lunes, 14 de abril de 2014

TERESITA DE AHUMADA, A ZAGA DE LA HUELLA DE SU TÍA TERESA

 

(Sus declaraciones en el proceso de beatificación. El influjo de su santidad ejemplar)

 

José Antonio Benito Rodríguez

 

El Centro Internacional Teresiano Sanjuanista de Ávila, el CITeS-Universidad de la Mística, acogió del 21 al 24 de abril el Congreso Internacional de la Mística 'Fe y Experiencia de Dios' que giró en torno al IV Centenario de la beatificación de Santa Teresa de Jesús.

Más de medio centenar de ponentes de 15 países distintos nos  organizamos en torno a siete simposios diferentes que estructuraron un congreso internacional al que hemos acudido más de 200 participantes de una veintena de naciones de cuatro continentes.

Más de 2.000 personas seguirán online además una cita organizada por el CITeS y la Orden del Carmelo Descalzo y patrocinada por la Junta de Castilla y León, la Fundación CITeS y la Fundación V Centenario, y que ha contado además con la colaboración del Ayuntamiento de Ávila y una veintena de instituciones y universidades nacionales e internacionales.

 El congreso se complementó con una serie de manifestaciones artísticas y religiosas desarrolladas de forma paralela y que arrancaron  con la exposición 'Mística y Arte', de Alejandro Mañas, a la que siguiero una videoinstalación en torno al Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, la representación de la obra de Juan Mayorga 'La lengua en pedazos', el 22 de abril, las actuaciones musicales de la coral Amicus Meus y la cantautora Carmela Martínez, así como las celebraciones religiosas; vigilia de oración el día 23 concelebración eucarística de la beatificación celebrada por el  obispo de Ávila, Monseñor Jesús Burillo, en la catedral el jueves 24 de abril junto con el general de la orden del Carmelo Descalzo, Saverio Canistra.

 Durante la celebración del congreso se desarrollarán 60 temas para conmemorar  la beatificación de Santa Teresa, el 24 de abril de 1614, y que fue "el punto de partida para la difusión internacional de la figura, sus escritos y su mensaje".

(Toda la información sobre este congreso se puede encontrar en la página web http://www.mistica2014.com/ y pueden ver el programa en este enlace.

 

Mi comunicación –considerando los 400 años de la beatificación de Teresa- , quiere acercarles a la persona y espiritualidad de Teresita, la sobrina carmelita americana, para profundizar en la santidad de la gran Teresa gracias a las declaraciones en el proceso de beatificación[1]. En segundo lugar, deseo rastrear el influjo espiritual de la Santa en la sobrina a quien tantos cuidados prodigó. 

 

TERESITA, FRUTO DEL NUEVO MUNDO

Tal como escribe la Santa en su autobiografía, fueron doce hermanos: "éramos tres hermanas y nueve hermanos" (Vida I, 4) Siete de ellos se establecieron en América. Lorenzo, padre de Teresa, fue a Perú con la expedición de Vaca de Castro en 1540. Se avecina en Quito hacia 1549. El 1° de enero de 1550 fue nombrado regidor del cabildo y, el 23 del mismo mes, tesorero de las Cajas Reales. Desempeñó los cargos de teniente de gobernador y capitán general, así como de alcalde ordinario de la ciudad. El 18 de mayo de 1556 se casa con doña Juana de Fuentes y Espinosa, oriunda de Trujillo (Perú) e hija de Francisco de Fuentes y Bárbola Espinosa; esta última fue fruto de la unión ilegítima de una india con el célebre Licenciado Gaspar Espinosa, oidor de Santo Domingo y primer gobernador de Panamá[2]/.

El 25 de octubre de 1566 nace Teresa. La educación fue la mejor que podía darse en una ciudad naciente que no contaba siquiera con un convento o colegio de niñas. La pequeña aprendió a leer y a escribir correctamente. Al llegar a Sevilla su tía queda prendada con la sobrina, la cual no ahorra calificativos: "La Teresa habrá ocho o nueve años, harto bonita y hermosa"(C. 86, 3). Su vivencia indiana estará siempre presente. Cualquier menudencia le sirve a la Santa para mencionar a Teresita. Así, al escribir a María de San José que las monjas no quieren la estameña tan cara, anotará "la de que se hacen las sayas por acá es como las que se hacían a Teresa, y más grosero" (C. 122, 1). O cuando da cuenta de que "no parece el 'Agnus Dei' [3]/ grande de Teresa, ni las dos sortijas de las esmeraldas" (C. 126, 4).

 

LECCIONES VITALES DE UNA APRENDIZ DE SANTA

La joven Teresita, sobrina carnal preferida, será testigo de los tremendos sufrimientos de la Santa reformadora, pero sobre todo nos transmite la humildad, obediencia y paz gozosa con que lleva todos los contratiempos de la vida. Teresita graba fielmente en su retina los sublimes ejemplos de su tía. Nos fijamos en los aspectos más sobresalientes subrayados por ella tal como lo manifiesta sus declaraciones en los dos procesos, el primero el 22 de enero de 1596 donde menciona con frecuencia que "esta declarante" "vio", "estuvo presente". La segunda tuvo lugar el 9 de septiembre de 1610 en el Convento de San José ante el Dr. Pedro de Tablares, arcediano de la catedral, juez apostólico, ante Francisco Fernández de León, notario público apostólico, el mismo de 1598.

1.      La cautivadora sencillez y unción de sus libros: "Con ser tan desapegada e incrédula de las cosas de la Santa madre Teresa de Jesús, que la hacía la lectura del dicho libro un movimiento particular interior" (D2, 330).

2.      Su amabilidad: "Y así vio esta declarante muchas veces que se rendía al parecer de sus súbditas y se le pedía con gran humildad" (D2, 331) (...) "la grande humildad que tenía y del conocimiento de lo poco que en sí era, una grande estima de los prójimos y de cualquier virtud que en ellos veía" (D2, 332).

3.      Caridad social: "(...) del mismo amor que tenía a Dios la esforzaba tanto, que atendía a las necesidades de los prójimos y al consuelo como si no tuviera otra cosa a que acudir. Visitaba a las enfermas ..muy ordinario estaba oyendo a diferentes personas sus penas, sucesos y negocios (D2, 341).

4.       Siempre lo más perfecto: "Tenía hecho voto de hacer siempre lo más perfecto...De ordinario andaba alabando a Dios Nuestro Señor... Todos los trabajos le parecían pequeños por su amor, y así decía que le parecía pasara muchas muertes, porque un alma le sirviera" (D1, 192).     

A cubrir el vacío dejado por la muerte de Teresa en el convento de San José ayudaría la elección de nueva priora y la profesión de la joven. Cuenta 16 años y vivirá en San José hasta los 44. Los últimos días de su vida los dedicará al Informe para la canonización de su tía. La declaración será extensa, precisa y llena de fervor hacia la santa. Probablemente tuvo lugar en su propia celda, pues la hizo la víspera de su muerte. En ella campea la gracia a raudales y un sentimiento puro de gratitud, de anonadamiento ante la obra de Dios en las almas, particularmente en la de Santa Teresa, de la que ella ha sido testigo cualificado.



[1] Biblioteca Mística Carmelita (BMC). Obras de Santa TeresaII, pp. XX-XXII. Santa Teresa de Jesús. Obras Completas.  Madrid, Espiritualidad, 1984.

[2]/ Antonio Unzueta Echevarría. La Orden del Carmen en la evangelización del Perú. Vitoria, Ediciones El Carmen, 1992, p.114.

[3]/ Relicario que llevaban al cuello especialmente las mujeres.