallece en Lima. Pero dejó un libro que está publicado por P. José Luis G. que ya falleció. Sílex del Divino Amor  que muestra como Ruiz de Montoya, a pesar que mucha gente creo que solo es un organizador de misiones de indígenas fue también un místico de profunda sapiencia religiosa y teológica.

Qué bueno que haya una Universidad que recoja la memoria y esta labor tan destacada.

P. ARMANDO NIETO: Un Jesuita limeño que quería mucho a Francisco de Castillo y escribió para él ese libro.

¿Cómo está ahora el proceso?

P. ARMANDO NIETO: Faltaría una especie de recopilación como se acaba de hacer por ejemplo con el Papa Juan Pablo II o con el P. Hurtado años antes.

Está a punto de ser venerable.

P. ARMANDO NIETO: Sí. Ya desapareció el termino venerable ahora todos son siervos, después viene beatos y después se llega a santos.

¿Hay algún grupo?, ¿alguna asociación? 

P. ARMANDO NIETO: Hay una hermandad en San Pedro y todos los onces de cada mes, el 11 de abril el día de su fallecimiento hay una misa en la tarde que llena la Iglesia de San Pedro y después de la misa hay una procesión que lleva por la nave del templo la Cruz del Baratillo.

¡Qué belleza! Me gustaría también de otros grandes jesuitas que usted ha estudiado también como el P. Valera, el P. Acosta.

P. ARMANDO NIETO: El P. Acosta es un genio es una figura genial, porque no solo fue un Teólogo y un pastoralista sino también se le llama el Plinio del nuevo mundo habla por primera vez de la corriente peruana que seguimos  después se llama la Corriente de Humboldt.

Hace 15 días han defendido una tesis pastoral sobre Cristo revelado del P. Julio Murillo.

P. ARMANDO NIETO: Claro, es un tratado de Acosta, pero también como geógrafo él cuenta como le vino el soroche al cruzar la cordillera junto al nevado de Pariacaca  que tiene como centro de la religión andina y también explica por ejemplo las diversas variedades tiene una definición muy curiosa de la  granadilla que dice "es un fruto que todos conocemos en Perú", no existía en España y dice "no sé decir si se bebe, se absorbe o se come". Efectivamente es una descripción muy gráfica de lo que es la fruta. O sea, que Acosta es una figura extraordinaria.

Ud. Lo ha estudiado.

P. ARMANDO NIETO: Sobre todo su tratado de su famoso tratado De Procuranda indorum salutem escrito en Latín que fue traducido en el año 1952 por primera vez en el año 1952 por el P. Francisco Mateos  Ese libro es un breviario de lo que es la Pastoral, intuiciones  pero certeras de cómo presentar el evangelio no solamente el evangelio sino la moral evangélica a los nativos.

Estuve un poco todo el contexto del Tercer Concilio Limense y me encantó un artículo suyo acerca del conflicto de cercado. Claro usted como es  del historiador, filósofo,  teólogo y además jurista…

P. ARMANDO NIETO: También fue él  teólogo de Santo Toribio. Fue un poco penoso porque fue entre el arzobispo, por un lado y la compañía circular pero todo término como quien dice en paz, porque el mismo Padre general recomendó que mantuviese la mejor amistad con Santo Toribio creo que fue un conjunto de mal entendidos, no se trataba de cosa realmente grave.

Lo que queda también es la labor de los jesuitas, allí en el Cercado.

P. ARMANDO NIETO: En la Parroquia de Cercado. Sí, viene hacer lo que es hoy los alrededores del Cementerio Presbítero Maestro, la avenida antigua de los Incas, esa capilla donde están las Carmelitas ahora, la Escuela de Policía en la Av. antigua los Incas es fue también Colegio de caciques de los Jesuitas hasta la expulsión.

Nos podría contar ese contexto y el drama de la expulsión.

