domingo, 28 de junio de 2015

Fwd: Articulo de madre María Pilar de Jesús

MADRE MARÍA PILAR DE JESÚS,

 LA CARMELITA ANDARIEGA DE LOS ANDES PERUANOS

(Valladolid 1917-Chiclayo, 1997

Pool Alexander Castillo Valiente 

 

"Vuestra soy, para vos nací", escribió en una de sus poesías santa Teresa de Jesús.  Y, sin duda, fue una característica que siempre vio reflejada en su vida la santa de Ávila. Era sólo del Señor Jesús, por eso, al sentir el llamado de Dios de reformar el Carmelo no se detuvo sino que con determinada determinación se lanzó a la gran empresa de fundar casas de la Virgen, como ella llamaba a sus monasterios. Estas fundaciones, a lo largo de toda la historia desde el primer monasterio de San José de Ávila por ella fundado, han dado frutos grandes de santidad.

 

Así, del penúltimo monasterio que fundó la santa andariega en Palencia - España surgió una gran misionera, que vendría al Perú a reformar el Carmelo de Cuzco y que desde ahí fundaría muchos más carmelos al estilo de su madre fundadora. Madre María Pilar de Jesús, conocida por sus hijas como "la Mamita", ha sido una misionera oculta en el corazón de Jesús, que ha ayudado mucho en la evangelización del Perú y que ha dejado muchos frutos que hoy se extienden por muchas regiones del país y fuera de él.

 

Fue una carmelita enamorada de Jesucristo y convencida de su vocación, de quien algunos obispos han dicho que era del porte de Teresa de Jesús y que fue alegría y consuelo en su ministerio. Una mujer que no sólo se dedicó a la oración sino que en tiempos muy difíciles, ayudo a los pobres sin salir de la clausura y sin caer en ninguna clase la ideologización del mensaje evangélico.

 

"La andariega de los andes", así la podríamos llamar a este mujer que sin ningún miedo se lanzó a grandes empresas y como su madre fundadora fundó muchos carmelos donde se gloría a Dios y se inmolan por la santidad de los sacerdotes y la salvación de almas.

 

Vallisoletana del Carmelo de Palencia

María Pilar Rodríguez nació en Valladolid - España, el 7 de febrero de 1917, en el seno de una familia profundamente cristiana, de sólidas virtudes morales y religiosas; fue la segunda de seis hijos: Luz, Pilar, Ricardo, Fidel, Luis, José Andrés.

 

Estudió en un colegio de madres Dominicas Francesas donde supo asimilar sus santas enseñanzas. No le costó adaptarse al género de vida del colegio; alegre, traviesa y simpática, se hacía querer por todas las personas de su entorno. Terminados sus estudios le encomendaron la atención de la familia; los padres y hermanos atendían un establecimiento grande que tenían en el paseo Zorrilla. Pilar con la ayuda de una empleada, con generosidad y olvido propio, se hizo cargo de todo; se multiplicaba para atenderles deseando tan sólo el bienestar y felicidad de los suyos, adivinando sus pequeños caprichos, para tenerlos contentos.

 

Tenía en su corazón el deseo de entregarse al Señor como carmelita descalza, cuando tuvo la edad necesaria se lo dijo a su padre que no acepto con alegría la decisión de su hija y le dijo que hiciera lo que ella quería; Pilar que había escuchado del Señor decir que quien no deja padre y madre no es digno Él, se lanzó a pedir su ingreso en el Carmelo de Valladolid pero las vacantes estaban llenas, las mismas madres le aconsejarán que fuera a Palencia donde también la santa madre Teresa había fundado un monasterio. Al ser aceptada se lo comunicó a sus padres y llegada la fecha la acompañaron hasta la puerta reglar del Carmelo donde las hermanas con los velos sobre sus rostro y velas en sus manos le acompañaban en su ingreso, beso el piso y le dijo al Señor que le mantuviera siempre en su casa.

 

Se entregó a su nueva vida con un gran fervor, tuvo la gracia de encontrar una priora santa, que supo encauzar esa naturaleza ardiente por el camino de la santidad; descubrió cuanto podía sacar de esa alma generosa que el Señor ponía en sus manos; lo hizo con suavidad y energía exigiéndole todas las virtudes que la santa madre quería ver en sus hijas. Pilar con obediencia, humildad y disponibilidad se aprovechaba de todo. Recibió el santo hábito el 1 de enero de 1942, emitió sus votos temporales el 2 de enero de 1943 e hizo la profesión solemne el 2 de enero de 1946.

 

La llamada del Perú. Cuzco y Abancay

El año de 1954 vino al Perú por pedido de la comunidad del Cuzco que quería que vinieran dos madres de uno de los conventos fundados por la santa andariega, para vivir con mayor perfección las reglas y constituciones que la santa fundadora había dejado. Así, el 3 mayo, comenzó su gran obra reformadora e implantó en el Carmelo del Cuzco todas las costumbres del Carmelo de Palencia.

Una de las cosas que se encontró aquí fue la diferencia marcada entre hermanas legas que se encargaban de los trabajos duros y de la cocina y las de coro que se dedicaban a la costura y la oración, madre Pilar quito esas diferencias y empezó a hacer que todas recen y trabajen. También quiso que se viviese la pobreza tal cual lo pensó la santa de Ávila por eso empezó a pedir a las hermanas que devuelvan las cosas que no le fueran necesarias en sus celdas, como hábitos, dulce, etc.

Nueve años estuvo de priora en San José de Cuzco y de ahí se lanzaría hacer su primera de las seis fundaciones que hizo. Monseñor Alcides Mendoza, obispo de Abancay, le pidió una fundación en sus diócesis, y la madre fundó el Carmelo de San José Abancay el 29 de junio de 1964, este Carmelo empezó con siete religiosas profesas, cinco de Cuzco y dos de Ayacucho; aquí aprendió mucho pues tuvo serias dificultades, especialmente económicas y en la dirección de la construcción.  Fue ella misma quien hizo los planos, ciertamente con la ayuda de un arquitecto y un ingeniero; puso toda la atención posible en la construcción del primer piso para después con la ayuda de Dios poder continuar junto con el maestro de obras con el resto de la construcción, ya sin la necesidad del ingeniero, pues no tenía el suficiente dinero para poder pagarle y, de esta manera, economizaba para poder pagar a los obreros. Las hermanas trabajaban acarreando bloquetas, arena y agua, y ella iba a la cabeza animando a todas con alegría.

 

Así iba avanzando el convento; al mismo tiempo iba enseñándoles a sus hijas las virtudes en medio de las dificultades que tenían por la estrechez de la casita en que provisionalmente vivían. Terminado el edificio y la iglesia, afluyeron vocaciones tan rápidamente que pronto ocuparon todas las plazas que permiten las leyes del Carmelo: veintiuna monjas. Como seguían viniendo jovencitas, se pensó en una nueva fundación. Le habló al señor obispo de Abancay, ya entonces Monseñor Enrique Pélach, para hacer una fundación en Tacna ya que Monseñor Oscar Cantuarias había solicitado un Carmelo para su diócesis; pero monseñor Pélach le pidió que la hiciera en su misma diócesis, y madre Pilar aceptó.

 

Madre Pilar se puso hacer los planos y empezó las construcción del nuevo palomar de la virgen en el Valle del Cumbao – San Jerónimo, constantemente viajaba en cualquier movilidad, en camiones con incomodidades sin cuento. Siempre que la necesitaban estaba ella dirigiendo la obra y ayudando espiritualmente a las hermanas hasta que se terminó la construcción del monasterio de la Virgen del Carmen. Aquí se quedó de priora madre Manuela María de la Cruz, que sería su mano una gran ayuda en sus fundaciones; regreso a Abancay donde era priora y desde ahí ayudaba espiritualmente a las comunidades del Cuzco y San Jerónimo.

 

Yurimaguas, Huancavelica

Monseñor Miguel Irízar, Vicario Apostólico de Yurimaguas – Loreto, deseaba un Carmelo en la selva y, precisamente fue a pedírselo a madre Pilar por consejo del Nuncio Apostólico. Aquello era muy difícil porque era muy lejos y las hermanas eran jóvenes, sin embargo, ya de 65 años, la madre se fue con siete religiosas el 16 de octubre de 1982, como obsequio al centenario de su santa fundadora Teresa de Jesús. El clima tropical y el inicio de una comunidad le hicieron desplegar su gran fortaleza, dando ánimo y alegría a las hermanas que iban con ella; las hermanas que se quedaron en Abancay sufrieron un arranque terrible, la madre también sufrió pero todo se lo ofrecía a su Divino Esposo: el Señor Jesús. Sus ardientes y animadoras cartas mantenían siempre unidas a todas sus comunidades.

