sábado, 29 de junio de 2019

MARTÍNEZ COMPAÑÓN DECLARÓ A SANTO TORIBIO PATRONO DE TRUJILLO

Toribio Alfonso Mogrovejo y Baltasar Jaime Martínez Compañón son dos prelados gigantes, en la faceta espiritual, humana, cultural, social, peruanista. Los dos recorrieron sus diócesis y ayudaron a forjar un Perú más humano y pleno. Los dos tiene a Salamanca como alma mater, los dos son apasionados por sus fieles peruanos. El primero fundó el seminario más importante de América, el segundo fue rector en tiempos de la Ilustración. El primero fue santo, el segundo lo nombró patrono de la diócesis en la que falleció. Ahora que andamos afanados por el Bicentenario para mirar y caminar con buen rumbo, tenemos dos referentes ejemplares. 

Les comparto la imagen del óleo de la sacristía de la Catedral de Trujillo y datos del Archivo Arzobispal de Trujillo.


En el Archivo Arzobispal de Trujillo, sección "Comunicaciones" se custodia el "Expediente referente a la Declaración del Glorioso Santo Toribio Alfonso Mogrovejo como patrono principal general de la diócesis de Trujillo:

-          Auto de 19 de diciembre de 1789 del Ilmo. Baltasar Jaime Martínez Compañón, obispo de Trujillo en el que hace la dicha declaración.

-          K-2-1 Expediente iniciado por el Ayuntamiento de Trujillo, el Cabildo, Cleros Secular y Regular, Alcaldes y Regidores de los pueblos del Obispado, pidiendo se erija como Patrono Principal de la Diócesis de Trujillo con sus provincias y lugares a STM  Transcribo uno de ellos, el del Padre. D. Francisco Simeón de Polo, cura rector y vicario en la ciudad de Santiago de Miraflores de Zaña, parezco ante Vuestra Señoría Ilustrísima y digo que, siendo cierto que la Majestad de Dios ostentó su grande poder y liberal magnificencia en el glorioso señor STAM colmándole de bendiciones desde que entró al mar borrascoso de esta vida mortal en el año de 1538, parece que con especialidad quiso manifestar en este varón santo su grandeza, para dar a este nuevo Reino del Perú la luz que necesitaba como recién salido de las tinieblas del gentilismo; pues movido del superior influjo el ánimo del Rey Felipe II, el año de 1578 le presentó para el Arzobispado de Lima, metrópoli de este mismo Reino, en cuya virtud se celebró la entrada en su Iglesia Santa el año de 1581, tiempo en que por no haberse dividido entonces este obispado de Trujillo de aquella silla, logró estar felizmente a su gobierno tributando al Señor la gloria y el honor que le son debidos por la piedad con que le dio un Prelado Ilmo. Para crédito de la religión que profesamos para quitarnos el horror al camino de la cruz para empeñarnos al amor de la verdad para darnos un ejemplo seguro y preciso a nuestra santificación y para asegurarnos en él un protector y abogado por cuyo medio lleguen a sus misericordias nuestras súplicas y oraciones [vuelta]

-          Por esto mismo [roto] conocido el Santo los designios de Dios se empeñó en favorecer y [sic] este obispado en los dos tiempos de su visita, haciendo mayor fuerza y eficacia en sus representaciones para dirigirlo que así alcanzásemos de pronto aquellos socorros espirituales y temporales de que nos hacemos con la inmediación al Pastor y de que lograra en los 25 años de su feliz gobierno los que con tanta dicha se numeraron en su grey. Mas por estos beneficios y muchos más en que cada uno tuvo su porción no nos contaríamos privilegiados en las gracias del Señor si no hubiese determinado como determinó que en la ciudad de Zaña, cabeza de una de las provincias de este obispado fuese trasladado a la suerte de su Criador a los 23 de marzos de 1606, día en que él mismo predijo su muerte y en que claramente confesaron todos su santidad, siendo los primeros zañeros a quienes la tierra y el cielo dieron señales visibles de la felicidad con que aquella alma santa se presentaba ante el trono de la Suma Trinidad, para que en ella librase todas sus esperanzas porque en cierto modo se hicieron sus paisanos, siempre que en su muerte nació para vivir eternamente bienaventurado; la tierra se estremeció a la misma hora de su tránsito feliz, el sol se eclipsó y en aquella primera noche se vio en el cielo una cruz roja que predicaba los mayores consuelos a los que llorando la ausencia de su pastor, manifestaba trasladado a la gloria de su patrono, por medio del cual al contacto de su virginal cuerpo que en [sic] vivísimo olor del que [folio 2]

-          Repetía salud los enfermos de raras dolencias

-          Aun no ve con este Ilmo. Sr. Que si es común la gloria a este Reino por razón de haber merecido acumulase el santo méritos en parte de estas Indias meridionales debe ser especial y solemne excedente la de esta ciudad y obispado por haber echado en él todo el resto de sus fuerzas en las últimas de su vida. Como que se convidaba para ser particularmente patrono y protector de los que vivimos separados del arzobispado y bajo el amparo y dirección de Vuestra Señoría Ilustrísima dignísimo obispo de esta diócesis de Trujillo.

-          Por estas razones y la de haber tenido arbitrio esta ciudad y obispado en tantos años para pedir por Patrono y Abogado Universal de él a Santo alguno de cuantos la sabia providencia ha recibido como tributo público y digno de su Iglesia militantes en quienes el mismo nos asegura emplea las delicias de su amor. Parece muy conforme a las determinaciones del cielo que Vuestra Señoría Ilustrísima se sirva nombrar y mandar publicar al Sr. STAM patrono universal de esta su diócesis a cuyo soberano patrocinio debemos poner las esperanzas que nos llevan hacia la Patria Celestial y pedir con ruegos lo más conveniente. Así, como obligado pido rendidamente a Vuestra Señoría Ilustrísima se digne declararle patrono y abogado de la grey que hoy le está encomendada para fervorizar la caridad y devoción que tengo al santo en los cultos que le son debido y para por este medio logre también VSI los mejores programas en los establecimientos y disciplina que nos proporciona para la felicidad espiritual.

