martes, 26 de abril de 2022

Perú. En camino hacia la beatificación de Aguchita, mártir de la misericordia. Padre Luis Alfonso Tapia Ibáñez

Perú. En camino hacia la beatificación de Aguchita, mártir de la misericordia

A pocos días de la beatificación de la religiosa peruana María Agustina Rivas López, más conocida como Aguchita, el Vicario Apostólico de San Ramón, en Perú, comparte con Vatican News una reflexión sobre la figura de la religiosa de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor y el magisterio del Papa Francisco.
Ciudad del Vaticano

Por el Padre Luis Alfonso Tapia Ibáñez, Vicariato Apostólico de San Ramón, Perú

Aguchita y Francisco

¿Qué tienen en común la nueva beata peruana, una sencilla religiosa, nacida en los andes peruanos, con el Papa Francisco, nacido en la capital de Argentina?

La Base común, que todos compartimos, es el Espíritu Santo recibido en el bautismo. El mismo Espíritu soplaba en su interior y les invitaba a ser fieles a la voluntad de Dios en sus vidas. Y este mismo Espíritu inspiró el acontecimiento eclesial más importante de este último siglo: el Concilio Vaticano II, imprescindible para comprenderlos a los dos.

"Callejera de la fe en salida misionera"

El Papa Francisco nos presentó su "proyecto pastoral" en la Exhortación Apostólica "Evangelii gaudium", heredera del Vaticano II, de la Exhortación "Evangelii Nuntiandi" de san Pablo VI y del documento conclusivo de Aparecida.

El Papa sueña con una Iglesia en salida misionera, pedía a los cristianos ser "callejeros de la fe". Y ahí tenemos a nuestra Aguchita escapándose, terminadas sus responsabilidades oficiales, para salir a buscar a las mamás de un club de madres para organizarles talleres, enseñarles a tejer, cocinar, leer la biblia, hacer catequesis y un poco de cada. Escapándose también a conversar con aquellas señoras amigas que tienen problemas en su casa, una con el esposo violento o alcohólico, otra con el hijo drogodependiente, otra porque no le alcanza la plata, aquella porque tiene la hija enferma y un larguísimo etcétera.

Será callejera de la fe cuando vaya al caótico y peligroso mercado mayorista de la Parada, en Lima. Para todos tiene una palabra de aliento, una pregunta por su salud, su familia, el trabajo, el "problemita" que le contó la otra vez y por el que sigue rezando hasta ahora.

Nació pobre por cuna y vivió pobre por opción

El Papa Francisco sueña también con "una Iglesia pobre para los pobres". Aguchita no hablará de "opción preferencial por los pobres", pero sabe perfectamente que "lo que a uno de estos pequeños hicieron, a mí me lo hicieron" y ha hecho esta opción desde que vivía en Coracora. Nació pobre por cuna y vivió pobre, por opción; dedicó todo su pastoreo al servicio de los pobres para ofrecerles una vida más digna y llevadera, donde Dios ocupe el lugar principal.

Dio su vida por amor a sus ovejas

No hablará de "pastores con olor a oveja", pero será ese amor que le quema en el corazón lo que la llevará a buscar a señoras y niñas, jovencitas y clubes de madres, familias y esposos, hijos y sobrinos, colonas y nativas, terroristas y militares, sin importar el día, ni la hora, la edad o la salud; todas son sus ovejas, encargadas con amor por su Amado Buen Pastor, por ellas dará su vida, primero día a día y un 27 de setiembre la dará para siempre, para todos.

Una vida contemplativa del don de la creación

En el 2015, veinticinco años después de la muerte de Aguchita, el Papa Francisco nos regala la Encíclica social "Laudato si", invitándonos al cuidado de la casa común. Aguchita no hablará de "ecología" y menos de "ecología integral", pero lo vivirá como fruto de una mirada contemplativa que sabe ver al Amado en todo, en todos, siempre. Una mirada que entiende, con el Génesis, que todo es fruto del amor de Dios y como todo regalo, cargado de afecto, debe ser utilizado y cuidado con cariño y esmero. Será recicladora creativa, reinventora de recetas para aprovechar los ingredientes que tenemos, sembradora de todo lo que pueda producir, técnica agropecuaria que saca pesticidas naturales, composteras, reutilizadora de todos los recursos a la mano. Y, sobre todo, enseñará a encontrar a Dios en la naturaleza, a disfrutar con una puesta de sol, el vuelo de los pájaros, grandes o pequeños, mariposas y cualquier volátil que se deje ver, a disfrutar con la siembra y la cosecha, las flores y los frutos, los enormes árboles de la selva y las pequeñas orquídeas solo visibles a ojos expertos y curiosos. Y lo más hermoso, lo más precioso de la creación, la niña de los ojos de Dios: el ser humano, en su grandeza y debilidad. La vida a su lado era un cielo anticipado, gracias a su mirada contemplativa.