 

Estando Yurimaguas le pidieron una fundación en Huancavelica, y viajó personalmente con la madre priora de San Jerónimo que era la madre Manuela y al estar ahí se enfermó de una taquicardia debido a la altura, se regresó y no pudo dirigir personalmente esta fundación. Ella mismo hizo los planos y con sus consejos y directrices dirigió desde Yurimaguas al monasterio de santa Teresita del Niño Jesús.

 

Chiclayo, Huancayo

El día 4 de febrero de 1985, el Santo Padre Juan Pablo II bendijo en la ciudad de Trujillo una preciosa imagen de Nuestra Señora de la Paz, enviada y portada por el católico pueblo de Chiclayo. El Papa la bendijo y mirándola exclamó: "esta imagen merece un monasterio –y corrigiéndose continuó- un santuario". El señor obispo monseñor Ignacio María de Orbegoso lo escuchó, el pueblo lo escuchó y se decidió: la Virgen de la Paz tendrá un santuario y un monasterio. El obispo de Chiclayo pidió a madre Pilar fundase un Carmelo. Ella era priora en Yurimaguas y desde allí organizó la fundación, nueve hermanas de Abancay llegaron a Chiclayo y ella una compañera más de desde la selva peruana. El 26 de Mayo de 1991 iniciaron su vida de carmelitas en el monasterio de Nuestra de la Paz y san José; durante este tiempo atendía Yurimaguas de donde era priora y esta nueva fundación, el año de 1992 a petición de la comunidad de Chiclayo que la eligió priora, se quedó ahí.

 

En 1993 le pidieron a madre Manuela una fundación en Huancayo, ella se lo comunicó a madre Pilar, pero "la mamita" por su delicada salud ya no podía viajar a la altura, así que desde Chiclayo acompañó espiritualmente a esta fundación y desde ahí la dirigió con sus sabios consejos ayudando a sus hijas del nuevo monasterio de san José.

 

Madre Pilar no se dejaba llevar por respetos humanos. Cuando se trataba de la gloria de Dios y del triunfo de la verdad, nunca le importó quedar mal con la criaturas, así se le siempre. Sus fundaciones, fueron iniciadas con escasos recursos y frecuentemente con ninguno, pero siempre fueron colocadas en el Corazón de Jesús y puestas en manos del tesoro del Carmelo: san José; por eso los monasterios surgieron y se poblaron de vocaciones, forzándole a abrir nuevos "palomares de la Virgen".

 

La duda y el titubeo nunca fueron características suyas. Lo que Dios quería lo ejecutaba siempre y prontamente, costara lo que costase. A pesar de las muchas dificultades, siempre siguió adelante; su amor a Dios y su unión con el Divino Esposo se percibía con evidencia y claridad palpables. Era una mujer profunda, que vivía de la oración.

 

Valores y virtudes

Como buena hija de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz habla de ellos como de seres tan queridos y tan próximos que parecía vivir con ellos; en los momentos oportunos gustaba repetir a sus hijas frases y textos de ellos. En la lectura diaria de la comunidad leía sus obras y las explicaba muy al detalle, utilizando ejemplos muy prácticos que hacían comprender más fácilmente los textos. Deseaba impregnarnos a sus hijas del espíritu de sus santos fundadores, y ellas gozaban escuchándola.

 

Fue abnegada y entregada, sincera y confiada, jovial y entusiasta y, al mismo tiempo, profunda, maternal y bondadosa; fuerte y firme, cuando exigía la virtud y la entrega incondicional al Señor. Quería a sus monjas maduras y varoniles.

 

Infundió en sus monjas esa vida carmelitana de intimidad amorosa con Dios, en soledad y retiro; el espíritu de una verdadera vida de familia, de un calor de hogar donde las alegrías y dolores se comparten y donde ella como madre era el lazo de unión donde que todas se estrechaban como hijas suyas y hermanas verdaderas.

 

Supo organizar el trabajo de tal manera que lo dejó como sólido fundamento en todas sus comunidades, estimulando a las hermanas a mejorar cada día sus labores y a vivir de su trabajo, de tal manera que les permita compartir con los pobres el fruto de sus labores.

 

Le dio el Señor el don de educadora, no se asustaba de los defectos, si veía humildad y deseos de corregirlos; sabía aprovechar lo bueno de cada alma, sin exigir más de lo que podía dar. Estaba dotada de una viva y penetrante inteligencia, de voluntad férrea y constante, que se convertían en tenacidad cuando era necesario. Era enérgica y arrolladora, de reciedumbre castellana, hecha de rectitud y sinceridad, y con mucha gracia de Dios; esto lo resume todo. Reconocía sus limitaciones y errores con gran humildad, y cuando los cometía sabía pedir perdón.

 

El amor a las santas reglas y constituciones era inmenso, se las quería imprimir hijas no sólo en la mente sino en el corazón, para que las practicaran y las conservaran con amor, como herencia preciosa que les dejó su santa madre Teresa de Jesús. En la época post conciliar lucho junto con sus hijas y las hijas de santa Maravillas de Jesús por conservar el Carmelo tal cual lo dejó su santa madre.

 

Amó mucho a Jesús, María y a san José, al que nombró padre, señor y mayordomo de sus monasterios, le escribió una novena circular en su honor que pasa de hermana en hermana cada nueve días y nunca termina.

 

Una de las grandes obras realizadas por ella fue la vocación de la monja externa, que cuando vino al Perú no existía, la movió a esto su amor por los pobres con quienes se encontró en el Cuzco y desde el principio ayudó, por eso en casi todas sus fundaciones hay comedores populares que dan de comer a los mendigos y son dirigidos por las monjas externas. También fundó el aspirando el más grande de todos sus aciertos, porque es de ahí de donde han salido todas las vocaciones para sus fundaciones.

 

Tuvo una salud muy precaria pero siempre lo llevo todo con alegría, estando en Yurimaguas le encontraron un tumor maligno, pero ella nunca tuvo miedo sino que siguió adelante. Ya en Chiclayo en 1995 volvió a sentirse mal, las hermanas le rogaron que se deje ver del médico y aceptó; vieron que tenía un tumor y había que extirparlo. La llevaron a Lima al hospital de neoplásicas pero no pudieron operarla porque ya estaba ramificado; los médicos confesaron su impotencia ante tal metástasis, ella recibió la noticia con un "bendito sea Dios, si así lo quiere está bien". No perdió nunca la serenidad y la alegría de siempre, los médicos y las enfermeras quedaron edificados.

 

"Pronto, Señor, nos veremos"

Le pronosticaron ocho meses de vida, regresó a su convento el 8 de Octubre de 1995, contenta, alegre y animando a todas sus hijas; al llegar la recibieron con el TE DEUM, y comenzó su vida normal asistiendo a todo, participando en todo, haciéndonos olvidar que estaba enferma.

 

Así  fueron pasando sus días hasta el 17 de marzo de 1997 estaba muy enferma y en cama, le había subido la fiebre y respiraba con dificultad, a las 10:00a.m entraron Monseñor Jesús Moliné y el padre Hilarión Rubio, ambos le dieron la absolución y la bendición. Todas sus se reunieron en su celda y rezaron la recomendación del alma, se entonó la salve y al terminar expiró, eran las 11:13a.m. Su rostro quedo lleno de tanta paz, que dicen las hermanas daba devoción el mirarla; la amortajaron y la pusieron en una hermosa caja blanca que le obsequiaron. Las hermanas jóvenes la llevaron en sus hombros y todas las llevaron al coro cantando "al cielo, al cielo yo iré".

 

En la reja del coro estaban esperando todas las amistades y los familiares llorando. Luego empezaron las misas; los sacerdotes que tanto le querían, en cuanto se enteraron fueron a celebrar. Al día siguiente, lo mismo; a las 4:00p.m celebraron dos padres carmelitas que vinieron de Trujillo. El funeral estaba programado para las 5:00p.m, pero fue más tarde por el retraso del avión en el que viajaba Monseñor Irízar y una sobrina de la madre que venía desde España; en cuanto llegó Monseñor, celebró la santa misa e hizo el funeral, las hermanas la llevaron en los hombros turnándose, cantando y rezando hasta el cementerio.

