jueves, 27 de abril de 2017

Rosa Carrasco Ligarda, autora, presentó el libro “Santa Rosa de Lima: escritos de la santa limeña”

Se realizó presentación oficial del libro "Santa Rosa de Lima: escritos de la Santa Limeña"

Se realizó presentación oficial del libro

En el marco del año por los 400 años de Santa Rosa de Lima, la Dra. Rosa Carrasco Ligarda (también profesora de nuestra institución universitaria), presentó el libro "Santa Rosa de Lima: escritos de la santa limeña" en el Convento de Santo Domingo.

StaRosaLimaLibro2Acompañada por nuestro Gran Canciller, Eminentísimo Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne y nuestro rector, Pbro. Dr. Carlos Rosell, además de otros sacerdotes y público en general, la autora de este libro dio alcances sobre la importancia que tiene esta edición especial.

Rescató, también, la ardua investigación que ameritó la realización de este libro; así como el hecho que contenga imágenes de primera mano de los escritos.

Cabe destacar que en esta edición de colección de los escritos de la Santa peruana, el P. Rosell ha sido el "Nihil Obstat" (encargado de cuidar la doctrina) de este libro.

El costo de esta edición es de S/ 100 (cien) soles y se puede conseguir en nuestra área de publicaciones de nuestro Campus universitario (Jr. Carlos Bondy 700) o llamando al 4610013 anexo 101. También, mediante correo electrónico a publicaciones@ftpcl.edu.pe


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miércoles, 19 de abril de 2017

Beatificar al padre Carlos Pozzo, fundador de CIRCA: http://elpueblo.com.pe/noticia/primera/aspiran-beatificar-al-padre-carlos-pozzo-fundador-de-circa


Aspiran beatificar al padre Carlos Pozzo, fundador de Circa


Carlos Pozzo
Fuente de la imagen: 
Cortesía
Un italiano que dejó huella en Arequipa. Fue comerciante, le gustaba el deporte, la fotografía, leer y escribir. Promovió la construcción de escuelas, albergues, policlínicos y casas de retiro. Lo quieren santificar.
 Por: Rossmery Puente de la Vega
Fotos: Adrián Quicaño P.
 Carlos Pozzo logró con estilo sobrenatural edificar su obra, y la defendió hasta con los puños. Enfrentó a un hombre que destruía los altares que formaba con sillares y calaminas para celebrar las misas en donde construyó su primer colegio. Vestía sotana, y se remangó las mangas de la camisa.
Fue un incidente de donde nació su fama de boxeador. Fue un hombre de corta estatura, metro sesenta, que no pisó un ring de box, aunque él bromeaba que por eso tenía la nariz chueca. Su lucha fue en los polvorientos pueblos jóvenes que fueron apareciendo en la ciudad de Arequipa producto de la migración. 
Oficiaba misas donde no había templo. Colocaba dos sillas, sacaba su maletín y sotana. Cargaba ladrillos y conducía carretillas. Siempre retornaba con los zapatos llenos de polvo, pero eso no le preocupaba. Se ganó con su trabajo que lo llamaran "El vicario de los pueblos jóvenes". Su obra, a la que bautizó como Circa, está en estas zonas.
Religiosamente se dormía a las diez de la noche y levantaba a las tres de la mañana. Rezaba, leía y escribía. A las 05:00 de la mañana, iba a oficiar misas y supervisar a los colegios, en su Volkswagen que manejaba con rapidez. Como si estuviera fugando, al estilo de Los Magníficos, su serie de televisión favorita. Reía con las locuras de "Mario" Baracus, el musculoso soldado de color, encargado de conducir una furgoneta negra donde se movilizaba el grupo.
No temía a la muerte, ni al destino de su obra. "Yo soy mayor, voy a morir, pero Dios nunca muere, la obra es de Dios", contestó en una entrevista. Murió a los 92 años de edad, luego de sobrevivir a tres infartos. Al cuarto no pudo esquivarlo. Escuchó misa antes de retornar a su cuarto en el convento de los Jesuitas en Lima, al sentirse algo fatigado.
Han transcurrido nueve años, desde ese día. Los que heredaron la responsabilidad de mantener su trabajo, han decidido continuar sin olvidarlo. En el local de la avenida Kennedy se pueden ver varios cuadros de él en las paredes. Las fotos que colgaron captaron al sacerdote amigo: gesto angelical, contento, escaso cabello, cejas abundantes, ojos pequeños.
La puerta del pequeño cuarto número 112 de la vivienda de la avenida Kennedy, donde dormía el padre Pozzo, luce una inscripción hecha por él con lapicero: "El padre Pozzo no recibe documentos, etc., sino copias fotostáticas". Además, reza un cartel: "padre espiritual". Con una ventana al patio, desde donde se observa a pocos metros la capilla donde fue enterrado.
El ambiente luce como si continuara ocupado. La cama tendida. Una cámara marca Alfa conservada en su estuche. Un intercomunicador para llamar a la oración, la comida a la una de la tarde. Su pequeña maleta de cuero de viaje. Una bocina que hacía sonar para asustar a los distraídos. Libros, papeles sobre pequeñas repisas. En la pared cajones de metal con candados cerrados. Frascos de colonias y shampoo casi llenos. Botella de aceite de olivo. Sombreros y gorros. Un cuadro de la Virgen de la Maravillas. Llaves colgadas.
Por ahora nada de la habitación ha sido revisado, no es el momento dice, Alicia Medina Bravo, responsable de mantener la obra del sacerdote. Los papeles que ya revisó de otros ambientes, le han revelado que el padre afrontó muchos problemas con su obra.  Comenta que conversa con él, y siente que le responde. En sueños ha sido reprendida por el padre cuando toma decisiones equivocadas. "Una vez me echo de Circa. Dije, seguro estoy haciendo algo malo", contó. Ella decidió seguir el camino del sacerdote, cuando tenía catorce años de edad.
 