"Aguchita mártir de la misericordia"

El mismo año, el Santo Padre nos regala con el "Año de la Misericordia", dimensión esencial de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor a la que pertenece Aguchita y que vivió toda su vida. El título de su primera biografía será: "mártir de la misericordia".

Derroche de cariño y paciencia por la familia

2014 y 2015 el Papa convocó dos Sínodos sobre la familia, publicando al año siguiente la Exhortación Postsinodal "Amoris laetitia", sobre el amor en la familia, invitando a la atención personalizada a las familias, parejas y novios, caminando juntos, evitando soluciones mágicas que no van al fondo del problema. Aguchita dedicó muchas horas a escuchar a las familias derrochando cariño y paciencia para ayudarlos y acompañarlos, conversando con padres e hijos, con la esposa y el esposo, juntos o por separado, además de llevarlos en su corazón a la oración con Dios. Insistía a las mamás diciéndoles que ellas son las mejores maestras de sus hijos, se preparó durante toda su vida para ayudar a esas familias a salir adelante, a superar problemas de pareja, económicos, con los hijos, de salud… Su ingrediente secreto será el amor.

Sacar a la luz lo mejor de los jóvenes

En el 2018, un nuevo Sínodo y su Exhortación posterior "Christus vivit", nos invita también a hacer camino con los jóvenes, a escucharlos y acompañarlos en sus procesos. Toda su vida de religiosa, Aguchita, trabajó con jóvenes, en el internado, con madres gestantes y adolescentes, con las jóvenes religiosas, con el grupo juvenil en La Florida; siempre mostrando tacto y paciencia para sacar de ellos lo mejor.

"La Santa de la puerta de al lado"

En la fiesta de San José, del 2018, el Papa Francisco nos sorprende con la Exhortación Apostólica "Gaudete et exsultate" sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. Como es su costumbre nos sorprende con nuevos y chispeantes términos. En este caso "la Santa de la puerta de al lado" y la "clase media de la santidad"; cita en concreto "la religiosa anciana que sigue sonriendo". Y en el Capítulo Cuarto, titulado "Algunas Notas de la Santidad en el Mundo Actual" parece que hace una descripción de la vida de Aguchita: Aguante, paciencia y mansedumbre; Alegría y sentido del humor; Audacia y fervor; En comunidad; En oración constante

La beatificación de una amada del Señor

Nos ayuda el Papa a comprender que Aguchita no es una estrella fugaz en medio del firmamento de la Iglesia, solitaria; sino que ha sido levantada por Dios, utilizando a Sendero Luminoso, para mostrar un ejemplar de los miles de miles que existen de esa "clase media de la santidad". Así, su beatificación es la beatificación de miles de religiosas y de cientos de miles de madres de familia, que, como ella, han entregado su vida, día a día; han vivido su vida, como Jesús nos enseñó en la Última Cena, sirviendo a los pies; pero no como esclavas, sino como reinas, amadas y buscadas por todos, porque todos sabemos que podemos contar con ellas para lo que sea. Como lo hizo María y lo hizo San José de quienes era tan devota. No por casualidad, en el año de San José, fue aceptada su muerte como martirio. Y, al igual que en su vida en la tierra, donde daba preferencia a los enfermos, también desde el cielo, esperó un año más para su beatificación, preocupada por los muchos enfermos del Covid.

Su preocupación por la amazonia y los sacerdotes

En estos últimos años, la Iglesia universal se ha "amazonizado"; y también en esto Aguchita se adelantó. A los 68 años, cumplió su sueño de ser misionera en la selva, trabajó con dos pueblos originarios, asháninkas y yaneshas, y dio su vida en la Amazonía.