-          Pido y suplico que con atención a […]y devoción que esta ciudad y obispado tiene al Sr. Santo Toribio y a las obligaciones en que quedamos todos constituidos por las circunstancias precedidas al tránsito feliz de su alma pura, se sirva declararlo patrono universal del obispado que desde luego estamos prontos a ponerlo por tal, asegurando nuestros deseos, nuestras esperanzas y los intereses que lleva consigo la materia para cada uno en particular y para toda la diócesis en general.

-          18 de mayo de 1786. Firma de Francisco Simeón, presbítero, Moradores y vecinos

 

Acogiendo el sentir popular de las autoridades civiles y religiosas, así como del pueblo fiel, el ilustrado Baltasar Jaime Martínez Compañón lo proclamó 19 del mes de diciembre de 1789 patrono de todo el episcopado en razón de 

"su admirable santidad y virtudes y porque designado por Dios para gobernar esta diócesis antes de que se desmembrase del Arzobispado de Lima, llenó con tan fervorosa caridad y celo las partes de su apostólico ministerio y oficio, recorriéndolo personalmente dos veces, no hubo en sus valles, sierras, ni montañas lugar alguno por pequeño, distante y áspero que fuere a donde no llegase y que no ilustrase con su presencia, doctrina, sudores y santos ejemplos y por haberla constituido y hecho patria suya, acabando la preciosa carrera de sus días en la ciudad de Zaña en donde falleció y finalmente para que al paso que por medio se rinda al Santo el distinguido culto que por tantos títulos le es debido se arraigara y avivara más en el ánimo de los suplicantes y de su posteridad la devoción hacia él y la confianza de su patrocinio y protección". Para concretar se dedicó el 27 de abril como fiesta de primera clase, celebrando además la octava, con la  "obligación de oír misa y abstenerse de las obras serviles el día primero de dicha fiesta toda suerte de gentes sin distinción...perpetuamente para españoles como para indios y demás castas de ambos sexos del obispado concediendo...indulgencia plenaria a todos ..."

GREGORIO DE MOLLEDA, OBISPO DE TRUJILLO, POSTULADOR DE LA CANONIZACIÓN DE SANTO TORIBIO

En el Museo de las Carmelitas (también en la Catedral) hay un gran óleo de Gregorio de Molleda), nacido en Lima, seminarista en Trujillo, postulador de la causa en Roma y a quien cupo en suerte el logro de la canonización de Santo Toribio el 7 de octubre de 1726. Nació en Lima en 1692. Fueron sus padres don Juan de Molleda, de la Orden de Santiago, y doña Juana de Clerque. Estudió la gramática en el Seminario San Carlos y San Marcelo de Trujillo por venir con su padre como corregidor de Trujillo. Colegial de San Martín. En abril de 1724 visitó Roma, donde pidió al Papa Benedicto XIII la canonización del Beato Toribio Alfonso Mogrovejo. Esta súplica la reiteró con la intercesión de 51 cardenales y consultores de la Sagrada Congregación de Ritos. Contaba 32 años cuando logró en Roma la bula de canonización el 10 de diciembre de 1726. Nombrado obispo de Isauria in partibus infidelium, el 26 de septiembre de 1725 continuó como asistente al solio pontificio de Benedicto XIII y de Clemente XII, hasta que Felipe V lo propuso por obispo de Cartagena de Indias en 1736. Ahí construyó una iglesia que dedicó a Santo Toribio. Tomó posesión de la Sede de Trujillo el 4 de diciembre de 1741 por poder y personalmente 29 de enero de 1743. En 1745 entregó el curato de Lamas a los misioneros jesuitas de Mainas. Por su bondad se ganó la estima de sus diocesanos. Rigió el obispado durante cinco años, hasta 1748 en que fue promovido a la diócesis de La Plata o Charcas. Aquí estuvo durante ocho años más, dificultado por la enfermedad que le privaba del recto uso de sus facultades. Murió el 1 de abril de 1756. Dotó ahí una Misa con sermón el día de Santo Toribio, con un capital de 3.000 pesos con 150 créditos. En la Monografía de la Diócesis de Trujillo por el Centro de Estudios de Historia Eclesiástica del Perú Tomo I, Trujillo, Imprenta Diocesana, 1930, se destaca la trascendencia de su misión y el interés del Libro de la Visita que emprendió el Ilmo. Sr.Dr. Gregorio de Molleda y Clerque, provincia de Huamachuco en 1747.

 

martes, 11 de junio de 2019

SI BARZANA LO HIZO...SIGAMOS SUS HUELLAS, P. Benjamín Crespo, SJ

Amigos: Agradezco al vicepostulador de la causa del Venerable Alonso de Barzana, P. Benjamín Crespo, la apasionada crónica de su periplo por Cuzco y Juli, tras sus huellas y dando a conocer su vida y misión


SIGUIENDO AL VENERABLE PADRE

 ALONSO DE BARZANA, S.J.

EN EL PUEBLO Y PRELATURA DE JULI

PROVINCIA DE CHUCUITO

DEPARTAMENTO DE PUNO

 

Juli, 6 de junio del 2019

 

Me siento movido e invitado a escribir esta tarde lo que estoy experimentando, sintiendo y gustando internamente al estar en estas tierras a orillas del Lago Titicaca, a cuatro mil metros de altura, en la antigua Doctrina de Juli, y en donde Alonso de Barzana, Diego Bracamonte Diego Martínez, Ludovico Bertonio, Bernardo Bitti, y muchos otros jesuitas, sacerdotes y hermanos, vivieron y entregaron su vida a Dios al servicio de los naturales, habitantes de estas tierras sur andinas, de cultura y lengua aymara, desde 1576 a 1773, y que dejaron estas tierras a raíz de la expulsión de la Compañía de Jesús.

