sábado, 31 de enero de 2015

SIETE HERMANOS DE SANTA TERESA EN EL PERÚ


SANTA TERESA DE PERÚ. Presencia de siete de sus hermanos en nuestra tierra

 

Sí, amigo, has leído bien, Teresa de Cepeda y Ahumada, Teresa de Ávila, Teresa de Jesús, podemos darle el título "de Perú". Hasta aquí se bilocó, desde aquí le llegó la plata para sus conventos (sobre todo a través de su hermano Lorenzo), y en el Perú estuvieron más de la mitad de sus hermanos, hasta siete.

 

Al aproximarnos a esta figura pionera del Carmelo americano en tierras de Castilla, resuena con más rotundidad la elegante y nostálgica glosa de Fray Luis de León sobre la personalidad de la santa reformadora de la que celebramos 500 años de su nacimiento en 1515:

 

"Yo no conocí ni vi a la Madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra; mas agora que viven en el cielo la conozco y veo casi siempre en dos imágenes vivas que nos dejó de sí, que son sus hijas y sus libros, que a mi juicio son también testigos fieles y mayores de toda excepción de su gran virtud".

 

¡Qué bien lo dijo el maestro Fray Luis! Para conocer a Teresa nada como sus libros (¡anímense a leer sus textos!) y sus hijas, las Carmelitas; visitémoslas en el Carmen Alto, en las Nazarenas, en el Callao o en provincias: Cañete, Ica, Tacna, Moquegua, Arequipa, Juliaca-Puno, Yurimaguas-Loreto, Lircay-Huancavelica, Chiclayo, el Cuzco, Trujillo. Y, junto a las hijas, los Padres Carmelitas, quienes merecen un capítulo aparte. Además, yo añadiría una tercera imagen: su familia natural, de sangre, que tanto tiene que ver con el Perú. Tal como escribe la Santa en su autobiografía, fueron doce hermanos: "éramos tres hermanas y nueve hermanos" (Vida I, 4) : María, hermanastra, 10 años mayor que ella;  Juan de Cepeda, nacido en 1507, capitán de infantería, que murió en plena  juventud en la guerra de África, Hernando, Teresa, Rodrigo, Juan de Ahumada, Lorenzo, Antonio, Pedro, Jerónimo, Agustín y Juana[1]. La mayoría, siete, se establecieron en América.

 

1.       Hernando.El mayor, nacido en 1510, se embarcó en 1532. Participó en algunas entradas en la región de Puerto Viejo y Guayaquil, actuando con el capitán Gonzalo Díaz de Pineda en la jornada de los Quijos. Fue conquistador de Pasto y Quillacinga, lugares donde ganó repartimiento de indios. Participó como Alférez Real o portador del estandarte en Añaquito, junto al Virrey Blasco Núñez de Vela, quien fue vencido por el rebelde Gonzalo Pizarro. A pesar de las heridas recibidas en la batalla, se restableció, se avecindó en Pasto, donde en 1547 figura como regidor perpetuo de la villa. Los últimos meses de su vida ejerció como Lugarteniente de Justicia Mayor buscando "el buen tratamiento y conservación de los indios naturales y que sean ilustrados en las cosas de nuestra santa fe católica, procurando con todo cuidado vengan en conocimiento de ella". Murió un 28 de enero de 1567.

 

2.       Rodrigo.Nacido hacia 1512, fue el compañero inseparable de Teresa en sus años infantiles. Inolvidable la aventura en que se fugaron para ir a Tierra de moros a ser decapitados por los moros. Salió rumbo a la Plata en agosto de 1535, haciendo a su Hermana heredera de su legítima. Participó de la fundación de Buenos Aires. Acompañó a Juan de Ayolas en la expedición por el sur del Tahuantinsuyo. Luchó en Añaquito al lado de sus hermanos y a favor del virrey. Nuevamente en el sur, en Chile, murió el 10 de agosto de 1557 a manos de los araucanos, en palabras de María de San José: "mostrando en el fin los buenos principios que había tenido, y yo oí decir a nuestra Madre que lo tenía por mártir, porque murió en defensa de la fe" .