P. ARMANDO NIETO: Todo esto comienza en Europa comienza primero con la expulsión de los jesuitas de Portugal años después la suspensión de la compañía en Francia y luego la expulsión en España y sus dominios, los reyes borbones asesorados por políticos muy liberales pero más que nada muchos radicales  y también por otras diferencias de órdenes religiosas el rey se mueve o lo mueven a declarar la expulsión la noticia llega a Lima en el año 67 inmediatamente Amat el virrey prepara la sorpresa , porque nadie se imaginaba a las 3 de la mañana del día 8 de setiembre; entonces fueron ocupadas las casas que eran: San Pedro se llamaba en ese tiempo  San Pablo que era Filosofal Teo logado, el noviciado que es el actual Centro Cultural de San Marcos - La Casona de San Marcos allí estaba, luego el Colegio de San Martin que está en frente de la Biblioteca Nacional ahora me parece que allí hay un edificio del Estado allí y luego también Desamparados. Los jesuitas estaban detenidos concentrados en San Pedro durante unas semanas hasta que llegaran los barcos los iban a transportarlos a Europa, ellos no sabían a donde iban a ir estaban expulsado en todas partes; entonces los expulsos llegan primero a España como una escala técnica simplemente y de allí estuvieron 6 años, a los 6 años viene el famoso decreto del Papa la mula de supresión de la compañía parece que Clemente XIV , entonces como que lo pusieron en un dilema "Si usted no expulsa a los jesuitas vendrán las iglesias nacionales " y eso al Papa lo llenó de preocupación y de angustia. Y salió así la expulsión y los padres bueno muchos quedaron como Sacerdotes seculares y algunos que quisieron mantenerse en la Compañía tuvieron dos curiosas posibilidades ninguna de país católico Rusia con Emperatriz con la Zarina,  ellos acogieron a los jesuitas como maestros  por la pedagogía y llegó un momento en que Rusia también se cansan y los expulsan y en ese momento providencialmente el Papa los acoge el nuevo Papa Pío VII da la Gula de Restauración de la Compañía en 1914, pero claro nos interesa la repercusión en Hispanoamérica los jesuitas no volvemos al Perú hasta 1971 que algunos países si lo tienen antes , pero también fue u momento difícil en un momento de mucho anti clericalismo, se funda el colegio la Inmaculada; primero vinieron al Seminario de Huánuco el Prefecto los expulsa, vienen a Lima y a los pocos años el Colegio de la Inmaculada se funda en el 78 en el año 85-86 desgraciadamente hay un compendia de historia del P. Ricardo Capa que fue adverso a los próceres, entonces fue el pretexto, la ocasión de que el Congreso quitase la expulsión de los jesuitas y es interesante porque Cáceres no quiso firmar, bueno algunos se preguntan ¿Por qué?  Bueno, Cáceres herido en la batalla de Miraflores es alojado por el Padre Superior   entonces ya Cáceres sale toma el tren y se va a iniciar la llamada a la Batalla de la Breña que ya todos conocemos, entonces Cáceres les dijo a los jesuitas "son salgan quédense por acá no se vayan del Perú vendrán días mejores" efectivamente en poco tiempo se reincorporan  vuelven a tomar el Colegio que ha tenido varios locales hasta el actual.

De la época de la expulsión ha habido varios congresos sobre un jesuita excepcional como Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, qué valoración tiene.

P. ARMANDO NIETO: Bueno está reconocido ya,  gracias a trabajos muy acertados entre ellos uno como el del P. Miguel Batliori gran historiador jesuita español-catalán, él tiene un trabajo muy sólido, pero después hay trabajos de peruanos muy notables. También de Davis B. también reconocido recientemente por el Congreso de la República, también están los libros de Percy Cayo, de Patricio Riketts  etc. Y la colección documentada de la Independencia dedica un volumen completo a Vizcardo.

Ha mencionado la Independencia que es otro rubro. Usted  contó una anécdota muy simpática cuando publicó el artículo sobre el fidelismo y creía que tenía que ver con Fidel Castro. Pero no tenía que ver con Fidel Castro.

P. ARMANDO NIETO: No nada, yo estaba por Europa me contaron que la policía decomisó los libros porque vieron Fidelismo en el Perú, entonces dijeron esta esto es  penetración cubana.

Porque es una corriente muy interesante porque me gustaría nos hablara de ello. Porque en los albores de la Independencia habían cosas que no estaban todavía del todo clara.

P. ARMANDO NIETO: Mi pregunta era qué sucedió cuando Fernando VII es llevado preso por Napoleón Bonaparte    las colonias o las provincias de ultramar todas buscan tener juntas autónomas que son el principio de lo que estamos hablando en el bicentenario Chile, Quito, Chuquisaca. Pero en Lima estaba el Virrey Abascal y el era un hombre autoritario no consintió de ninguna manera, más bien Luma era el Centro de la reacción, porque de aquí fueron tropas a Chile, a Ecuador etc. No se llega a constituir una junta peruana autónoma tuvo que esperar hasta el año 21 que viene San Martín. Qué pasó en el Perú las manifestaciones de adhesión al rey, porque fueron misas,  colectas que se envían a España para sostener a la resistencia española contra el invasor todo eso es muy interesante desde luego, para mostrar el arraigo del sentimiento monárquico. Eso es verdad.

