miércoles, 10 de julio de 2019

Nuestra Señora de Cocharcas de Lima

Jimmy Martínez Céspedes

Historiador de la UNFV y BNP

Hace 334 años Sebastián Alonso, natural de Cajamarca y de oficio ensamblador, inició el culto de Nuestra Señora de Cocharcas de Lima. En 1680 adquirió tres solares del señor Alonso Jiménez Vela al precio de 1600 pesos. El objetivo era fundar sobre dichos terrenos un recogimiento para niñas indígenas huérfanas y levantar una ermita dedicada a la Virgen de Cocharcas. El 15 de diciembre de 1681 el Virrey Melchor de Navarra y Rocaful Duque de la Palata - a petición de nuestro fundador- despachó licencia para fundar y fabricar en los dichos sitios una capilla de la Santísima Virgen María con advocación de Cocharcas. El 1 de febrero de 1685 el Arzobispo de Lima Don Melchor de Liñán y Cisneros ordenó colocar la imagen de la Virgen de Cocharcas en el santuario construido por Sebastián Alonso, iniciando así su culto. Por las noticias que nos dejó José de Mugaburu en su Diario de Lima (1640-1694) sabemos que el 24 de febrero de 1685 la imagen de la Virgen de Cocharcas se trasladó en procesión saliendo de la parroquia de Santa Ana hasta su nuevo santuario. Ese día todas las calles estaban colgadas de tafetanes y el suelo con muchas flores. Acompañaron en el recorrido las imágenes de San Joaquín y San José.

Don Sebastián Alonso fue contemporáneo del capitán Sebastián de Antuñano, benefactor del Santuario del Señor de los Milagros. Estos dos personajes fundarían los cultos populares más representativos de la ciudad de Lima. El primero identificado con las poblaciones indígenas. El segundo con la comunidad de los afrodescendientes. Cada uno de ellos interpretaría a su modo el terremoto de 1687. Para la difusión de los citados cultos (María y Cristo crucificado) los padres jesuitas cumplieron una labor importante. En su colegio de la ciudad de Trujillo, establecieron una capilla dedicada al culto de Nuestra Señora de Cocharcas.

En 1738 se fundaría la cofradía de Nuestra Señora de Cocharcas, conformado por el Alférez don Jacinto de Cárdenas, don Bartolomé de Silva don [Christoval] Tamayo Poma Inca y don Nicolás Tupuguaman Rimais. En 1750 uno de sus miembros el Alférez Melchor de los Reyes Astoguarac Quispe Guaranga, hermano veinte y cuatro de la cofradía de la Virgen de Cocharcas de Lima, participaría de la fallida conspiración contra el Virrey José Antonio Manso de Velasco. Del rebelde indígena solo sabemos que para 1749 se hallaba en la provincia de Huaylas. Esta referencia es importante porque en 1748 encontramos a Fray Calixto de San José Túpac Inga asentado en el valle de Jauja. Es probable que el sacerdote mestizo haya conocido y entablado comunicación con Melchor de los Reyes en dicha localidad. Como ya es harto conocido el franciscano había acordado con la élite indígena de Lima elevar un memorial al Rey Fernando VI para remediar los abusos que padecían los indios. El cófrade de Cocharcas prefirió tomar la opción de las armas con resultados funestos.

Importante debieron ser los ingresos que ostentaba la cofradía de la Virgen de Cocharcas que en 1733 los capellanes Fernando y Diego Román de Aulestia, canónigos prebendados, anexaron la capilla y santuario del Cocharcas en beneficio de la catedral de Lima, perjudicando el derecho de jurisdicción que poseía la parroquia de Santa de Ana. Los testimonios señalan que dichos sacerdotes se dedicaron con mucho esmero en lograr que la capellanía se encuentre "renovada y mui mejorada de su antigua fábrica con retablos nuevos y dorados y la propia suerte el púlpito y todo el adorno de ella y con otras alhajas y preceas la santísima imagen". Años más tarde vendrían los capellanes: Matías Ibáñez de Segovia, Manuel Fernández, Nicolás de Cárdenas, Francisco de Tagle Bracho y Francisco de Santiago Concha. Este último diocesano permaneció treinta años en la administración, cuya labor merece ser recordada. En 1773 como Provisor y Vicario General del Arzobispado de Lima fue comisionado por el Virrey Manuel Amat para que concluya ciertas controversias suscitadas sobre el cuidado de la capellanía de Cocharcas. El 17 de agosto de 1774 será nombrado por Diego Antonio de Parada, Arzobispo de Lima, como nuevo capellán, emprendiendo la reedificación de las instalaciones donde se encontraba la venerada imagen de Cocharcas, inaugurando en 1776 el actual edificio que se encuentra en los Barrios Altos.

Pese a los años transcurridos el culto de la virgen de Cocharcas es una de las festividades religiosas del periodo colonial que ha sobrevivido a los siglos, siendo de las más representativas y populares que existen en el centro histórico de Lima. Como se acostumbra en los andes centrales y sureños cada ocho de setiembre el populoso barrio de Cocharcas es abarrotado de fieles y comerciantes que nos recuerdan una vez más, a las antiguas ferias prehispánicas que se realizaban alrededor de algún templo andino. En la actualidad la Virgen de Cocharcas es una de las devociones más antigua de Lima. Una historia de 334 años que es digno de recordar y conmemorar.

 

Barrios Altos, 10 de julio del 2019.

 

Videos:

https://www.youtube.com/watch?v=PzBNmPPXNLM

https://www.youtube.com/watch?v=qfkgNLcH3Kc

https://www.youtube.com/watch?v=acO4-yAceII

https://www.youtube.com/watch?v=Rb6mOv5tbJg

https://www.youtube.com/watch?v=vmnIoNESIa0

https://www.youtube.com/watch?v=pKx1oejShJg

https://www.youtube.com/watch?v=pWFMXsJlNt0

 

Fotos:

Imagen

Jirón Huánuco con Jirón Puno (Referencia: Hospital del Dos de Mayo)