 

La vida de madre María Pilar de Jesús se ajustó al espíritu de su santa madre Teresa de Jesús, bien podría ella también cantar aquello de: "Vuestra soy para vos nací… ¿Qué mandáis hacer de mí?". Fue realmente una mujer enamorada de Jesucristo y de la vocación que Él le había regalado, murió en olor santidad y es necesario que su vida no sólo sea conocida en el Carmelo sino que como ejemplo de un verdadero seguimiento de Cristo sea dada a conocer a todos los peruanos y otras partes del mundo.

lunes, 22 de junio de 2015

La Vida estudiantil en la Salamanca clásica y Santo Toribio de Mogrovejo

Luis Cortés Vázquez La Vida estudiantil en la Salamanca clásica

 Ediciones Universidad Salamanca, HU (Historia de la Universidad) 37, 1985, 198 pp, 2ª reimpresión: mayo 2005. Texto pp. 140-141

 

Del capítulo VIII titulado A.M.D.G. el autor glosa de media docena de santos que anduvieron por sus calles, "los más de los cuales si no todos, tuvieron que ver con su Universidad y de ella recibieron enseñanzas" p. 134 San Juan de Sahagún, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, San Juan de Ávila, Beato Alonso de Orozco, San Juan de Villanueva, Ignacio de Loyola y nuestro Santo Toribio.

 

"Pues vengamos ahora a un nuevo santo, el leonés de Mayorga Toribio de Mogrovejo quien, nacido en 1538 llegó a Salamanca en 1562, donde sería colegial del Mayor de San Salvador de Oviedo, que nunca olvidaría mientras vivió, ni en sus remembranzas ni en sus oraciones. Con nosotros permaneció, aunque con alguna ausencia notable, hasta 1573.

La vida de Santo Toribio de Mogrovejo, como acontece tantas veces en las de los santos presenta rasgos que denuncian una clara intervención providencial, no habiendo sido el menor en su caso, el que se viera Arzobispo electo de Lima en 1578, sin tener siquiera ninguna de las órdenes menores. Las cuales hubo de ir recibiendo una tras otra, así como las mayores hasta 1580 en que fue consagrado episcopalmente en Sevilla. Tan pronto como se vio en regla, embarcó para las Indias llegando a la ciudad capital del Virreinato en 1581, donde sería ejemplar y dignísimo arzobispo, ejemplo de amor y caridad para con indios y negros, hasta morir en visita pastoral en 1606, día de Jueves Santo, rodeado de sus amadísimos indios.

De su paso por Salamanca, además de los saberes que aquí adquiriera, llevóse al Nuevo Mundo su devoción por la Virgen serranita y morena de la Peña de Francia, poniendo una imagen de esta advocación en el Monasterio de Santa Clara limeño, su fundación bienamada, e informando así de ello al Papa clemente VIII: "Está en este monasterio una imagen de la Virgen de la Peña de Francia, de mucha devoción para el pueblo".

Cumple recordar a este colegial egregio salmantino, para pagar el inextinguible recuerdo que de nuestra Universidad conservó siempre, en los fecundos días de su arzobispado limeño, enviando cartas a su amado Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo, dando cuenta de su vida y solicitando las oraciones de los colegiales: "Me hagan merced de avisar siempre de su salud y de las promociones del Colegio, y ocuparse en su servicio, que para mí será de sumo contentamiento y regalo, como hijo de esa santa casa, cuyo acrecentamiento deseo mudo" (Tomo estas líneas del santo de L. de Echevarría, "Nuevas pági8nas de Historia Universitaria Salmantina" I. Antiguos Catedráticos y Alumnos. Salamanca 1968, p.34

domingo, 21 de junio de 2015

“PARA VOS NACÍ, Historia, arte y patrimonio del Carmelo teresiano de Lima. 1643-2015”

Con motivo de los 500 años del natalicio de santa Teresa de Jesús, la comunidad de reverendas Madres Carmelitas Descalzas de Lima comparte con nosotros el excepcional legado artístico que guardan con celo en la clausura de su monasterio.

"PARA VOS NACÍ, Historia, arte y patrimonio del Carmelo teresiano de Lima. 1643-2015", será la vitrina para exhibir por primera vez en la Galería Municipal de arte Pancho Fierro cerca de 50 piezas de la colección de arte de uno de los edificios religiosos más antiguos de Lima.

Este proyecto curatorial pone en relieve un excepcional acervo patrimonial, muchas veces olvidado y sin acceso, para compartirlo de forma abierta e inclusiva con la población, beneficiándolos de su innegable valor.

Esta muestra constituye un aporte a la recuperación de la memoria del centro histórico de Lima a través del reconocimiento, investigación y difusión de la riqueza artística que alberga.


La muestra está abierta al público del 10 de julio al 9 de agosto en la Galeria Municipal de Arte Pancho Fierro


LUIS MARTÍN BOGDANOVICH y DENISSE ROUILLON

Curadores



viernes, 19 de junio de 2015

UNA JOYA A PUNTO DE BRILLAR. Se organiza el Archivo de la provincia dominica de San Juan Bautista del Perú

UNA JOYA A PUNTO DE BRILLAR

Se organiza el Archivo de la provincia dominica de San Juan Bautista del  Perú


Bastaría con saber que los dos primeros obispos Vicente Valverde y Jerónimo de Loayza son dominicos o que Santa Rosa y San Martín anduvieron por estos lares y están bien documentados en su vida y procesos de canonización. Pero no está de más recordar que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos tiene su cuna aquí y que la también Universidad San Martín nació por obra del dominico Vicente Sánchez Valer y que todo está aquí bien documentado.

Y si consideramos sus conventos, parroquias, colegios, cofradías y hermandades, instituciones, publicaciones, prensa, radio, sermones,…veremos que este archivo es un auténtico tesoro de ciencia, humanidad, santidad, peruanidad.

Mucho sabe de esto el infatigable Padre Angulo o el P. Guillermo Álvarez, pero quien realmente conoce su potencialidad y todo lo que va apareciendo a medida que se va organizando es el infatigable archivero Melecio Tineo Morón, quien, por iniciativa del provincial P. Juan José Salaverry, va dando forma a este riquísimo archivo que, meses atrás era un almacén de trastos y poco a poco va luciendo como un archivo de primera. Deseamos que para el octavo centenario de la Orden, en el 2016, esté organizado, catalogado y pueda dar servicio al público como tienen programado.

Por mi parte, quiero agradecer la invitación a visitarlo y compartirle que la documentación es de primer nivel. Sean bulas, profesiones, testamentos, actas de capítulos, sermones manuscritos, novenas y panegíricos, escritos de religiosos de la Orden, fincas, misiones, procesos de beatificación…y mil y una sorpresa como una carta autógrafa del generalísimo José de San Martín en 1821 y que fue catalogada por el P. Angulo. 

miércoles, 17 de junio de 2015

TRAS LAS HUELLAS DEL SANTO JURISTA TORIBIO MOGROVEJO EN LA CATEDRAL Lima 17 junio 2015

TRAS LAS HUELLAS DEL SANTO JURISTA

TORIBIO MOGROVEJO EN LA CATEDRAL

Lima 17 junio 2015

La Catedral  Si la catedral es la cátedra del obispo, la Catedral de Lima se convierte en la cátedra de verdad, belleza y bondad desde la que irradia con luz propia la santidad de Santo Toribio, patrono de los obispos de América y el auténtico padre de la Iglesia de América. Desde el momento en que Lima salió a la calle para recibirle calurosamente en su ingreso el 12 de mayo de 1581 aquí en la Catedral, entre el Santo y la Iglesia Mayor de la Ciudad de los Reyes se han ido creando lazos indestructibles. Aquí celebró misa a diario y en días solemnes de fiesta, ordenó sacerdotes, consagró obispos, confirmó, participó en concilios y sínodos, honró a Nuestra Señora de Copacabana. A la Catedral llegaron sus restos mortales un 27 de abril de 1607, traídos a hombros por miembros del Cabildo desde la lejana ciudad de Zaña, donde falleció un jueves santo del 23 de marzo de 1606. Aquí se festejó por todo lo alto su beatificación y su canonización. Aquí, año tras año se ha ido recordando su santidad para seguir su ejemplo, en especial por parte de sus sucesores los cuales le han tributado especial devoción.

