lunes, 18 de agosto de 2014

PADRE MANUEL PARDO BARREDA, S.J. (1877-1906)

MANUEL PARDO BARREDA, S.J. (1877-1906)

Hijo del primer presidente civil del Perú del mismo nombre y hermano de José Pardo, presidente peruano por dos períodos, nació en el popular balneario de Chorrillos. Un año tenía cuando queda huérfano de padre pues fue brutalmente asesinado cuando fungía como presidente del Congreso de la República. A los 16 años, en 1893, ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en Pifo (Ecuador). Joven muy alegre y bromista se ganó la amistad de los novicios. Tenía devoción especial al Corazón de Jesús. En 1904 fue ordenado sacerdote. Influyó poderosamente en su hermano Presidente a través de sus oraciones y consejos.  Enviado a España , murió en Cádiz en 1906, poco antes de cumplir los 30 años de edad.

Manuel Pardo BARREDA, S.J., hijo del primer presidente civil, nació el 19 de abril de 1877 en Chorrillos, décimo hijo del Presidente de la República Manuel Pardo Lavalle y de Mariana Barreda. El padre Manuel vio la luz en el balneario limeño de Chorrillos. Al año de nacido perdió a su progenitor, quien fue asesinado cuando ejercía la presidencia del Congreso de la República. Su padre, fundador del Partido Civilista, se desempeñaba como Presidente del Senado cuando fue asesinado en 1878; quedando huérfano al cuidado de su madre, igual que sus hermanos.

Tenía diez años cuando ingresó al Colegio de los Padres Jesuitas, realizando su primera comunión. En 1893 tomó la decisión de ingresar a la Compañía de Jesús, a pesar de la oposición de sus hermanos, uno de los cuales llegó a ser Presidente de la República en dos períodos: 1904-1908 y 1915-1919. Era un joven de carácter alegre y bromista, aunque de salud frágil. Lugar donde se hizo co­nocido por su al Corazón del Redentor.

Manuel viajó en un barco a vapor del Callao al puerto de Guayaquil, para luego atravesar por vía terrestre la Cordillera de los Andes hasta Quito; haciendo escalas en Ambato, Latacunga y Riobamba, e internándose en el noviciado de la Concepción de Pifo. El 21 de junio, fiesta de San Luis Gonzaga, Manuel vistió por primera vez la sotana jesuita.

El 13 de junio de 1895, solemnidad del Corpus Christi, Manuel hizo sus primeros votos en la Compañía de Jesús. Su mayor petición era "hacerme muy santo, que es mi única aspiración en esta vida". Por humildad solicitó en una oportunidad ser hermano coadjutor, lo cual no fue aceptado por sus superiores.

Como estudiante se dedicó a la gramática, humanidades, retórica, filosofía y teología. Su año de magisterio lo realizó en el Colegio de Quito, donde permaneció en dos etapas: de febrero a junio de 1897 –por razones de salud- y de setiembre de 1900 a julio de 1901. Durante este período estimulaba el trabajo de equipo y el deporte en sus jóvenes alumnos. Y fundó una Academia de Filosofía con sus discípulos, sin olvidar santificarse a sí mismo para santificar a los demás. En 1897 recibe de Pedro Rafael Gonzáles Calixto, Arzobispo de Quito, la tonsura y las Órdenes Menores. Admiraba a Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia; y al padre Francisco Suárez SJ. Tuvo preferencia por la Teología Moral y su mayor virtud fue la caridad. Fue así como contribuyó a pagar la deuda que los padres jesuitas tenían por el Colegio San José de Arequipa[1].

"El sacerdote debe ir al pueblo, manteniendo contacto lo más posible con él", decía inspirado por León XIII. La misión del padre Manuel Pardo SJ se resume en lo siguiente: "No tengo en la vida, otro deseo que el de unirme, más y más a Dios, y trabajar por el mejoramiento del mundo". Como ha señalado su biógrafo: era "un varón muy santo, devotísimo del Sagrado Corazón" y cuyo ejemplo de vida fue transmitido mediante una cadena de 110 emisoras en San Luis Missouri y otros cuatro Estados de Norteamérica, con 200,000 radioyentes[2].

"Pardo inmoló a Dios juventud, inteligencia, posición social, el afecto de sus seres queridos y, finalmente la salud y la vida. El Dios de su corazón fue su recompensa". El padre Manuel Pardo SJ se propuso "fundar un periódico católico y una universidad católica para que no se pierda el fruto de la instrucción secundaria" y su mayor preocupación fueron las vocaciones en Perú, Ecuador y Bolivia para la Compañía de Jesús.