 

Recuerdo cuando en Roma, el 16 de junio del 2015, el P. Toni Witwer, Postulador General de la Compañía, junto con el P. Gabriel Ignacio Rodríguez, Asistente Regional de América Latina Septentrional, me preguntaron "Benja, ¿sabes quién fue Barzana?". Y respondí "lo siento, no tengo ni idea de quién fue, pero puedo preguntar y buscar información".  El P. Toni volvía de una audiencia con el Papa Francisco quien le comunicó su deseo que se reabra la causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Alonso de Barzana,

 

Barzana fue misionero itinerante que trabajó en nuestro Perú en Lima, en las doctrinas de Santiago del Cercado y Huarochirí, luego en Cusco, en la Doctrina de Juli, por ello estuvo en Zepita, Chucuito, Yunguyo, Copacabana y otros pueblos aymaras de las cercanías del Lago, y en la provincia de Pacajes para evangelizarlos. Luego fue enviado a Arequipa y continuó su misión pastoral en Bolivia, Argentina y Paraguay y estando ya enfermo a pedido del Provincial regresó al Perú falleciendo en la ciudad del Cusco en la madrugada del 1 de enero de 1598 y fue enterrado en la cripta del Templo de la Compañía de Jesús, siendo el primer jesuita "que desde aquella Ciudad Real de los Ingas se trasladó al Paraíso".

 

También recuerdo que antes de salir de Roma de vuelta a la Provincia y para trabajar pastoralmente en Cusco, fui nombrado Vice Postulador, ya que Alonso de Barzana murió en Cusco y allí debía empezarse este proceso conforme a las normativas de la Iglesia.

 

Y ahora luego de cuatro años de caminar tras sus huellas y estando aquí en Juli me impacta el testimonio de vida ejemplar de Alonso de Barzana en mi vida, vocación jesuita y ministerio pastoral la cual se está volviendo cada vez más significativa. Que ciertas son aquellas palabras del Papa Francisco cuando en el encuentro de los jesuitas del Perú con él en la Sacristía de la Iglesia de San Pedro, en Lima, el 19 de enero del 2018, nos dijo: "A mi Barzana me sedujo".

 

El P. Alonso de Barzana llegó al Perú el 8 de noviembre de 1569 integrando el segundo grupo de doce jesuitas (Sacerdotes, Hermanos y Estudiantes) enviados por el P. General Francisco de Borja y se establecieron en el Colegio de San Pablo. Luego de misionar en Lima y Cusco Barzana fue enviado en noviembre 1576, a la Doctrina de Juli, de lengua aymara, y fue uno de los cuatro designados para ella. La doctrina de Juli comprendía el mismo pueblo de Juli y un centenar de pequeños poblados, con un total aproximado de 30.000 habitantes.

Han transcurrido muchos años, y al estar aquí en Juli, me impresiona estar en este pueblo andino y aymara situado a orillas del lago Titicaca y mirar sus rostros, escuchar a sus gentes, ver en las fachadas de Iglesias y casas el anagrama de la Compañía, entrar a los templos y capillas y contemplar cuadros y pinturas murales en las paredes de estos antiguos templos la vida de San Ignacio, San Francisco Javier, San Francisco de Borja, Cardenal San Roberto Belarmino.

 

Aquí en Juli sobresale también el jesuita Ludovico Bertonio, italiano, nacido en Arcevía, Ancona, en 1557 y fallecido en Lima el 3 de agosto de 1625. Ingresó a la Compañía en Roma el 29 octubre 1574, misionero en Perú, ordenado sacerdote en Lima el 31 marzo 1582 por Santo Toribio de Mogrovejo. Profesor en el Colegio de San Pablo (1582-1584), El Provincial Juan de Atienza lo destinó a Juli en 1585 "porque deseaba mucho ocuparse con los indios". Aquí pronunció sus Últimos Votos el 1 noviembre 1593.

 

De 1599 a 1603 estuvo como misionero en Potosí, Bolivia. Regresó a Juli (1604-1619), publicó varios libros en lengua aymara con la ayuda de un nativo de Juli, publicadas primero en Roma en 1612 y al año siguiente aquí en Juli: dos gramáticas, una elemental y otra de nivel avanzado, una vida de Cristo, y un confesonario-sermonario. Todos los libros fueron impresos "en la Casa de la Compañía de Jesús de Juli en la Provincia de Chucuito".  Destacó por su dedicación a la lengua aymara que utilizó como misionero itinerante y formador de jóvenes jesuitas en Juli. Se enfermó de gota y pasó a Arequipa y luego a Lima donde falleció en el Colegio de San Pablo. La plaza de Juli está dedicada al P. Ludovico Bertonio y se halla un busto suyo considerado como un jesuita misionero y lingüista.

 

Estar aquí en estas tierras de impresionante sol y cielo azul fuerte e intenso frío, nos hace sentir la presencia viva de los jesuitas, que realizaron su misión evangelizadora desde 1576 a 1767 promoviendo la vida y el desarrollo integral, desde la fe y el evangelio, encarnándolo e inculturándolo en esta cultura aymara e iglesia local y desde la cultura aymara acompañando la vida de la población a vivir el evangelio encarnado en el seguimiento de Jesucristo pobre y humilde, amándolo y queriéndolo en los rostros humanos curtidos de los hombres y mujeres pobladores del sur andino, olvidados por muchos y muy queridos por pocos.

 

Ayer luego de desayunar con el nuevo Obispo de esta Prelatura, Monseñor Ciro Quispe López junto con Adolfo Domínguez, jesuita peruano e historiador, salimos a visitar y peregrinar por el pueblo para conocer los cuatro grandes templos, donde hoy día se continúa viviendo y respirando un aire y espíritu evangelizador impresionante y conmovedor.

 

Del Obispado fuimos primero al Templo de San Pedro Mártir, actual Catedral de Juli, iniciado por los dominicos en 1567 y continuado por los jesuitas, donde vemos cuadros de la vida de San Ignacio y de la Virgen del Hermano Bernardo Bitti. Este Templo está al lado de la Casa de la Prelatura de Juli, en la plaza de armas.

 

Luego por casualidad o por algo más, entramos a la Municipalidad buscando información y estaban allí conversando dos personas, que nos recibieron con aprecio, sin saber quiénes éramos, nos enseñaron el museo regional y al preguntar por dónde ir a los templos. una persona nos dijo, "si desean yo los puedo acompañar". 