La inauguración de la primitiva iglesia levantada por Francisco Pizarro en el solar de la Catedral actual data del 11 de marzo de 1540. El 14 de mayo de 1541 es erigida en Catedral por bula de Paulo III. El 17 de Septiembre de 1543 firmó el acta de erección canónica de su Iglesia,  que por voluntad del Papa Paulo III la designó como titular al Apóstol y Evangelista San Juan. La primitiva catedral de adobe sucedió al templo edificado por Pizarro y la comenzó el arzobispo Loaysa hacia 1550. Se terminó en 1551, medía 260 pies, era toda ella de adobe, excepto la capilla mayor que era de piedra abovedada y fue costeada por doña Francisca Pizarro, hija del conquistador. El citado Arzobispo emprendió la obra de la segunda catedral, dándole mayor extensión y orientándola de este a occidente y no de norte a sur como la anterior. En 1589 Mogrovejo escribía al Rey diciéndole que "no se ha puesto piedra en ella y los cimientos de media iglesia...están a medio estado de mucho tiempo a esta parte". El 2 de febrero de 1601 pudo celebrarse su dedicación, aunque faltase la mitad (portadas y torres), la primera parte de la tercera catedral. Tan sólo el 2 de febrero de 1604, el Santo Arzobispo inauguró la primera parte de la tercera catedral. Ocupaba la Segunda Catedral de Lima todo el frente longitudi­nal de la Plaza Mayor comprendido entre el edificio del Palacio Episcopal y la calle Judíos, con una anchura que no sería mayor de la primera nave transversal de la Tercera Catedral actual. Se alzaba en una sola nave de planta g6tico-isabelina muy alargada, en la que se incorporaba atravesado un gran arco toral que separaba la capilla mayor de la nave de los fieles; y tenía como cubierta una armadura de par y nudillo a dos aguas labrada con madera; y posiblemente contaría con dos puertas de ingreso abiertas hacia la Plaza .Mayor. Se conservan de la Segunda Catedral de Santo Toribio los cuatro tableros manieristas de media talla tallados por Martín de Oviedo para el retablo de la cofradía de San Joseph de los carpinteros, que se conservan en los muros laterales de la capilla actual de esta misma advocación que –según el P. Antonio San Cristóbal- fueron bendecidos por Santo Toribio; y también perdura el gran recuadro tallado de la Adoración de los Magos colocado ahora en la entrada a la Sacristía y que fueron testigos mudos de las celebraciones litúrgicas de Santo Toribio. Del sector catedralicio construido en tiempos de Santo Toribio Alfonso perdura la gran sacristía del Cabildo de los canónigos donde se revestiría Santo Toribio de los ornamentos litúrgicos para salir a bendecir la nue­va obra catedralicia en 1604 .En 1609 un terremoto dañó las bóvedas de la parte construida. Entre 1614 y 1615 se cambiaron las bóvedas renacentistas de arista por bóvedas góticas de crucería. El 15 de agosto de 1622 se celebró la primera Misa en la tercera Catedral terminada. Por fin, el 19 de octubre de 1625 el arzobispo don Gonzalo de Ocampo consagró la catedral y se pudo inaugurar el nuevo templo. El gran problema que se ha presentado a lo largo de la historia ha sido que los diversos terremotos (1609, 1678, 1687, 1690, 1746, entre otros) hicieron estragos sobre todo en las bóvedas, que sufrieron diversas reconstrucciones. El 6 de enero de 1898 se inauguró la Catedral con el aspecto que hoy la vemos. La planta quedó edificada en base a un espacio rectangular, que se distribuye a manera de un tablero cuadriculado en cinco naves longitudinales que corren desde el muro de los pies al testero, y en nueve transversales tendidas de uno a otro de los dos muros laterales alargados, tal como había sido concebida desde sus inicios. En el 2004 –para recordar el centenario del segundo momento con Santo Toribio- se restauró e iluminó.

 a. Capilla de Santo Toribio. En 1729, tras las fiestas de la canonización que culminaron en el 22 de mayo, se trasladaron .las reliquias del cuerpo del Santo a la capilla del Arcediano don Juan Velázquez y Ovando. Esta capilla es la cuarta del lado de la epístola, entrando por la puerta del Perdón, y  fue propiedad del Arcediano de la Catedral y Subdelegado de Cruzada en Perú, Dr. Juan Velázquez (anteriormente estuvo aquí su retablo-sepulcro). A. San Cristóbal nos informa que su retablo de caoba negra de dos cuerpos y tres calles fue traído desde la antigua iglesia de la Recoleta de Belén de la Orden de la Merced. Corresponde al mejor estilo de los retablos limeños de la primera mitad del S. XVIII; destaca la fuerza ascendente de sus cuerpos por el centro del retablo que hace abrirse y curvarse por el centro los elementos arquitectónicos de sus cuerpos, un contraste muy acentuado frente a la rigurosa horizontalidad de los cuerpos en el retablo de san Juan Bautista de Martínez Montañés. En el nicho se ha colocado la imponente imagen de Santo Toribio como padre y pastor, acompañado de sus símbolos característicos: mitra, báculo, cruz pectoral y capa pluvial. Según el Dr. Rafael Ramos Sosa su autor puede ser Francisco Martínez, quien recibe 180 pesos, según contrato con el Cabildo Catedralicio el 30 de abril de 1686, por "una hechura de bulto de vara y tres cuartos de alto de Santo Toribio Arzobispo para su mismo día, pintado, dorado y encarnado con toda su vestidura, ropaje, grabado y báculo y demás adminículos" en estos términos: Ha sido felizmente restaurada en febrero del 2006 por Jaime Rosán, Director del Taller del Arzobispado.

A ambos lados del retablo, sendas vitrinas que contienen por una parte una casulla encarnada del Santo, decorada con la imagen de una ánfora de la que brotan espigas de trigo y flores, una estola del mismo color. En la otra vitrina se muestran dos cáligas o calzado ceremonial episcopal, así como la valona, cuello grande y vuelto sobre la espalda, pechos y hombros, usado por el arzobispo.

Cuelga en el muro lateral el cuadro que los canónigos compraron a la iglesia de Santa Liberata el 19 de enero de 1897, que representa la fachada principal de La Catedral tal como quedó tras el terremoto de 1746, valioso documento gráfico de la catástrofe. La vista de la Plaza Mayor de Lima (1711-15); es uno de los dos lienzos –el primero- votivos que narra el robo sacrílego padecido por la parroquia del Sagrario en el 1711. El segundo representa el desagravio presidido por el Arzobispo Diego Ladrón de Guevara en procesión hasta el parque de Santa Liberata.

Acerca de las reliquias (cráneo, huesos de la columna y extremidades), debido a tan continuo trasiego, por seguridad se han trasladado al Palacio Arzobispal. Este año jubilar, se ha colocado una en el altar principal (Reliquia astilla de vértebra dorsal)

Debido a la veneración profesada por el Cardenal Landázuri al Santo está enterrado en el nicho que él mismo costeó en esta capilla, tras la delicada carta de solicitud al Cabildo. Una lápida recuerda su deseo de restaurar la capilla: "Esta Capilla de Santo Toribio fue restaurada el año del Señor de 1979 en conmemoración del IV Centenario del nombramiento episcopal del Santo, siendo Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Sr. Cardenal Juan Landázuri Rikkets. Pax et bonum". En la lápida de su sepultura figura esta sencilla leyenda: "Emmo. Señor Cardenal Juan Landázuri Rikkets , O.F.M., XXX Arzobispo de Lima y Primado del Perú, 19-12-1913, 18-01-1997. Paz y Bien".

A la entrada hay diversas lápidas que recuerdan los hitos más importantes. Así, una lápida de 23 de marzo de 1906, está dedicada al tercer centenario de la muerte, dando cuenta del prelado reinante, Dr. Manuel Tovar, la comisión organizadora de las fiestas (Manuel Segundo Ballón, Carlos García Irigoyen, Belisario A. Philipps, Ignacio Escudero, Rector del Seminario, José Toribio Polo y Guillermo Basombrío), así como una larga lista de protectores por sus donativos económicos: Arzobispo Manuel Tovar, Supremo Gobierno, Monasterio de la Concepción, Beaterio de Copacabana, Padres de la Compañía de Jesús, Seminario de Santo Toribio, Religiosas del Sagrado Corazón, Enriqueta Bolívar de Soria, Carlos García Irigoyen, Alejandro Aramburu, Belisario Philipps, amador Sotomayor, Miguel Ortiz y Arnáez, Julio Zárate, Jaime Tovar, José M. Samamé, Religiosas de las Descalzas, Convento de Santa Catalina, Santo Domingo, San Agustín, Unión Católica de Señoras, Unión Católica de Caballeros, Universidad Mayor de San Marcos, Consejo Católico del Apostolado de la Prensa, MM. Terciarias de Santo Tomás, MM. De San José de Cluny, Jesús Beltrán de Elías, Carlos M. Elías, Toribio Elías.

 b. Lápidas y recuerdos. El 16 de marzo de 1979, con motivo del IV Centenario de su nombramiento episcopal se colocó lápida conmemorativa con un texto semblanza de su vida, encabezado por su escudo episcopal. Ese mismo año se colocó en otra lápida un texto del Papa Juan Pablo II, pronunciado el 27 de enero de 1979 en la Basílica de Guadalupe, México, en el marco del la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano:Otra efemérides notable fue el Concilio Limense. Otra lápida, ilustrada con un medallón de mármol con su efigie recuerda su patronazgo del episcopado latinoamericano. Su Santidad el Papa Juan Pablo II, por iniciativa del Eminentísimo Señor Cardenal Juan Landázuri Ricketts, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, y a pedido unánime de la Conferencia Episcopal Peruana y del Consejo Episcopal Latinoamericano declaró a Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, II Arzobispo de Lima, PATRON DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Roma, 10 de mayo de 1983, Laus Deo.