Un artículo también que me ha interesado mucho que habla sobre el último Arzobispo.

P. ARMANDO NIETO: Bartolomé Las Heras había sido arzobispo del cusco un hombre quería y conocía mucho al Perú el firmó el Acta de la Independencia el 15 de julio del año 1821 junto con el Alcalde de Lima y muchos ciudadanos, pero allí se presentó un caso del ministro Monteagudo, ministro de San Martín que era anticlerical pero antes antiespañol, entonces como el Arzobispo era español con pretexto muy triviales como decir que habían curas que predicaban contra la Independencia, entonces el Arzobispo le dice una cosas que es lógica "dígame usted quien y cuando se ha producido eso " y como decimos en Lima se picó Monteagudo y dijo "No, no se puede tolerar" y terminó el Arzobispo con un pasaporte que lo lleva primero  esperar un barco en Chancay ni si quiera lo embarcaron en el Callao lo embarcaron en Chancay se va a España y muere al año siguiente. Creo yo que es el único Arzobispo que no tiene su nicho en la Catedral.

Tuvo un gesto…

P. ARMANDO NIETO: Si le dejó su carrosa, le regaló una imagen,  lo trataba con mucha cordialidad a San Martín parece que San Martín estaba entre la espada y la pared.

En esta línea de la independencia a Ud. le tocó con Monseñor Severo Aparicio elaborar documentos.

P. ARMANDO NIETO: Dos volúmenes de documentos de la Junta de Purificación era una Junta más bien volúmenes que tenían que certificar si los Párrocos eran todos leales a la Independencia o si había alguno que era digamos realista entonces se le daba un certificado, pero para eso cada Cura tenía que     aducir testimonios en abono de su conducta, digamos, pro patria son como más de 100 testimonios que recojo en esos volúmenes. Es una fuente muy interesante porque aparecen    documentos de personajes de la Independencia como Sánchez Carrión, como el almirante Güise o Vidal, o Miller aparecen allí 

En este sentido de la Independencia me gustaría que nos hablase del sermón Te Deum, que creo le tocó en dos ocasiones.

P. ARMANDO NIETO: Sí, anecdótico el sermón en realidad primero tenía que estar sometido a la revisión del Cardenal Landázuri, él me decía las líneas generales, me decía "redacta tu" , pero procura ser moderado y prudente. Eso me tocó en tiempos de Morales Bermúdez el día justamente de cambio de gobierno del año 80.

Pero normalmente era el Cardenal o el Arzobispo quién lo pronunciaba o cómo se conoce hora.

P. ARMANDO NIETO: Ahora sí el Cardenal Cipriani él no encarga sino el mismo tiene la oración patriótica, en ese tiempo se buscaba un sacerdote peruano por lo general algunas veces el Padre Otero, pero en tiempos de Fujimori yo estaba llegando de Jr. De la Unión y estaba muy vigilado por la policía y le digo – Mire voy a pasar porque tengo un compromiso- y me dice – No pasa nadie- y le dije – Pero me urge- y él me dice – No puede pasar- y le dije – Mire Señor yo he sido convocado por  Señor Arzobispo y voy a tener el Sermón - y me dijo – Pase padrecito -

Recuerda las ideas fundamentales que seguro allí le afloraron.

P. ARMANDO NIETO: Tenía que ser un sermón por lo tanto religioso, entonces me remonté a las ideas centrales de Bartolomé Herrera: cómo la Iglesia había estado presente en el nacimiento del Perú, además en la maduración del Perú y en la Emancipación del Perú, y también la posición de la Iglesia en los problemas sociales de una manera digamos no minuciosa sino dando las normas, eso fue en ambos casos. No recuerdo exactamente el año que estaba el premier Oscar de la Puente Raigada ese día se estaba esperando a Fujimori y estaba de arzobispo el Cardenal Vargas Alzamora y estuvimos esperando como 20 minutos y no llegaba entonces dijo – tengo que comenzar- todos en incertidumbre, entonces es entró el permitir y presidió la ceremonia había mucha vigilancia estaban en los altos de la catedral policías en las  popular.

