miércoles, 26 de diciembre de 2018

La Iglesia del Perú ante el Bicentenario CUANDO LOS JESUITAS FUERON EXPULSADOS DEL PERÚ

La Iglesia del Perú ante el Bicentenario

CUANDO LOS JESUITAS FUERON EXPULSADOS DEL PERÚ

Bien merecidos cuántos homenajes recibieron en 2018 los Jesuitas por los 450 años de su llegada al Perú. Numerosos eventos –congresos, exposiciones, celebraciones- nos lo han recordado. Uno de los grandes regalos ha sido la primorosa publicación del libro sobre la iglesia de San Pedro por parte del Banco de Crédito, "San Pedro de Lima: la iglesia del antiguo colegio San Pablo"  http://www.fondoeditorialbcp.com/library/customshelf/bcp/.

Entre los valiosos artículos rescato el de su párroco actual P. José Enrique Rodríguez, en su entrañable artículo "San Pedro, viaje a la imaginación" (pp.1-20), que alude a un momento de particular estremecimiento, la expulsión de los jesuitas de la Casa, su "extrañamiento" (pp.11-14). Será un hito que marca el inicio de la edad contemporánea de la iglesia universal; además, para el Perú, será un momento decisivo para entender el complejo tiempo de fines del virreinato y comienzos de la etapa republicana.

Contamos, además, con el valioso artículo "El allanamiento del noviciado de San Antonio Abad" del P. Armando Nieto Vélez, S. J. publicado por Manuel Marzal-Luis Bacigalupo Los Jesuitas y la modernidad en Iberoamérica 1549-1773, Fondo Editorial PUCP-IFEA-Universidad del Pacífico, Lima 2007, (Vol.II, 291-298).

La injusta y desacertada medida de desterrar a los jesuitas de España y sus dominios en 1767 por parte del rey Carlos III, obedeció a complejas y variadas motivaciones, en las que contaron las maniobras de la masonería o de la impiedad, en la que confluyeron obispos ilustrados y regalistas, juristas, sacerdotes, frailes y burócratas. Los pretextos fueron las tensiones del Paraguay el «motín de Esquilache» del 23 de marzo, domingo de Ramos de 1766, en Madrid. El fundamento jurídico fue preparado por Pedro Rodríguez de Campomanes, quien el 31 de diciembre de 1766, acumula todo tipo de acusaciones. La instrucción junta consignas de estrictez y rigor para con los religiosos, impidiendo que se comuniquen por escrito o de palabra «hasta su salida del Reino por mar»; y advertencias humanitarias de buen trato hacia los ancianos y enfermos. Se prohíbe a los encargados de la ejecución del extrañamiento incurrir «en el menor insulto a los religiosos».

A Perú llegaron los documentos el día 20 de agosto de 1767 a las 10 de la mañana, y el virrey Manuel de Amat los hizo cumplir el 8 de setiembre. Con gran secreto convocó a quienes debían participar en el operativo, de modo que en Lima no trascendió nada de lo que iba a ocurrir. A las 2 de la madrugada del 9 de septiembre, Amat distribuyó las comisiones con 700 hombres para la ocupación de los cuatro edificios de la Compañía en la capital. Estos eran el Colegio Máximo de San Pablo, el Noviciado de San Antonio Abad, la Casa Profesa de los Desamparados y el Colegio del Cercado.

A las 4 de la mañana se dirigió la comisión desde el palacio del virrey, con una «compañía de artilleros y bombarderos» de sesenta hombres, al mando del capitán Fermín Lizarazo y el sargento mayor marqués de Salinas. En menos de diez minutos recorrieron las diez cuadras que medían entre la Plaza Mayor y el noviciado. En total fueron 38 religiosos los intervenidos. Acto seguido, el oidor Messía y Munive requirió al rector Doncel para que dijese qué religiosos se hallaban empleados fuera del noviciado. Todos sacaron sus jergones, ropa, cajas, pañuelos, tabaco, chocolate y útiles de aseo, así como los breviarios y libros de devoción. En los carruajes que ya estaban aguardando en la puerta del noviciado, 14 jesuitas fueron conducidos al Colegio de San Pablo. Los jóvenes que no tenían todavía ningún vínculo canónico con la Compañía de Jesús regresaron, en su mayoría, a sus casas.