 c. Ara de Altar en que celebró Misa. La preciada reliquia corresponde al ara de altar sobre la que celebró muchas veces la Santa Misa el segundo arzobispo de Lima, Santo Toribio Alfonso Mogrovejo. d. Capilla de Pizarro. La Primera: capilla recuerda al fundador de la ciudad y la catedral, Pizarro. Aquí estaba enterrada también la hermana de Santo Toribio, Grimanesa. Hay un mosaico del Santo.

 e. Documentos: Actas Capitulares, Consueta, Concilios y Sínodos, Libro de la Visita, Reales Cédulas, documentos sobre su proceso de canonización.  

 f. Sala capitular y sacristía En la sacristía se revestiría Santo Toribio de los ornamentos litúrgicos para salir a bendecir la nueva obra catedralicia en 1604. En la Sala capitular figura su retrato en compañía del retrato de todos los arzobispos; su retrato lleva una hermosa leyenda alrededor que lo dice todo: " Fue muy limosnero, sin reservarse ni aun su camisa, obispo de Lima y padre de pobres".. Su retrato fue hecho por el clérigo pintor Juan Bautista Planeta en 1635, por encargo del Cabildo, y para enviarlo al Papa.

g. En el Museo de Monseñor Alberto Brazzini, cuadro del milagro del agua de Macate, un óleo del S. XIX de Francisco Masías, año 1875, que está siendo reprodu

 h. Capilla del Baptisterio. La primera por la izquierda, justo enfrente de la capilla de Pizarro. En el cuadro Apoteosis de la Iglesia Limeña , imagen de Santo Toribio, junto a Santa Rosa y San Francisco Solano y otros beatos y siervos de Dios peruanos que reciben el homenaje de un ángel que desciende de los cielos y les ofrece una lluvia de rosas. Encima del gran cuadro, en el tímpano de un frontón semicircular se rememora un bautizo y confirmación administrados por el Santo a indios de la sierra y de la selva. El autor del cuadro es el célebre presbítero Matías Maestro.

  i. Vitral en lo alto de la fachada de entrada de la  nave principal. j. Cripta: Están enterrados todos los arzobispos de Lima, excepto Santo Toribio y Monseñor Lissón (que lo está en la capilla de los santos peruanos).José Antonio Benito (ucss.edu.pe; www.arzobispadodelima.org; jbenito@ucss.edu.pe)

lunes, 15 de junio de 2015

Siervo de Dios P. Serapio Rivero, OSA (1917-2002) por el P. P. Ángel Ruiz de Loizaga,

P. Serapio Rivero, OSA (1917-2002)

Padre Serapio Rivero Nicolás (14 de Noviembre de 1917 – 24 de Noviembre de 2002)

P. Serapio Rivero Nicolás. Sacerdote-agustino. Alma eucarística y mariana, Lima 2010

El P. Ángel Ruiz de Loizaga, OSA, rescata de nuestro siervo de Dios su cristocentrismo eucarístico y su devoción mariana, en el más acendrado agustinismo, y su desvivirse por los demás. Lo pueden palpar en esta deliciosa obrita de 120 `pp., bien documentada, ilustrada, para todos los públicos.

Nace el P. Serapio Rivero en Bercianos del Real Camino, León, siendo sus padres, Juan y Victoriana. Ingresa al noviciado en Valladolid en 1933 y realiza su primera profesión en 1934. La guerra civil interrumpe sus estudios eclesiásticos que alternara entre Valladolid y el Real Monasterio de El Escorial donde los culminará en 1941, profesando de votos solemnes el 20 de septiembre de 1941. Es ordenado de sacerdote el 21 de marzo de 1942 en Madrid.

En 1943 el P. Serapio Rivero, "Riverito" para los amigos, que lo éramos todos, había sido destinado a Iquitos, por lo que había recibido el crucifijo de misionero en le Basílica de la Virgen del Pilar, en Zaragoza. Pero al llegar al Perú, es destinado al Seminario que tenían los Agustinos en Chancay

Pasados unos meses le trasladan a la comunidad de Chosica donde vive al servicio de Dios y de su pueblo querido hasta el final de sus días. Su labor pastoral la desarrolla en dos campos: la parroquia y la educación.

Casi treinta años como capellán de las Religiosas Salesianas de Chosica, Vicario Parroquial de nuestras parroquias de San Fernando (Chosica), pero, sobre todo, de Santo Toribio de Mogrovejo, Iglesia principal de la Villa del Sol. A varias generaciones ha bautizado, ha dado la primera comunión, ha casado y ha ayudado a bien morir. Conocía a cada uno de sus parroquianos y se le veía rodeado de personas sencillas. Largos años transcurrió celebrando la misa vespertina, previo rezo del Santo Rosario, confesiones y siempre la homilía diaria: directa, practica y adaptada a tantas gentes humildes que le acompañaban.

Casi toda su vida transcurrió en el aula, patios y capilla del Colegio Santa Rosa de Chosica. Sus fuertes eran los cursor de Religión y Geografía práctica, y sobre todo, la Astronomía. Era un apóstol de la buena Prensa. Las fotocopiadoras y sus operadoras agradecen al P. Rivero por la constancia en difundir el mensaje de Cristo. En los patios repartía revistas, copias de devocionarios y oraciones y estampas.

Siempre rodeado de jóvenes a quienes, mas de una vez, perdonaba el castigo a cambio de una revista "Aguiluchos", "Misión sin Fronteras", etc.

Todos intuían en él al hombre recto, al que no se casaba con la doblez ni la mentira, al hombre que se percataba de todo, se sonreía de mucho y rechazaba con firmeza cuanto veía censurable. En su rostro, preocupado, pero alegre con su suerte siempre, es decir, contento con Cristo que lo llamo de pequeño. Seco en el decir, sin florituras, pero con tan sincero cariño y amor apostólico, que nadie puede enfadarse con el. Enamorado de su sacerdocio, loco por la Señora y por un puñado de santos Agustinos e insistentemente pendiente de los Seminaristas de la Provincia Ntra. Sra. De Gracia de Perú.

En el cementerio le aclamaban a viva voz: "Hasta pronto P. Riverito". Por tres veces se oyó este clamor, y también "el P. Rivero, Santo". Un religioso agustino, ya de edad, y que ha asistido al entierro de muchos religiosos comentaba: "Nunca he sentido, como ahora, la certeza de que los restos que sepultamos, pertenecen a un santo".

En Chosica le conocían todos y ahora se encomiendan a el niños y viejos. Era tan evidente que era un hombre de Dios que le están brotando pedigüeños por doquier, para que interceda por ellos ante el Señor. Y parece que no lo esta haciendo tan mal, porque ya se comenta que tiene vara alta para convencer a Dios Padre.

Desde la serenidad y paz de ver todo claro en la diafanidad de Dios, no te olvides de nosotros, P. Riverito."

P. Senén González Martín", Agustino.

Jaime David Abanto Torres concluye en su blog: "Pequeño tributo a mi maestro de las aulas del Santa Rosa de Chosica. Alguna vez le acompañé a las reuniones de la Legión de María. Alguna vez le ayudé en la Biblioteca del Colegio que cuidaba con gran entusiasmo. Cuántos libros prestados por él me inciaron en el mundo de los versos y de la prosa. Sucriptor voluntario de Aguiluchos, alguna vez me transmitió un interés por el orden sacerdotal.
Señor, resérvame un lugar junto al Padre Serapio. No importa si lo canonizan o no.

Referencias:

·         Folleto "Hacia la beatificación del P. Serapio Nicolás Rivero, Agustino", por P. Senén González Martín", Agustino.

·         Blog "Jaime David Abanto Torres",  "Por la canonización del P. Serapio Rivero Nicolás O.S.A. (15/09/2009)" http://blog.pucp.edu.pe/item/69034

·         Parroquia "Santo Toribio de Mogrovejo (Chosica, Perú). https://sites.google.com/site/santotoribiochosica/

·         Asociación Cultural Padre Serapio. Bercianos del Real Camino. http://asocpadreserapiobercianos.blogspot.com/ (1917-2002)


domingo, 14 de junio de 2015

CORONACIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE TACNA. FREDY GAMBETTA

Amigos:

Con sumo gozo les comparto este entrañable correo del querido CGM (César Gutiérrez Muñoz, al que añado otras notas del mismo autor y alguna foto. Mil gracias

JAB

 

Desde Tacna esta interesante nota de Fredy Gambetta, exdirector del Archivo Regional de Tacna y actual Cronista de la Ciudad.