Padre, usted como secretario de Víctor André Belaunde Riva Agüero y hay una idea bien clara, la peruanidad, creo que en el libro creo que colaboró en ese capítulo, con la Iglesia como agente o forjadora del Perú.

P. ARMANDO NIETO: Víctor A. Belaunde tenía esa idea, digamos, muy clavada de que no se puede entender lo que es el Perú sin la presencia y la función de la Iglesia Católica. Mira yo le digo a mis alumnos – Ustedes pueden pasar muchos días por la India, por China, por Irán y no descubrirán presencia vida de la Iglesia Católica pueden pasar semanas enteras sin ver una cruz o una imagen, en el Perú es distinto todos nos habla, los topónimos, las capillas, la Cruz del Viajero, en fin todo nos habla de una presencia religiosa y eso hay que desatacarlo porque eso ha continuado, tenemos muchas deficiencias, muchas fallas como población, pero tenemos algo que nos une no nos des une. Belaúnde decía que muchas veces la política desune, mira tú la procesión del Sr. De los Milagros no hace falta hacerles ver a los televidentes como nos une en una cosa que es central no es una figura secundaria; es el hijo de Dios que padece y muere por nosotros y ahora como se extendido tú lo sabes, en España, en Italia, en Estados Unidos es una cosa realmente que mueve a reflexión la hondura del sentimiento religioso.

El Sr. De los Milagros. Una vez le escuché sobre Ocopa el papel de los religiosos en las misiones incluso me mostró uno del P. Bernardino Izaguirre de la primera edición.

P. ARMANDO NIETO: Así es, el P. Bernardino Izaguirre, yo no lo conocí, publicó en varios tomos la Historia de las Misiones Franciscanas en el Perú una obra realmente monumental y gracias al P. Fredy S. Díaz se ha logrado una publicación modernas con muchos grabados y a color que se puede decir que ha mejorado presentación material de la primera es una fuente de primera orden para conocer el trabajo intenso para conocer el trabajo misionero en Ocopa, es algo realmente que muchos no conocen y muchos mártires también han fallecido en ese servicio diario de la extensión de la fe.

Otro tema que me gustaría tocar, porque Ud. ha tenido amista con muchos historiadores ha mencionado al Dr. Agustín de la Puente Candamo no sé si conoció a Riva güero, con Víctor Andrés Belaúnde ha tratado. Me gustaría los que recuerde o los que quiera mencionar aquí.

P. ARMANDO NIETO: Bueno mis compañeros de generación puedo citar a Antonio del Busto él es un hombre maravilloso que ha revivido la epopeya de la Conquista, pero también está Percy Cayo Historiador de la República, está también, bueno César Pacheco ya ha fallecido. La Universidad Católica tuvo gracias a José Agustín de la Puente un gran influjo en la formación de los jóvenes historiadores.

Franklin Pease.

P. ARMANDO NIETO: Claro Franklin Pease una promoción después de la mía, Pedro Rodríguez también fallecido, Raúl Zamalloa realmente creo yo debemos mucho a la Alma Mater

Ud. ha escrito muchos artículos en la prensa que están por allí, dispersos y a ver si podemos juntarlos.

P. ARMANDO NIETO: Están dispersos sí, muchos son de rememoración históricos con motivo de un centenario, de un aniversario; incluso cosas que pueden parecer más ajenas a mis preocupaciones por ejemplo lo de Pearl Harbor hay un testimonio que encontré en Riva Agüero como el ministro peruano en Tokio Rivera Ch. él avisa a Estado Unidos días antes, que se preparen y no le creen porque parecí ala notica tan enorme y él mismo lo dice "yo tuve la oportunidad de escribirle al Embajador americano para que comunicase", parece que se desechó la noticia.

Padre una faceta también muy interesante es la pasión que siempre ha tenido por la educación recuerdo todavía cuando le envistieron cono Doctor Honoris Causa en Champagnat, ese discurso.