En los días siguientes, se procedió al inventario del inmueble (hoy casona de San Marcos) que fue publicado en 1956 por Luis Antonio Eguiguren, director del Archivo Nacional y presidente de la Corte Suprema de la República. Allí están indicados 3.563 títulos y 4.961 volúmenes, de teología, filosofía, literatura griega, latina y castellana.

Los expulsos, vía Cabo de Hornos o Panamá, partieron al Puerto de Santa María (España). El 29 de octubre de 1767 se embarcaron en el navío El Peruano 181 jesuitas. La primera etapa duró 32 días hasta Valparaíso, donde subieron al barco 24 jesuitas de Chile. El segundo grupo de desterrados salió del Callao el 15 de diciembre de 1767 en la Balandra de Otaegui, rumbo a Panamá, Cartagena, La Habana, Cádiz el 23 de noviembre de 1768: A las dos anteriores expediciones se sumaron otras dos: una con 120 jesuitas, que salió del Callao en el navío Santa Bárbara el 26 de marzo de 1768. La otra, el 24 de abril, a bordo de El Prusiano, que zarpó del Callao tomando la peligrosa y pesada ruta del Cabo de Hornos, con ochenta jesuitas de la provincia del Perú. La mayor parte de los exiliados fueron a parar a los Estados Pontificios. Los españoles y criollos fueron enviados a Ferrara, lugar asignado a la provincia del Perú, y los demás, a sus respectivas provincias. Muchos pidieron la dispensa de sus votos, sobre todo los estudiantes, como fue el caso de los hermanos Juan Pablo y Anselmo Viscardo y Guzmán. El Papa Clemente XIV declaró extinguida la Compañía de Jesús del 21 de julio de 1773.

Fiándose de las promesas del gobierno español de permitir el regreso a sus países de origen a los que salieran de la Compañía de Jesús, abandonaron ésta 91 sacerdotes, 43 escolares y 28 hermanos de la provincia del Perú, casi todos criollos. En el momento de la supresión de la Compañía de Jesús (1773), los jesuitas de la provincia del Perú eran aún 99 sacerdotes y 39 hermanos.

Por real cédula de 1769, ejecutada por Amat a través de la Junta de Temporalidades, el local del noviciado sirvió para el nuevo Colegio o Convictorio de San Carlos, sobre la base de los antiguos colegios de San Martín (jesuita) y Real de San Felipe. En la segunda mitad del siglo XIX, el edificio fue cedido a la Universidad de San Marcos. El templo de San Carlos, convertido en 1924 en Panteón de los Próceres.

José Antonio Benito


Libre de virus. www.avast.com

sábado, 15 de diciembre de 2018

ELEMENTOS POPULARES DE LA CRUZ DEL CAMINANTE

Siempre me ha fascinado la cruz del caminante. Brinda al agitado viajero o celoso peregrino la oportunidad de hacer un alto en su camino y contemplar con sosiego "mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo" –como se canta el Viernes Santo- y agradecido responsa "venid, adoradla". De momento he contabilizado 38 elementos, con vuestra ayuda si contemplan las numerosas cruces que tenemos en América, seguro que identificamos más elementos. Los pongo por orden alfabético para facilitar la tarea:

1.   Balanza. Representa el juicio que se llevará a cabo para evaluar o juzgar las acciones de cada persona al final de los tiempos.

2.   Bolso de los denarios, representa las treinta monedas que cobró Judas por entregar a su Maestro. A veces aparece con el número 30 por las 30 monedas de plata

3.   Calavera, con las tibias cruzadas, recuerda la muerte en el monte Gólgota (calavera) donde se crucificó a Cristo.

4.    Cáliz, supone la prefiguración del dolor y el sufrimiento, la decisión de beber el trago amargo, vino con hiel, como parte inherente a la tarea de redención de la humanidad.

5.    Clavos. Tres o cuatro clavos de triple arista con que crucificaron al Señor

6.   Columna, señala que Jesús fue atado para recibir azotes. Nos muestra cómo el verdugo satisface el deseo de ver sometida a su víctima y cómo es que el hijo de Dios se somete al fuero falible de las leyes humanas.

7.   Corazón de Cristo Rey

8.   Corona de espinas, simboliza el sufrimiento que conlleva la representación de la humanidad a redimir y, en general, el martirio a que fue sometido Jesús.