Un cordial abrazo, 

CGM

 

CORONACIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE TACNA

 

                                                               FREDY GAMBETTA

 

En la tarde del 13 de mayo de 1963, en el paseo cívico, acondicionado como Campo Mariano, ante una multitud calculada en más de 20 mil almas, fue coronada Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Tacna y de la Diócesis de Tacna y Moquegua, a base de una Breve Pontificia, promulgada por S.S. Juan XXIII, hoy santo, quien concedía la Coronación Apostólica a la imagen de la Virgen del Rosario de Tacna leída, en sepulcral silencio, por Monseñor Antonio Pinci, Consejero de la Nunciatura Apostólica, de Lima,  en presencia de Monseñor Rómulo Carboni, Nuncio del Sumo Pontífice; del segundo obispo de la Diócesis, Alfonso Zaplana Belliza y del obispo de Huánuco, Ignacio Arbulú Pineda.

 

La coronación de la imagen Virgen del Rosario estuvo enmarcada en la programación del Primer Congreso Mariano de la Legión de María cuya organización fue encomendada al sacerdote franciscano Vicente Sánchez Arauco que mereció, al final de las ceremonias, una pública felicitación de las autoridades, empezando por las eclesiásticas.

 

Fueron padrinos, del hermoso manto de la Virgen, el diputado por Tacna, Víctor Bacigalupo y doña Paquita Lopera de Cornejo. La corona del Niño Jesús fue apadrinada por el diputado por Moquegua, José Caro Cosío y la dama Natalia de Gnecco.

 

En el momento de la coronación se sintió una salva de 21 cañonazos y se entonó el Himno Nacional. Luego, en una carroza, bellamente adornada, se colocó la imagen de la Virgen del Rosario que estuvo escoltada, en la procesión, por imágenes de Pocollay, Pachía, Sama Grande, Calana, Locumba, Toquepala, Omate, Tarata y Candarave. La multitud subió hasta la parroquia del Espíritu Santo y bajó por la avenida Bolognesi para ingresar a la Catedral por la avenida Arequipa.

 

En primera fila, acompañando a los prelados, marchaban los prefectos de Tacna y de Moquegua, Luis Rodríguez Rengifo y Octavio de la Jara, así como el alcalde de Tacna, el probo abogado e historiador, patriota tacneño, doctor Guillermo Auza Arce;  el comandante de armas Teniente Coronel de Caballería, César Campos Quesada y el comandante de la Benemérita Guardia Civil del Perú  Benjamín Zapata.

 

En el extenso programa,  considerando que el domingo 8 se había celebrado el Día de la Madre, se destinó un espacio para rendir público homenaje a la madre tacneña, doña Irene Quelopana viuda de Céspedes y a doña Cristina Cabello de Kuon, madre que representaba al departamento de Moquegua.

 

Como era costumbre, por aquellos años, se premió a la madre prolífica. Por Tacna fue reconocida la señora María Rosa Rossi de Valente, progenitora de 14 hijos. María Butter de Delgado, madre de 13 vástagos, fue la representante de Moquegua.

 

Esos reconocimientos tuvieron lugar, en el Campo Mariano, el día domingo 15. Los actos culminaron con una romería a la cima del cerro Intiorko en el que se colocó la primera piedra del que sería un enorme monumento que se erigiría, en honor de la Virgen del Rosario, y que podría ser visto desde cualquier arteria de la pequeña Tacna. El Nuncio Apostólico, monseñor Carbone, bendijo el lugar en presencia de los padrinos, Delia de Ferrari y Guido Canepa Monteverde.

 

La historia registra que el entonces general Ramón Castilla inició su camino hacia la presidencia de la república en Tacna hincándose ante la imagen de la Virgen del Rosario. Logrado el objetivo fue él quien le entrega el bastón de Mariscala, apenas sentado en la silla de Pizarro,  dirigiendo su pensamiento y su palabra hacia la heroica ciudad del sur, crisol auténtico de la democracia y la libertad, ciudad mártir que sufriría, años después, los rigores de la epidemia de la fiebre amarilla, de los terremotos, la guerra y el cautiverio.

http://lagransaladenoticias.com/wp/?p=2966

 

 

LA VIRGEN DEL ROSARIO,
 PATRONA DE TACNA Y MARISCALA  DE LAS FUERZAS DE LA LEY
 FREDY GAMBETTA

Cuando se profundiza en el pasado de la Heroica Ciudad de Tacna se descubren hechos, individuales o colectivos, que deslumbran y que, en la mayoría de los casos, ayudan a comprender el espíritu libertario y democrático de los tacneños, siempre dispuestos a abogar por la libertad, tal es el caso de su apoyo a Zela y su Primer Grito de Independencia, en 1811; la decisión unánime de liberarse de la ocupación de las fuerzas bolivianas y el mantenerse altivos, y leales al Perú, frente al opresor que la mantuvo cautiva cerca de medio siglo, entre 1880 a 1929.
Sin embargo poco se ha escrito sobre la reiterada defensa de la Constitución y del gobierno legalmente constituido, que  los tacneños hicieron, a través de la historia, especialmente en el siglo XIX, en los primeros años de la República.
En aquellos años, más precisamente el 17 de Mayo de 1843, el pueblo tacneño se alzó contra el gobierno que presidía el General Manuel Ignacio Vivanco, con el pomposo título de ?Supremo Director?. En aquella gesta heroica los líderes de la revuelta fueron los Generales Domingo Nieto y Pedro Bermúdez.
No se debe ignorar, entre los mentores de la rebelión, al sacerdote español Sebastián Ramón Sors, de gratísima recordación para los tacneños, no solamente por la obra pública que impulsó, allí está el ahora viejo Hospital San Ramón, sino por el rol protagónico que desempeñó durante la atención a los miles de enfermos afectados por la epidemia de Fiebre Amarilla que, entre enero y marzo de  1869, diezmó a Tacna. 

A la revuelta de Tacna se une el pueblo moqueguano quien se levanta en rebeldía, casi un mes después,  el 15 de Junio, proclamando a su paisano, el ileño General Domingo Nieto como Jefe Supremo Político y Militar. La sureña Tarapacá, el 1 del mismo mes, habíase también alzado en armas y proclamado a su ilustre hijo, Ramón Castilla, como Sub Prefecto y Jefe Militar de la Provincia.

El General Ramón Castilla ingresa a Tacna, al frente de catorce jinetes, el  5 de Julio de 1843, "por el florido y polvoriento Callejón de Arica", escribe Luis Cuneo Harrison quien también anota " No se detienen ni siquiera en la pila de la plaza para saciar la sed. Atraviesan presurosos las estrechas callejuelas empedradas hasta llegar a la Iglesia Matriz, donde desmontan e ingresan reverentes al templo.

Al frente de este puñado de hombres venía el General Ramón Castilla, quien avanza para postrarse de rodillas ante la imagen de la Santísima Virgen del Rosario, Patrona de Tacna".

El Párroco Sors echó las campanas al vuelo mientras que, reunido el vecindario, se proclamó, a través de un bando, la Constitución de Huancayo. En los aprestos de los tacneños, para hacerse de armamento, aparece otro personaje muy ligado a la historia de Tacna, don Manuel de Mendiburu. En el ínterin se produce una pequeña escaramuza para develar la rebelión de unos militares ariqueños que eran leales al General Vivanco por aquella eterna rivalidad que existía entre Tacna y Arica. Mientras la primera era democrática, la otra tenía espíritu monárquico, conservador.

Castilla empieza entonces su camino hacia el norte, para derrotar a Vivanco. En Pachía, el 29 de Agosto de 1843, vence a los vivanquistas, encabezados por el Coronel Balta. Dos meses después, en San Antonio, asesta otro duro golpe a las fuerzas de Vivanco, esta vez comandadas por el General Manuel de la Guarda. En esa batalla toma más de dos mil prisioneros, y se apropia de cuatro cañones, con los que toma Moquegua. Después de esta batalla, para burlar a Vivanco, los castillistas se retiran a Puno y después ingresan al Cuzco, el 8 de Diciembre.

La batalla decisiva se libró en Carmen Alto, en Arequipa, el 22 de Julio de 1844. En ese lugar, después de ser derrotado, huyó el General Manuel Ignacio Vivanco. El General Ramón Castilla, el 7 de octubre de 1844, precisamente el día que se celebra a la Virgen del Rosario, entrega el mando supremo al Presidente del Consejo de Estado Manuel Meléndez, que regresó de Chile donde había sido deportado.