Se le presentaron grandes dificultades: el 2 de abril de 1904 le detectaron tuberculosis; además falleció el Arzobispo de Quito, quedando como único Obispo de Ecuador Arsenio Andrade de la Diócesis de Riobamba, quién lo ordenó sacerdote el 26 de julio de 1904, su primera misa fue celebrada el 31 de julio –día de San Ignacio de Loyola- en Quito. Ese mismo día era elegido democráticamente Presidente del Perú su hermano mayor José.  Retornó en diciembre se trasladó a Lima y luego hasta Arequipa y llevó una vida sustentada en la fe y en el amor a su patria.

Son famosos los sabios consejos que daba a su hermano, José Pardo, mientras éste ejercía la primera magistratura de la nación; en una carta le llegó a decir: "no olvides nombrar Dios en todos tus discursos". Insistía, además, trayendo al recuerdo el deceso de su predecesor, Manuel Candamo, fallecido ese mismo año: "aunque me digas que tu principal preocupación ha de ser, necesariamente, lo de la vida presente, insisto en que también deben preocuparte las cosas de la vida eterna. Después de la muerte de tu buen amigo Candamo, más que nunca deberías comprenderlo… Dios te ha dado un aviso saludable con la muerte de Candamo, y debes preguntarte: ¿qué será de nosotros dentro de unos cuantos años? " .

Luego de retornar a Lima, se embarcó en el vapor Colombia el 29 de marzo de 1906 rumbo a Guayaquil y Panamá, donde llegó el Domingo de Ramos, para transportarse en ferrocarril a Colón, donde tomaron el vapor "Montevideo" para España.

Hicieron escala en Curazao y San Juan de Puerto Rico. En Santa Cruz de Tenerife la salud del padre Manuel se agravó, llegando a desembarcar en el puerto de Cádiz donde entregó su alma al Señor el 11 de mayo de 1906.

Fue embalsamado y su cuerpo trasladado en el vapor Serapis al puerto del Callao donde llegó el 19 de agosto de 1906. En un vagón del ferrocarril sus restos fueron trasladados al cementerio, y colocados en el mausoleo de la familia Pardo, en presencia de su hermano el Presidente.

Autor Dr. Víctor Nomberto Bazán

Manuel Pardo Barreda SJ nació el 19 de abril de 1877 en Chorrillos, décimo hijo del Presidente de la República Manuel Pardo Lavalle y de Mariana Barreda. Su padre, fundador del Partido Civilista, se desempeñaba como Presidente del Senado cuando fue asesinado en 1878; quedando huérfano al cuidado de su madre, igual que sus hermanos.
Tenía diez años cuando ingresó al Colegio de los Padres Jesuitas, realizando su primera comunión. En 1893 tomó la decisión de ingresar a la Compañía de Jesús, a pesar de la oposición de sus hermanos, uno de los cuales llegó a ser Presidente de la República en dos períodos: 1904-1908 y 1915-1919.
Manuel viajó en un barco a vapor del Callao al puerto de Guayaquil, para luego atravesar por vía terrestre la Cordillera de los Andes hasta Quito; haciendo escalas en Ambato, Latacunga y Riobamba, e internándose en el noviciado de la Concepción de Pifo. El 21 de junio, fiesta de San Luis Gonzaga, Manuel vistió por primera vez la sotana jesuita.
Manuel Pardo fue un excelente novicio en opinión de su maestro el padre Garate, asumiendo la vida religiosa según la Regla de San Ignacio. Y en una carta del 15 de setiembre de 1893, dirigida a Mariana Barreda por el padre Lorenzo Sanvicente señala que Manuel "no piensa sino en Dios". Siempre tuvo un sentido práctico "imitando a Jesucristo", venciendo toda dificultad que se le presentaba.
Diversos testimonios, como los manifestados por los padres José Roesch y José Panizo Orbegoso, dan cuenta de cómo Manuel Pardo Barreda SJ era un autentico seguidor de Jesucristo Resucitado.
El 13 de junio de 1895, solemnidad del Corpus Christi, Manuel hizo sus primeros votos en la Compañía de Jesús. Su mayor petición era "hacerme muy santo, que es mi única aspiración en esta vida" (1). Por humildad solicitó en una oportunidad ser hermano coadjutor, lo cual no fue aceptado por sus superiores.
Como estudiante se dedicó a la gramática, humanidades, retórica, filosofía y teología. No olvidemos que su abuelo fue Felipe Pardo y Aliaga, literato y Ministro de Relaciones Exteriores. Compuso el siguiente epigrama dedicado al apellido del padre Reyes:
Aquí yace ¡Oh vanidad!
un héroe que no fue conde,
duque, ni otra dignidad;
algo más, no fue por donde
un héroe por el mundo va.
Tampoco fue general,
ni legislador de leyes,
fue más que Gran Mariscal,
más que príncipe real,
pasó de rey y fue…Reyes.
Su año de magisterio lo realizó en el Colegio de Quito, donde permaneció en dos etapas: de febrero a junio de 1897 –por razones de salud- y de setiembre de 1900 a julio de 1901. Durante este período estimulaba el trabajo de equipo y el deporte en sus jóvenes alumnos. Y fundó una Academia de Filosofía con sus discípulos, sin olvidar santificarse a sí mismo para santificar a los demás. En 1897 recibe de Pedro Rafael Gonzáles Calixto, Arzobispo de Quito, la tonsura y las Ordenes Menores.
Admiraba a Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia; y al padre Francisco Suárez SJ. Tuvo preferencia por la Teología Moral y su mayor virtud fue la caridad. Fue así como contribuyó a pagar la deuda que los padres jesuitas tenían por el Colegio San José de Arequipa (2).