9.   Corona real. Aditamento externo y removible de la Cruz. Se coloca sobre la cabeza de Jesús durante las festividades.

10.Cuerno o shofar usado en el judaísmo para convocar a una asamblea

11.Cuerpo. Hay variantes, dos manos atravesadas por clavos o un rostro de Cristo pintado o en bajo relieve.

12. Dados, están incluidos para recordar que al pie de la cruz los soldados romanos dejaron que el azar determinase a qué manos se iría el manto que cubrió el cuerpo de Cristo. El hombre indiferente ante el sufrimiento ajeno adopta una conducta lúdica, incapaz de acceder a la esencia de las cosas se contenta con la cobertura, con el despojo de la sabiduría, mostrando al hombre más como carroñero que como animal de presa.

13.Escalera, recuerda el momento en que es bajado de la cruz para ser transportado al sepulcro.

14.Esponja, refiere el momento en que le mojan los labios con vinagre, estando ya en la cruz.

15.Farol, indica el momento en que los acusadores de Jesús andan tras él en el Monte de los Olivos

16. Gallo, recuerda la negación de Pedro. Antes que el gallo cantase, el pescador negó ser discípulo de Jesús hasta por tres veces, conforme se le había anticipado.

17.Guante o manopla. Elemento usado por los soldados para flagelar a Jesús.

18. Hostia, junto al cáliz simbolizan el cuerpo y la sangre de Cristo

19.INRI que ocupa la parte alta de la cruz, y anota: Iesus Nazarenus RexIudeorum, o sea "Jesús nazareno rey de judíos", dicho en son de mofa y escarnio.

20.Jarra: Junto a la palangana se refiere al objeto usado por Pilato para el lavado de manos.

21.Lanza, simboliza el lanzazo que recibe en su costado izquierdo

22.Látigo, simboliza los azotes que recibió el Cristo.

23.Lienzo de la Verónica. Paño donde quedó grabado el rostro de Cristo (vero icono) después que la mujer se lo diera para secarse el sudor.

24.Mano, enfatiza la bofetada que Jesús recibió ante el Sanedrín (consejo supremo de los judíos)

25.Martillo

26. Palangana, rememoran a Pilatos lavándose las manos, es decir exonerándose por la sangre del justo que ha de pagar por los pecadores.

27.Palma. Usada por el pueblo para vitorear y aclamar al Señor el Domingo de Ramos.

28. Paloma, su presencia concierne a la resurrección, es el espíritu que Cristo encomienda al Padre eterno.

29.Rayo. Alude a la tormenta por la que se rasgaron los cielos tras la muerte de Cristo.

30.Segueta: representa el oficio de carpintero de Jesús

31.Soga: Usada para el descenso del Cuerpo de Cristo

32. Sol y la Luna, son los marcadores del tiempo. La muerte terrenal de Jesús suscitó un gran acontecimiento cosmológico, el eclipse del sol y la luna,  en aquel momento tembló la tierra y la luz dio paso a las tinieblas.

33.SPQR inscrita en la parte alta de la cruz, quiere decir: Senatus Populusque Romanus, esto es "Senado y pueblo de Roma", frase que a veces reemplaza a INRI, que es la sigla más difundida.

34.Sudario. Donado por Nicodemo y con el que se cubrió el cuerpo de Cristo. Puede estar superpuesto y a veces decorado y con flecos.

35.Tenaza, remarcan que el hombre empleó objetos de su invención para consumar el martirio de Cristo. Se usó para desclavar al Señor.

36.Tinaja, recipiente de donde se toma el agua para lavarse las manos o para dar a beber.

37.Trompeta, símbolo del anuncio del Juicio final.

38.Túnica, manto púrpura que nos recuerda la vestidura ensangrentada del Nazareno colocada como burla por su condición de rey. 

jueves, 13 de diciembre de 2018

ROSELL DE ALMEIDA, P. Carlos El humanismo de los padres griegos

 ROSELL DE ALMEIDA, P. Carlos El humanismo de los padres griegos Colección Recta ratio, Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, 2018, 47 pp

En tiempos recios como los que nos toca vivir en los que caen hasta los fundamentos y los pilares de la sociedad, reconforta que se nos presenten los modelos que nunca pasan, que siempre nos ayudarán a caminar, los clásicos, los de ayer, los de hoy, los de mañana.