Al año siguiente, el 19 de Abril, el General Castilla es proclamado, por el Congreso Nacional, Presidente Constitucional, por un período de seis años. En la entrega del mando, el doctor Meléndez hace alusión a que la lucha, por el imperio de  ley, empezó  con Castilla, secundado por el pueblo tacneño. El primer día de su gobierno lo que primero hace Castilla es Proclamar a la Virgen del Rosario, Patrona de Tacna, MARISCALA DE LAS FUERZAS DE LA LEY.

El flamante Presidente le impone a la Virgen del Rosario el bastón de Mariscala y un estandarte en el que se lucían alegorías, bordadas en oro y plata,  que recordaban las batallas libradas por los castillistas en ese largo y sacrificado periplo por restaurar la legalidad. La valiosa y artística bandera fue confeccionada por artesanos cuzqueños. 

Dichas insignias se impusieron a la Virgen del Rosario, en Tacna, el 22 de Julio de 1845, en medio del júbilo de las autoridades, de la  población y de los ?cívicos tacneños?, soldados lugareños que acompañaron a Castilla y que retornaban sanos y salvos al terruño. Como no podía haber sido de otro modo, la oración sagrada estuvo a cargo del Vicario Coadyutor, Sebastián Ramón Sors quien no negaba su adhesión al régimen y, en especial, al Presidente Ramón Castilla y Marquesado, el grande hijo de Tarapacá.

Hoy la Virgen del Rosario luce su bastón de Mariscala. ¿Qué fue del estandarte? Algunos afirman haber visto sus insignias en un cuadro en la vieja Vicaría, hace cuarenta años. Pero, por sobre todo. es preciso devolver, con gloria y majestad, a la Patrona de Tacna su título de MARISCALA DE LAS FUERZAS DE LA LEY. Y nada mejor que hacerlo en este glorioso día 7 de octubre. Su día en el santoral.

   
 FREDY GAMBETTA

http://www.peruan-ita.org/personaggi/gambetta/gambetta-virgen.htm

sábado, 13 de junio de 2015

Mateo Crawley Boevey ss.cc. Apóstol del Corazón de Jesús, arequipeño universal

http://www.sscc.es/crawley.php

Mateo Crawley Boevey ss.cc.

Apóstol del Corazón de Jesús

  Entronización

por Fernando Cordero Morales ss.cc.

Peruano universal.

Mateo Crawley-Boevey y Murga nació el 18 de noviembre de 1875 en Tingo, cerca de Arequipa (Perú). Por el sacramento del bautismo recibió el nombre de Eduardo Máximo. Su padre era inglés y su madre peruana. Cuando Mateo contaba dos años de edad su familia se trasladó a Inglaterra, donde permaneció hasta que el niño cumplió los ocho años. Regresaron a Arequipa y luego tomaron rumbo hacia la ciudad chilena de Valparaíso. Desde su infancia sufrió frecuentes ataques de bronquitis y una laringitis constante. Su madre le aseguró un día: Si Dios quiere que seas sacerdote y apóstol tendrá que hacer un milagro contigo, pues así como estás nunca podrás predicar.

Se educó en el colegio de los religiosos franceses de la Congregación de los Sagrados Corazones. En esta corta etapa podemos observar la rica confluencia de idiomas con que contó la formación del futuro apóstol.

Siendo estudiante en el colegio de los Sagrados Corazones tuvo lugar la muerte del P. Damián de Molokai. Fue un hecho que animó al joven Mateo a entrar en la Congregación a la que perteneció el misionero belga. Contaba quince años de edad cuando pide permiso a sus padres para iniciar la vida religiosa. Al fin, tras una primera respuesta negativa de su padre, permiten a su hijo que tomase la opción que creyese más conveniente para su futuro.

Inició su noviciado el 2 de febrero de 1891. Antes de la profesión temporal su P. Provincial enviaba al Superior General una carta fechada el 10 de septiembre de 1892: Mañana profesará un joven novicio peruano, un simpático joven, modelo de piedad, de penitencia y de excelente carácter. Es el mejor de todos desde que se inauguró el noviciado en América del Sur. Él hizo mucho bien a los seis novicios que recientemente llegaron de Francia. Ya desde el noviciado Mateo fue un apasionado de la eucaristía y de la adoración.

El P. General planeaba enviar a Mateo a realizar los estudios eclesiásticos en la Universidad de Lovaina, pero su Provincial logró retenerlo en Chile. En una carta al Superior General expresa que quiere ser un santo y verdadero religioso.

Tras su ordenación sacerdotal en la Catedral de Santiago de Chile, el 17 de diciembre de 1898, sus superiores le ponen al frente de la Acción Social, una organización muy necesaria en el Valparaíso de la época, donde las clases trabajadoras eran explotadas en extremo. Trabajó también como profesor en el colegio y en la Universidad.

Su frágil salud cambia el rumbo de su vida.

Su dedicación a los más necesitados, a causa del terremoto que destruyó casi por completo Valparaíso el 16 de agosto de 1906, le condujo a un estado de total agotamiento. Los médicos aconsejaron al Provincial que hiciera viajar al enfermo durante un largo tiempo. Estas prolongadas vacaciones darán un nuevo rumbo a su vida. Llegó al monasterio de Paray-le-Monial donde santa Margarita María de Alacoque recibió las revelaciones del Corazón de Jesús. Aquí fue donde el P. Mateo descubrió su misión en la Iglesia: la entronización del Corazón de Jesús en los hogares, en los pueblos, en las ciudades y países. Y juntamente con esto la Hora Santa, la consagración de las familias al Sagrado Corazón, la práctica renovada de los primeros viernes, la adoración nocturna y cuanto se refiere a la devoción al Corazón de Jesús. Antes de dejar Paray-le-Monial se consagró totalmente al Corazón de Cristo: Sagrado Corazón de Jesús, supremo amor de mi vida, yo me consagro a Ti en un espíritu de perfecto abandono a tu divino amor. En tu gran misericordia dígnate aceptarme a mí como una oblación de amor a fin de encender en todos los sacerdotes el fuego de tu amor y el celo por tu divino Corazón...

De regreso a Chile, comienza a publicar innumerables folletos y libros, entre los que destacamos a lo largo de su trayectoria: Jesús, Rey de Amor; Hora Santa y Adoración Nocturna. Funda un secretariado y sale por las casas para entronizar al Corazón de Jesús en los hogares. Hacia el año 1912 eran ya ciento veinte mil las familias en las que había hecho la entronización. Esta entronización de la imagen del Corazón de Jesús había de ser el comienzo de una vida familiar profundamente transformada por el amor de Jesús. De ahí pasó a la entronización en las escuelas, colegios, fábricas, hospitales, oficinas públicas y privadas, incluso en las imprentas. Los obispos de Chile publicaron en abril de 1913 una carta pastoral colectiva recomendando la entronización y pedían al Papa Pío X que enriqueciera con indulgencias especiales dicha práctica. El Papa concedió gustoso lo que pedían los obispos chilenos y su sucesor, Benedicto XV, extendió las indulgencias al mundo entero.

Un predicador con palabras de fuego.

El P. Mateo continuaba predicando en parroquias, colegios, conventos, etc. Fundó la revista El Primer Viernes y escribía artículos en otras revistas y periódicos. Dejando Chile, se fue a Perú, Uruguay y Argentina. En 1914 viajó a Europa, llegando a París en el momento en el que las tropas alemanas se disponían a invadir la capital. Un dominico de Saint-Maximin resumió su impresión de esta manera: Al principio, uno queda desconcertado por esa oratoria que no es oratoria, por esas frases elípticas, esas imágenes inesperadas, esos gestos apasionados... y luego, uno está cogido, se pone al unísono, y cuando al final el predicador hace aclamar a Cristo Rey: "Te amo, Jesús, porque eres Jesús", brotan lágrimas de muchos ojos.

De Francia se trasladó a España, donde fundó treinta y ocho centros de la entronización. Logró entusiasmar al Nuncio, al Primado de Toledo y al cardenal arzobispo de Sevilla. Regresó a Francia, pasó después a Suiza, Austria, Holanda e Italia.

En 1919 vuelve a España. Recorrió la costa del Mediterráneo, pasó por Andalucía, luego por Santander y el País Vasco. Con emoción asistió en el Cerro de los Ángeles a la dedicación del monumento y la entronización del Sagrado Corazón de Jesús en España, hecha personalmente por el rey Alfonso XIII el 30 de mayo de aquel año.