Por último, no podemos obviar otra pasión y preocupación conjunta de Francisco y Aguchita: los sacerdotes. Ambos han conocido las glorias y las miserias de muchos sacerdotes, aunque desde puntos de vista muy distintos. Ambos fueron apoyados por sacerdotes para discernir su vocación, ambos han sufrido contemplando las miserias de muchos sacerdotes, ambos aman, oran y sirven a los sacerdotes.

Es el Espíritu Santo quien guía su Iglesia y estos ejemplos nos permiten comprobarlo, fortalecer nuestra pobre fe y afianzar nuestra frágil esperanza.

Gracias Señor, por Francisco y Aguchita, por tu Iglesia y por permitirnos formar parte de ella.

jueves, 21 de abril de 2022

RESPONSABILIDAD, ESTABILIDAD Y RESPETO POR LA GOBERNABILIDAD EN FAVOR DEL PUEBLO PERUANO. Obispos del Perú, 21 de abril de 2022

RESPONSABILIDAD, ESTABILIDAD Y RESPETO POR LA GOBERNABILIDAD EN FAVOR DEL PUEBLO PERUANO

 

Los Obispos del Perú, con el gozo de haber celebrado la Semana Santa, saludamos a todos los peruanos y peruanas, deseándoles que la luz, la paz y la vida que nos ha traído Jesús Resucitado, lleguen a los hogares y a las familias de todos los que conformamos esta gran nación. En ese contexto y, aún en medio de la situación de incertidumbre y dificultades que vive nuestro amado Perú, nos dirigimos al pueblo peruano para manifestar lo siguiente:

 

1.       Desde el año 2016, la crisis política que agobia a nuestro país se agravó por la constante inestabilidad, que se genera desde los diversos actores políticos y los grupos de poder. Desde entonces, hemos tenido tres Congresos y cinco Presidentes de la República. A esta crisis política se sumó la crisis sanitaria causada por la Covid-19, que mostró las graves falencias que tiene el país en materia de salud y educación. Del mismo modo se evidenció la fragilidad de nuestro pueblo, trabajador y pujante, pero sumido en la informalidad económica (80%, según expertos) y el desempleo, lo que golpea aún más la precaria economía de miles de nuestros hermanos peruanos.

 

2.       En esta situación, los ciudadanos más pobres y vulnerables son los que sufren con mayor impacto las consecuencias de esta inestabilidad política. Las medidas económicas que se han dado en los últimos días, con la finalidad de generar más empleo y productividad, resultan insuficientes, pues no están focalizadas a contrarrestar el duro impacto económico que estamos viviendo.

 

3.       La Conferencia Episcopal Peruana, conocedora de la realidad que viven los peruanos en todos los rincones del país, hace un llamado urgente a sus líderes políticos para que asuman con mayor responsabilidad la actual coyuntura: deponiendo egoísmos; consensuando las reformas políticas que sean necesarias para sacar adelante el país; y, estableciendo medidas radicales contra la corrupción. El poder debe estar al servicio del pueblo y no al servicio de sus representantes o de aquellos que se arrogan esta condición, más allá de lo que establece nuestro ordenamiento jurídico y social.

 

4.       Nuestra Constitución Política, en su artículo 110, expresa que el Presidente de la República "personifica a la Nación". Nos representa a todos por igual, no a un grupo, no a intereses subalternos y menos a cuotas político-partidarias, que solo resquebrajan nuestra débil institucionalidad. Su misión es trabajar por el bienestar general del pueblo peruano. Luego de nueve meses del inicio de la actual gestión y cuatro gabinetes de ministros, la ausencia de liderazgo y de un horizonte socio-político y económico resultan muy preocupantes y exigen una inmediata solución.

 

5.       Nuestra débil democracia no soporta más la inestabilidad. Es imprescindible que tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Legislativo, convoquen a personas idóneas e intachables en las diversas instituciones del Estado.