La profunda crisis antropológica que nos golpea sólo se resolverá de la mano de estos gigantes del humanismo que fueron los santos padres, los que tendieron puentes desde su saber teológico y vivencia cristiana con su saber científico y vivencia humana, los que crearon la feliz armonía ciencia-fe-vida teniendo como centro la persona humana según Cristo, Verbo encarnado, Dios humanado.

Comienza por presentarnos las diversas definiciones sobre el humanismo, como movimiento cultural previo y hermanado con el Renacimiento del S. XV, como doctrina que estudia y profundiza en el sentido del hombre dentro del mundo.

A continuación traza las líneas fundamentales del humanismo patrístico griego; por una parte, la vertical por la que el hombre se orienta hacia Dios, como ser llamado a la divinización, como ser divinizado por Cristo y el Espíritu Santo, sin dejar de reconocer su enfermedad por el pecado; en segundo lugar, la línea horizontal en relación con la cultura (fecundo diálogo), con las autoridades (a las que respeta), con los ciudadanos (con los que establece la solidaridad), con la creación (el respeto al cosmos).

En síntesis, el humanismo de los padres griegos se abre a Dios (teologal), se proyecta en los demás (cultura solidaria) y abarca una visión total de la persona humana (humanismo integral).

Gracias, P. Carlos, por presentarlo con tanta sencillez y profundidad.

sábado, 8 de diciembre de 2018

P. Esteban PUIG T., Aurora en América (María, estrella de la primera y de la nueva evangelización


P. Esteban PUIG T., Aurora en América (María, estrella de la primera y de la nueva evangelización) (Ediciones Paulinas, Lima, 2016, pp.151)

 

La obra se publicó en una primera versión en la  USAT (Chiclayo, Perú, 2002, 145 pp) y se puede consultar en el repositorio http://alicia.concytec.gob.pe/vufind/Record/UDEP_0efe9bdedcbe2754e1214f5df2d8c4b9/Details

https://www.facebook.com/sharer/sharer.php?u=https%3A%2F%2Fpirhua.udep.edu.pe%2Fhandle%2F11042%2F2308

 Presenta en portada la imagen de "Nuestra Señora de la Evangelización" de Roque Balduque y que regaló Carlos I a la Catedral de Lima; en la anterior era Nuestra Señora de Copacabana de Lima.

Se prescinde también de la cordial dedicatoria "con amor filial a la siempre Virgen Santa María, Madre y evangelizadora de América" así como del obligado y preciado prólogo de Monseñor Jesús Moliné, en aquel momento obispo de Chiclayo y gran canciller de la universidad editora. En su lugar figura la delicada figura de Nuestra Señora de Guadalupe con sus elocuentes palabras: "¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?".

En la introducción se da cuenta del modo más coherente, según la teología, la historia y el sentido común, que si "María es la Estrella matutina que precede al Sol que es Cristo… convirtiéndose en "el prototipo de la presencia viva de la mujer en la inculturación del evangelio" (p.7) así sucederá en la aurora de la evangelización americana y a lo largo de toda su historia.

Destaca el autor cómo "el amor singular de Madre para con los hijos latinoamericanos, posee matices y rasgos maternales muy característicos y entrañables. Siempre que se aparece o se manifiesta, se dirige a sus hijos con palabras y hechos llenos de profunda ternura. Sus manifestaciones y palabras llegan a lo hondo del corazón porque van impregnadas de cariño" (p.7)

Como preámbulo se inserta la descripción de la Virgen del Pilar, a la que pone fecha exacta dos de enero del 40, y que recoge la tradición según la cual la Virgen María, estando aún viviendo en Jerusalén, se presenta (no se "aparece") en carne mortal al apóstol Santiago, en Zaragoza, y pide levantar una Iglesia para dispensar sus favores.

El P. Esteban señala la feliz coincidencia entre la celebración de la fiesta del 12 de octubre desde tiempo inmemorial y la llegada al Nuevo Mundo de la nao Santa María. Del mismo modo, Nuestra Señora de Guadalupe, en México, se hace presente en la tilma de Juan Diego y manda construir un templo "para allí demostrar todo su amor".