 

3.       Antonio.Nació en 1520 y se embarcó para América tras la muerte de su padre Don Alonso (Navidad de 1543), uniéndose a su hermano Hernando que estaba en Pasto. Participó en Añaquito donde fue herido mortalmente, asistido espiritualmente por el clérigo Gómez Tapia.

 

4.       Pedro. Partió en 1548 con la expedición de Nueva España. En 1563 se reúne con su hermano Hernando en Pasto, donde ejerció como regidor y mayordomo del Hospital "Madre de Dios". Se casó con Ana Pérez en 1562, de la que enviudó en 1574 sin tener descendencia. En 1575 regresó a España con su hermano Lorenzo. Intentó conseguir mercedes reales e ingresar en la Compañía de Jesús, pero no logró ni una cosa ni la otra. A consecuencia de la pobreza tuvo que depender económicamente de Lorenzo.

 

5.        Jerónimo. Nacido en 1522, vino a América en 1540 con su hermano Lorenzo, en cuya compañía estuvo siempre. Participó en la conquista de Popayán con Belacázar, y en Añaquito junto a sus hermanos y el Virrey. Posteriormente apoya a La Gasca batallando en Jaquijahuana con sus hermanos Lorenzo y Agustín, donde fue derrotado Gonzalo Pizarro. Posteriormente vivió en Quito, desempeñando el oficio de Tesorero de la Real Hacienda. Tuvo dos hijos naturales, Juana y Lorenzo, presbítero. Cuando regresaba a España con Lorenzo muere en Nombre de Dios, víctima del paludismo.

 

6.       Agustín. Nacido en 1526 y partido para Perú con la armada de Pedro de La Gasca. Fue el más aventurero de los hermanos. Siguió al capitán Hernán Mejía en campañas de conquista por la Sierra y participó con sus hermanos Lorenzo y Jerónimo en Jaquijahuana. En la guerra con Girón partió de Lima para Huamanga con su primo el capitán Luis de Tapia. Vuelto a Lima se halló en Ate, Surco y Pachacamac, logrando vencer en Pucará. Se trasladó a Chile con el Gobernador García Hurtado de Mendoza, luchando contra los araucanos.        Fue uno de los fundadores de Cañete, donde fungió como regidor, alcalde y corregidor. Participó en la expedición descubridora de Chiloé, sirvió como capitán en el fuerte de Aracuco y fue teniente del Gobernador Rodrigo de Quiroga. El Virrey Toledo le responsabilizó del gobierno de los Quijos, Sumaco y la Canela, por considerarle "hombre cuerdo y atinado". Regresa a España en busca de mercedes como la conseguida gobernación de Tucumán y una encomienda de indios que le proporcionaba 1500 pesos de renta.Olvidando los consejos de su Hermana para que dejase vida tan codiciosa, regresó a América. Llegado a Lima, enfermó y murió en 1591, con el consuelo de ver a su lado al P. Luis de Valdivia, recordando a su santa hermana.

 

7.       Lorenzo.Vino a Perú con la expedición de Vaca de Castro en 1540. En Pasto se encontró con su hermano Hernando. Tras participar en las campañas pacificadoras con Lagasca en Perú, vuelve a Pasto donde, siempre en compañía de Jerónimo, se reúne con Hernando y Antonio, que acababa de llegar. En unión de sus hermanos, luchará al lado del infortunado nuevo Virrey, paisano y amigo de la familia. Cayó herido y se retiró a Popayán con el Sello Real oculto, otorgado por el virrey, y que entregó al pacificador La Gasca a su llegada. La victoriosa batalla de Jaquijahuana le traerá como premio una rica encomienda de indios en el valle de Chillón. Se avecina en Quito hacia 1549. El 1° de enero de 1550 fue nombrado regidor del cabildo y, el 23 del mismo mes, tesorero de las Cajas Reales. Desempeñó los cargos de teniente de gobernador y capitán general, así como de alcalde ordinario de la ciudad. El 18 de mayo de 1556 se casa con doña Juana de Fuentes y Espinosa, oriunda de Trujillo (Perú) e hija de Francisco de Fuentes y Bárbola Espinosa, uno de los primeros conquistadores del Perú, partícipe de la captura y rescate del Inca Atahualpa. Juana, esposa de Lorenzo, en el momento de la boda contaba 18 años y pertenecía a la alta sociedad limeña. En los 11 años que duró su matrimonio le nacieron 7 hijos. Los primeros, 5 varones y una niña, Teresita, que será la primera carmelita de América, ingresando en San José de Ávila.