P. ARMANDO NIETO: En Champagne, sí hasta ahora lo tengo esa preocupación me parece que el Perú hemos puesto más importancia a la instrucción que a la educación, la instrucción es dar conocimientos, llenarlos la mente, pero la educación es algo mas  como dice el concilio en el Vaticano es la formación de voluntad, del corazón, de la mente, nos falta mucho. Un día yo iba a Pamplona como íbamos los domingos y dos alumnos que estaban en el ómnibus se hacían un examen de los Virreyes – Pezuela es antes que la Serna, otros decían No es después-  a  yo sonreía pero ya no sonreí cuando vi que colocaban la zapatilla llena de barro en el respaldar, yo pensaba estos señores se sacaran 20 en Historia pero son unos patanes, entonces eso forma parte de la educación, porque los modales no se puede abandonar ,como puede haber un profesor de un mal sindicato que diga espero ustedes ayuden a la huelga tirando piedras por debajo del zanjón de la vía expresa realmente esta es una cosa censurable.

En la Universidad Católica Sedes Sapiente el Día del Maestro Ud. nos dio una conferencia que recuerdo con mucho afecto que habló de los Defectos  del Educación Nacional y luego habló de una propuesta.

P. ARMANDO NIETO: Vuelvo a recordar la educación se cree que  lo va a impartir solamente la familia, pero cuando la familia es incompleta o no está bien, entonces quién va a educar. Educan lo medios de comunicación, pero en muchos casos no son una autoridad educativa, sino en muchos casos una autoridad deseduca y en eso entonces hace falta trabajar un poco más y a la Iglesia le toca un papel muy importante en esa labor que puede parecer ajena a su misión, hacer que el hombre sea humanamente ético y además hombre de fe, pero la Ética tiene que ser fundamental en una población que se dice Cristiana da mucha pena que tengamos que aprender de otros países por ejemplo cuando hablan de las costumbres éticas de los suecos y de los japoneses en cuanto al respeto de la propiedad uno dice "caramba aquí nos falta mucho" pero  no es para desanimarse, sino más bien para motivarse a trabajar más.

Padre el Perú está  viviendo un momento tenso con la situación de la PUCP, usted ha sido alumno, docente, una de las personas diríamos como un icono como un referente sobre la situación que luces nos puede aportar, para que se dé una solución

P. ARMANDO NIETO: Yo deseo que se la Universidad siga siendo Católica y siga siendo Pontificia, lo de Pontificia no es una simple tarjeta decorativa, sino que significa  que esa institución comparta con los y comulga con los ideales de la Iglesia Católica, creo es muy importante se tome en cuenta a la hora de tomar decisiones la Iglesia no hay que verla como tantas personas creen que es una especie de cadena fundamentalista o que va a negar la libertad de expresión, no, sino que nos guía pero también nos pide que seamos consecuentes con nuestra fe.

Usted está al frente de una de las Instituciones más prestigiosas de la Historia que es la Academia Nacional de Historia del Perú, ¿Qué es lo que hace la Academia? Sabemos que de vez en cuando convoca a un congreso.

P. ARMANDO NIETO: Una cosa que a mí me ha gustado siempre y tenemos 9 año en este trabajo que es el orientar a los maestros de Historia y todos los años en el mes de enero con la cooperación del Instituto Cultural Peruano Norteamericano se organizan conferencias para los maestros sobre tenemos centrales de la enseñanza por ejemplo: Época Prehispánica, Arqueología, Conquista, Colonia, República, somos los académicos los que damos estas conferencias son 300 maestros y no solo eso sino que hay enlace por televisión con Piura, con Huánuco, con Huancayo, con Arequipa es un multiplicador muy notable y eso los profesores lo agradecen después se les da su certificado porque les sirve para su promoción.

Algunos de los artículos suyos que también he leído hablan de la relación Iglesia – Estado y  como se reflejan en las constituciones un poco a la hora  hablar un poco al hablar de la identidad del Perú y como ha sido marcado también por la religiosidad.