En Sevilla, desde donde escribimos este texto, pronunció el 19 de febrero de 1921 una conferencia espiritual a las religiosas jerónimas del Monasterio de Santa Paula. La Comunidad, puesta de rodillas, oía con gran devoción la hermosa plática del P. Mateo, mientras él permanecía de pie. La prelada le dijo: Padre, vd. me dispense, ¿no pudiera vd. sentarse? A lo que respondió el sacerdote: Madre, a las reinas no acostumbro yo a hablar sentado. Las religiosas quedaron edificadas al ver el respeto y veneración con que él las trataba.

Hasta los confines del mundo

Desde 1913 hasta 1960 predicó en veintiocho países, llegando hasta China, Japón, India, Indochina, Ceilán, Corea, Filipinas, Manchuria, Hong-Kong, etc. En 1931 dirigió un retiro al episcopado portugués. El Patriarca de Lisboa manifestaba su admiración: La predicación de este religioso es el más bello comentario al libro de 'Los Hechos de los Apóstoles', que se sepa.

Otro empeño original de nuestro infatigable misionero fue la adoración nocturna en los hogares. Pío XI bendijo esta obra e hizo mención del P. Mateo en su discurso del 29 de mayo de 1930 a la Juventud Femenina Católica de Italia al felicitarlas por participar en la adoración nocturna en el hogar, que constituye un acto exquisito y delicado de piedad y amor cristiano para el Corazón de Jesús; un delicado acto de devoción que necesitó para iniciarse un corazón apostólico como el del P. Mateo.

Pío XI le concedió cinco audiencias y le envió otra carta autógrafa, como lo hiciera antes su predecesor Benedicto XV. En una de las audiencias, el P. Mateo regaló al Papa un medallón con la imagen del Sagrado Corazón. Pío XI le comentó: La pondré en mi despacho y cuantas veces la mire te enviaré mi bendición. Y aún más patente queda la gran estima que tenía el Papa al apóstol del Corazón de Jesús cuando el gobierno de Perú solicitó al Sucesor de Pedro el nombramiento del P. Mateo para Arzobispo de Lima: ¿Qué quiere el señor Presidente de la República -contestó el Papa- que haga yo del Padre Mateo un coronel-comandante en plaza, o que le deje ser bombardero del Corazón de Jesús en todo el mundo?

Es imposible enumerar las tandas de ejercicios que dedicó a los sacerdotes. Desde Chicago escribía en 1944: No puedo dar abasto al trabajo que aquí me piden. En varias semanas he predicado a cerca de mil sacerdotes durante cinco horas diarias, aparte de las confesiones que me ocupaban el resto del día. En Canadá llegó a dirigir treinta y seis tandas de ejercicios al clero.

La mejor predicación: su testimonio frente al dolor.

El Jueves Santo de 1949 sufrió el primero de los muchos ataques de corazón que habían de sucederse en los once años que aún le quedaban de vida. En enero de 1955 manifestaba: Cada vez estoy más enfermo. Todo me cansa y debo suprimir muchas de las cosas bellas que debo hacer, reteniendo únicamente las indispensables. Quiero decir que debo dejar mis pocas fuerzas para poder celebrar la Misa y recitar mis plegarias. A su enfermedad se añadió una úlcera en su pierna derecha. En 1959 ingresó en la clínica de Valparaíso donde un cáncer en la sangre le impidió celebrar la eucaristía, que constituía el centro de su vida. Los médicos le amputaron la pierna herida por aparecer la gangrena. La amputación se practicó el 14 de enero de 1960, pero la herida no se cerró y la gangrena apareció pronto en la otra pierna. Su Provincial expresaba en una carta: El P. Mateo sufre atrozmente, pero todo lo soporta con un espíritu sobrenatural admirable. Y el propio enfermo escribía: ¡El cielo se aproxima... y así yo cantaré las misericordias del Señor eternamente!

El Superior General vino desde Roma a Valparaíso para visitarlo. El enfermo lo abrazó y, estrechando sus manos, pronunció su testamento: Diga a todos que el P. Mateo predica desde su cama y que insiste en la adoración nocturna en los hogares, que es la más preciosa flor de su apostolado. Ésta es la plegaria en la casa en unión con el Corazón de Jesús, la oración en el espíritu de reparación en la noche, durante las tinieblas.

El apóstol mundial del Sagrado Corazón de Jesús, según la denominación de Pío XI, murió a los 84 años de edad. Al enterarse de su muerte el ahora beato Juan XXIII, envió, por medio del Cardenal Secretario de Estado, al Superior General de la Congregación de los Sagrados Corazones el siguiente mensaje: El Santo Padre está totalmente familiarizado con la misión que este infatigable apóstol llevó a cabo durante toda su vida: la difusión del culto del Sagrado Corazón. Por esto es consolador el pensar que la triste pérdida que ha sufrido la Congregación de los SS. Corazones se compensa con la presencia en el cielo -como podemos creer- de un nuevo y poderoso protector.


El P. Mateo y el carisma de los Sagrados Corazones.

Brevemente, a través de unas pinceladas, veremos cómo el P. Mateo encarnó de una forma sencilla y admirable el carisma de nuestra Congregación.

· Según su propia expresión, él pretendía hacer surgir la devoción del Sagrado Corazón de la doctrina de San Pablo. Él predicaba la caridad divina, la misericordia, la confianza, pero también la inmolación hasta la locura del sacrificio total.

· María quedaba asociada al misterio del Corazón de su Hijo: Mi camino para llegar hasta el Santo de los santos, hasta el Corazón mismo de Jesús, hasta lo más íntimo de ese santuario de justicia y de amor, lo tengo perfectamente trazado: ¡ese camino obligado y directo es María!

· La eucaristía, eje de su vida y ministerio: Nosotros somos ante todo sacerdotes por nuestra Misa. Vivir nuestra Misa es vivir al mismo Cristo. La misa debe obrar dos grandes maravillas: "transformar" el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre, y "transformar" también al sacerdote; es decir hacerlo santo. Comer a Cristo en la comunión de la Misa y dejarse a su vez devorar por Cristo.

· Dio una gran importancia a la contemplación, así en los últimos años de su vida escribía: La Providencia se ha encargado de saciar mi sed de una vida monacal de silencio y de oración... Bendito sea mil veces el Rey de Amor que ha colmado, a la hora undécima, los deseos que él mismo había encendido en mi alma... El Corazón de Jesús me obliga a completar lo que muchas veces ha faltado a mi apostolado activo... Regar con agua viva la semilla echada a los cuatro vientos del mundo... Acabo aquí, en consecuencia, lo que faltaba al trabajo de Marta... En ese surco abierto hace muchos años, trataré de derramar ahora, con la preciosa sangre del cáliz de mi misa, las últimas gotas de mi propia sangre... ¡Vayamos y muramos con Él! Y en otro momento escribe: Siempre he sentido un hambre nostálgico de la Trapa... Sin este lastre en el fondo de mi barca, es decir sin ese gran atractivo por el recogimiento, hubiera estado expuesto a hundirme.

· En su predicación manifestaba el celo que tenía por la causa de Jesús. Lo recogemos con dos testimonios:

        · El milagro, notaba alguien, no es el de jugar con las frases, en francés como en otros idiomas, de reforzar la predicación con testimonios vivientes: el milagro es el desatascar, es el dar alas... el suscitar apóstoles... Este milagro se hizo.

        · Palabra de fuego, dijo un sacerdote, tan luminosa y que permanece al mismo tiempo tan sencilla y tan directamente práctica. Doctrina tan antigua, y sin embargo ¡tan nueva y tan cautivante! ¡Cómo hubiera deseado que el mundo entero pudiera oírla!

· Estuvo al servicio de la Iglesia y contó con el apoyo de los Sucesores de Pedro. Con ocasión de sus bodas de oro sacerdotales, ya enfermo, le dirige una carta Pío XII: ...al desear consolarte en la presente enfermedad, queremos formular, al mismo tiempo, ardientes votos por que en breve recobres tus fuerzas y así puedas, de nuevo, entregarte con ardor a esa laudable empresa, haciendo que tome mayor incremento cada día.

· Y de su vivencia de la internacionalidad basta echar un vistazo a sus múltiples viajes por todo el planeta.

Me gustaría terminar con la selección de unas palabras que el recordado P. Esteban Gumucio, de la Provincia de Chile, maestro de novicios en aquel tiempo, pronunció como oración fúnebre el día del entierro del P. Mateo:

Esa fuerza de Dios, esa palabra eficaz, es la que ha brillado en forma singular en la persona de este sacerdote eminente y este gran corazón que fue el Padre Mateo.

En él, en su palabra de fuego, ha exhortado Dios a los hombres de nuestro tiempo, derramando vida y salvación.

Su mensaje, como el de Pablo, como el único del Evangelio: Jesús es el Señor, Jesús el Rey de Amor.