 

En el camino a la santidad
"El sacerdote debe ir al pueblo, manteniendo contacto lo más posible con él" decía inspirado por León XIII. La misión del padre Manuel Pardo SJ se resume en lo siguiente: "No tengo en la vida, otro deseo que el de unirme, más y más a Dios, y trabajar por el mejoramiento del mundo". Como ha señalado su biógrafo: era "un varón muy santo, devotísimo del Sagrado Corazón" y cuyo ejemplo de vida fue transmitido mediante una cadena de 110 emisoras en San Luis Missouri y otros cuatro Estados de Norteamérica, con 200,000 radioyentes (3).
Según el jesuita Matthew Hale: "Pardo inmoló a Dios juventud, inteligencia, posición social, el afecto de sus seres queridos y, finalmente la salud y la vida. El Dios de su corazón fue su recompensa".
El padre Manuel Pardo SJ se propuso "fundar un periódico católico y una universidad católica para que no se pierda el fruto de la instrucción secundaria" y su mayor preocupación fueron las vocaciones en Perú, Ecuador y Bolivia para la Compañía de Jesús.
Se le presentaron grandes dificultades: el 2 de abril de 1904 le detectaron tuberculosis; además falleció el Arzobispo de Quito, quedando como único Obispo de Ecuador Arsenio Andrade de la Diócesis de Riobamba, quién lo ordenó sacerdote el 26 de julio.
Su primera misa fue celebrada el 31 de julio –día de San Ignacio de Loyola- en Quito. Ese mismo día era elegido democráticamente Presidente del Perú su hermano mayor José.

 

En diciembre se trasladó a Lima y luego hasta Arequipa. Luego de retornar a Lima, se embarcó en el vapor "Colombia" el 29 de marzo de 1906 rumbo a Guayaquil y Panamá, donde llegó el Domingo de Ramos, para transportarse en ferrocarril a Colón, donde tomaron el vapor "Montevideo" para España.
Hicieron escala en Curazao y San Juan de Puerto Rico. En Santa Cruz de Tenerife la salud del padre Manuel se agravó, llegando a desembarcar en el puerto de Cádiz donde entregó su alma al Señor el 11 de mayo.
 
Fue embalsamado y su cuerpo trasladado en el vapor Serapis al puerto del Callao donde llegó el 19 de agosto de 1906. En un vagón del ferrocarril sus restos fueron trasladados al cementerio, y colocados en el mausoleo de la familia Pardo, en presencia de su hermano el Presidente.
Notas:
(1) Carta del padre Manuel Pardo Barreda SJ del 11 de febrero de 1896.
(2) Carta del padre Manuel Pardo Barreda SJ a su madre, desde Quito, el 24 de abril de 1901.
(3) La familia Pardo Barreda fue la benefactora de la difusión del Apostolado de la Oración y de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en los Estados Unidos de Norteamérica, lo cual fue reconocido la noche del domingo 27 de abril de 1942, día de San Pedro Canisio y de Santo Toribio de Mogrovejo.

Bibliografía:

Rafael Sánchez – Concha B. Santos y Santidad en el Perú Virreinal, Vida y Espiritualidad, Lima 2003.

Vargas Ugarte SJ, Rubén. Vocación de santo: Manuel Pardo y Barreda de la Compañía de Jesús. Lima: 1947.

O'Neill, Charles Edwards SJ y Joaquín María Domínguez SJ (2001). Diccionario histórico de la Compañía de Jesús: biográfico-temático, Volumen 3. Madrid. Universidad Pontificia Comillas.

. Un proyecto nacional en el siglo XIX. Manuel Pardo y su visión del Perú. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1994.

Mc Evoy, Carmen (2007). Homo politicus. Manuel Pardo, la política peruana y sus dilemas, 1871-1878. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva Agüero, ONPE.

http://blog.pucp.edu.pe/item/149973/manuel-pardo-barreda-sj



[1] Carta del padre Manuel Pardo Barreda SJ a su madre, desde Quito, el 24 de abril de 1901. 

[2] La familia Pardo Barreda fue la benefactora de la difusión del Apostolado de la Oración y de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en los Estados Unidos de Norteamérica, lo cual fue reconocido la noche del domingo 27 de abril de 1942, día de San Pedro Canisio y de Santo Toribio de Mogrovejo.