 

José Antonio Benito

. Las fotos corresponden al monasterio del Prado, Nazarenas, en Lima, y las carmelitas de Arequipa


[1] Efrén de la MADRE DE DIOS y O. STEGGINK: Tiempo y vida de Santa Teresa BAC, Madrid, 1968, pp.35-41

domingo, 18 de enero de 2015

Lizet León Chávez, CSM (Lima 1987-Santiago de Chile 2014)


Lizet León Chávez, CSM

 

(Lima 1987-Santiago de Chile 2014)

 

Primera cruzada de Santa María peruana en llegar a la Patria Eterna, en el día de su cumpleaños 28 (28 diciembre 2014), y en el Año de la Vida Consagrada y el V Centenario de Santa Teresa.

 

Nació el 28 de diciembre de 1987 en la ciudad de Lima – Perú. Su familia estaba formada por sus padres -procedentes de Cajamarca- Francisco y Paulina y su hermano David, un año menor que ella.

En el año 2006, accede a la vida universitaria en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en  la carrera de Ciencias Políticas y Gobierno. Amaba tanto su carrera y se entregó a ella con tanta pasión que solía decir que le gustaría llegar a la Presidencia del Perú o a la ONU para convertir a todos. Así, logró conformar el tercio estudiantil de la facultad de letras. Su celo de almas le llevó a participar activa y corporativamente en la Asociación Riva Agüero (AURA) en su lucha por reafirmar la identidad católica de la PUCP. Vibraba especialmente con la defensa de la vida y la familia como dejó patente en su actitud valiente frente a sus compañeros y profesores y en la  tesis de licenciatura en el 2013.

Siempre inquieta, invitada por un amigo, acude en el 2007 a la llamada de las Misiones del CAPU (Capellanía de la Pastoral de la Universidad Católica) para ir a ayudar la gente más necesitada de La Parada y del Agustino. Fue ahí donde descubrirá la verdadera alegría fundada en el amor a Dios y sube con presteza a los cerros de Yerbateros(El Agustino-Lima) predicando a todos la Buena Nueva de Dios. Allí se hacía toda a todos para ganárselos para Cristo: con los niños jugaba, con los jóvenes reflexionaba, a los adultos mayores los atendía con paciencia,  para todos tenía una gran sonrisa que contagiar y una palabra de aliento.

Al regresar de las Misiones, Lizet ya no era la misma. Se entregó con radicalidad al seguimiento de Cristo dejando sus antiguas costumbres, propias de una adolescente, y se dedicó sin desmayo a invitar a sus compañeras a las misiones y a la Milicia de Santa María, grupo al cual asistía gracias a la invitación de su guía. Rezaba por otras, y animaba a quien se encontraba en su camino.

Al leer el libro "Las Confesiones" de San Agustín se sintió identificada con él e inició un fulminante camino de conversión. Tanto que un día -al culminar la Misa celebrada en la capellanía- se confidenció con una amiga la cual pasaba por momentos de dificultades familiares y además sentía un llamado vocacional.  Fue ahí cuando decidió presentársela a su guía, y juntas empezaron a asistir a la Milicia en el grupo de discernimiento.  Al final ambas entraron en la Cruzada, el mismo día.

Buscaba sinceramente entregar el corazón a un gran ideal y pensaba formar un santo matrimonio.  Sin embargo, siempre tenía la inquietud de buscar lo más alto y vio con claridad que el Señor la llamaba para consagrarse a Él por entero, pero en el mundo. Y así lo hizo, en el Instituto Secular Cruzadas de Santa María una mañana del 1 de octubre del 2008, precisamente en compañía de la amiga a la cual había acercado más a Dios. Su ingreso se realizó en España, en el centenario del nacimiento del padre Tomás Morales, fundador de las Cruzadas y Milicia de Santa María. Se sentía muy contenta y decía que quería llegar a "viejita" siendo cruzada.