COMERCIANTE
Carlos Spallarossa Pozzo era su nombre completo. Lo suprimió por la dificultad que advirtió existía al pronunciar su apellido paterno. Nació el 28 de marzo en el pueblo Bogliasco, Génova (Italia). Hijo de un albañil y una madre dedicada a su hogar de doce hijos. Su familia abandonó su ciudad natal por las crisis que enfrentaba el país producto de enfrentamientos. Llegaron al Callao (Lima) cuando él tenía dieciocho años de edad.
Se dedicaron al comercio. Ahí aprendió la venta de artefactos y reliquias, recurriendo a todos los medios. Contó que una vez vendió una radio vieja como nueva. El cliente no se percató porque la escuchó funcionar. A los veinte y ocho años de edad optó por abandonar las trampas. Ingresó a la Compañía de Jesuitas, para ser sacerdote.
De sus años sin sotana contaba poco. Que le gustaba el mar, nadar y cabalgar caballo. Los tallarines rojos. Tenía cuarenta años de edad cuando llegó a Arequipa. Nunca más retornó a Italia. Cuando tuvo oportunidad para hacerlo, su corazón se lo impidió. El primer colegio que fundó fue San Martín de Porres en Alto Selva Alegre, de donde salió la primera promoción hace 45 años. Ahí tuvo las primeras riñas y el enfrentamiento con personas de distinto pensamiento.
Hablaba italiano, español y latín, pero al momento de acordar la construcción de un colegio, recurría más al trabajo que las palabras. ¿Quieren colegio?, ¿Quieren templo?, interrogaba a las personas. Si la respuesta era positiva, les pedía un terreno, donde construían con el trabajo de todos.
No estuvo de acuerdo en crear albergues, porque pensaba que un pequeño debía crecer en un hogar, pero la necesidad le tocó la puerta. Un pequeño de nueve años de edad, llamado Armando, fue abandonado cerca al local de la avenida Kennedy. "Dios quiere algo", dijo el padre. 
Edificó una institución numerosa y fuerte: Circa. Se levantaron treinta y seis colegios, donde estudian 17 mil. Se crearon centros de educación técnico-productivo donde están 200, ocho albergues o Casas Bonitas (Sumac Wasi) que cuidan a 230 niños, policlínicos, casas de retiro, grupos.
Para financiar la obra, padre Pozzo se encomendaba a la "Divina Providencia", tenía amigos e ingenio. Actualmente existe una Asociación de Millón de Amigos de España que aporta 2 mil 900 dólares al mes, promovida por la madre Zaleta Pérez, a quien recuerdan como "el padre Pozo en falda, para ella no había obstáculos". Está mal desde hace siete años en Lima. Realizan ocho campañas de papel, recogen 20 toneladas. De Alemania también llega ayuda. Hay nuevos planes para continuar la obra. Medina dijo que tienen un proyecto para construir un instituto superior en Cono Norte y en Socabaya, tienen terrenos pero falta financiamiento.
Por su obra los promotores de Circa han emprendido un trabajo silencioso para la canonización del padre Pozzo. Su hermana Luisa, que vive en Italia, de 92 años de edad, llama preocupada por su obra y su santidad. Medina tiene un milagro que contar. Sobrevivió a un accidente cuando iba manejando en la carretera, y salió bruscamente del vehículo. Cayó, y resultó solo con algunos golpes. Dice que invocó al sacerdote. Ella confía que aparecerán más casos y que la obra de padre Pozzo seguirá resguardada.
 