 

6.       "La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno" (Gaudium et Spes, n. 76); por lo que no corresponde a la Iglesia intervenir en las decisiones de orden político; pero la grave crisis que vive el país nos obliga a exhortar a la clase política y a la sociedad civil a buscar y promover un diálogo democrático, transparente y honesto, con el objetivo de lograr un auténtico consenso. Este diálogo puede darse en espacios ya conocidos, como el Acuerdo Nacional u otras instituciones equivalentes para una mayor corresponsabilidad.

 

7.       Es necesario dejar de lado las posturas particulares en favor de un bien superior, en este caso, nuestro querido pueblo peruano, a fin de establecer una agenda de prioridades que responda a las necesidades básicas de la población, especialmente de los más pobres, y que garantice la gobernabilidad del país.

 

8.       La solución a la que se llegue, en el marco de la Constitución y del Estado de Derecho, debe llevarnos a una auténtica esperanza, sin polarizaciones, para que el Perú retome el camino del desarrollo integral y sostenible, del progreso, para lograr más empleo y servicios públicos de alimentación, salud y educación de calidad.

 

9.       Señor Presidente de la República y Señores Congresistas, ¡asuman su responsabilidad para la cual han sido elegidos! La democracia en este momento crítico no puede ser reflejo del enfrentamiento entre Poderes del Estado ni de posiciones intransigentes que contribuyan a una mayor inestabilidad. Por el contrario, la democracia debe llevarnos a buscar la gobernabilidad y el bien común, así como velar por la libertad de expresión, la independencia de poderes y el respeto a la dignidad humana por excelencia.

 

Acompañamos con nuestra oración y solidaridad a todos los peruanos, y pedimos al Señor de los Milagros y a su Santísima Madre, bendigan nuestro país y nos ayuden a caminar juntos, sinodalmente, para construir el Perú que todos deseamos y nos merecemos.

 

Lima, 21 de abril de 2022.

LOS OBISPOS DEL PERÚ

martes, 19 de abril de 2022

Aguchita y el Papa Francisco, P. lfonso Tapia

https://queridaamazonia.pe/2022/04/18/aguchita-y-francisco/

Aguchita y Francisco

¿Qué tienen en común la nueva beata peruana, una sencilla religiosa de los andes peruanos, con el Papa Francisco, nacido en la capital de Argentina?

Por: P. Luis Alfonso Tapia Ibáñez

La base común que todos compartimos es el Espíritu Santo recibido en el bautismo. El mismo Espíritu soplaba en su interior y les invitaba a ser fieles a la voluntad de Dios en sus vidas. Y este mismo Espíritu inspiró el acontecimiento eclesial más importante de este último siglo: el Concilio Vaticano II, imprescindible para comprenderlos a los dos.

El Papa Francisco nos presentó su "proyecto pastoral" en la Exhortación Apostólica "Evangelii gaudium", heredera del Vaticano II, de la exhortación Evangelii Nuntiandi" de san Pablo VI y del documento conclusivo de Aparecida.

El papa soñaba con una iglesia en salida misionera, pedía a los cristianos ser "callejeros de la fe". Y ahí tenemos a nuestra Aguchita escapándose, - terminadas sus responsabilidades oficiales-, para salir a buscar a las mamás de un club de madres para organizarles talleres, enseñarles a tejer, cocinar, leer la biblia y hacer catequesis. Escapándose también a conversar con aquellas señoras amigas que tenían problemas en su casa, una con el esposo violento o alcohólico, con el hijo drogodependiente, otra porque no le alcanza la plata, aquella porque tiene la hija enferma y un larguísimo etcétera. Busca a enfermos, mujeres, jóvenes y familias a quienes socorrer, alentar y acercar a Dios.

Será callejera de la fe cuando vaya al caótico y peligroso mercado mayorista de la Parada, en Lima. Para todos tiene una palabra de aliento, una pregunta por su salud, su familia, el trabajo, el "problemita" que le contó la otra vez y por el que sigue rezando hasta ahora.

El Papa Francisco sueña también con "una iglesia pobre para los pobres". Aguchita no hablará de "opción preferencial por los pobres", pero sabe perfectamente que "lo que a uno de estos pequeños hicieron, a mí me lo hicieron" y ha hecho esta opción desde que vivía en Coracora. Nació pobre por cuna y vivió pobre por opción: dedicó todo su pastoreo al servicio de los pobres para ofrecerles una vida más digna y llevadera, donde Dios ocupe el lugar principal.