Después de su ingreso en la Cruzada continuó estudiando y siguió apoyando en el grupo de las misiones. De carácter fogoso e impaciente, al igual que San Francisco Javier, se entregaba a Dios en las almas. Preparaba teatros auto sacramentales que enseñen el valor de la Eucaristía y de la gracia bautismal. Hablaba, defendía y hacía despertar las conciencias adormiladas por ideologías en contra de la fe y la Iglesia en su propia facultad. Sus dotes artísticos y su celo por la salvación de las almas le hacían ser una "loca" por Dios, como a veces se llamaba entre risas.

¿Era perfecta? Aspiraba a la perfección con todas sus fuerzas, pero su propio temperamento vivo y vehemente hacía exasperarle por algunas contradicciones como cuando levantaba la voz exigiendo sus derechos al encontrarse con alguna injusticia en un servicio o en la compra de algo. Siempre pedía disculpas y sabía echar al olvido cualquier desavenencia que se presentase, de manera que al rato se la podía ver sonriente y haciendo bromas.

Aprendió a amar y a desvivirse por las jóvenes en la Milicia y en la Cruzada, a la cual amaba con todo el corazón. Su adhesión a la Cruzada era tal que decía que ella no se iría por nada del mundo, que quería quedar pegada como un "chinche". Luego de 4 años, el 10 de febrero del 2013, Lizet tuvo la dicha de hacer sus votos temporales. Ello le inundó totalmente de alegría pues se sentía totalmente cruzada, esposa de Jesús.

Ese mismo año, el Señor Jesús dispuso que todo su empeño y trabajo por la conversión de las almas continúe en Chile desde  finales del año 2013. Allí se entregó con valentía e ilusión al apostolado en la Universidad Católica de Chile y con las juveniles, grupo de la Milicia de niñas de 11 a 16 años. Las que la recuerdan con cariño resaltan su energía apostólica nunca aminorada a pesar de las oposiciones o contradicciones. Allí en compañía de las demás cruzadas organizaba y participaba en teatros, marchas, jornadas, campamentos y ejercicios espirituales para que las jóvenes tengan la oportunidad de encontrarse con Dios.

A pesar de tener que dejar físicamente su familia, su celo por acercarla a Dios y a la Iglesia se incrementó, logrando el gozo de su acercamiento a la vida sacramental.  Las palabras de paz y gratitud de los papás, en el momento del último adiós, son el mejor testimonio.  

Pareciera que se ha cumplido su misión en la tierra, pues el Señor se dignó en llamarla a su santa presencia el mismo día de su cumpleaños, 28 de diciembre del 2014, en la octava de Navidad, fiesta de la Sagrada Familia y de los Santos Inocentes mártires. El mismo día en que Lizet nació en la tierra, ahora nace para el cielo. De esta forma se cumplía el gran deseo que siempre tuvo desde que Dios la llamó a servirle: "morir cruzada de Santa María" - Sponsa Christi. Eran las 3 de la tarde, la hora de la Divina Misericordia, por la que tenía tan particular devoción. Sólo tres días antes día 25, fiesta de Navidad, se sintió mal y le diagnosticaron cáncer. El médico se lo comunicó sin ningún género de duda:

-         Entonces, ¿quiere decir que me voy con Jesús?

-     Sí, te vas con Jesús.

-         ¡Qué bien, no lo esperaba!

Si algo caracterizaba a Lizet era su alegría, Siempre tuvo buen humor y entusiasmo. Le encantaba bailar, preparar postres, hacer teatros y coser, oficio que aprendió en el colegio. De carácter alegre, fogoso, vivo, impetuoso, audaz y sencillo, pasó sus días haciendo el bien a los que la rodeaban.

La liturgia de despedida -1 de enero, fiesta de Santa María Madre de Dios- tuvo momentos de cielo; hasta las gotas de lluvia quisieron –tímidamente- acompañarnos. Un momento emocionante fue cuando el féretro fue rodeado por una larga cinta que contenía el nombre de todas las cruzadas, sus hermanas, que querían simbolizar su gran amor hasta el Cielo. La homilía fue pronunciada por el P. Ramón Castejón, S.J., capellán de las Cruzadas, quien destacó de Lizet: "Era un alma transparente, totalmente entregada Dios, con una absoluta disponibilidad para acoger sus planes. Alegre, sencilla, entusiasta, con mucho espíritu apostólico; modelo y ejemplo para todas las Cruzadas de fidelidad, generosidad, amor a las almas. Supo ir contra corriente para ser fiel al evangelio; deja un puesto importante en la Cruzada de Santa María. Dios quiera que alguna o algunas de las jóvenes aquí presentes vengan a ocuparlo".