 

Y seguimos el itinerario de los Templos Nuestra Señora de la Asunción y San Juan de Letran, ambos funcionan hoy como museos coloniales, cuya construcción fue también iniciada por los dominicos y continuada por los jesuitas. Y la misma experiencia de sentir cómo sigue viva la presencia de los jesuitas en sus cuadros y murales pintados en las paredes. Las personas que cuidan te dicen "aquí estuvieron los jesuitas". Y al preguntarles como lo saben, te contestan "se lo escuché decir a mis padres y abuelos". Y como llevaba puesta la casaca con el anagrama al toque me preguntaron "¿usted es jesuita?" y el rostro curtido de estas gentes como que se ilumina. "Padrecito, ¿se va a quedar?"…"Gracias padrecito por venir".

 

Y al final del recorrido llegamos al templo de San Ildefonso y luego llamado de Santa Cruz de Jerusalén, iniciado a fines del siglo XVI y concluido en 1607 y que fue construido desde sus inicios por los jesuitas pero que actualmente se encuentra casi totalmente derruido y que gracias a Dios y a la iniciativa del Obispo se está elaborando un proyecto de reconstrucción. Las gentes te cuentan que cuando por efectos del tiempo y otros factores se derrumbó lloraban de pena y tristeza.

 

Ésta mañana acompañado por seminaristas me llevaron a conocer el también impresionante Templo de Pomata, y en donde nuevamente se experimenta la misión evangelizadora en estas tierras aymaras. Allí el párroco nos invita a conocer el Templo de San Pedro de Challapampa. Así que luego de pasar por el mirador de Pomata y contemplar la majestuosidad del lago Titicaca nos dirigimos a San Pedro de Challapampa, a 17 kilómetros de Juli, templo del siglo XVI, hecho de piedra y adobe y en donde se encuentra un famoso retablo llamado por algunos "el retablo Bitti" tallado en madera de cedro y maguey, elaborado entre 1575 y 1591. Aquí en Challapampa dicen que hubo una casa de retiros llevada por los jesuitas. En la plaza estaban dos señores, el Teniente Gobernador vestido de negro con su banda signo de su autoridad y otro señor tomando sus traguitos. Conversamos un momento, con afecto y estima mutua. Fotos del recuerdo de este breve pero bonito momento. "Padrecito, quédense. Aquí vivieron jesuitas". Otra vez lo mismo. Les mostré  mi casaca con el anagrama que ellos conocen pues está en la entrada de la Iglesia y en algunas casas y me abrazaron.

 

Juli, 7 junio 2019

 

Esta mañana, en el Templo de San Pedro Martir, tuvimos el conversatorio sobre la historia de Juli a cargo de la Licenciada en Turismo Yudith Luna y a continuación presenté la vida, vocación, misionera evangelizadora del Venerable Padre Alonso de Barzana y el proceso de su causa de beatificación y canonización.

 

Convocados por el Obispo Monseñor Ciro Quispe, asistieron autoridades del pueblo, todos los sacerdotes y religiosas de la Prelatura, maestros y alumnos del Instituto Pedagógico, jóvenes estudiantes y pobladores de Juli. El Templo estaba casi totalmente lleno, dicen que alrededor de 250 personas. 

 

Empecé agradeciendo la invitación del Obispo y la presencia de tantas personas en esta mañana en la Catedral de Juli. Mostré mi admiración por el pueblo de Juli, por sus pobladores, por la historia viva y siempre presente de la misión evangelizadora de los jesuitas en estas tierras, y en concreto por el testimonio ejemplar del Venerable Padre Alonso de Barzana, enmarcándolo en la vocación del santo pueblo fiel de Dios integrado por fieles laicos, religiosas, sacerdotes, obispos y pastores. Todos estamos llamados a la santidad de vida y siempre recordamos a todos nuestros familiares, amigos y paisanos en la fiesta litúrgica de Todos los Santos. 

   

Luego de la presentación sobre la vida y ministerio pastoral del Venerable Padre Alonso de Barzana y el proceso actual de su causa de beatificación y canonización, al final varias personas expresaron su agradecimiento por valorar al pueblo de Juli en su pasado y en este momento de su historia, por la presencia viva de los jesuitas a lo largo de más de 400 años de historia y de manera especial al Papa Francisco por mostrarnos el ejemplo de la vida del Venerable Padre Alonso de Barzana y reabrir este proceso de beatificación que esperamos llegue a reconocerse su fama de santidad. El Obispo dijo que ésta había sido la primera conferencia que se ha dado en la historia de la Catedral de Juli, a cargo de una mujer y un padre jesuita y prometió seguir promoviendo estas actividades como parte de la misión evangelizadora.

 

Por ser siete de junio, día de la jura de la bandera, me invitaron a participar en la ceremonia cívica patriótica en la plaza de Juli, Ludovico Bertonio, S.J. con el desfile de varias instituciones.

 

Luego me invitaron a las Oficinas de la Unidad de Gestión Educativa Local de Chucuito-Juli y allí me entregaron dos ejemplares, uno de ellos para hacérselo llegar al Papa Francisco, del Vocabulario de la Lengua Aymara del P. Ludovico Bertonio, editado aquí en "la casa de la Compañía de Jesús de Juli en la Provincia de Chucuito" en 1612.

 

Conversamos varios temas sobre como continuar promoviendo esta causa, les gustó la idea de proponerles traducir al aymara todo el material de la causa, de organizar diversas actividades religiosas, artísticas, culturales, como pueblo, colaborando especialmente con el Obispo y esta Iglesia local de Juli, haciendo memoria agradecida y transmitiendo a las nuevas generaciones esta herencia importante y continuar respondiendo a la situación de hoy y mañana.

 

Luego, sacerdotes y religiosas, compartimos el almuerzo en casa del Obispo Monseñor Ciro Quispe, en ambiente fraterno y cordial. Y al final se les entregó el material de promoción de la causa: estampas, novena, biografía y afiche. Entre los presentes estaban algunos párrocos de la nueva Prelatura de Huancané que comenzará a fines de junio. Me dijeron que me invitarían, que hablarían con su nuevo Obispo que se consagrará a fin de mes y hacer también esta promoción en esos pueblos del lago Titicaca de lengua quechua.