No hablará de "pastores con olor a oveja", pero será ese amor que le quema en el corazón lo que la llevará a buscar a señoras y niñas, jovencitas y clubes de madres, familias y esposos, hijos y sobrinos, colonas y nativas, terroristas y militares, sin importar el día, ni la hora, la edad o la salud. Todas son sus ovejas, encargadas con amor por su Amado Buen Pastor, por ellas dará su vida. Primero día a día, y un 27 de setiembre la dará para siempre, para todos.

Una mirada que entiende

En el 2015, veinticinco años después de la muerte de Aguchita, el Papa Francisco nos regala la encíclica social "Laudato Si", invitándonos al cuidado de la casa común. Aguchita no hablará de "ecología" y menos de "ecología integral", pero lo vivirá como fruto de una mirada contemplativa que sabe ver al Amado en todo, en todos, siempre. Una mirada que entiende, con el Génesis, que todo es fruto del amor de Dios y como todo regalo, cargado de afecto, debe ser utilizado y cuidado con cariño y esmero. Sabrá sacar partido de todo lo que el Padre nos regala por medio de la creación, con la que disfruta como una niña; y enseñará a señoras, jóvenes y niñas a aprovecharlo al máximo, porque para eso nos lo ha regalado Dios.

Y, precisamente, por ser un regalo amoroso del Padre, hemos de cuidarlo y evitar que se malogre o deteriore. Será recicladora creativa, reinventora de recetas para aprovechar los ingredientes que tenemos, sembradora de todo lo que pueda producir, técnica agropecuaria que saca pesticidas naturales, composteras, reutilizadora de todos los recursos a la mano. Y, sobre todo, enseñará a encontrar a Dios en la naturaleza, a disfrutar con una puesta de sol, el vuelo de los pájaros, grandes o pequeños, mariposas y cualquier volátil que se deje ver, a disfrutar con la siembra y la cosecha, las flores y los frutos, los enormes árboles de la selva y las pequeñas orquídeas solo visibles a ojos expertos y curiosos. Y lo más hermoso, lo más precioso de la creación, la niña de los ojos de Dios: el ser humano, en su grandeza y debilidad. La vida a su lado era un cielo anticipado, gracias a su mirada contemplativa.

El mismo año, el Santo Padre nos regala con el "Año de la Misericordia", dimensión esencial de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor a la que pertenece Aguchita y que vivió toda su vida. El título de su primera biografía será: "Mártir de la Misericordia"

Al lado de las mujeres y las familias

En 2014 y 2015 el Papa convocó dos sínodos sobre la familia, publicando al año siguiente la Exhortación Postsinodal "Amoris laetitia", sobre el amor en la familia, invitando a la atención personalizada a las familias, parejas y novios, caminando juntos, evitando soluciones mágicas que no van al fondo del problema. Aguchita dedicó muchas horas a escuchar a las familias derrochando cariño y paciencia para ayudarlos y acompañarlos, conversando con padres e hijos, con la esposa y el esposo, juntos o por separado, además de llevarlos en su corazón a la oración con Dios. Insistía a las mamás diciéndoles que ellas son las mejores maestras de sus hijos. Se preparó durante toda su vida para ayudar a esas familias a salir adelante, a superar problemas de pareja, económicos, con los hijos, de salud… Su ingrediente secreto será el amor.

En el 2018, un nuevo Sínodo y su Exhortación posterior "Christus vivit", nos invita también a hacer camino con los jóvenes, a escucharlos y acompañarlos en sus procesos Toda su vida de religiosa, Aguchita, trabajó con jóvenes, en el internado, con madres gestantes y adolescentes, con las jóvenes religiosas, con el grupo juvenil en La Florida; siempre mostrando tacto y paciencia para sacar de ellos lo mejor.

En la fiesta de San José, del 2018, el Papa Francisco nos sorprende con la Exhortación Apostólica "Gaudete et exsultate" sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. En este caso "la Santa de la puerta de al lado" y la "clase media de la santidad"; cita en concreto "la religiosa anciana que sigue sonriendo". Y en el Capítulo Cuarto, titulado "Algunas notas de la Santidad en el mundo actual" parece que hace una descripción de la vida de Aguchita: aguante, paciencia y mansedumbre; alegría y sentido del humor; audacia y fervor; en comunidad; en oración constante.