P. ARMANDO NIETO: Yo suelo partir del acuerdo Perú Santa sede y aunque es del año 80 sin embargo marco un punto de inflexión muy interesan porque desaparece el patronato pero al mismo tiempo permanece la vinculación profunda del Estado o de la Nación con la Iglesia, yo creo  que eso fue en gran parte obra de Mons. Tagliaferri que fue Nuncio en eso años, era el tiempo de Morales Bermúdez y luego también del Canciller Arturo García; muchos hermanos evangélicos  dicen primero que fue  un tratado firmado por un gobierno militar y después que es discriminatorio. No creo eso, modestamente creo que no hay discriminación porque se reconoce también que el estado puede hacer acuerdos con las Iglesias  particulares y lo dice el art 50 de la Constitución "teniendo en cuenta que la Iglesia es fundamento en lo moral, en lo social, en lo religioso"   el Estado favorece su acción eso no es discriminatorio eso más bien es equitativo y de allí estudio un poco la historia de los patronato a partir de los documentos del S. XVI. como también ha habido momentos en que el Estado se creía superior a la Iglesia en el sentido de querer controlar todo y eso es lo que se llama una especie de cesaropapismo   ahora tenemos  una solución mucho más de acuerdo a los tiempo modernos  y me parece que los artículos del Concordato están muy bien puesto, por tanto lo del gobierno militar de lo digo rápidamente cuando llega Belaúnde al poder en al año 80 pocos días después del acuerdo él ratifica todo lo del acuerdo, entonces decir que es producto de un gobierno militar es ignorar que un gobierno no solamente no rechaza sino que hace suyo el Acuerdo.

Estamos en el Año de la Fe los 50 años del Concilio Vaticano II y también recordando la canonización de San Martín. Qué le parece.

P. ARMANDO NIETO: Me parece que el Perú tienen que hacer algo para celebrar bien esa fecha porque indudablemente San Martín hoy es un Santo universal hay iglesias de San Martin en todas partes del mundo, no quiero restar nada a Santa Rosa de Lima, pero indudablemente que dista por ejemplo la condición social de Martín que muchas veces fue incomprendido e insultado y hoy resulta Santo de la iglesia católica es un ejemplo de la sencillez, es un Santo de la hora, Patrón de la justicia social.

Usted ha publicado también sobre el Concilio Juan Vaticano II.

P. ARMANDO NIETO: En la parte del Concilio me refiero más que nada a los aspectos del patronato, de los Obispos y también a la parte de la educación católica.

La participación de Obispos peruanos en el propio Concilio.

P. ARMANDO NIETO: Es verdad no fueron todas las sesiones, pero una presencia muy notable.

Me gustaría para culminar que nos hable del colegio de la Inmaculada y de María el papel de María en la Historia.

P. ARMANDO NIETO: El colegio fue creado en el año 1878 tiene más de cien años, yo acudí a la celebración del centenario con un ex alumno como presidente que era el Gral. Morales Bermúdez, en el año 78 justamente yo entré muy chico y terminé en el año 48; o sea, once años en el colegio tengo el mejor recuerdo de mis profesores hombres entregados a la docencia sobre todo generosos a tal punto que allí nació mi vocación por la compañía. También teníamos la Congregación Mariana, ya que hablas de María todos los sábados nuestra reunión, el Rosario asumido, que para mí es como la santa misa, esas devociones están tan bien arraigadas que creo que son una bendición para la persona y nos ayudan y nos orientan hoy que hay tanto, digamos, una existencia muy volcada a lo exterior a lo material creo que tenemos que volver siempre a lo esencial.

Usted participó en semana santa en RPP en un conversatorio sobre el problema de la fe en los jóvenes en estos tiempos.

P. ARMANDO NIETO: Sí, fueron muchos temas te recordaré los que intervinimos estaba: el Dr. Ames, el P. Rossel, el Periodista Federico Prieto Celi;  yo creo que fue un intercambio de impresiones sobre aspectos del día, creo que fue interesante no hubo ninguna disonancia más bien todos hemos coincidido en lo profundo que es el sentido de la fe sobre todo la fe en Cristo.

Padre usted ha estado en radio María llevando un programa llamado la Iglesia Hoy es un profesor de Historia que no se queda en el pasado sino que vive en el presente y siempre lo que he visto que ha estado rodeado siempre de jóvenes.

P. ARMANDO NIETO: Yo creo que Dios me ha puesto por ese camino orientar, orientar cuando hay tanta desorientación.

Algún mensaje final  y nos da la bendición.

P. ARMANDO NIETO: Vamos a iniciar en octubre el año de la fe el Sato Padre espera mucho de esto  cada día me convenzo más que sin una fe vivida somos poca cosa y creo que debemos hacer lo posible en obras como esta de Pax TV, artículos, vídeos etc., y radiar lo que vivimos y lo que somos.

Este programa que lo ve todo el mundo a través de internet que de la bendición.

P. ARMANDO NIETO: Y la bendición de Dios todo poderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre  todos y permanezca siempre. Muchas gracias