 

 

También estoy acordando con el Obispo de Juli traducir al aymara la estampa y así promover la devoción del pueblo y de manera especial celebrar la eucaristía en la Catedral y en todas las parroquias de la Prelatura el día primero de cada mes por esta intención. También el conversará este tema con el Obispo de Puno Monseñor Jorge Carrión y con el nuevo Obispo de la recién creada Prelatura de Huancané y cuyo nuevo y primer Obispo, de los Misioneros de San Pablo, será ordenado a fin de mes, para que en toda esta zona y región se promueva en el pueblo fiel, pobre y creyente esta devoción. Me dijeron también que en el pueblo de Yunguyo tienen por patrón a San Francisco de Borja.

 

Además de la causa de beatificación y canonización del Venerable Padre Alonso de Barzana,

También fueron presentadas anteriormente a la Santa Sede e iniciadas con su aprobación las causas de otros misioneros jesuitas: la de los Siervos de Dios PP. Diego Martínez (1542 – 1626), Juan Sebastián de la Parra (1550 – 1622), Juan de Alloza (1597 – 1666) y el H. Gonzalo Báez (1604 – 1662). El P. Diego Martínez y el H. Gonzalo Báez fueron también misioneros en la doctrina de Juli.

 

 

Juli, 9 junio 2019

 

Hoy domingo solemnidad de Pentecostés, concelebré con el Obispo en la Misa de 7.30 a.m., llena de fieles, entre gente mayor y gente joven, estudiantes, niños, con cantos y lecturas en castellano y aymara. Un joven recibió el sacramento de la confirmación preparado por las Hermanas Misioneras de la Caridad fundadas por la Madre Teresa de Calcuta. En la homilía en el contexto de Pentecostés el Obispo se refirió también al testimonio misionero ejemplar de Alonso de Barzana y su proceso actual de beatificación. Muchos comulgaron y dicen que cada vez se nota mayor participación de los fieles de Juli. En el ofertorio presentaron sus ofrendas con frutos del pueblo y al final de la misa se acercaron a recibir la bendición con agua bendita con fervor y devoción.

 

Luego del desayuno en casa salimos al distrito de Huacullani es uno de los siete distritos que conforman la provincia de Chucuito, a 3940 m.s.n.m., en la frontera con Bolivia, pasando Desaguadero. Además era la primera visita del Obispo a este pueblo que hasta el momento depende de la Parroquia de Pomata. Concelebró con el Obispo el Párroco, de lengua aymara. En la capilla estaban las autoridades, alcalde, regidores, tenientes gobernadores todos con sus esposas y todos vestidos de negro según sus costumbres y tradiciones. En una de las paredes sobresale un cuadro grande y bonito, de Nuestra Señora del Rosario patrona del pueblo y en la parte inferior del cuadro se ven a Santo Domingo de Guzmán y a San Ignacio de Loyola, fundadores de las dos órdenes religiosas de misioneros que evangelizaron estas tierras. Se nota una vez más la presencia viva de los primeros jesuitas y de nuevo es la misma gente del pueblo que lo mencionan. "Por aquí estuvieron esos padrecitos que nos enseñaron el evangelio y las buenas costumbres". Toda la misa en lengua aymara, me dieron un pequeño cancionero, editado en Bolivia en 1984 con la aprobación del Arzobispo de La Paz y de su Obispo Auxiliar encargado de la pastoral del Altiplano norte. Al final de la misa el Alcalde le dio al Obispo la medalla del pueblo, una chalina de lana de llama y un vaso ceremonial, en señal de acogida y aprecio a la labor de la Iglesia en esta zona. Ya en el camino de regreso el Obispo me regaló esa chalina.

 

La casa parroquial abandonada, restos dejados asi nomás. La gente le pide al Obispo cuidado y atención pastoral. En su homilía el Obispo les prometió apoyarlos con mayor presencia y de manera especial atender a personas mayores, viven solas, en pobreza y miseria. Almorzamos allí lo que nos ofrecieron unas papitas y trucha del lago con sus cebollitas. Los pobres ofrecen con cariño sus alimentos. Casi no hay jóvenes. 

 

De vuelta pasamos por Juli y recogí mis cosas pues el Obispo me llevó a Puno, él tenia una reunión de temas pastorales relacionados con proyectos de desarrollo y defensa de la vida y derechos humanos, en el local de los Padres de Marynoll. Me alojé en casa del Obispo de Puno Monseñor Jorge Carrión. Conversamos diversos temas tomando un cafecito, le ntregué el material de la promoción de la causa de Barzana y quedamos que en fecha oportuna hacer lo mismo en la Catedral de Puno. Luego por la noche salimos los tres a comer en un local de la plaza de armas. Nos tomamos un buen pisco sour hecho de muña y una sopita caliente.

 

Puno, 10 junio 2019

 

Luego de desayunar y conversar con el Obispo de Puno salí a visitar la Catedral, caminar por el centro y llegué al Santuario de la Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad. Recé allí haciendo memoria agradecida y experimentando la gracia de Dios. Son experiencias hondas que tocan el alma, sobre todo el ver allí a gente sencilla y fe grande ante la imagen de su Virgencita Candelaria.

 

Vuelta a la casa, almuerzo y salida a Juliaca con el Obispo para tomar el vuelo de regreso a Lima, y tratando de asimilar e interiorizarlo vivido, sentido y gustado estos días, Es algo que debo seguir discerniendo.  Es toda una experiencia espiritual la que estoy viviendo estos días siguiendo los caminos y trabajo pastoral de Alonso de Barzana.

 

No sé a dónde me va a llevar, ni si en Roma aprobaran este proceso, ni si Alonso de Barzana llegará a ser beato o santo, pero todo lo dejo en manos de Dios y con la compañía de Alonso de Barzana y compañeros jesuitas misioneros y con ánimos de seguir haciendo esta misión que la Compañía me ha confiado. Recuerdo a Ignacio: "Haz todo como si todo dependiera de ti, pero reconoce que todo lo hace Dios".



Benjamín Crespo, S.J.

Puno, 10 de junio del 2019

sábado, 8 de junio de 2019

Federico PRIETO CELI: Huellas de Púrpura. Los cuatro cardenales del Perú

PRIETO CELI, Federico Huellas de Púrpura. Líderes espirituales de la Iglesia católica en el Perú (1945-2019), Fundación Luis Enrique Tord, Lima, 2019, 91 pp

¡Cuánto se agradece que alguien se atreva con la historia reciente! Nadie mejor que un periodista, con formación humanista, de larga trayectoria y, en buena medida, protagonista de los hechos; por esta razón, es bien comprensible que no sólo nos presente hechos, sino que también juzgue, analice y dé su respetable punto de vista.