martes, 11 de abril de 2017

SANTA ROSA Y CARAL EN EL BILLETE DE 200 SOLES

SANTA ROSA Y CARAL EN EL BILLETE DE 200 SOLES

¿Qué tiene que ver Santa Rosa de Lima con Caral? Contemplen el billete y saquen sus conclusiones. La cara o anverso "Santa Rosa de Lima" representa el personaje peruano más valorado y más universal de todos los tiempos de nuestra historia. La cruz o reverso nos brinda la imagen de la Ciudad Sagrada de Caral, la cultura más antigua del Perú y de América.

El 31 de agosto del 2011 el Banco Central de Reserva puso en circulación este billete de 200 nuevos soles, el de mayor valor en este momento, que viene a sintetizar lo más valioso de nuestro patrimonio inmaterial (espiritual) y material (arqueológico).

Hace más de 4.000 años nos encontramos con nuestros antepasados que muestran ser muy religiosos. Tanto que los arqueólogos no terminan de encajar la ausencia de armas y la sola presencia de templos. Hace 400 -23 de agosto del 2017- dejaba el suelo limeño y se nos iba para el Cielo, Isabel Flores de Oliva, Rosa de Lima, la que definió su biógrafo José Antonio del Busto como "la mujer más valiente del virreinato", la primera santa de América. Rosa y Caral representan la cara y cruz de nuestro billete más valioso y viene a recordarnos que lo religioso en el Perú siempre y en todo su territorio ha sido motor de desarrollo pleno, aglutinante y cohesión social, paz y concordia, acicate y garantía del buen vivir.

Les comparto algunos textos entresacados de publicaciones de Ruth Shady, descubridora y actual directora de todo el proyecto de Caral, quien pondera que "el rol de la religión en la conformación del Estado en el Perú ha sido crucial, como puede inferirse de la información arqueológica disponible". Los templos destacaron en los centros urbanos y en torno a ellos se desenvolvieron las actividades cotidianas de diverso orden. Cada asentamiento tuvo así un carácter sagrado y los templos fueron el foco de la dinámica socioeconómica y política. Efectivamente, la ciudad que fuera ocupada entre los 4500 y 3500 años antes del presente, muestra hasta cuatro tipos de construcciones ceremoniales o templos (templos piramidales con plataformas superpuestas de 30 m de altura, templos de segundo tamaño con anfiteatro, templos de tercer y cuarto tamaño) todos ellos de piedra con paredes enlucidas de barro y pintadas, algunas veces decorados con relieves pintados. Además de éstos, se han identificado conjuntos habitacionales, igualmente de diferente dimensión y calidad de los materiales constructivos (cañas amarradas con fibras de junco o de piedra), distribuidos en varios sectores de la ciudad, enlucidos y pintados, con evidencias de culto y de la práctica de rituales votivos.

Algunas de las estructuras arquitectónicas de períodos tardíos de Caral llevaron en las paredes pequeños nichos, relacionados con funciones estrictamente ceremoniales. Es lo que suponen las estatuillas de arcilla sin cocer, a manera de entierros simbólicos, generalmente representando a mujeres relacionadas con rituales de propiciación o fertilidad; los textiles, cestos y alimentos quemados; cruces tejidas u "Ojos de Dios"; entierros de niños o adultos, algunos ataviados con collares, indicadores de alto estatus como la denominada "Dama de los Cuatro Tupus" hallada en Áspero y dada a conocer en enero del presente año; cuentas, lascas o fragmentos de piedras semipreciosas; spondylus de cuarzo; conchas de Choro mytilus con cabellos humanos, cuarzo.

Asimismo, se encuentran recintos en los templos o en los sectores residenciales que recibieron determinadas ofrendas: bolsas de fibra, «shicras», llenas de piedras, usadas durante el proceso de enterramiento arquitectónico, para su posterior remodelación; un trozo de algodón en cuyo interior había una semilla de huayruro, puesto al lado de una pared; estandartes romboidales, colocados en la pared externa de una casa. Cabe destacar la construcción de una caja ofrendatoria, en la que se colocaron una serie de objetos, en un contexto estrictamente ritual.

A través de los varios siglos de ocupación de la ciudad sagrada de Caral sus conductores desarrollaron un programa permanente de remodelación de las edificaciones, estrechamente vinculado con actos religiosos. Los pobladores de Supe y de las zonas, bajo la influencia política y religiosa de Caral, estuvieron reconstruyendo y renovando todo el tiempo los santuarios y edificios seculares de la ciudad. Tales cambios se daban en medio de ceremonias, rituales y ofrendas, en relación con la dimensión de los cambios. Los gestores de la ciudad encontraron en la religión el instrumento justificatorio del gobierno ejercido sobre los habitantes y, en el trabajo.