Los destinatarios de sus palabras y de su mensaje son almas francas, sencillas, humildes, pobres, sin dobleces, muy buenas... ¡niños al fin! Todos los que recibieron estas "visitas" de María fueron auténticos evangelizadores enamorados de la Virgen. Se registran sus nombres: Guatícaba, bautizado con el nombre de Juan Mateo, de la República Dominicana, mártir en 1496 Los mexicanos Cristóbal (1527), Antonio (1529) y Juan (1539) oriundos de México, San Juan Diego (1531) el vidente de Guadalupe; Gregorio López, 1596, Sebastián Aparicio, "santo carretero", 1600, el "Negrito" Manuel de Argentina, Beata Mariana de Jesús (1645) "azucena de Quito", Tito Cusi Yupanqui, Sebastián Quimichu, en Perú...

En América surgieron advocaciones propias de cada país, en el modo y manera más fiel a su identidad específica y culturas ancestrales, como lo muestran sus bellos y armoniosos nombres: Guadalupana, Aparecida, Suyapa, Coromoto, Treinta y Tres, Cobre, Cocharcas, Luján, Chiquinquirá...Esto le hará constituir un principio de identificación, unificación y surgimiento de la Patria amada. A Ella acudirán para reafirmar sus valores cuando están amenazados por intereses malsanos que quieran arrancarle el timbre de gloria de cristiana y católica. De ahí que por ejemplo Argentina o Cuba hasta en su misma bandera patria el color azul se deba al manto azul de la Virgen. "María es la Patrona, la Guardiana, la Mariscala, la que vigoriza la raíz de la unidad nacional en su identidad y en su destino" (p.151)

María, Madre de Jesús y Madre nuestra "viene a ser como el nudo de seda que ata, fuertemente, sin apretaduras subyugantes, la cultura hispánica con la autóctona y la africana originando la cultura mestiza, hija vigorosa y espléndida del feliz entramado entre América, África y Europa" (p.11).

Entre las numerosas advocaciones se ha privilegiado las narraciones más clásicas y documentadas.

De forma didáctica, se presentan las naciones dispuestas en orden alfabético. En primer lugar, Argentina, con Nuestra Señora de Luján. De la que se ofrece una foto de su imagen (en blanco y negro en cada capítulo y una selección a todo color en las páginas centrales), la historia de la advocación y su culto, seguido de una síntesis de la historia de la iglesia de la nación y de la bibliografía usada que se brinda un texto. Lo mismo se hará con los veinte países restantes: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República dominicana-Santo Domingo, Uruguay y Venezuela.

Si tuviésemos que seleccionar algunos relatos emocionantes estaría el de la Virgen de Copacabana y su devoto y escultor Francisco Tito Yupanqui, a punto de ser declarado siervo de Dios, la de Guadalupe con una espléndida síntesis del relato y retrato de Juan Diego, y para el caso peruano, Nuestra Señora de Copacabana de Lima con la que "se llenaron dos cálices de aquel sobrenatural licor (sudor)" –en frase de Santo Toribio, y Nuestra Señora de Cocharcas, "más bella que la flor de Amancay" y el indio Sebastián Quimichu, según el relato de Pedro Guillén en 1625 y el bello librito de Monseñor Enrique Pélach i Feliu.

Se añade en esta edición la entrañable advocación arequipeña de "Nuestra Señora de la Candelaria de Chapi" con un tierno subtítulo proveniente del habla popular "la Mamita de los lonccos" y que concluye con una bellísima oración en ese lenguaje (pp.120-123).

Culmina con un argumento lógico contundente: "Dios quiera y la Virgen María, Estrella de la Primera evangelización, sea también, impostergablemente, la de la Nueva Evangelización renovada" (p.151).

Agradecemos a su autor el gesto de editar y actualizar con leves retoques esta obra agotada a la que deseamos –gracias a la presencia planetaria de Paulinas- una difusión universal de lo más auténtico del genio latinoamericano surgido al calor de Aparecida del que el Papa Francisco es el mejor representante.

 

José Antonio Benito



--

irma_logo_2José Antonio Benito

I.E.T, Investigación, Decano HHyCCSS

Jr. Carlos Bondy 700

Pueblo Libre. Lima

T. 4610013 - Anexo 143

jueves, 6 de diciembre de 2018

Testimonio de Wini Serpa, sobrina del P. Juan, en el décimo aniversario

Testimonio de Wini Serpa, sobrina del P. Juan, en el décimo aniversario

 

Quiero en representación de la familia, agradecerles su amable asistencia a esta importante conmemoración, que representa mucho más que eso, el Padre Serpa ésta con nosotros, y quiero dirigir unas palabras en su memoria.