Si del P. Alberto Hurtado se escribió que fue "una visita de Dios a Chile", de Lizet León podemos concluir que ha sido una visita –en tiempos de Navidad- a Chile y al Perú.

 


sábado, 17 de enero de 2015

Fwd: LOS SACERDOTES, FORJADORES DE LA PERUANIDAD

El historiador Jorge Basadre  sintetizó con gran precisión en su discurso en la Asamblea de Clausura de la Cruzada Vocacional en 1951 la gran labor de los sacerdotes en el siglo XIX y lo rescato con motivo del bicentenario: "el sacerdocio en el Perú contribuyó a fundar la Patria; alentó a los libertadores; estuvo íntimamente ligado a la vida pública como a la vida social y privada; trabajó por la cultura; orientó desde el aula y la tribuna; ganó tierras y almas en la selva; defendió los más altos valores espirituales y morales; enseñó un vivir más alto y a bien morir; compartió las grandes festividades y los más luctuosos momentos de la nacionalidad" 

Jorge Basadra escribe sobre SACERDOTES AL PIE DEL CAÑÓN en la muerte de ilustres peruanos

Jorge Basadre "La obra civilizadora del Clero en el Perú Independiente" Revista Renovabis, Año XI, Septiembre—octubre 1951, nn. 129-130, pp. 280-290

 

Al lado de miles, de miles, de miles de cunas cumplieron los sacerdotes su misión sagrada en todo tiempo. Acompañaron en su hora postrera a incontable gente preclara, a gente de la que no tenemos noticia, y  nuestros propios padres y hermanos. Permitidme tan sólo citar unos cuantos nombres de peruanos que fallecieron dentro de las más diversas y dramáticas circunstancias: El Presidente Gamarra, cayendo en medio del fragor y del polvo de la batalla de Ingavi mientras a su lado permanecía un humilde cura, el Sr. Juan Armas, vicario del Ejército; arrodillado sobre su sangre con las manos elevadas al cielo musitando una oración halláronle los enemigos triunfantes. Domingo Nieto, presidente dela Junta de gobierno, haciendo testamento el mismo día de su muerte en el Cuzco, uno de cuyos tres testigos fue el cura párroco de la Matriz, Dr. Pedro José Martínes, y abriendo en seguida un codicilo que ya no pudo firmar "por lo trémulo de su mano", con el único objeto de disponer que a la imagen de Nuestra Señora del Rosario del puerto de Ilo se le mandara hacer y se le dijese un manto y un escapulario que debía estrenar en solemne fiesta. El Presidente San Román falleciendo cristianamente en abril de 1863, suscitando una formidables manifestación pública cuando le fuera llevada la extremaunción que le fue administrada por el humilde P. Lópes de Chorrillos. Manuel Pardo asesinado alevosamente en noviembre de 1878 en el pasadizo que conduce al patrio interior del Senado y pronunciando antes de morir frases de perdón para el asesino, de amor a su familia y de pedido de un confesor, que lo fue el P. Caballero de la Orden Predicadores, mientras los santos óleos le fueron administrados por el cual Tovar, del Sagrario. Miguel Grau, recibiendo siempre los auxilios de la Religión antes de salir al frente de su veloz y silenciosa nave sobre cuyo puente , según los famosas palabras de Monseñor Roca y Boloña, el Infortunado y la Gloria se dieron una cita misteriosa en las soledades del mar" p. 288


(Foto de seminaristas y sacerdotes con Monseñor Hugo Garaycoa; nuevos sacerdotes, misiones)

jueves, 15 de enero de 2015

LA DIÓCESIS DE CARABAYLLO Y SU MAYORÍA DE EDAD

LA DIÓCESIS DE CARABAYLLO Y SU MAYORÍA DE EDAD

 

SEMBLANZA  DIOCESANA – EPISCOPAL

 

Al cumplirse los primeros dieciocho años de la creación de la Diócesis de Carabayllo, se puede observar una gestión trasformadora en la realidad de esta porción de la iglesia, que abarca a los distritos de Comas, San Martin de Porres, Carabayllo, Los Olivos. Independencia, Puente Piedra, Ancón, Santa Rosa de Quives, y Santa Rosa del Mar, de Lima norte, capital del Perú.