Y, qué oportuna la obra, en este momento de kairós que vive la Iglesia de Lima con el cambio de prelado. Tiempo como escribió San Juan Pablo II para mirar el pasado con gratitud, el presente con pasión, el futuro con esperanza.

Presenta el libro Monseñor Juan Antonio Ugarte quien destaca el título referido al color de la birreta cardenalicia; nos habla de fortaleza (hasta derramar la sangre) y luz de fuego de santidad. Al enfatizar el desafío de luchar por la santidad, constata "cómo todos mis pares –obispos- se han esforzado por predicar a Cristo, cada uno sin perder su personalidad ni uniformizar sus tendencias, porque son anchos y largos los caminos de Dios" (p.8).

Con gran acierto por parte del autor dedica los tres primeros capítulos a los tres últimos papas, los tres ilustres visitantes del Perú, aunque Benedicto XVI lo hiciese como cardenal. De San Juan Pablo II destaca "su visión profética", de Benedicto XVI "la doctrina social cristiana" y del Papa Francisco, el tiempo nuevo de evangelizar con gozo, en el que en América y el mundo "el comunismo quedó atrás".

Lo central de la obra son las cuatro semblanzas de los cuatro cardenales. Juan Gualberto Guevara de la Cuba, "un prelado de origen humilde", antes del Concilio Vaticano II, Juan Landázuri Ricketts, "en defensa de la unidad", cardenal que llenó toda una época y que dejó en manos del autor la redacción de sus memorias.  El tercero, Augusto Vargas Alzamora, "primer cardenal nacido en Lima", de quien resalta la "relación formal y distante" con Fujimori; nos brinda un resumen de una larga y profunda entrevista que le hizo en 1990. Por último, Juan Luis Cipriani Thorne, a quien caracteriza con el subtítulo "fidelidad al Magisterio", traza una viva y completa semblanza que adelantó el 21 de enero del 2019 en el portal virtual "Lucidez" con el título "El gobierno episcopal del cardenal Cipriani" y culmina con la carta de despedida de Su Eminencia el 5 de febrero de 2019, en la que agradece y alienta a los fieles a recibir al nuevo Arzobispo "con la misma calidez con que me he sentido acompañado por ustedes durante estos años".

Les animo a leer este casi centenar de páginas, tan precisas y con tanto gusto literario, auténtico retrato de nuestra Iglesia y del Perú, desde la pluma de un profesional del periodismo, peruano, católico fiel. 

Daniel Figueroa Villón, primer obispo de Chiclayo, por Mons. Jesús Moliné

MOLINÉ LABARTE, Jesús: Daniel Figueroa Villón. Una vida para Dios y para su Iglesia (Testimonios sobre la vida y ministerio del Excmo. Monseñor Daniel Isaac Figueroa Villón (1902-1967), Chiclayo 2018, 197 pp

 

Agradezco el envío de esta magnífica semblanza acerca del primer obispo de Chiclayo preparada por el actual emérito Mons. Jesús Moliné, ayudado por el P. José Antonio Jacinto, quien hace una magnífica presentación en el video que ofrece la USAT.

Comienza con un excelente prólogo del actual obispo Monseñor Robert Prevost.

La primera parte brinda una sintética semblanza en ocho capítulos desarrollados de modo cronológico, ubicando al personaje y destacando su benéfico ministerio.

En la segunda se centra en los principales rasgos de su personalidad y trabajo pastoral de acuerdo con el acopio de testimonios recogidos.

Por último se ofrecen "favores" sobrenaturales registrados. En el epílogo, el autor de la obra manifiesta que podía resumirse todo "diciendo que fue una vida para Dios y para su Iglesia" (p.193)

Su esmerada presentación y cómoda letra, así como sus ilustraciones lo hacen de una atractiva y provechosa lectura. Felicitaciones

 

SEMBLANZA

Monseñor Daniel Figueroa Villón. Nació en Carhuaz (Ancash), el 16 de agosto de 1902. Desde el 20 de mayo de 1945 fue auxiliar del Arzobispo de Arequipa. Trasladado a Huancayo el 22 de septiembre de 1946, teniendo como lema: "Plenitudo legis dilectio" (El amor es la plenitud de la ley). Fue gran devoto de San Pío X, el "Papa de la Eucaristía". Del 20 al 24 de agosto de 1951, Huancayo fue sede del Congreso Eucarístico Regional. En aquella ocasión se realizó el I Certamen Catequístico entre los escolares del departamento de Junín. Al año siguiente, del 1 al 3 de diciembre de 1952, se celebró el Primer Sínodo Diocesano, el mismo que consta de 383 artículos. Monseñor Figueroa fue trasladado a Chiclayo, como primer Obispo de esa nueva Diócesis, el 17 de diciembre de 1956. Murió en Lima el 30 de enero de 1967. Actualmente, sus restos mortales reposan en el cementerio general de Chiclayo.

 

LIBRO

Tras un paciente trabajo de investigación que lo llevó a consultar los archivos eclesiásticos de Chiclayo, Huaraz, Huancayo y Lima, monseñor Jesús Moliné Labarta publicó el libro "Daniel Figueroa Villón: una vida para Dios y para su iglesia", sobre la obra pastoral del primer obispo de la Diócesis de Chiclayo, de quien se dice, murió en olor a santidad.

 Moliné Labarta, obispo emérito de Chiclayo, conoció del trabajo de Figueroa Villón al llegar a la diócesis y luego, al asumir la conducción de esta, decidió investigar sobre el inicio de beatificación del recordado pastor de la Iglesia Católica en Lambayeque, nacido en Carhuaz, Áncash.

"Entendí que era un proceso muy complejo para el que se necesita tiempo, personas y recursos, así que me dije que no podía quedarme únicamente con la satisfacción de saber que había sido un hombre muy bueno. Decidí recoger datos sobre él y escribirlos y repartirlos, al menos en el archivo diocesano y en la biblioteca del seminario, para que luego alguien pueda animarse a hacer más. Tuve el apoyo de monseñor Ricardo Guerrero y de la profesora Elena Cárpena, que conoció de cerca de monseñor Daniel", comenta Jesús Moliné.