 

Foto: Causa Aguchita

Nos ayuda el Papa a comprender que Aguchita no es una estrella fugaz en medio del firmamento de la Iglesia, solitaria; sino que ha sido levantada por Dios, utilizando a Sendero Luminoso, para mostrar un ejemplar de los miles de miles que existen de esa "clase media de la santidad". Así, su beatificación es la beatificación de miles de religiosas y de cientos de miles de madres de familia, que, como ella, han entregado su vida, día a día; han vivido su vida, como Jesús nos enseñó en la Última Cena, sirviendo a los pies; pero no como esclavas, sino como reinas, amadas y buscadas por todos, porque todos sabemos que podemos contar con ellas para lo que sea. Como lo hizo María y lo hizo San José de quienes era tan devota. No por casualidad, en el año de San José, fue aceptada su muerte como martirio. Y, al igual que en su vida en la tierra, donde daba preferencia a los enfermos, también desde el cielo esperó un año más para su beatificación, preocupada por los muchos enfermos del Covid.

En estos últimos años, la Iglesia universal se ha "amazonizado"; y también en esto Aguchita se adelantó. A los 68 años cumplió su sueño de ser misionera en la selva, trabajó con dos pueblos originarios, asháninkas y yaneshas, y dio su vida en la Amazonía.

Por último, no podemos obviar otra pasión y preocupación conjunta de Francisco y Aguchita: los sacerdotes. Ambos han conocido las glorias y las miserias de muchos sacerdotes, aunque desde puntos de vista muy distintos. Ambos fueron apoyados por sacerdotes para discernir su vocación, ambos han sufrido contemplando las miserias de muchos sacerdotes, ambos aman, oran y sirven a los sacerdotes.

Es el Espíritu Santo quien guía su Iglesia y estos ejemplos nos permiten comprobarlo, fortalecer nuestra pobre fe y afianzar nuestra frágil esperanza.

Gracias Señor por Francisco y Aguchita, por tu Iglesia y por permitirnos formar parte de ella.

 

sábado, 9 de abril de 2022

MARTÍN FULGENCIO ELORZA LEGARISTI, OBISPO DE MOYOBAMBA, PASIONISTA (1899-1966), VENERABLE

MARTÍN FULGENCIO ELORZA LEGARISTI, OBISPO DE MOYOBAMBA, PASIONISTA (1899-1966), VENERABLE

 

Nació en Elgueta (Guipúzcoa), España, el 30 de diciembre de 1899. Fue un joven despierto y muy trabajador. Solía ir todos los domingos a la misa temprana. Ingresó al colegio pasionista a la edad de 12 años y tres años después al Noviciado, donde se preparó a la toma de hábito.

Hizo su profesión el 7 de marzo de 1917 y en el año de 1923 su Profesión Perpetua. Luego en 1948, a los 49 años de edad, le llegó la noticia de su nombramiento como Obispo de Moyobamba, el primero de esa prelatura de la  selva peruana. En esa época había unos 136.000 habitantes, el 90% católicos. Hoy hay 800.000 habitantes. Fue consagrado de manos del cardenal Landázuri en febrero de 1949 en el templo de la Virgen del Pilar de San Isidro.

Al llegar a Moyobamba, Monseñor Elorza se encontró ante una situación deplorable en cuanto a la cantidad y a la calidad del clero que prestaba sus servicios en el departamento de San Martín. Fue cuando empezó a trabajar incansablemente en esta zona.

Construyó muchos lugares de culto, puso énfasis en la educación pública infantil, incentivando la construcción de numerosas escuelas, trabajó para que los aguarunas de la región también reciban educación, así como la superación del analfabetismo en los adultos, aprovechando esta situación para enseñar religión dentro de las escuelas. Sus 17 años de obispo misionero implicaron infinitos viajes en barca, caballo, mula o a pie para llegar a lugares remotos, esfuerzos que acabaron minando su salud. Los dos obispos que le sucedieron fueron también pasionistas vascos. Elorza fue Padre Conciliar en tres de las sesiones del Concilio Vaticano II en Roma.