Esta reflexión no  tiene la finalidad de hacer una relación de datos estadísticos, ni de obras físicas de servicio, necesarios para la población, más bien  tiene la intención de mostrar la razón más profunda que motiva el espíritu del mandato evangélico del  Señor Jesucristo, en el cumplimiento de la misión, encomendada y que, los llamados al servicio, saben asumir esa responsabilidad, con la entrega de sus propias  vidas, poniéndolas con la dedicación y la confianza que  brota de su propia Fe en el Señor.

El distrito de Carabayllo fue un lugar primigeniamente agrícola, pero cargado de una rica tradición histórica, por los acontecimientos que marcaron hechos y costumbres desde la Colonia hasta  la República. Hoy, la jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de Carabayllo es una extensión urbanística que abarca nueve distritos dentro de una expansión muy dinámica. En primer lugar, por la composición de sus gentes, en su origen migrantes que cuentan ya con varias décadas de permanencia con sus nuevas generaciones, que requieren de servicios para atender necesidades siempre dentro de una orientación ética, y con una urgencia que exige una constante evaluación a una realidad más heterogénea y plural en sus requerimientos y perspectivas, pero que sabe ver sus carencias y la pobreza como el incentivo para conseguir la realización de sus sueños; luego, esta gestión se convierte en un reto.

Cuál tenía que ser el perfil requerido para el  Pastor de esta grey, que además de ser el primero y por lo tanto un promotor cuidadoso y audaz, con una gran  experiencia de asumir responsabilidades análogas  en su trayectoria de tantos cargos ejercidos, pero en otras necesidades de servicio. Había mucho por organizar y articular, además de lo inmediato, en la perspectiva de lo nuevo que debe introducirse en la previsión de necesidades y obligaciones  que asumir, y en otras obras garantizar su permanencia y auto sostenimiento.

La gestión recibida de quienes iniciaron los primeros servicios de la evangelización en la zona, fue de los Padres Columbanos; luego, de muchos otros religiosos y laicos comprometidos, habiéndose cubierto una etapa por la cual siempre agradecemos al Señor; pero sin prescindir de lo obtenido, la conducción para la ejecución y asistencia están siempre en el orden del día, hecho que nos complace, alegra y da sentido a nuestras vidas. Este trabajo no tiene el objetivo de una empresa con una sola finalidad determinada, es una obra de hombres que trabajan por sus hermanos y que saben poner toda su fuerza y entereza  para hacernos más humanos y dignos, siempre con el respeto por lo valioso y lo trascendente. Nuestra esperanza está en Dios; por eso, nuestros Pastores, cada día saben calzar las sandalias de su compromiso para renovarse, y restablecer nuestra esperanza, ya que el Obispo tiene la plenitud del sacerdocio, como sucesor de los apóstoles.

El espíritu de serenidad, del buen consejo y del ejemplo es una luz que aclara nuestras dudas y contrasentidos en una sociedad que sabe engañar y adormecer  para ocultar la verdad, de vivir la sabiduría  que se encuentra en la meditación y el análisis sereno.

Los que tenemos cercanía o pertenecemos a esta Diócesis, sabemos de las preocupaciones de nuestro Obispo Monseñor Lino Panizza. Él ha hecho y hace obras que todos reconocemos. Tan sólo citaré el haber logrado la creación de nuestra Universidad Católica Sedes Sapientiae, la primera de Lima-norte con la finalidad de alcanzar la preparación adecuada a los jóvenes que deben encontrar un lugar digno en esta sociedad, para servir y construir un futuro mejor que se percibe ya dentro de nosotros.

Con estos sentimientos pedimos al Señor otorgue salud y bendiciones a nuestro querido Monseñor Lino. Asimismo, pedimos a Nuestra Madre, la Sedes Sapientiae, que le conceda gracias por su entrega y por lo que continuará haciendo por nosotros-

Por último, queremos expresarle nuestra felicitación más agradecida, al conmemorarse el próximo dos de febrero un nuevo aniversario –el 18- de la creación de la Diócesis de Carabayllo.    


Guillermo Delgado de la Flor