 

BÚSQUEDA EN LOS ARCHIVOS

En el camino hacia la preparación de lo que inicialmente sería un resumen biográfico, Moliné Labarta recibió escritos de Huaraz, Huancayo y Lima, todos enviados por personas que conocieron y trabajaron junto a Figueroa Villón, quien fue nombrado por el papa Pío XII como primer obispo de Chiclayo el 17 de diciembre de 1956.

"Dos años después me animé a escribir el libro, casi al final de mi episcopado. La producción del libro ha sido mi primer trabajo en serio como obispo emérito, además de confesar y decir la misa, que es lo más importante. El libro contiene testimonios e información recogida en los archivos diocesanos de Huaraz, Lima y Huancayo", señala.

Figueroa Villón realizó sus estudios en el seminario menor de su natal Carhuaz y al concluirlos se mudó con su familia a Lima, donde ingresó al seminario para su formación sacerdotal, ordenándose como tal el 26 de mayo de 1926.

"La carátula presenta la imagen de monseñor Daniel que corresponde a un lienzo que se encuentra en el Arzobispado de Huancayo, donde él pudo trabajar con mayor intensidad, pues estaba joven y fuerte, hasta que le dio un derrame cerebral por lo que tuvo que ser trasladado a Lima. En el archivo de Lima encontré que había sido administrador apostólico de Huancavelica, algo de lo que nadie sabía. Me comuniqué con Huancavelica y no me dieron mayor información, pero se pudo confirmar buscando en el Ministerio de Justicia y en el de Interior", relata Jesús Moliné.

Figueroa Villón también fue obispo auxiliar de Arequipa, aunque por breve tiempo.

 

SANTO POR ACLAMACIÓN

De su obra como obispo de Chiclayo se recuerda la culminación de la catedral, cuya construcción demoró 90 años y fue terminada en 1959. Ese mismo año adquirió el terreno para la construcción de seminario de Santo Toribio de Mogrovejo, preocupado en la necesidad de incrementar el número de vocaciones sacerdotales en la diócesis, que hasta ese momento eran casi nulas.

Monseñor Daniel Figueroa falleció en Lima el 30 de enero de 1967. De ese momento, según ha relatado el padre Ricardo Guerrero Orrego, que fue ordenado sacerdote por el desaparecido obispo, el propio nuncio apostólico en Lima pidió que se inicie de inmediato el proceso de beatificación, dadas las condiciones de santidad que en vida mostró. Incluso – de acuerdo a los testimonios de una de sus sobrinas – en una ocasión fue encontrado levitando cuando estaba en oración.

Sus restos descansan actualmente en el Santuario de Nuestra Señora de la Paz.

"La tarea ahora es de monseñor Robert como obispo de Chiclayo, porque así como sucedió con San Juan Pablo II, a monseñor Daniel se le consideró santo por aclamación popular", refiere monseñor Jesús Moliné.

GRACIAS A LA USAT

El libro fue presentado el jueves 8 de noviembre y fue publicación fue posible gracias al Fondo Editorial de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.

https://www.semanarioexpresion.com/Presentacion/noticia2.php?noticia=863&categoria=Regional&edicionbuscada=1089 

Este libro, editado por la USAT, es una semblanza biográfica de un hombre "que era un santo", como afirmaría su sucesor, Mons. Orbegozo y el Nuncio Rómulo Carboni. Mons. Jesús Moliné, su autor, ha logrado recoger de un modo riguroso testimonios de dos personas que conocieron de cerca a Mons. Daniel, el P. Ricardo Guerrero y la Prof. Elena Cárpena, además de haber investigado con seriedad otras fuentes de diversos lugares por donde pasó trabajando esta "figura de gran talla humana espiritual y pastoral puesta totalmente al servicio de la Iglesia, no se reservó nada".
Consta de dos partes: por un lado se señalan datos biográficos y trabajos pastorales, y en segundo lugar se encuentran las reflexiones de diversos puntos de la vida cristiana, que nos ayudan a meditar. De ahí que –en el decir de Mons. Robert Prevost– es un libro que se puede aprovechar como lectura espiritual.
Sigue afirmando Mons. Prevost: este libro refleja un "denodado esfuerzo en la investigación, en la recopilación de los testimonios y en una muy apropiada organización de los documentos que le han llegado. Nadie mejor para escribir la vida de un Santo Obispo, que otro buen Obispo y sucesor suyo como ha sido Mons. Jesús Moliné Labarta".
Los interesados en adquirir el libro pueden comunicarse con el P. José-Antonio Jacinto (957615070; jjacinto@usat.edu.pe).

http://www.diocesischiclayo.org/2019/02/19/monsenor-daniel-figueroa-villon-una-vida-para-dios-y-para-su-iglesia/

https://www.facebook.com/usat.peru/videos/presentaci%C3%B3n-del-libro-daniel-figueroa-vill%C3%B3n-una-vida-para-dios-y-para-su-igles/1943394019080279/

jueves, 6 de junio de 2019

EL PADRE ARRUPE EN EL PERÚ. Crónica y semblanza de Fernando Barrantes Rodríguez-Larraín

http://rostrosdevida.blogspot.com/2018/07/320-padre-pedro-arrupe-sj-un-hombre-de.html

320. Padre Pedro Arrupe SJ, un hombre de Dios, sobreviviente de la bomba atómica de Hiroshima y socorrista de sus víctimas, propósito general de la Compañía de Jesús, cuyo proceso de beatificación ha sido iniciado




El Padre Pedro Arrupe y Gondra SJ (Bilbao 1906 - Roma 1991), cuya vida de opción por los pobres influyó en la segunda mitad del siglo XX y persiste en ser vigente a través del tiempo, cuando ahora por fin su santidad de vida será investigada para que pueda ser venerada en los altares de la Iglesia Católica. 

La noticia de la beatificación del padre Arrupe la han lanzado al mundo todas las agencias internacionales de noticias y es que está entre los más grandes e importantes sacerdotes que ha tenido la catolicidad, que fue padre conciliar de Vaticano II, con una prédica que el amor a Cristo nos hace iguales entre todos con los mismos derechos. 