 

Ya hace más de 30 años, una semilla de fe inquebrantable y alegría para ayudar a los más pobres, fue plantada por el Sacerdote Juan Serpa Meneses y permitió reconstruir desde las cenizas, dos iglesias: Montserrat y San Sebastián, e hizo germinar el Complejo Asistencial Parroquial Nuestra Señora de Montserrat con sedes tanto en Lima como en Huachipa.

 

Hoy lo recordamos y lo celebramos porque lo bueno nunca se olvida. Son 10 años de su partida al encuentro de Dios, que siendo bendecido por nuestro creador se convirtió en un soldado, un luchador que jamás se amilano y convirtió los retos en oportunidades efectivas en varios frentes, siempre defendiendo al más necesitado, y también a través de campañas sociales como la "lluvia de papel" impulsando el arte con la interpretación de la banda del colegio del Cóndor Pasa al momento de la Consagración en la Eucaristía y los cánticos de los jóvenes acompañados de guitarras, flautas y panderetas que con el anda de la Virgen de Montserrat en hombros recorrían las calles de Añoli, Siete Puñales, Salsipuedes, Jr. Ica, Cañete  y jirón Callao para llenar la misa dominical de niños a las 11:00 de la mañana, la misa de los abuelitos a las 7am y la misa de jóvenes a las 7pm,  actividades patrióticas como el izamiento del pabellón nacional acompañado de la PNP en la Plazuela de Montserrat, son solo algunos de los recuerdos que marcaron nuestra memoria para la eternidad.

 

Muchos de los presentes recordarán verlo llegar del mercado "la parada", con megáfono en mano a bordo de la camioneta blanca Toyota, donada por el Papa Juan Pablo II, repleta de vegetales que habían brindado los comerciantes para preparar alimentos en el Comedor Infantil y el Colegio.   

 

El Padre Serpa, en base a su fervor católico y su incansable labor para buscar oportunidades a las niñas y jovencitas de pobreza extrema de todo el Perú, que eran seleccionadas por los párrocos y los alcaldes de las provincias más alejadas de nuestro país, las educaba y capacitaba en el Instituto Tecnológico Huachipa, logrando que se desarrollen y mejoren su condición económica.

 

No puedo dejar de mencionar su apasionada labor con la feligresía quechua que llenaba la Plaza de Armas en olor a multitud, al ser su vicario y de la cual se sentía plenamente orgulloso por su entrañable identidad nacional de las majestuosas misas en quechua de la cual fue pionero en el Perú de esa feligresía quechua que más adelante nos emocionará al entonar el Apu Yaya Jesucristo en su memoria.

 

Tengamos presente que el Padre Serpa, nos enseñó a cultivar el sentido de la amistad y el amor al pobre, siempre decía "Compartir es Vivir" y "Nadie es tan pobre que no tenga algo que dar ni nadie es tan rico que no necesite la ayuda de los demás". Como anécdota mencionaré que aquel amigo que recibía una invitación para almorzar del  Padre Serpa, era para escucharlo hablar de sus proyectos y sueños, que se convertían inmediatamente en realidad por voluntad de Dios, buscando y gestionando a través de las figuras políticas y el apoyo de los medios de comunicación, en especial de su gran amigo el Dr. Francisco Miro Quesada Cantuarias.

 

Definitivamente, estamos ante la presencia de una "OBRA DE DIOS" en la persona del Padre  Serpa, creo como Sobrina directa, que no hay palabras como expresar que no lo volveremos a ver físicamente, sin embargo nos corresponde a todos reconocer que dejo frutos abundantes: como sus tenaces profesores, generaciones de niños y jóvenes y una feligresía compacta, esta Obra Socio Educativa está ahora en manos del Padre Luis Ayala y la obra no se detiene!!! avanza día a día, JUAN SERPA ésta con nosotros, sigue dando luz sobre nuestra propia capacidad de AMOR AL PROJIMO, solo decirle que  seguimos  amándole  muchísimo y deseamos que siga feliz en la Gloria de Dios Eterno y la Virgen María Santísima, su obra continúa, apoyémosla siempre.   GRACIAS!!!