Transcurrió su vida trabajando al servicio de los demás cuando un viernes 30 de diciembre de 1966, en Lima, por la mañana y antes de que la Comunidad Pasionista tuviera tiempo de felicitarlo por sus 67 cumpleaños, Monseñor Elorza sufre un shock cardíaco y fallece en la Clínica Angloamericana. Su hermano de congregación Monseñor Miguel Irízar sintetizará su vida al retratarlo como hombre de "visión de largos alcances, infatigable dinamismo, celo de apóstol, afabilidad sin límites, unida a una entereza inquebrantable, llaneza fraternal con sus misioneros, sin desdoro de la autoridad, piedad austera, profunda y sincera".

Desde el 9 de abril del 2022 es reconocido como como Venerable Destacó por su capacidad de trabajo y organización.

 

viernes, 8 de abril de 2022

LOS SAQUEADORES NO BAJAN DE LA PUNTA DEL CERRO...

 P. José Luis Calvo, párroco en la punta del cerro, en la parroquia "Sagrado Corazón de María" en Nueva Rinconada, Pamplona Alta, en san Juan de Miraflores, diócesis de Lurín, me comparte esta sangrante realidad del pastor que vive al ritmo de sus fieles. Para orar, meditar, vivir de modo pleno nuestro ser de ciudadanos y cristianos en esta Cuaresma y Semana Santa tan exigente.

Agradezco y suscribo totalmente su comunicado y les invito a leer semanalmente su boletín parroquial "EL ATRAPANIEBLAS."

Parroquia Misionera Sagrado Corazón de María - Inicio | Facebook

 

DE LOS CERROS DE LIMA NO BAJAN SAQUEADORES SEÑOR CONGRESISTA, BAJAN HONRADOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS TODOS LOS DÍAS PARA GANARSE UN PAN PARA SUS HIJOS.

 

En esta semana se ha producido un hecho sin precedentes, la inmovilización ciudadana durante todo un día en Lima y El Callao con la excusa de que iba a haber saqueo, de lo cual no se ha mostrado ninguna evidencia de que fuera cierto. Pero un congresista, portavoz de un partido en el congreso fue más lejos al afirmar que de los cerros iban a bajar a saquear Lima.

Señor congresista, los cerros también son Lima. De los cerros baja la gente a otros lugares de Lima todos los días muy temprano para trabajar no para saquear.  En los cerros se organizan haciendo sus pistas y escaleras, generan comunidad, hacen ollas comunes y actividades para apoyarse entre ellos. Crean nidos, arman bibliotecas, construyen canchitas para los niños y jóvenes. Los cerros se autogestionan y el resto de los vecinos de Lima tienen mucho que aprender de ellos.

Identificarnos con el crucificado implica identificarnos con todos los que sufren, los marginados, los que se quedan al margen de la sociedad bien situada, con todos sus servicios básicos mientras que en los cerros se carece de todo lo necesario para vivir dignamente.

Identificarnos con el crucificado y resucitado es denunciar la injusticia que lleva a que mucha gente en los cerros viva indignamente, pero con fe en el resucitado trata de seguir adelante y no se le pasa por la cabeza bajar de los cerros a saquear. Los que saquean al pueblo peruano no bajan de los cerros de Lima porque no viven en ellos.

lunes, 4 de abril de 2022

El Papa promulga la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia Romana

El texto recoge y reglamenta muchas reformas ya aplicadas en los últimos años. Entrará en vigor el 5 de junio, solemnidad de Pentecostés. La nueva Constitución da una estructura más misionera a la Curia para que esté cada vez más al servicio de las Iglesias particulares y de la evangelización. Propaganda Fide y el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización se fusionan, el prefecto será el Papa.

Andrea Tornielli - Sergio Centofanti

Hoy, en la solemnidad de San José, se ha promulgado la nueva Constitución Apostólica sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia y al mundo "Praedicate evangelium". Entrará en vigor el próximo 5 de junio, solemnidad de Pentecostés. Fruto de un largo proceso de escucha que comenzó con las Congregaciones Generales que precedieron al Cónclave de 2013, la nueva Constitución, que sustituye a la "Pastor bonus" de Juan Pablo II promulgada el 28 de junio de 1988 y vigente desde el 1 de marzo de 1989, consta de 250 artículos.