Y es que el anuncio ha sido realizado el 11 de julio del 2018, el padre general de los jesuitas, Arturo Sosa, al final de un encuentro con trescientos laicos y jesuitas en Bilbao, puntualizando que "Estamos todavía en el inicio del proceso, pero el cardenal vicario de Roma, Angelo de Donatis, ha dado el visto bueno a que la diócesis de Roma abra el proceso". Roma la diócesis del Papa, es la que tendrá a cargo la beatificaciòn. 

El padre Arrupe, testigo presencial o el hombre a quien Dios escogió para que le caiga la bomba atómica y sea su testigo ante el mundo entero en vida enseñó a enfrentar a todas las injusticias que agobian a la humanidad para acabarlas, siempre con el Evangelio en la mano. 

El padre Arrupe enseñó a los jesuitas: "Nuestra Compañía no puede responder a las graves urgencias del apostolado de nuestro tiempo si no modifica su práctica de la pobreza. Los compañeros de Jesús no podrán oír "el clamor de los pobres", si no adquieren una experiencia personal más directa de las miserias y estrecheces de los pobres." 

La innata bondad, religiosidad, inspiración e inteligencia le permitieron desarrollar su apostolado en Japón, primero en la parroquia de la prefectura de Yokohama a partir de 1938 y fue detenido y encarcelado, en el inicio de la segunda guerra mundial, el 8 de diciembre de 1941, celebración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y sus captores comprenden que es un hombre de bien y lo ponen en libertad. Su superior lo designó maestro de novicios en el convento de los jesuitas construido en la colina Natgasuka de Hiroshima y allí le cayó la Bomba Atómica al padre Arrupe en el momento que celebraba la Eucaristía. La explosión lo arrojó al suelo y será el hombre de Dios que dirá para admiración de todos quienes lo hemos conocido: "Yo viví la bomba atómica". El noviciado jesuita lo convirtió de inmediato en un hospital, a un grupo de los novicios los mando a buscar ayuda humana y material entre alimentos, medicinas, sábanas, entre otros, con los demás fue a ayudar a todo aquel pudo sobrevivir el fuego de la radiación atómica. 

El padre Arrupe fue el 28º Propósito General de la Compañía de Jesús, elegido el 22 de mayo de 1965, inclinando para siempre a la mayor congregación religiosa de la Iglesia Católica, la Compañía de Jesús al servicio de los pobres.

En Hiroshima.


Entrevista con el Padre Arrupe en Lima 

El padre Arrupe hizo una visita de carácter privado a Lima en el segundo semestre de 1986, que hizo que la agencia UPI transmitiera un muy buen despacho noticioso, que está publicado por La Industria de Trujillo, en cambio la Agence France Presse en la que trabajaba no publicó nada, porque le había pedido a monseñor Augusto Vargas Alzamora SJ, entonces secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana y encargado de la prensa de la Iglesia, que me permitiera conversar con el padre Arrupe, conocía su historia desde niño y quería conocerlo, prometiéndole que nunca iba a contar a nadie sobre nuestra conversación si esta se producía. 

Monseñor Vargas Alzamora siempre decía que la mejor entrevista es la que no se publica, tal vez por eso me consiguió una reunión de saludo en el Colegio Inmaculada después de la Misa de las ocho de la mañana. 

Me presentaron al padre Arrupe después que ofició la Misa, monseñor Ricardo Durand Flórez SJ, obispo del Callao, monseñor Fernando Vargas, arzobispo de Arequipa y el padre Felipe Mc Gregor SJ ex rector de la Universidad Católica, rector del Colegio La Inmaculada. 

Estaba frente a un hombre que había superado un derrame cerebral y que treinta años antes le había caído encima la bomba atómica, me encontraba entre admirado y emocionado, cuando monseñor Durand se retiró, también hice lo mismo, me era absolutamente suficiente el saludo, escucharlo, resolver muy rápido sus dos o tres preguntas y cuando estaba para salir del colegio, el padre Mc Gregor me llamó para que regresara. 

Conversé horas con el padre Arrupe, desayuné, almorcé y tomé lonche, delante suyo, la comida en las personas jóvenes, me enseñaba es fundamental para la vida, puntualizando la escasez absoluta de todo en tiempos de guerra frente a la abundancia y desperdicio de todo durante la paz. 

Conversamos siempre en presencia del padre Mc Gregor, salvo cuando decidió entrar a la confianza amical entre ambos, teniendo como único testigo a Cristo, a modo de ejercicio ignaciano, hablándole de lo que hacía en la vida diaria, me enseñó que tenía que aprender a dejarme llevar por Dios, la vida en comunidad no es para todos. 

Siempre que recuerdo al Padre Arrupe siento alrededor mío como que una briza refrescante me envuelve y me da enorme alegría haberlo conocido con la oportunidad de conversar permitiéndome pensar como ya lo había hecho unas semanas antes con el cardenal Joseph Ratzinger, quien unos 20 años después fue el elegido Papa Benedicto XVI. 

Esta es la primera vez que escribo sobre la conversación que tuve con el padre Arrupe, aunque siempre la recuerdo, sin entrar en detalles. En un artículo sin firma publicado por la revista Visión Peruana, inmediatamente después de la visita a Lima del padre Arrupe, sobre la sucesión del cardenal Juan Landázuri, hice referencia a la visita del "papa negro" para reflexionar entre los candidatos jesuitas: Bambarén, Vargas Ruiz de Somocurcio y Vargas Alzamora. 

Ese era un tema del que no hablamos, para que no existieran malos entendidos, lo mandé al anonimato, no lo firmé, aunque los religiosos con los que trataba en esa época, siempre lo supieron y nunca hablamos del tema pero lo he incluido en mi libro Crónicas Religiosas, Lima 2009. 

La visita a Lima del Padre Arrupe fue parte de un viaje a la América del Sur, que no tuvo mayor publicidad, de este hombre sonriente que le cayó la bomba atómica solamente pensó en ayudar a su prójimo con todas sus fuerzas, sin descanso alguno para la absoluta admiración de quienes nos acercamos un poquito a su vida.