 

LOS DIOSES DE CARAL: VICHAMA Y PACHACAMAC
Vegueta deriva de la palabra Vega, quiere decir tierra baja, llena y fértil. Del vínculo entre Végueta-Caral-Spero nace la ruta de los Dioses del Fuego sagrado o "zona magnética". En esta tierra se encuentra la historia del dios Vichama, hermano de Pachacámac.
PACHACAMAC fue el oráculo principal de la costa y de él se decía que era el creador de todas las cosas y la fuerza que animaba a todos los seres vivos. En otras partes decía del demonio que era el Señor que había dado ser al mundo, y que se llamaba Pachacamac que dice dador de este mundo" (Juan de Betanzos, 1551). Por su parte Bernabé Cobo (Lima, 1653) escribe: "Llámase Pachamama, nombre del ídolo o dios falso a quien era dedicado, que quiere decir Hacedor del mundo; el cual era labrado de palo con una figura fiera y espantable, y con todo eso muy venerado; porque hablaba por él el demonio y daba sus respuestas y oráculos a los sacerdotes ".  Como "hacedor del mundo" y creador de personas, plantas, animales y todo cuanto hay en el mundo, Pachacamac está ligado a varios elementos de la naturaleza, como el agua, y otros fenómenos, como los temblores, muy comunes en la costa pacífica del Perú. Sin embargo, lejos de ser quien protege a las personas de los movimientos telúricos, era quien los provocaba y a quien había que agradar y ofrendar para que no mande dicho azote. Pachacamac también está presente en los mitos y leyendas, tanto de la costa como de la sierra de Lima. Destaca el mito recogido por el Padre Luis de Teruel en 1617 en una campaña de extirpación de idolatrías e incluida en la obra "Crónica Moralizada del Orden de San Agustín" escrita por Fray Antonio de la Calancha, (Barcelona, 1638). Pachacamac creó una pareja, pero al no tener alimentos, el hombre muere de hambre. La mujer, desesperada, pide ayuda al Sol, padre de Pachacamac para que la provea de alimentos y no correr la mala suerte de su pareja. En respuesta el Sol le promete a la mujer los solicitados alimentos, pero a la vez la fecunda, procreando un hijo con ella para que sea su guardián. Al conocer Pachacamac la intervención de su padre, el Sol, furioso y muy celoso por la intromisión mata al niño y lo descuartiza en muchos pedazos. Desolada por la desgracia de su hijo la mujer entierra sus pedazos ocurriendo un hecho prodigioso: de los dientes del niño brota el maíz, de sus huesos, las yucas y demás raíces, de la carne los pepinos, pacaes y otros frutos. Desde entonces no se pasó hambre y se vivió en abundancia.

VICHAMA era hijo del dios Sol, por tanto hermano de Pachacamac. Los dos se disputaban la soberanía del pueblo. Pachacamac, aprovechando la ausencia de Vichama mata a su madre y a su hijo recién nacido; del niño sembró los dientes y nació el maíz, sembró los huesos y nació la yuca, sembró la piel y nacieron los pepinos, pacaes y toda clase de fruto tropical. Cuando Volvió Vichama buscó a su madre y a su hijo, pero no los encontró. Entonces, hizo despertar la furia de Viachama, quien invocó al Dios Sol para que convirtiera en piedra a los habitantes del pueblo por ser cómplices del asesinato. Pachacamac, al ver esto, huyó hacia la selva. El poderoso dios Apinka y los dioses de piedra de la selva Yumpiri y Naviri lo expulsaron de su territorio, construyendo una enorme barrera sagrada llamada Cordillera de los Andes, para que nunca regresase. Luego de esto se refugió en el fondo del Oceano para que su padre el Sol, no lo encuentre jamás con su luz. Posteriormente, Vichama invocó al dios Huamán Katax para que trajera 3 huevos, uno de oro del que salieron los Curacas y los Nobles, otro de plata, del que salieron mujeres como la princesa Mishki de Paramonga, y otro huevo de Cobre del cual salieron los plebeyos, para construir las ciudades y templos

http://www.zonacaral.gob.pe/billete-y-moneda-de-caral/

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/antropologia/1999_N09/religion.htm

http://www.zonacaral.gob.pe/noticias/caral-lo-que-revela-el-hallazgo-arqueologico-peruano-del-2016/

http://javi7082.blogspot.com.es/2008/06/religion-y-crencias-de-vichama-y-caral.html