El próximo lunes 21 de marzo, a las 11.30 horas, el texto será presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, por monseñor Marco Mellino, Secretario del Consejo de Cardenales, y por el padre jesuita Gianfranco Ghirlanda, canonista y profesor emérito de la Pontificia Universidad Gregoriana.

El texto, como se ha dicho, es el resultado de un largo trabajo colegial, que comenzó desde las reuniones del pre-cónclave de 2013 e implicó al Consejo de Cardenales con reuniones desde octubre de 2013 hasta el pasado mes de febrero, y continuó bajo la dirección del Papa con diversas aportaciones de las Iglesias de todo el mundo.

Hay que destacar que la nueva Constitución confirma un camino de reforma ya aplicado casi en su totalidad en los últimos nueve años, a través de las fusiones y ajustes que se han producido y que han dado lugar al nacimiento de nuevos Dicasterios. El texto subraya que "la Curia Romana está compuesta por la Secretaría de Estado, los Dicasterios y los Órganos, todos ellos jurídicamente iguales".

Entre las novedades más significativas contenidas en el documento está la unificación del Dicasterio para la Evangelización de la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización: los dos responsables de los dicasterios se convierten en pro-prefectos, ya que la prefectura de este nuevo Dicasterio está reservada al Papa. De hecho, la Constitución dice: "El Dicasterio para la Evangelización está presidido directamente por el Romano Pontífice".

Se crea también el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, representado por la "Elemosineria", que asume un papel más significativo en la Curia: "El Dicasterio para el Servicio de la Caridad, llamado también "Elemosineria Apostólica", es una expresión especial de la misericordia y, a partir de la opción por los pobres, los vulnerables y los excluidos, ejerce en cualquier parte del mundo la obra de asistencia y ayuda hacia ellos en nombre del Romano Pontífice, que en los casos de particular indigencia u otra necesidad, dispone personalmente las ayudas que se han de asignar".

La Constitución Apostólica presenta, en este orden, los Dicasterios de la Evangelización, de la Doctrina de la Fe y del Servicio de la Caridad.

Otra fusión se refiere a la Comisión para la Protección de Menores, que pasa a formar parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, continuando con sus propias normas y teniendo su propio presidente y secretario.

Una parte fundamental del documento se refiere a los principios generales. El preámbulo recuerda que todo cristiano es un discípulo misionero. Entre los principios generales es fundamental la especificación de que todos -y por tanto también los fieles laicos- pueden ser nombrados para funciones de gobierno en la Curia Romana, en virtud del poder vicario del Sucesor de Pedro: "Todo cristiano, en virtud del Bautismo, es discípulo misionero en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús. Esto no puede dejar de tenerse en cuenta en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe prever la participación de los laicos, también en funciones de gobierno y responsabilidad".

Además, se subraya que la Curia es un instrumento al servicio del Obispo de Roma y en beneficio de la Iglesia universal y, por tanto, de los episcopados e Iglesias locales. "La Curia Romana no se interpone entre el Papa y los obispos, sino que está al servicio de ambos en la forma propia de la naturaleza de cada uno". Otro punto significativo se refiere a la espiritualidad: los miembros de la Curia Romana son también "discípulos misioneros". La sinodalidad, en particular, se destaca como una forma habitual de trabajar para la Curia Romana, un camino ya en marcha, que debe desarrollarse cada vez más.

Otros aspectos contenidos en el documento son el subrayado de la definición de la Secretaría de Estado como "secretaría papal", el traslado de la Oficina del personal de la Curia a la Secretaría de Economía (Spe), la indicación de que la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa) debe actuar a través de la actividad instrumental del Instituto para las Obras de Religión.

También se establece que para los clérigos y religiosos en servicio en la Curia Romana el mandato es de cinco años y puede ser renovado por un segundo período de cinco años, al final del cual vuelven a sus diócesis y comunidades de referencia: "Por regla general, después de cinco años, los funcionarios clericales y los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica que han servido en las Instituciones y Oficinas Curiales vuelven a la atención pastoral en su diócesis/parroquia, o en los Institutos o Sociedades a los que pertenecen. Si los Superiores de la Curia Romana lo consideran oportuno, el servicio podrá ser prorrogado por un nuevo período de cinco años".